«Hay más lesbianas que gays», afirma Beatriz Gimeno
Beatriz Gimeno, ex-presidenta de la FELGTB, ha presentado en Barcelona su libro «La construcción de la lesbiana perversa», en el que repasa como la prensa ejerció, en el caso Wanninkhof, un juicio paralelo a Dolores Vázquez, a quien se quiso retratar como el vivo ejemplo del esterotipo lésbico: «la lesbiana masculinizada, perversa, feísima, que se percibe como peligrosa porque no depende ni económica ni afectiva ni eróticamente del hombre». Con este motivo Gimeno ha concedido una entrevista a «El Periódico de Catalunya» en la que expresa opiniones que seguro dan que hablar. Gimeno afirma, por ejemplo, que «hay más lesbianas que gays».
«¡Qué me dice!», comenta el periodista. Gimeno le responde «Está documentado. Y una de las razones que hoy llevan a las mujeres a plantearse la posibilidad de relacionarse afectiva y eróticamente con otras mujeres es la barrera de incomprensión que hay entre hombres y mujeres. Hay muchas mujeres que pasan del feminismo al lesbianismo de manera natural». Preguntada entonces por qué, si es así, hay todavía tan poca visilblidad lésbica en nuestro país, Gimeno se lamenta. «Yo creí que el hecho de que una lesbiana como yo presidiera la FELGTB, bajo cuyo mandato se aprobaron la ley de matrimonios y la ley de identidad de género, animaría a políticas, escritoras, presentadoras, cantantes y actrices –¡que las hay!– a salir del armario. No ha sido así». Gimeno intenta explicarlo en el hecho de que «las mujeres somos más vulnerables en lo laboral y en lo social. Nos da la impresión de que tenemos más que perder. Yo sigo haciendo una llamada a la responsabilidad a todas aquellas mujeres que no perderían mucho por dar ese paso. El armario, a la larga, pasa factura. La única manera de normalizar es visibilidad, visibilidad, visibilidad».
Preguntada sobre la ayuda que las lesbianas reciben de los gays, Gimeno afirma que «en el movimiento gay he visto mucho machismo. De hecho, existe la misma disparidad entre gays y lesbianas que entre hombres y mujeres heterosexuales. O peor, porque los hombres heterosexuales aún quieren a las mujeres, pero muchos gays no las necesitan para nada. Creo que el lesbianismo tiene más que ver con ser mujer que con ser homosexual. Nuestra suerte está ligada a la de todas las mujeres».
Noticia de PÚBLICO:
http://www.publico.es/deportes/213445/maradona/dice/pele/estreno/pibe
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Yo no estoy de acuerdo para nada con ella. Sobre todo en lo que dice que está documentado. Todas las encuestas e investigaciones sobre orientación sexual, ya desde Kinsey, dan una prevalencia mayor de la homosexualidad masculina sobre la femenina, en cualquier período histórico y país. Se podría argüir que las mujeres lesbianas pueden ser más reacias a declarar su propia homosexualidad, pero aún con todo creo que hay más gays que lesbianas. Lo que sí creo es que puede haber más bisexuales mujeres que hombres, porque la sexualidad femenina es más difusa.
Beatriz Gimeno lo dice muy claro: …Creo que el lesbianismo tiene más que ver con ser mujer que con ser homosexual. Nuestra suerte está ligada a la de todas las mujeres”.
Pero la afirmación anterior contradice esta otra: La única manera de normalizar es visibilidad, visibilidad, visibilidad”.
Mi experiencia personal en el conocimiento de lesbianas me lleva a creer que ellas, la representación que he conocido, se sienten más próximas a la causa feminista que a la causa LGBT, sin por ello pretender decir que ambas causas sean incompatibles, sino todo lo contrario. Yo me declaro feminista y gay.
En muchos casos, les cuesta definirse como lesbianas, no les gustan «las etiquetas». Sin embargo, les resulta muy natural involucrarse en la defensa de «la mujer» y participar con mujeres en un discurso que las haga visibles.
En consecuencia, para las lesbianas, en general, su visibilidad como lesbianas no les parece siquiera un reto teóricamente necesario.
Con lo del año pasado, de la visibilidad lésbica, bueno, como consigna, bien, pero… ¿por qué?, ¿para qué?, …
Pues yo pienso que en muchos casos esa identificación feminismo-lesbianismo de la que hablas, y que es muy clara, les ha servido a las mujeres lesbianas para no implicarse. En el movimiento feminista las lesbianas pasaban más desapercibidas y no tienen o han tenido necesidad de declararse lesbianas, un poco por «comodidad».
Es un poco como esos gays, que dicen que no tienen pluma y cuando eran pequeños no les acosaban en el colegio, y su posición es más cómoda en el sentido de que no han tenido o no han necesitado tener que dar la cara.
Supongo que hay otras implicaciones más profundas también…
Y pienso lo mismo sobre lo de la visibilidad lésbica, si se queda solo en un eslogan para un año concreto del orgullo no sirve para mucho.
¿Qué hay más lesbianas que gays?
¿y? espero que no se arme una discusión de «haber quien puede más»
Efectivamente, haces una buena comparación, Miss Nancy: A mí me pasó eso de que, al no tener pluma, pasé desapercibido en el colegio e instituto y también después. Con el tiempo, sin embargo, ello me ha llevado a compensar mi «apariencia de hetero» con la necesidad de hacer saber que soy gay a través de la palabra. Entremedias se dio la circunstancia de tomar la decisión de identificarme como «gay» en el sentido que decía Zerolo de que ser «gay» es algo que va más allá de ser «homosexual». Para clarificar: ser «homosexual» (sin más) sería algo así como ser heterosexual con «deseos y prácticas sexuales homosexuales».
Muchas mujeres homosexuales, por su parte, efectivamente se han involucrado en el asociacionismo feminista y, con la complicidad de mujeres heterosexuales avanzadas, han «hecho y dicho cosas» en favor de «la causa LGBT», pero desde el movimiento feminista y sin darse a conocer ellas, individualmente, como lesbianas, salvo en ámbitos reducidos y, eso sí, de una manera distinta a la identificación discursiva «gay».
A Gimeno cada vez se le va más lo olla. Todavía recuerdo cuando dijo aquello de que toda mujer realmente feminista puede (y debe) ELEGIR ser lesbiana.
Luego está el tema este que gira alrededor de la afirmación de Beatriz de que: «…Hay muchas mujeres que pasan del feminismo al lesbianismo de manera natural”.
Por un lado, ésta es una creencia que comparten muchos machistas: «¿feminismo?, ¡bah!, ¡eso es cosa de mujeres que no quieren saber nada de los hombres!».
Por otro lado, también es una creencia de los homófobos que califican «la homosexualidad» como «una práctica» o «un estilo de vida» que se adopta «por capricho», «por moda», «por relacionarse con homosexuales»…
Finalmente, tal afirmación va muy unida a la experiencia de que muchas mujeres no toman consciencia de su deseo afectivo-sexual por otras mujeres de manera pronta, decidida y evidente. En mi opinión, creo que tiene más que ver con la existencia de represión que con la posibilidad de un carácter distintivo de las mujeres.
Javier,sobre ló que dices en las tres últimas líneas de tu comentario, no sé…En los últimos años han aparecido varios estudios que apuntaban a diferencias en la conformación de la orientación sexual homoerótica femenina y masculina, aunque ha habido tantos estudios diferentes….
Por mi experiencia personal, y lo que he observado a mi alrededor creo que entre las lesbianas es mucho más común que entre los gays haber tenido matrimonios, parejas…heterosexuales anteriores, se suele dar más frencuentemente la relación de mujeres heterosexuales con mujeres lesbianas que la de hombres heterosexuales con gays ( probablemente porque tienen menos prejuicios)…, pero en general diría que la sexualidad gay sería como más estanca, y en cierto modo más marcada por lo biológico que la lésbica, pero es sólo una intuición.
A ver… hombres bisexuales los hay, muchísimos. A su vez, gays que no son conscientes de su orientación hasta edades avanzadas, siempre los ha habido, ahora cada vez menos.
En realidad, yo no soy «biologicista», ni nunca digo «es que se nace así o asao…». De hecho, más bien tiendo a decir: «yo elijo ser gay», a pesar de que afirmarlo así induzca a confusiones…
Es un asunto complejo, porque, en mi opinión, hay que defender dos principios:
– Nunca nadie se preocupa de investigar ni teorizar sobre el origen o la causa de la «heterosexualidad». Por tanto, «homosexualidad» ídem. Soy, pues, partidario de no usar ni siquiera el término «homosexualidad».
– Debe castigarse penal y civilmente a aquellos que hagan propaganda y que practiquen «conversiones» de terceras personas de «pasar de ser homosexuales» a «ser heterosexuales».
«Beatriz Gimeno lo dice muy claro: …Creo que el lesbianismo tiene más que ver con ser mujer que con ser homosexual. Nuestra suerte está ligada a la de todas las mujeres”.»
Todas somos un poco lesbianas.
Yo lo oí por primera vez en «Todo sobre mi madre»: Manuela, Rosa, Lola (en la conversación) y el Hospital del Mar de Barcelona.
Freud decía que existían más hombres homosexuales pero que entre las mujeres se daba más el lesbianismo, por lo que deduzco, que existe un mayor número de mujeres bisexuales respecto a mujeres homosexuales, pero también creo que existe un mayor número de hombres homosexuales respecto a bisexuales.
Yo si creo que tenga que ver con un origen biológico. Sino ¿por qué se explica el comportamiento homosexual en ciertos animales?
Yo soy homosexual, he estado con mujeres pero no he sentido nada, eso no me convierte en bisexual.
mi teoria: hay gente que nace mas predispuesta que otra(algunos reqetedispuestos), los hay muy gays los hay gays los hay bisexuales, los hay «»»heteros curiosos»»» y heteros morbosos…
pues eso hay gente que por mucho que le pongas un rabete no le va a gustar y otros que le acaban cogiendo el gustillo ( y por supuesto la inmensa mayoria que le gusta desde siempre). no se si se me ha entendido bien.
Javier V. eso de q se elige… no te digo que no haya factores que pueden influir pero dudo que nadie diga me hago gay que mola mas.
Por cierto por curiosidad, ¿a alguien le ha pasado de enamorarse en la infancia de chicas y en la adolescencia de los chicos? no me han atraido las mujeres sexualmente pero hubo una epoca que me enamoraba de ellas, ¿es normal?
Israel, hay chicos que son bisexuales porque «sí sienten algo» cuando lo hacen con uno y también con otro sexo, o se sienten atraídos por ambos sexos de manera permanente e indiferenciada.
Yo no he experimentado eso, pero no tengo por qué poner en duda lo que me dicen y no tengo por qué achacarlo a represión alguna. Es más, yo les animo a considerarlo «un perfil más completo».
orión, en mi opinión los enamoramientos primerizos con chicas, que luego no vuelven a tener lugar, son debidos a la represión inicial; es decir, a que en un primer momento, en la pubertad, aún uno no llega a ser consciente de lo que uno genuinamente siente, porque te guías por lo que te han inculcado que debes sentir.
Israel, por la misma regla de tres, acostarte con algún hombre no te convierte en homosexual, ni bisexual, necesariamente. A lo sumo… en lo que algunos llaman «hetero curioso». Así, que sólo te hayas acostado con hombres, tampoco te hace homosexual reprimido si sigues sintiendo atracción por las mujeres.
La entrevista a la señorita, o señora, Gimeno es interesante, pero al menos personalmente, me deja un regusto un tanto amargo con la frase «…en el movimiento gay he visto mucho machismo. De hecho, existe la misma disparidad entre gays y lesbianas que entre hombres y mujeres heterosexuales. O peor, porque los hombres heterosexuales aún quieren a las mujeres, pero muchos gays no las necesitan para nada.».
Por una parte, se hace una victimización del colectivo de las lesbianas, cuando poco antes dice que «…Y una de las razones que hoy llevan a las mujeres a plantearse la posibilidad de relacionarse afectiva y eróticamente con otras mujeres es la barrera de incomprensión que hay entre hombres y mujeres. Hay muchas mujeres que pasan del feminismo al lesbianismo de manera natural».
No sé, a mí esto me llama mucho la atención. Por una parte parece decir «no necesitamos a los hombres para nada, porque entre nosotras nos entendemos mejor», y por otra «nos discriminan porque no nos necesitan». Antes de plantearme remotamente la idea de «las lesbianas odian a los hombres» preferiría que alguien arrojara un poco más de luz sobre esta cuestión.
Y como última pregunta de la tanda… Javier V, podrías explicarme la definición que usas tú para gay? Porque la de homosexual la entiendo (vamos, es la que has definido y me queda clara), pero en la otra me dejas sumido en la más completa ignorancia.
Gracias.
Sí,Zarevitz, pero creo que la frase era:»todas somos un poco bolleras».
eso 🙂
Es cierto, orión, que nadie «elige» ser gay «porque le mole más»… a priori.
La explicación de la afirmación que hago («yo elijo ser gay»), es la siguiente: a posteriori, una vez que uno reconoce ser gay, una vez que uno ha tomado conciencia de ello y de lo que ello puede implicar, entonces, afirmar elijo ser gay es dar un paso más allá, en un sentido que se puede apreciar con la afirmación consiguiente: «si volviera a nacer, quisiera volver a ser gay».
No obstante, otra forma de expresarlo, quizás más clarificadora, es decir: «yo no sería yo si no fuera gay». Pero implicar la voluntad es un matiz importante, así que, creo que lo ideal es enunciar: «yo quiero ser gay».
Uno que pasaba y vio luz, me preguntas, ¿qué entiendo yo que es ser «gay»?
– Cuando te consideras a ti mismo como no hetero y, con claridad y firmeza, radicalmente igual a los heteros.
– Deduces, pues, que el ser humano no es heterosexual, sino diverso. El hecho de ser mayoría, por muy amplia que sea, no debe comportar heterosexismo ni heteronormatividad.
-> Más, lo dicho en el post anterior, acerca del componente de voluntad de ratificación tras el reconocimiento de la propia realidad íntima: «elijo o quiero ser gay», que no se limita a «me ha venido dado que soy homo…», sino que lo supera.
Gracias por la aclaración, Javi.
Coincidí con Beatriz en mi época en COGAM. Ya usaba entonces el argumento de lo malos que son los gays para explicar cualquier cosa del mundo lésbico, incluso leí un artículo suyo que comenzaba diciendo que un gay le había dicho que las lesbianas son todas feas, de ahí sostenía que el cien por cien de los gais veían feas a las lesbianas. Me sorprende que en su crítica a las mujeres que deberían salir del armario no nos mencione.
Lo peor es que las actividades del grupo de lesbianas que ella dirigía estaban prohibidas para los hombres. Fiestas o talleres de literatura feminista o charlas de periodistas estaban guardadas por alguien que te decía que no podías pasar; llegaron al punto de discutir si se podían admitir a transexuales. A diferencia del grupo de gais (estos grupos eran para actividades de ocio) que admitía a cualquiera, mujer u hombre, homo o hetero, en sus actividades. No me extraña que vea mucho machismo entre los gais, a los que no lo somos no quería ni vernos a su lado, prefería regodearse con los machistas para escribir sus artículos.
Si la visibilidad que defiende Beatriz es la que puso en práctica cuando pudo no me extraña que pocas mujeres se apunten.
Pues le doy totalmente la razón al Dr. Turbio. Yo también conocí esa época de COGAM, y sé de lo que está hablando. Recuerdo incluso una polémica celebración del día de la mujer trabajadora en el que se prohibió el paso a los chicos. Querían el local del colectivo en exclusividad para ellas. Menuda forma de entender el asociacionismo y la lucha lgtb.
Beatriz lo haría muy bien al frente de la FELGTB,no lo pongo en duda (cosa que yo no afirmaría de su esposa cuando estuvo al frente de COGAM, pero ese es otro tema), y aunque es cierto que hay gais machistas (coño, si los hay homófobos, ¿cómo no los va a haber machistas?), su androfobia ha sido siempre más que evidente.
Creo que no estás siendo justo, o en todo caso, un poquito radical como en cierto modo lo es Beatriz en este tema.
Admiro mucho a Beatriz Gimeno y aunque no coincido con ella en algunas visiones del activismo y del feminismo (yo no soy abolicionista, por ejemplo) entiendo que hubo un momento en que la practica del mismo debió ser casi que defensivo. No negarás turbio que aún hoy día tenemos unos cuantos ejemplares bastante sexistas en las asociaciones. Hubo épocas más duras y quienes como Beatriz, lo vivieron más de cerca. Creo que es un discurso que, en buena parte, hay que superar, pero a la vez mantenerse alerta y sigue haciendo falta mucha formación en género.
Yo no soy de las que cree que cierta misoginia en nuestro entorno, esté superada. Pero por otro lado creo que el camino o lo hacemos juntos o no lo hacemos. En todo caso, para darnos palos también a nosotras mismas, las mujeres no estamos exentas de estos comportamientos excluyentes. En latinoamérica por ejemplo, siempre me toca molestar a mucha gente cuando me burlo de unas «rebeldías lésbicas» que año tras año, cierran de plano las puertas a las transexuales lesbianas, por no ser «mujeres biológicas».
Queda camino y aunque prefiero que algunos discursos estén más bien en vías de superación, visiones como las de Beatriz, que puede que mantenga ecos de un activismo a la defensiva, logran sin embargo dar, momentos muy brillantes. Después de todo los avances en derechos, siempre han estado de la mano de los y las radicales. Sin aquellas que se encadenaban a las verjas, no estaríamos aquí las mujeres. Y ciertamente hay otra visión de Beatriz que es brillante y acertada. Yo recomiendo leer la «construcción de la lesbiana perversa» porque es un libro verdaderamente imprescindible para entender cierto estado de cosas.
Seguro, Beatriz no es tonta, pero critico su estrategia. Visibilidad significa dejarse ver que es totalmente incompatible con ir a la defensiva y encerrase entre cuatro paredes.
Claro, que hay machistas (y homófobos como dice Crasamet y sabemos todos) pero ¿es la mejor estrategia darles con la puerta en las narices? ¿no es mejor interactuar con ellos (y con ellas)?
Aparte de que negar la entrada a un chico que quería escuchar una charla de Carmen Sarmiento con el argumento de «tú no tienes clítoris» me parece una grosería sin justificación.
Y coño… Si que ha habido mucho, pero muchísimo machismo. Por favor, que las lesbianas estuvieron mucho tiempo en la «cocina» del movimiento. Y no digo ya las transexuales. En USA por ir a la raiz de las cosas, fue sangrante como el movimiento gay dio la espalda y la sigue dando a la transexualidad y relegó a las lesbianas a un plano casi invisible. Es algo que ha costado mucho superar y que ciertamente lo han logrado más las lesbianas que las mujeres transexuales. Pero negar que el movimiento LGTB en buena parte de su historia ha sido tan machista como otros movimientos, es querer tapar el sol con un dedo. Y españa no ha estado al margen… Que solo hay que oir a mujeres y transexuales de ciertos entornos para saber que todavía queda mucho de ese sexismo.
NO creo que se le pueda acusar a Beatriz de invisible, no entiendo el punto. Coincido en ciertas cosas, pero creo que el activismo defensivo que puede mostrar Beatriz, no está solo, casi siempre está acompañado, del negacionismo defensivo de los gays en cuanto el tema se pone sobre la mesa, aún de los más incluyentes… Es como si la cosa fuera tema tabú.
mercedes: «(yo no soy abolicionista, por ejemplo)»
Sin entrar en polémica, ¿qué propugna este abolicionismo?
Yo no creo en «abolir la prostitución» y no coincido en los supuestos en los que se apoyan. Creo que se debe combatir las mafias que esclavizan a las mujeres como se debe combatir cualquier mafia. Un esclavo de una plantación en Haití, por ejemplo, sufre también una especie de violación, a su voluntad, a su dignidad, a su cuerpo… Creo que es lo que hay que combatir. Pero me resulta tremendamente contradictorio, defender, como defiendo a ultranza que la mujer es dueña de su cuerpo para decidir cuando y como tener un hijo y sin embargo hablar de prohibiciones en caso de prostitución.
Creo que una mujer adulta, siempre que tome la decisión libremente, tiene derecho a hacer con su cuerpo lo que le venga en gana, incluso comerciar con el sexo.
A ver, Mercedes, todos sabemos que entre los distintos colectivos que componen la gran familia lgtb las relaciones no son lo fluidas que sería deseable. Todos sabemos que hay lesbofobia y transfobia entre los gais, etc., etc., pero lo que no se puede (y no te hablo desde el punto de vista teórico, que está claro que Beatriz es una lumbreras, sino desde el práctco, desde el día a día en un colectivo) es llegar a un colectivo, formar un grupo de lesbianas y decir un día a los chicos que qué bien, que vamos todos en el mismo barco, y al día siguiente «no os queremos aquí», o «esta actividad no es para vosotros» o «estamos aquí porque COGAM es un colectivo de referencia, pero lo ideal es formáramos un colectivo aparte», o un largo etcétera. Ignoro (aunque me imagino que sí) si en COGAM hubo alguna vez alguna rencilla personal entre lesbianas y gais. Pero como colectivo dudo mucho que los gais de COGAM hicieran nada que pudiera molestar/ofender/obligar a ponerse a la defensiva a las lesbianas.
COGAM es incluso uno de los colectivos donde primero se empezó (gracias, entre otras personas, a Pedro Zerolo) a poner en práctica con un rigor verdaderamente escrupuloso la paridad entre mujeres y hombres en la elección de sus cargos.
Gracias, Mercedes.
«Aparte de que negar la entrada a un chico que quería escuchar una charla de Carmen Sarmiento con el argumento de “tú no tienes clítoris” me parece una grosería sin justificación.»
¿en serio? ¡qué fuerte¡
A ver FEr… Que yo te he dado razones, históricas, intelectuales y de lógica. Pero también he dicho que aunque entiendo las razones. No solo no es el activismo que practico sino que creo que ahora mismo es un modelo completamente superado. Pero en fin, las revueltas de Chicago hoy día serían incompresibles, pero ese sindicalismo bárbaro, nos sacó de los 6 días con jornadas de 15 horas y medio para poder ir a misa.
Y mira… Así como no soy abolicionista, menos creo en colectivos aparte. De hecho siempre lo he dicho, a quien le moleste las mujeres escalando peldaños en las Asociaciones, bien pueden ir comprando el Valium porque no pensamos parar. Porque subir debe ser cosa de capacidad, de igualdad, de eficacia. Y voy más allá mi colectivo ideal no tendría áreas por género u orientación sino por acción y en cada área, todos y todas deberían tener representación responsabilidades. Pero yo soy anarquista tú…
Y tú… Mercedes… ¿cómo te defines?
Bisexual, políticamente bollera, feminista no abolicionista. Y considero a Camille Paglia un caballo de troya, esto ultimo lo he interiorizado tanto que ya forma parte de mi definición… 😛
Hace un tiempo sentía que queer me encajaba. Supongo que de vivir en otro lado aún lo sentiría, pero el movimiento queer español además de simplemente rascar la superficie,de no ir a las fuentes, de hacer iconos de personajes más bien bueh… mejor me callo… Es tremendamente destructivo. NO me gusta.. Y ahora segurísimo seré crucificada en el altar mayor.
¿Por qué se usa el término «bollera»?
¿Quién es Camille Paglia?
Aparte de la teoria del carro de bueyes??? jajaja…
En realidad, y esto es personal, creo que no hay nada que les joda más que coger ese término con el que pretenden humillarte y ofenderte y asumirlo con orgullo. A mi ese asunto tan gringo de escandalizarse por la palabra maricón, me parece una tontería. En realidad creo que cuando el término Gay se impuso, no fue precisamente un avance pero es un tema muy largo que ahora no es punto.
Prefiero por ejemplo como lo dice la madre gitana de la que hablé hace unos días y que entrevistamos en desde fuera del armario MI hijo nunca ha sido más feliz que desde el momento en que a los 12 nos contó que le gustaban los hombres y desde ese día cada vez que en el colegio, alguno le suelta un maricón, el levanta la voz y le dice, si soy maricón, tienes problema con eso. Y es que ahí, esto lo añado yo… simplemente les derrota… Con sus 14 años que es lo que tiene ahora.
http://es.wikipedia.org/wiki/Camille_Paglia
A mí me parece una actitud reactiva, el asumir términos con carga peyorativa, y, por eso, no me convence, puesto que nos marcan desde la marginalidad.
En realidad, nuestra realidad está por construir y eso ha de hacerse desde lo nuevo y desde lo positivo, de manera activa, no reactiva.
Y no te parece mas acomplejado habernos inventado un término «gay» «alegre».. Politicamente correcto, que cayera bien, que nos vendiera como gente cool… Porque el termino gay fue una estrategia de marketing pero a la vez, fue una muestra de que nos acomplejaba utilizar «homosexual» por su carga «negativa». Fue una concesión en toda norma que de paso sirvió para invisibilizar a transexuales, lesbianas, transgénero, para encasillarnos en una cierta imagen que si bien trajo cosas buenas, también las trajo malas… En fin, cada término tiene sus bemoles y cada cabeza es un mundo. Yo pienso, que justo el descaro sobretodo de las nuevas generaciones de asumir con orgullo el término, bollera, torta, tortillera, chongo, dependiendo de cada sitio, está más bien impulsando un movimiento de visibilidad mucho más acelerado que en otros años. A mi me encantó que el orgullo pasado todo el mundo asumiera el rollo bollo, como suyo y con buen «rollo».
Y de hecho al día de hoy, el insulto preferido de los niños y adolescentes de habla inglesa es GaY, muy por encima de Maricón o puta… La carga negativa no es de la palabra, precisamente.
El término «homosexual» no lo veo negativo, pues se usa igualmente el término «heterosexual». Hay equivalencia, pues.
Sin embargo, no encuentro términos equivalentes para las personas heteros con respecto a «maricón», «bollera» y similares…
En EEUU, «gay» representa a hombres y mujeres, a la vez. Es aquí donde hemos distinguido, lo cual, bueno, no está claro que invisibilice, precisamente, pues usamos varios términos a la vez, con lo que se hacen visibles los géneros.
¿Por qué hemos pasado de «homosexual» a «gay» y a «lesbiana»? Precisamente porque le hemos añadido la significación del activismo.
No veo por qué haya que ser «políticamente incorrectos». Lo que hay que hacer es ocupar el centro de la sociedad, conjuntamente.
Sí creo que tenemos por delante una labor de márketing, si se quiere llamar así. Aunque es algo, desde luego, mucho más profundo que eso. El resultado debe ser que nadie se sienta ni un ápice menos por no ser hetero, ni nadie, de antemano, prefiera ser hetero porque se considere más ser hetero que no serlo.
Eso es un eufemismo… Gay si… REpresenta a hombres y mujeres por igual pero a las mujeres y transexuales les invisibilizó bastante. Por otro lado, busca en la historia. Es un termino que se sacó para quitar la «carga negativa» de la palabra homosexual, había que crear una palabra «positiva» pero al cabo, no deja de ser complejo. Y como te dije una amplia encuesta en escuelas de Inglaterra y USA arrojó gay como el insulto preferido por el 60% del alumnado. Inventemos una superpositiva chachi palabra nueva y no ataquemos la homofobia y a la vuelta de 10 años será un insulto aunque la palabra sea santosgenerosos.
Ni bollo, ni torta, son palabras negativas, lo cierto es que nadie que use bollera como insulto soltará lesbiana sin carga ofensiva… Es lo que hay… Y la verdad antes de que nos pusiéramos tan gringos, había términos bastante más agresivos que maricón. En latinoamérica una amplia gama de animales y frutas, se utiliza más para el insulto y la burla que la palabra maricón.
Quizás en el mundo anglosajón el término «gay», que tiene varios significados, pueda ir teniendo connotaciones distintas que aquí, cuyo contenido es unívoco. Allí, además, la presión ultra es mucho más fuerte, pero aún así los carteles que se les ve mostrar en sus campañas llevan escrito «faggot», o como se escriba.
En España, el término «gay» no está contaminado. Sin embargo, «maricón» tiene una variedad de usos amplia, todos con carga de rechazo.
La erradicación de la homofobia requiere tocar muchas teclas simultáneamente, ya lo sé. Y una de ellas es el lenguaje.
En fin como dije son puntos de vista, yo creo que las palabras tienen la carga que les da el hablante. Quien me diga bollera como insulto no entonará lesbiana con respeto. Cuando te he dicho que es el insulto preferido la palabra gay por encima de Faggot, he dejado claro que es entre escolares… Con lo que a la vuelta de 15 años puedes prepararte a ver la palabra gay en los carteles…
No tengo tiempo para escribir nada y mira que horas…
Creo que voy a tener que reflexionar sobre lo que dice Beatriz Gimeno, enmarcarlo en su contexto para decidir si estoy de acuerdo o no y qué opino al respecto.
Aún sin tiempo ni ganas de entrar en la reflexión sobre algo que creo que puede ser muy interesante no he podido evitar escribir para felicitaros y daros las gracias a todos por el diálogo: de lo mejor de los últimos tiempos aquí. Lo voy a imprimir para leerlo con calma.
Y como estamos en primavera que anima y estoy de buen humor (tanto como cansado) os dejo «un regalito» de uno de mis grupos de música celta preferidos: «Celtic Woman». Como estamos hablando de mujeres…
Una preciosidad. Las chicas: guapísimas, los vestidos/cortinas: totales y la canción… 😉
http://www.youtube.com/watch?v=LHOyPLSVam4&NR=1
Abrazos.
Bueno, Mercedes, convendrás que existen lingüistas, o que Noam Chomsky elaboró una teoría objetivista del lenguaje, etc…
Incluso, digo: el uso del término «gay» entre escolares anglosajones de la manera que dices, puede adquirir una pretensión de exclusión, en el sentido de «tú no perteneces a la mayoría», que no va tan allá, ni de lejos, como el uso del término «faggot» que viene a decir «ERES» de una determinada manera que es «execrable».
A mí, si me dicen: eres un «gay», es imposible que me ofendan, por mucha carga que quieran incluir de lo que sea y mucha cara fea que pongan al decirla. No vendrá sino a querer decir: «no eres hetero». Y es cierto.
Sin embargo, si me dicen: eres «maricón», me están diciendo eres «mala persona», «no eres de fiar», «eres un tramposo», «eres un listillo», en definitiva, eres rechazable tú, no porque pertenezcas a un colectivo.
¿Qué pasa? Que A LA VEZ, me dicen, «y eres todo eso, además, por pertenecer a ese tipo de personas que sois todos vosotros». Sin embargo, en el fondo, nos siguen considerando «heteros», pero «heteros traidores». Es porque se les hace imposible comprender que el ser humano no es = hetero.
Bueno, yo creo que en esta entrevista Beatriz nos muestra su lado, por así decirlo, más femenino.
Yo me he movido toda mi vida en ámbitos donde las mujeres son muy mayoritarias y buena parte de las afirmaciones podría sostenerlas una mujer heterosexual sin problemas.
Bueno, obviamente son pensamientos respetables, pero a mi me parece que pone de manifiesto que esos problemas de comunicación entre géneros, de los que Beatriz habla, no tienen un sólo sentido. A mi me ha parecido particularmente reveladora que Beatriz considere negativo que pueda haber hombres que puedan no necesitar a las mujeres. Ella quizás no es consciente de toda la carga ideológica de género que contiene esa afirmación, en el sentido mas tradicional del término.
Ver las cosas de ese modo refleja una visión del mundo que ve como natural e imprescindible una división de roles en función del género y una complementariedad entre géneros en esa división de roles.
En efecto, sin que ninguna de las mujeres con las que yo me he tratado y me trato llegue a hacer una manifestación tan comprometida, esa sombra siempre está presente cuando te haces visible como gay. Esa posibilidad de vivir de forma independiente sin estar sometido a la complementariedad de géneros implica una hostilidad inmediata y permanente.
Me temo que el feminismo, mayoritariamente, en lugar de pretender superar la división de roles de género, lo que pretende es a una revisión de esos roles, cambiando simplemente las relaciones de poder, pero manteniendo como eje básico de la sociedad esa complementariedad de género.
Ya se que decir todo esto es políticamente muy incorrecto, pero me parece que hasta que no surja en el feminismo una corriente que plantee, de verdad, la superación de la ideología de género y de la complmentariedad de los sexos, no una simple revisión de las relaciones de poder, dificilmente se podrá superar esa «dificultad de comunicación» de la que habla.
Es curioso que, incluso una lesbiana, no pueda entender que alguien pueda vivir plenamente, sin someterse a la división de roles, de una forma independiente.
Sobre esta entrevista:
1. Dice que hay más lesbianas que gays porque está «documentado» y se queda tan ancha. Las cosas se tienen que demostrar. Si no se sabe exactamente el porcentaje de población que es GLBT, cómo se va a saber cuántos gays y cuántas lesbianas hay… Quiero ver esos documentos, quiero que me enseñe las cifras, señora Gimeno.
2. Es cierto que en los gays puede haber machismo, pero también hay mucho hembrismo y andofobia entre las lesbianas. Quizás debería la señora Gimeno reflexionar y pensar a qué puede deberse ese machismo. ¿O es que ser hembrista es correcto pero ser machista no?
Debería mirarse más a sí misma, a su colectivo y a sus palabras para darse cuenta que ella es la menos indicada para hablar de sexismos.
Que yo sepa, las únicas que han discriminado a las personas por su sexo negándoles la praticipación o la entrada en sus actos han sido ellas. Las únicas en querer excluir a los demás y separarse de ellos son las lesbianas. Qué pasaría si un grupo gay prohibiera la entrada a las lesbianas?
3. Comparar «lesbianismo» con «feminismo» es comparar una orientación sexual con una ideología. Es decir, para ella ser lesbiana -y por ende homosexual- es como ser comunista.
«Muchas mujeres han pasado del feminismo al lesbianismo de forma natural»
En fin…
Por cierto, en cuanto a lo de que «almenos los hombres heterosexuales quieren a las mujeres, los gays no las necesitan para nada».
¿Está segura de que todos los hombres heterosexuales quieren a las mujeres?
Por la misma regla de tres, almenos las mujeres heterosexuales quieren a los hombres, las lesbianas no les necesitan para nada.
¿Los gays son machistas porque aman a hombres y no a mujeres, señora Gimeno? ¿Qué me dice sobre las lesbianas?
No, si al final ser gay será visto como algo «machista». Y si no, al tiempo.
Dios mío, le acaban de endiñar dos puntos negativos a mi comentario anterior. Sois unos intolerantes, no aceptáis la pluralidad de opiniones. ¿Pero como os atrevéis?. Seguro que ha sido algún agente de la FELGTB…
Hala, ya no os ajunto, me voy de este blog tan sectario.
Que conste que mi post anterior va de coña ;).
Y aunque me ego es tan grande como el de cualquiera, no es necesario que ahora se desvíe el tema de discusión para centrarnos en lo mala que es la página, ni que me supliquéis que siga haciendo comentarios por aquí, ni que alabéis lo acertado de mis opiniones, ni lo chachi piruli que soy, de verdad. Renuncio de antemano a que mis protestas abran un ciclo de 200 o 300 comentarios y otros tantos o mas en otros post.
Es más, asumo que cuando se lanzan opiniones atrevidas, no tienen porque suscitar el entusiasmo general.
Nazareno: estoy completamente de acuerdo con tu comentario 51. Las referencias a Beatriz Gimeno no puedo compartirlas porque sencillamente no la conozco, pero todo el fondo de lo que dices me parece que tiene todo el sentido.
Es más, aunque no siempre hago comentarios, visito con regularidad el blog porque ya me he hecho «dosmanzanasdependiente». Me parece un blog extraodinario, creo que es increíble que una publicación de tanta calidad se deba exclusivamente a la dedicación de voluntarios que tienen sobrado talento para emplear sus habilidades en actividades mucho más lucrativas que esta.
De verdad, muchas gracias.
Y por supuesto poned todos los puntos negativos que os salga de ahí mismo a todos los comentarios que no os gusten.
Hey, mi comentario de acuerdo no iba en ese sentido. 🙂 De una manera menos articulada y con muchas cautelas, os trasladé hace un tiempo una reflexión que me parece similar sobre el «ser hombre» y el «ser mujer», en este caso tomando como excusa la anéctoda de una conversación con mis primos pequeños sobre la transexualidad.
Perdona, Zar, pero estaba yo en plan racha y había reparado en que me habías contestado.
Yo tampoco conozco a Beatriz personalmente, mis comentarios son sobre lo que dice en la entrevista.
Vaya, Zar, creo que no había leído esa columna de Nemo.
En fin, el la segunda contestación de carta con referencias a cuestiones LGBT que este «periodista progre» hizo unas semanas mas tarde, sobre la sentencia de Vigo, nos dejó muy clarito que se pretendía ocultar tras la socorrida cortina de humo «chachiprogre» del derecho a no ser homosexual, supongo que se sintió identificado…
Y si, sobre el comentario que haces a la superación del concepto de «hombre» y «mujer», creo que estamos bastante próximos.
Para mi, la base biológica o fisiológica no es más que una excusa para desarrollar una construcción ideológica.
Una construcción que tiene mucho que ver con el concepto de «amor», que hace algún tiempo alguien puso de manifiesto aquí con una carta (no recuerdo el nombre, es una pena que no esté por aquí Lobogrino, porque seguro que el hasta podría encontrar fácilmente el link), que se titulaba «El amor es heterosexual».
Es obvio que ese «querer» que Beatriz tanto echa de falta en los gays que «no necesitan a los mujeres» es evidentemente parte de esa construcción que fundamente la estructura social, no en la libre cooperación de los individuos, sino en una relación contractual de dependencia que determina, lógicamente, no sólo un reparto de funciones, de identidades, de «naturalezas»; sino que además tiene implicaciones jerárquicas y de poder, en el sentido más brutal de la expresión.
Sí, de Reig también hemos comentado dos últimos artículos que ha publicado recientemente, digamos, comprensivo con Jacobo Piñeiro, la persona que mató a Isaac y Júlio.
Nazareno: te refieres a esta carta de Javier Sáez:
http://archivo.dosmanzanas.com/index.php/archives/5544
Aquí tienes el artículo en cuestión y cómo buscarlo. 🙂
Muchas gracias por el link Crasamet.
Yo es que soy un poco lerdo para esto del ciberespacio (y para alguna cosa mas…)
De nada, Nazareno. Aprovecho para decirte que te he enviado un correo. Mira tu email.
Pues no entro en si somos diferentes o no, o si lo ideal sería que tendiéramos a eliminar esas diferencias, pero incluso si fuésemos diferentes (biológicamente y por tanto sin posibilidad de ser iguales), ¿es eso un obstáculo insalvable para entenderse? ¿Y si probamos a hablar? Otra cosa es que debemos entender que muchas veces, cuando una mujer ha hablado para quejarse o para decir que quiere cambiar algo, se le ha respondido con violencia, y por eso han aprendido a callar. Pero esto debería acabar. Por las dos partes. Chicas: dejad de callar. Chicos: escuchad.
A ver si lo entiendo…
¿Se queja del estereotipo de «lesbiana perversa» al mismo tiempo que traga el del «gay misógino»?
Pues qué señora tan coherente.
Dos puntualizaciones más a lo mucho que se ha dicho:
1. No creo que se pase del feminismo al lesbianismo, sino al revés: ser lesbiana ayuda a hacerse feminista con menos remilgos precisamente porque no se necesita afectivamente al macho.
2. Precisamente que los gays no necesitemos a las mujeres es la clave para que las utilicemos menos y, por lo tanto, para no ser tan machistas. Claro que hay muchos gays machistas, y también mujeres muchistas. Pero es que es difícil desprenderse de la ideología dominante y el machismo lo es. De hecho detrás y al lado de toda homofobia hay sobre todo machismo, en mi opinión. (Y detrás de la plumofobia de nosotros, los gays)
Por cierto, totalmente de acuerdo con Mercedes en todo lo que dice sobre el término gay (y en casi todo lo que dice, en general)
cómo mola, me ha tocado el lugar 69.
Pues yo creo que si alguien precisamente necesita a las mujeres somos los gays, quizás sea una generalización, pero en lo que a mi respecta,¿qué sería yo sin mi madre? Me puedo imaginar sin mi padre perfectamente, pero sin mi madre,no. ¿qué sería de mí sin mis amigas confidentes?
Cuando entro en cualquier sitio,por ejemplo un servicio público para pedir información si hay una mujer tengo mucha más confianza que si hay un hombre. No sé…para casi todo prefiero a las mujeres.
Voy a sacar otro tema, que puede ser quizás controvertido, que tiene relación con todo lo visto hasta ahora en esta noticia de Beatriz y los comentarios:
¿Qué me parece a mí la «femenización» de muchas personas homosexuales? Que cada cual es libre de sentirse y actuar como le parezca.
Cuando defino el concepto de «gay», en ningún caso menciono «cómo se comporta un gay» y, ni mucho menos «cómo debe comportarse un gay», porque tal cosa no existe, no existe un «comportamiento gay» ni una «conducta gay».
Precisado bien lo anterior, entiendo, desde una reflexión teórica, que: el heterosexismo no admite, ni es capaz de concebir, la unión hombre+hombre, es decir, masculinidad con masculinidad. Yo, personalmente, me sitúo en las antípodas de ese heterosexismo, pues mi ideal precisamente es la unión masculinidad con masculinidad.
Masculinidad no tiene que ver, sin embargo, con machismo, ni conductas o expresiones «de machito». No es posible describir, en verdad, «cómo es o debe ser la conducta de un hombre».
Y ahora vienen mi percepción y mi sensación íntimas, que pueden ser polémicas: me parece a mí que personas homosexuales pueden llegar a interiorizar un rol feminizado, incluso con carácter caricaturesco, por asumir acrítica e inconscientemente el heterosexismo, en el sentido de que, tampoco ellos, conciben posible la unión masculinidad con masculinidad.
O bien, es que se sienten o quieren ser tan o más mujer que hombre, tal como entienden que es ser mujer y es ser hombre. Pero entonces tan o más que gays, serían trans…
Yo personalmente, de los cuatro elementos que forman la orientación sexual, hacia las mujeres siento en general tres: romántica, social y emocional. La que menos siento es la atración sexual.
Pienso en mí mismo como bisexual fundamentalmente gay. Pero amo a las mujeres, particularmente a las lesbianas.
Preciso la última frase: «…tan o más que homo, serían trans…»
Nancy, pues a mí me pasa al revés que a ti, así que me da que generalizas a partir de tu experiencia.
Quiero a mi madre y todas esas cosas, pero puedo vivir perfectamente sin ella, salvo por el hecho de que tendría que añadir un expendedor de extintores como electrodoméstico en la cocina, y leer concienzudamente el manual de instrucciones para torpes de la plancha.
Y tengo más amigos a quien contar ciertas cosas que amigas, y a la hora de preguntar… cualquiera me parece igual de válido, aunque siempre, por defecto, me parece más sencillo entablar conversación con un hombre que con una mujer, me da menos vergüenza.
Uno que….Vale, lo acepto,y me hace mucha gracia lo del manual de instrucciones para la plancha, pero la verdad es que casi todos los gays que conozco tienen una relación muy especial con su madre, no hablo solo por mi, y si revisas las biografias de muchos escritores y artistas gay también se da ese fenómeno, y yo no es que no pueda vivir sin ella como si fuésemos siameses, pero creo que se entiende lo que quiero decir.
Y siempre he tenido más amigas que amigos.
Hombre, Miss Nancy, que seguramente sí, no te digo que no, pero supongo que habrá de todo.
Si nos dejamos guiar por el homosexual estereotípico, tendrá docenas de amigas, y se llevará de vicio con su madre.
Luego por otro lado están (entre los que me incluyo) los que soportan a su madre, tienen su cuadrilla de amigos, y alguna amiga.
Yo, por suerte o por desgracia, puedo hablar por mí, y poco más, porque no sé hasta qué punto mis amigos «del gremio» tendrán más amigas que amigos, o viceversa, pero creo que no andan demasiado alejados de cómo estoy viviendo yo las cosas.
Obviamente, no te quito razón en lo que dices, porque veo un poco de todo.
Y nada más, gracias por tomarte a cachondeo mi pequeña broma con la plancha y los extintores 😉
Javier, comparto contigo la opinión de que cuando el modelo de pareja mujer-hombre ha estado totalmente impuesto y era lo único válido, los homosexuales han tendido a identificarse con el género contrario para adaptarse a ese modelo. He escuchado alguna vez de una persona mayor, «Si a mí me gustan los hombres es que algo de mujer tengo.» Me parece que mucho de eso queda todavía y es parte tan válida como cualquier otra de la identidad personal.
Sobre lo último que comentas, pienso que la matización de géneros, de roles, la androginia, la feminización y todo ese fantástico relativismo que se está dando ahora ya no se debe al heterosexismo sino a la liberación de éste a una nueva forma de ver las cosas que derriba las barreras de los géneros.
Pues ya que has mentado de la madre, y lanzándonos sin paracaídas a la incorrección política, te recomiendo para conocer una «clasica relación madre-hijo gay» la de Proust con la suya, y el relato de «En busca del Tiempo Pardido» donde madre y abuela se empeñan en que el padre deje de besar al niño antes de irse a la cama. La situación se resuelve cuando el padre, al ver el berrinche del niño, decide que de haber sabido que el niño eran tan sensible a esta cuestión, jamás le habría negado el beso…
Eso que Proust es una lectura muy «gay», pero todavía no he encontrado a ninguno que haya reparado en este pasaje, ¿ocurrirá en ámbitos menos literarios?
No sé… yo no veo tal relativismo… eso es cosa de la teoría «queer», la cual yo entiendo como una claudicación.
Por mucho que «en el mundillo LGBTTQ+…» se quieran ver las cosas (hacia dentro) como que se están superando roles tradicionales y no sé qué más, como que ya no importan «las etiquetas» ya que nada es estático, etc., lo que en realidad pasa es que el heterosexismo, la heteronormatividad, persisten ¡y de qué manera!
Un ejemplo sencillo: mientras el movimiento organizado va añadiendo letras a sus siglas, las dos primeras palabras «lesbiana» y «gay» aún no son ni mencionadas por los representantes políticos del país, ni aparecen en un solo texto legal.
La heteronormatividad en la sociedad en general persiste pero un poco más atenuada, al menos esa es mi percepción. Y la teoría de la femenización del hombre está apoyada por científicos importantes, (anoche sin ir más lejos vi un reportaje sobre el tema en redes), pero bueno no deja de ser una teoría.
Sí me hablas sobre las causas de la feminización de algunos gays, yo te respondo con mi apreciación personal, me parece que hoy día un gay no se feminiza por querer imitar el modelo tradicional de pareja, tenemos muchos modelos en que mirarnos y a los cuales aspirar. El relativismo de género simplemente lo veo en el mundo gay y me gusta, no lo veo como una teoría sino como una realidad que está surgiendo.
Bueno, Daniel, la verdad es que en mi percepción influye lo que me tocó vivir hace quince años: en el llamado «ambiente», por parte de quienes en aquel momento «socializaban» entre sí más, practicaban aquello de poner motes, ponerlos en femenino y hablar entre sí en femenino. Ello era síntoma, a mi juicio, de no auto-aceptación, porque necesitaban verse como mujeres para entenderse a sí mismos como homosexuales.
Luego, ante la persistencia en el tiempo de ese lenguaje en femenino y esas poses y voces, saco la conclusión de que es por necesidad de sentirse parte de «un mundillo homosexual» o, si se quiere, «gay», entendido como una forma de afrontar las dificultades que esta sociedad nos sigue poniendo. Es decir, que no existiendo en sí «un comportamiento gay», se inventa y muchos lo han asimilado como «comportamiento en femenino», que no es otra cosa que la continuación de una tradición «del ambiente».
Yo no necesito a las mujeres…
Yo no creo que se asuma un rol caricaturizado, ni femenino como un modo de asumir el heterosexismo. Yo conozco gente con pluma desde el mismo momento en que echan a andar. Recuerdo de hecho ahora mismo una anécdota de Boris sobre su primera infancia. La pluma existe punto y es tan respetable como cualquier otro comportamiento. Últimamente veo en algunos colectivos una suerte de exaltación de la masculinidad que llega hasta el punto que algunos están creando una cosa para mi incomprensible llamada «Área de Masculinidad» que no le veo más razón que una manera de intelectualizar y disimular la plumofobia tan presente en buena parte de nuestro colectivo. Y ojo pensaría lo mismo si se creara un Área de femeneidad» (lo he escrito y los pelos se me han puesto como escarpias). Como ya dije antes mi colectivo ideal ni siquiera tendría divisiones por género u orientación así que todo lo que sea añadir compartimentos en torno al género me crea muchísima sospecha. Precisamente transcender el género es reivindicar la pluma o el comportamiento típico de una sobrecarga de testosterona. Me encanta un oso con pluma 🙂
Y que tendrá que ver ser feminista con no «necesitar al macho». En un mundo ideal nadie debería necesitar de nadie pero obviamente aquí se están confundiendo churras con merinas. No estoy de acuerdo, ni he estado nunca con buena parte de los conceptos de Beatriz, pero creo que tampoco se está entendiendo buena parte de lo que dice. ME ratifico en lo de más arriba, ese activismo defensivo que algunas han tenido que adoptar también ha estado empujado por ese corporativismo defensivo que asumen algunos gays en cuanto el tema se pone sobre la mesa. Hay una misoginia tremenda en nuestros colectivos, voy más lejos, hay una fobia tremenda en nuestro colectivo a todo lo que no sea el standard gay y cuando se pone esto sobre la mesa hasta los gays más incluyentes como lo son la mayoría de los que hoy opinan se encajan en solo ver el punto negativo de lo que dice Gimeno o cualqueira que diga lo que ella para no reconocer la realidad. No es que haya, Crasamet, Nazareno, Turbio, casos aislados en los colectivos, es que en muchos sigue siendo una norma.
El año pasado, de la Visibilidad Lésbica, quedó de manifiesto esta cerrazón. Yo agradezco muchísimo el empeño de Toni y de otros chicos por apoyar irrestrictamente lo que quisimos llamar el rollo bollo, porque fue vital para que la iniciativa fuera exitosa. Pero aqui mismo en DM e inclusive en muchos colectivos el que se decidiera que ese fuera el año de la visibilidad lésbica irritó a muchos y no tuvieron reparos en manifestarlo, eso si, rodeado de mil reflexiones porque lo consideraban «no incluyente» y bien que se intentó diluir el tema añadiendo otros lema. Cosa graciosa porque por años ha habido un dominio gay bastante excluyente y las mujeres estuvimos ahí un paso atrás llevando la pancarta. Por fortuna, como dije antes, el apoyo de Toni Poveda al año de visibilidad lésbica era total y por convicción, conozco pocos dirigentes tan comprometido con el avance de las mujeres en el colectivo y en esto es de reconocer que fue acompañado por la mayoría de los hombres en la felgtb. Pero de que hubo reacciones fuertes en ciertos sectores, aquí mismo tuvimos pruebas y aunque ahora van por ahi negándolo, lo cierto es que los que se llaman alternativos también quisieron diluir el lema exclusivo de la visibilidad lésbica en mil quinientos manifiestos transversales y cuando no lo lograron, no levantaron la manita.
Y por eso también repito que por mucho que ciertas conductas no hayan cesado, el activismo que yo llamo defensivo debe quedar atrás, las ideas de montar tienda aparte también, el camino o lo hacemos juntos o no se hace. Pero el camino es de todos, con pluma o sin ella, llamándonos como queramos, bolleras, lesbianas, gays, maricas, queer, transgéneros. Masculinidad o femeneidad son en realidad conductas tan heterosexistas como otra cualquiera. Una mujer con modos masculinos no es en absoluto una caricaturización, simplemente es, lo mismo un hombre aunque lleve más plumas que un pavo real. Otra cosa es el estereotipo mediático, pero el estereotipo no tiene que ver con la pluma. Mejor no confundir las cosas. Ojalá todos fuésemos un poco transgéneros.
El asunto de la «feminidad» de un homosexual presenta varias aristas:
Existen niños, púberes y adolescentes que tienen pluma y/o que actúan como chicas. Pero el tema está claro: se identifican más con los aspectos o cualidades que ven en chicas. No es algo que tenga que ver con el hecho de ser, o no ser, homosexual. Aunque existe una alta probabilidad de que sean homosexuales y, porque la cultura así lo determina, eso es ser «como una mujer». Pero lo que cuenta, en todo caso, es que así se sienten cómodos, sin más, pues no socializan con iguales aún.
Luego está lo que comenté antes: el uso de la «feminidad» entre homosexuales porque es como un «argot», como un mecanismo de complicidad para hacer notar que, precisamente, se está entre homosexuales. Pero esa «feminidad» no sale de dentro, salvo por parte de quienes de siempre, aisladamente, hayan «tenido pluma». Esa «feminidad» es una «caricatura», además, que, en muchos casos, no deja fuera a quien no quiere entrar en ese juego. Es decir, estás en un «ambiente entre gays con pluma» y ya, si eres gay, tienes que jugar a eso por «ser gay». Pues no.
Finalmente, no comparto la idea de que haya que «trascender los géneros»… Lo que sí creo es que la asignación de roles y estereotipos de lo que es ser «hombre» y es ser «mujer» que tradicionalmente existe, es claro que hay que revisarla.
Para empezar, «ser hombre» sería «ser hetero», según la tradición, y eso, desde luego, no lo comparto. Pero yo puedo y quiero ser gay sin dejar por ello de considerarme hombre.
Quitemos del concepto de «hombre» lo que no le corresponde, porque no es aplicable al 100% de los hombres, pero ello no significa que dicho concepto haya de erradicarse, porque no se atiende a la realidad.
Existen los sexos. Existe la sexuación como hecho del ser humano. Existirán, pues, los géneros como construcción social y cultural, que hay que revisar, pero los géneros seguirán ahí, como los sexos.
Yo no soy mujer y no quiero ser «mujer», ni total, ni parcialmente. Yo soy hombre y quiero ser «hombre». Es algo esencial. No soy trans. Soy gay.
La falta de visibilidad de las lesbianas y de las personas bisexuales empieza, a mi juicio, por su escasa auto-identificación como tales, así como la insuficiente auto-afirmación.
Yo con mucho cariño te digo que creo que estás revistiendo la plumofobia con una serie de reflexiones intelectuales, pero es plumofobia al fin y al cabo. El hijo de una de mis mejores amigas tenía una pluma marcadísima a los dos años y a los tres o cuatro y a esas edades no se copia a nadie, máxime cuando las mujeres que le rodeábamos no teníamos ese marcado acento que se supone «femenino»… Hoy es un heterosexual bastante tranquilo y seguro de si mismo con más pluma que cualquiera de los gays que le rodean. Qué manía esta con que la pluma es cosa adquirida o algo que deba ser erradicado. Que manía la de nosotros mismos de ponerle acento peyorativo a la pluma. Pues amigo mío creo que esas reflexiones sobre la pluma hacen más daño,sobretodo cuando son nuestras, que el uso de esta o aquella palabra.
Ahora no tengo tiempo que a las 7 me tengo que levantar. Pero: ¿Exactamente qué es «la feminidad»?.
Es que cuanto más lo pienso más claro tengo que «lo femenino» es parir. Lo único femenino entendiendo «femenino» con «propio de las mujeres». Parir y la inteligencia, por supuesto… 😉
La «feminidad» de los homosexuales, la pluma (consciente, buscada o no) no es feminidad «en el sentido femenino». Se trata de otra cosa. Mi madre, mi hermana y mis amigas son femeninas ya que son mujeres. Pero no son «afectadas» ni tienen pluma. La pluma a veces la suelto yo que soy un tío y tengo la misma «feminidad femenina» que un semáforo.
Lo que quiero decir es que «lo femenino» y «lo masculino» sólo son convencionalismos sociales inventados por los heteros dominantes para subyugar a las mujeres y a los homosexuales. Para que «ocupando cada cual su lugar» no hubiese problemas y la clase masculina heterosexual pudiese tener el poder social.
Así se identifica o se quiere identificar al «no-heterosexual» con «lo femenino» para alejándolo de su «ser hombre» degradarlo y poderlo oprimir.
Así se atribuye el término «femenino» a estados universales del ser humano como la sensibilidad. Las mujeres y «los hombres-que-son-como-muejeres» serán sensibles.
Pero el macho dominante viril que posee capacidad de dominar el clan no será sensible jamás.
¿Realmente la sensibilidad es algo propio sólo de la mujer?.
Lo mismo ocurre con el resto de atributos que culturalmente atribuimos a las mujeres.
Pero al final si sacas toda la pátina cultural, historica y sociológica con lo que te quedas es que la única cosa que diferencia a la mujer del hombre es que la mujer puede parir. Y lo único que distingue al hombre de la mujer es que el hombre puede fertilizar a la mujer para que esta para.
En el resto de aspectos no existe «lo femenino» ni «lo masculino».
Si abandonamos esa diferencia el gai no tiene nada femenino dado que no puede parir ni la lesbiana tiene nada masculino dado que no puede fecundar a otra mujer.
¿Qué ocurre entonces cuando un gai suelta pluma o una lesbiana hace lo contrario (¿existe una expresión?)?. Pues simplemente hacemos «otra cosa» que será lo que es propio de los gais y las lesbianas.
Sinceramente cuando veo un espectáculo de drags pensando en mis amigas mujeres, no le encuentro «feminidad» por ningún lado. Cuando suelto pluma con mis amigos osazos en el bar de siempre, por más que nos hablemos en femenino, no logro ver feminidad de ningún tipo en ello: mis amigas son mujeres, femeninas pero no…»mariconas».
Yo soy hombre, masculino y cuando suelto pluma maricón o «maricona» (tanto monta).
Por tanto la «feminidad» de los gais sólo puede ser «otra cosa». ¿»Mariconez», quizá?.
Pero nunca será «feminidad femenina».
Se me hace tarde, mañana más.
Venga ya… Las lesbianas y bisexuales son invisibles porque no «SABEN RECONOCERSE». A eso podemos añadir, Los gays somos los únicos que siempre estamos claro y ya lo coronamos. Venga por favor. Soy de las que aboga por dar un paso al frente y superar ya ciertas barreras y hasta cierto victimismo, pero eso no quita que la invisibilización tenga su raiz en factores más que bien conocidos que parten desde la propia invisibilidad y segundo plano de la mujer en general. Poner el peso de la invisibilidad exclusivamente sobre los hombros y actitudes de mujeres lesbianas y bisexuales no sólo es cómodo sino una excusa perfecta para seguir en el actual estado de las cosas. Yo me niego ya a revestir las cosas de tanta reflexión intelectual que casi siempre es buen escudo o barrera, es lo mismo que con la discusión anterior sobre el significado de las palabras. Prefiero simplificar todo. Y lo cierto es que hasta hace bien poco las mujeres han estado siempre en un segundo plano y no ha habido demasiado interés por abrir espacios. Recuerdo unas palabras de Carmen Hernández en Gandía, «Para empoderarse hay que querer hacerlo, pero para que ese empoderamiento se de, también es necesario que quienes ocupan los espacios de poder, se hagan un lado y compartan ése espacio». Poner las cosas en un simple, no querer reconocerse. En fin…
«La falta de visibilidad de … empieza…»
Al decirlo así, es porque no le atribuyo en exclusiva la causalidad. Sí que es un hecho importante, desde luego, que… subrayo, pues me choca bastante.
Por supuesto lobo que ni es femeneidad ni es conducta copiada ni nada. La verdad es que cuando veo una mujer que me recuerda a cualquiera de mis amigos con pluma, pienso que la tía tiene una pluma tremenda, no que sea un ejemplo de femeneidad. Porque la verdad es que tengo cantidad de amigas heterosexuales, fashion, cool, lo que quieras pero casi nunca llegan a tener esa pluma.
Creo que sobra decir que soy defensora a ultranza de la pluma o al menos del derecho a tenerla. Y la verdad no creo en eso de las conductas adquiridas por «empatía» o como queramos llamarle. Y aunque lo fueran… ¿Qué problema hay?
Estoy cien por cien de acuerdo con Lobo y con Mercedes en el tema de la pluma. ‘Pluma’ no es en absoluto sinónimo de ‘feminidad’ sino, la adopción, consciente o no, en tono de guasa o no, de los rasgos más prototípicos atribuídos a un grupo de personas. Cuando yo suelto pluma, estoy adoptando un papel, en clave de burla y para divertirme. En ese momento no es ‘Raúl’ el que habla sino mi ‘personaje’, el que todos nos inventamos en algún momento de nuestra vida por el motivo que sea (yo, por ejemplo, la pluma la utilizo para divertirme con los amigos. Lo único que pasa es que nosotros hemos llegado a ser más conscientes de este ‘personaje’, y este ‘intercambio de posturas’ (civilizado, gracias a Dios) es prueba de ello. Los heteros también adoptan un papel cuando están en público, también por el motivo que sea. Y este papel, basado también en estereotipos, es la ‘pluma’ de cada uno. El pijo con jerseicito por los hombros, repitiendo continuamente ‘o sea’ tiene ‘pluma pija’, el adolescente de pantalones cagados y pañuelo palestino desideologizado, tiene ‘pluma adolescente’, y así con todos los grupos. La diferencia es que algunos de estos estereotipos están socialmente bien vistos (el pijo) y otros no (el gay con pluma). Igual que el pijo al que le digas que renuncie a su ropa de ‘burberrys’ o a su cinturón con los colores de la bandera de España te dirá que ‘ni de coña’, ¿por qué tengo yo que renunciar a usar este estereotipo cuando me venga en gana si me divierte y no hago daño a nadie? Lo que hay que hacer es desmontar la hipocresía, la doble moral que ha cargado de negatividad al estereotipo gay. Se trata de un estereotipo que se ha ido cargando, interesadamente creo yo, de negatividad precisamente desde que hemos ido ganando en visibilidad y derechos: se inventaron que todos estábamos ‘forrados’ y vivíamos vidas de lujo, se inventaron que somos promiscuos (¿los heteros no?), se inventaron que estamos todo el día conspirando metidos en ‘lobbys’… Pues bien, ni estamos todos forrados, ni somos más promíscuos que los heteros…
Javier, aunque no dejas de tener razón yo creo que el problema no está exclusivamente en el autoreconocimiento o no por parte de las lesbianas. El número de lesbianas es elevado y además visibles, solo que a niveles cotidianos. Lo que creo que les falta es compromiso. No hay compromiso cuano no hay concienciación, y creo que en conseguir esto de las lesbianas es en lo que no terminan de atinar las organizaciones lésbicas.
Javier V: la pluma, como dice Mercedes, se manifiesta a veces desde la más tierna infancia, por tanto la explicación es complicada (yo al menos no la encuentro). En cuanto a la pluma «forzada» o estimulada conscientemente, ya se ha discutido mucho por aquí, y suele surgir como respuesta al insulto. Si unos amigos gays se pueden reír nombrándose en femenino o soltando pluma, o llamándose «maricón», el insulto queda desactivado. Es fácil renegar de esta actitud cuando no has tenido pluma y todo eso te resulta ligeramente molesto o irritante, pero finalmente (y eso lo he aprendido yo aquí) esa actitud tiene mucho de insolidario con los gays que sí tienen pluma y han sido machacados sistemáticamente con insultos, unos insultos que TAMBIÉN iban dirigidos a mí aunque yo no tenga pluma y pudiera permitirme el lujo de pasar desapercibido entre los heteros.
Me parece que os habéis detenido poco en lo que a mi juicio es una auténtica barbaridad: decir que una se haga lesbiana por no entenderse con los hombres, es decir, que lo escoja. Igual, Zarevitz, veo imprecisión cuando dices «la clave está en la libertad de autodeterminación de cada uno, de nuestro derecho a borrar y reescribir nuestra propia historia como creamos por conveniente», hablando de los motivos que llevan a una persona transexual a emprender su camino.
Copio lo que dije sobre esto [hablando hace tiempo] sobre la ideología de género y la sentencia contra EpC:
—
Una sentencia como esta se derrumbaría con facilidad si todo el mundo tuviera muy claro que no se puede responsabilizar a una persona por su condición sexual, al igual que no se le puede responsabilizar por ser hombre o mujer, blanco o negro. Y lo primero que habría que hacer, en mi opinión, es erradicar la expresión “opción sexual”, que induce a pensar que somos gays, lesbianas o transexuales porque queremos. De hecho yo modificaría igualmente la frase del temario de EpC, pero no por los motivos de estos demandantes, sino para que se hable de nosotros con rigor y se nos incluya en “grupos sociales” y no en las ambiguas “opciones vitales”. Pero para exigir este rigor a los demás debemos practicarlo antes nosotros mismos al hablar de nuestras realidades.
Sé que muchos abanderados de la lucha social no hacen esta distinción y me dirían “¿y qué más da si lo hemos elegido o no? Si lo hubiésemos elegido, ¿acaso no tendríamos derecho?”. Que no cuenten conmigo para un debate hipotético: bastantes problemas reales tenemos ya. Pero si planteamos nuestra condición como una decisión personal, la gente podrá verla como un capricho, una rareza, una ostentación de diferencia.
Estamos acostumbrados a apelar a la libertad para pedir nuestros derechos. Pero yo matizaría que no exigimos libertad para elegir, sino libertad para ser. Dejemos claro al mundo que tienen que respetarnos como somos, que somos así, que no lo hemos elegido, y no permitamos con nuestra falta de rigor al definirnos que se escondan detrás de ideologías y terminologías para justificar su discriminación y su rechazo.
—
Yo es que estoy HARTO de la dichosa «opción», de que mi cuñada me diga que su hija pequeña tendrá «novio o novia, según lo que escoja», de que se pida «respeto para la elección de cada uno», etc. Y aquí veo algo de incoherencia porque [no hace mucho ] os quejábais y reíais de las preguntas típicas como «¿desde cuándo eres gay?», o «¿porqué lo elegiste?», o la actitud de algunas chicas de «este es gay porque no me ha conocido a mí». Pero ¿cómo nos podemos quejar de todo eso si luego nosotros mareamos la perdiz y confundimos a la gente hablando de forma tan imprecisa?
A mí la cuestión nacer o elegir ser gay me resulta de tan difícil respuesta como la existencia o no de Dios.Pero puestos a decantarse me inclino por la no existencia de Dios en el segundo caso y por la libre elección de ser gay en el primero. ¿Quiere decir esto que de repente me paro a pensar y me digo: pues ahora voy a ser? No. Realmente somos el resultado de una construcción cultural y social, de un bagaje de años en los que hemos visto lo que hay y hemos elegido. ¿Es esto aplicable a todos? Aquí es donde ya me pierdo pues mientras unos dicen una cosa otros dicen otra. Y sus razones tendrán.
al: comparto todo lo que dices, pero con el siguiente matiz. Uno no puede elegir si se siente atraído por una persona de su mismo o de distinto sexo; es algo que ocurre y que no se puede cambiar.
Por eso, es verdad que uno no elige su orientación, pero sí elige si y cómo la ejercita. Tu cuñada dice que su hija tendrá novio o novia según lo que escoja; creo que tiene razón: tu sobrina tendrá que elegir, en un momento dado, si se ennovia de alguien por quien se siente atraída o si opta por reprimirse y ennoviarse de alguien que no le gusta. En la toma de esa decisión influirán muchos factores, uno principal —importantísimo— cuál sea la orientación sexual de su sobrina, pero también habrá —me temo que dentro de unos años seguirá existiendo, espero que en menor grado— una presión social en un sentido que quizá sea contrario.
Por eso, estando de acuerdo contigo, creo que no debemos olvidarnos de que, en última instancia, somos dueños de si vivimos conformes o no con nuestra orientación sexual; somos nosotros quienes decidimos. Y fíjate que no hago juicio de valor sobre la decisión: posiblemente tenga todo el sentido que en un entorno muy represivo un gay tenga que buscarse una novia para poder sobrevivir (literalmente, sobrevivir) durante un tiempo largo de su vida. No me merecen la misma opinión las decisiones que se toman en un entorno de libertad, que las que se toman bajo amenaza de muerte, pero ejemplo; pero todas son decisiones al fin y al cabo.
Pero más allá de mi opinión, creo que existe ese ámbito de decisión, de auto-determinación personal.
La expresión «borrar y reescribir» viene de una historia, más bien anecdótica, que publiqué en mi blog hace cierto tiempo.
Yo resumiendo mucho pienso que en muchos casos la pluma es innata,como algunos decís hay gente a la que ya desde muy pequeña se le nota la pluma.Ésto en sí no es malo ni bueno, simplemente es así, pero la plumofobia sigue ahí. Parece que por tener pluma se fuera imperfecto…
Existen los sexos, los géneros…Hay un componete cultural en los seres humanos pero lo biológico también tiene mucha importancia. Hay quien parece que se ha quedado en los 60-70 cuando todo se explicaba como fruto de la educación, ambiente…ser hombre y ser mujer es lo mismo etc. etc.
Lo de la opción de la orientación sexual lo puedo entender del modo en que hay varias orientaciones sexuales posibles y puedes derivar en una u otra, pero en ningún modo como un acto de elección.
A ver qué os parece este párrafo.
Está sacado de la exposición de motivos de la ley de matrimonio. Yo estoy, como creo que estamos todos, alerta siempre que vemos la palabra «opción», porque muchas veces se emplea mal. ¿Pero cómo lo veis en este caso?
Yo creo que no es incorrecto decirlo así, porque con esta ley (en general, con todas las leyes) se protege la dimensión social de algo; en este caso, la dimensión socialmente expresada de la orientación sexual.
Los homosexuales que optan por vivir su vida, su historia, en pareja con una persona de su mismo sexo disponen ahora de la protección del matrimonio a través de esta ley.
Los homosexuales que, por razones mil, han optado o siguen optando por vivir su vida en pareja con una persona de distinto sexo no han ganado nada directamente con ella.
Por eso, creo que tiene sentido que, en el contexto adecuado y escogiendo bien las palabras, se pueda hablar de «opción» como realidad distinta de la orientación sexual.
Bueno, en primer lugar, antes de contestar a al, digo que, para que quede MUY claro, el tener pluma, o no, no te hace más o menos perfecto que otra persona. Son simplemente diferentes actitudes, que puedan resultarte más o menos atractivas, pero respetables al fin y al cabo.
Sin embargo, hoy en día parece que decir «respeto la pluma, pero no me resulta atrayente», es como ponerse una diana en la cabeza para que al momento te llamen de todo menos bonito.
Y ahora respondo a la frase de al, a quien hago un quote para intentar hacer un razonamiento más o menos coherente a estas horas del día (dichoso cambio de hora, grmpf).
«Es fácil renegar de esta actitud cuando no has tenido pluma y todo eso te resulta ligeramente molesto o irritante, pero finalmente (y eso lo he aprendido yo aquí) esa actitud tiene mucho de insolidario con los gays que sí tienen pluma y han sido machacados sistemáticamente con insultos, unos insultos que TAMBIÉN iban dirigidos a mí aunque yo no tenga pluma y pudiera permitirme el lujo de pasar desapercibido entre los heteros.»
A mí no me resulta irritante en demasía que algunos saquen pluma social. Lo que sí me resulta molesto es que parece que la gente se pone una máscara en según qué ocasiones. No entiendo por qué alguien con quien estás hablando normalmente, con quien tienes mucha confianza, tenga una actitud, digamos «»»hetero»»», y al de un minuto, venga otro amigo en común, y empiecen a hacerse las locas y divinas. ¿Eso es que se sienten insultados conmigo? ¿Que llevan caretas según el día y la hora?
De todas maneras, no sé qué tiene de insolidario que ciertas actitudes (como la anterior) no te terminen de convencer. Es más, yo diría que en ocasiones es al contrario. Gente que sabes que no tiene pluma, y que entre ellos hacen el tonto en una supuesta reafirmación, te pueden marginar, sólo porque no tienes ese tipo de actitudes. Ni te salen de dentro, ni puedes fingirlas. Pero claro, la culpa es tuya, porque no te integras en sus bromas.
Como esto no ha quedado claro del todo, si hay alguna réplica sobre algo que no haya expresado correctamente, estaré por aquí después de comer.
Zarevitz, lo que dices es cierto, pero creo que ese matiz de «escoger» en el sentido de «escoger si vivo mi vida acorde con una pulsión que no he escogido» es tan sutil que puede ser interesante para hablarlo entre nosotros. Pero cuando se habla de «escoger» o de «opción» en un ambiente hetero, se está pensando en que yo voluntariamente digo un día «por estas razones (por ejemplo por no entenderme con las mujeres) voy a probar con los hombres». Y eso es un error garrafal, desde mi punto de vista, porque de entrada hace que el hetero deje de empatizar conmigo, ya que él no comprenderá porqué alguien tomaría semejante decisión.
Al hilo de esto, y como ya he dicho más veces, creo que debemos tener presente que falta muchísima pedagogía, que la gente no nos comprende. Pongo un ejemplo: la transexualidad. ¿Tenéis o teníais claro ese tema? ¿Sus manifestaciones, sus motivaciones, las implicaciones, el hecho de que se pueda ser transexual sin operarse, etc? En mi caso, me ha costado mucho entenderlo, y si lo he comenzado a hacer es porque me he molestado en hacerlo. A mi alrededor, nadie me ha explicado nunca nada, ni he conocido nunca a una persona transexual.
Pues bien, salvando las distancias, muchos heteros «padecen» esa misma ignorancia respecto a la cuestión gay. Por eso creo que hay que ser riguroso en el lenguaje, y ese párrafo que citas es otro claro ejemplo de ambigüedad: «aquellos que libremente adoptan una opción sexual». No es extraño que los ignorantes conservadores vean ahí la aprobación de un caprichito que se les ha puesto en la cabeza a cuatro modernos. Este ejemplo que pones, como el de EpC que comentaba antes, a mí me demuestran que ni siquiera los legisladores «gay friendly» nos comprenden, pero ya lo de Gimeno tiene miga…
Zarevitz, lo que dices en el último párrafo es más o menos lo que yo he expresado antes. Pienso que en este contexto la palabra opción sí que está bien empleada.
¿Organizaciones lésbicas? Pero lo que tiene una que leer… Las organizaciones, el menos en España y por fortuna son en su gran mayoría LGTB y ojalá lo sean así por mucho tiempo. Desde cuando las organizaciones son coto gay?. Falta de compromiso. Pero donde estaría el movimiento si las lesbianas no se lían la manta a la cabeza. Que ahora será que aquí los únicos que han peleado, que han luchado y se han organizado son los gays. Lesbianas y transexuales, hala… Escondidos, esperando a que los Gays nos solucionaran la papeleta. Pues es este el tipo de actitudes y afirmaciones que genera eso, que hace que activistas como BEatriz Gimeno terminen destacando el machismo por encima de cualquier otra cosa. Porque esa afirmación, no es más que una muestra del más puro y rancio machismo. Además de un desconocimiento profundo de lo que ha sido la historia del movimiento lgtb en el mundo.
al: no me parece que esta distinción sea especialmente complicada; es la misma que existe en cualquier otro discurso sobre la libertad.
Si uno reclama libertad, lo hace en relación con su dimensión social. Por ejemplo, la libertad religiosa no se refiere a la posibilidad de que una persona cambie sus creencias íntimas; las creencias religiosas muchas veces no se eligen (hay gente que, sin capricho alguno, incluso contra su propia razón, tiene fe en algo) y, sin embargo, la libertad religiosa tiene todo su sentido en que esas personas puedan manifestar socialmente su religión.
Las libertades de reunión, asociación, sindicación, residencia, profesión, etc. son independientes de por qué motivo —elegido caprichosamente o no— alguien ha decidido reunirse, asociarse, etc.
Cuando elegimos vivir en pareja con una persona de nuestro mismo sexo, y reclamamos a esa unión el mismo reconocimiento que el que tienen las parejas de distinto sexo, tampoco nos tienen que preguntar cuál es el motivo, caprichoso o no, que nos ha terminado llevando a elegir vivir así. Tampoco a los heterosexuales se les pregunta: es una libertad que tienen, la de elegir casarse, que nace de una orientación tan inalterable y nada elegida, como la nuestra.
Por eso yo no evitaría el concepto de «opción». Seguramente requiere explicación, lo mismo que pasa con el concepto «orgullo» (muy ligado, por cierto: una cosa es serlo y otra cosa es mostrarse —elegir mostrarse— orgulloso de ello ante la sociedad), pero me parece que tiene un espacio importante para entender y explicar cómo es nuestra vida.
Miss: sí, veo que estamos de acuerdo.
Sobre el otro tema que decís, el del origen y sentido de la pluma, la verdad es que no tengo opinión formada. No sé si se me pegó o si la cogí yo con las manos. 🙂
Es cierto que a los heteros no se les pregunta, porque desde hace mil años son la norma. Es el que se sale de la norma el que tiene que explicarse (o no hacerlo, como muchos decís), y reclamar su propio espacio en el mundo.
Para mí no es igual insultar a alguien por ser negro, italiano, calvo o discapacitado que hacerlo por ser de izquierdas, católico, vegetariano o antitaurino. El segundo grupo puede defenderse, razonar su postura, argumentar su elección. Pero el primer grupo ES así. ¿Qué sentido tiene razonar lo que uno es? ¿Cómo defiende uno su propia esencia? Para mí es mil veces más ruin insultar a alguien del primer grupo que a uno del segundo, precisamente porque los primeros no han elegido y por tanto no tiene sentido que den explicaciones a nadie.
Esta discusión de la opción, quizá «menor» para algunos, para mí es fundamental puesto que nos enmarca en el primer o en el segundo grupo. Desde mi punto de vista, si la homofobia goza de tanta aceptación es porque la gente nos sigue colocando en el segundo grupo (por lo que veo muchos de vosotros también), y por tanto somos objeto y sujeto de discusión, igual que lo es la política o la religión.
Para mí siempre ha sido una obviedad que pertenecemos al primer grupo, y me llama la atención la dejadez ante imprecisiones como lo de la opción; pero ahora que os leo, veo que no hay consenso en cuanto a dónde estamos.
Anoche no pude seguir debatiendo con Mercedes porque «wordpress» me decía que me lo tomase con calma… ¡qué graciosos los de wordpress!ja-ja-ja (en fin, que no escribiera tan seguido).
Digo una cosa: pido por favor que cuando hagamos alusión a lo dicho por otro, lo hayamos leído y repasado bien primero, porque manifestamos no estar de acuerdo y luego resulta que venimos a decir lo mismo en muchos aspectos.
En el caso de la pluma, se viene a reconocer que es, entre otras, una forma de expresarse, digamos, reactiva; que es un código de conducta entre homosexuales, como una forma de reconocerse y ser cómplices. Se defiende el respeto hacia la pluma y se llega a usar el término «plumofobia».
Bien. Una cosa que yo pido, es que no se dirijan a mí en femenino. ¿Tengo derecho a ello? Otra cosa que constato, como también le pasa a uno que pasaba…, es que es una forma de cohesión de grupos que viene a tender a dejar al margen a quien no sigue el código.
Y… ¿cuál es el «problema» de la pluma y el «mariconeo»? Pues no es que exista problema. Lo que intento discutir es que, en mi opinión, analizo ese fenómeno como una asimilación del heterosexismo. Es el heterosexismo el que ha creado esos insultos y esas maneras y ocurre que muchos homosexuales se apropian de ellos, lo cual es una actitud reactiva, no creativa. Bien. Soy marginal, pero llevo mi marginalidad con orgullo. Vale. Estupendo. Quédate ahí al margen. Bien para tod@s. Eso es conservadurismo. Y es, ante todo, asimilación de que no cabe una naturaleza diversa y no cabe la unión hombre+hombre, mujer+mujer, que es lo que propugna e impone el heterosexismo.
Uno que pasaba: me identifico mucho con lo que dices de la pluma, yo mismo habría dicho lo mismo (y seguramente lo he dicho por aquí). Pero una de las cosas que le debo a DM es haberme permitido pensar sobre ese asunto y cambiar mi posición. Si tienes un segundo léete [este comentario] que puse en un artículo sobre el tema.
En cuanto al origen de la pluma, para mí es un auténtico misterio.
Vengo a coincidir con al.
No recordaba que la exposición de motivos de la ley de reforma del Código Civil decía lo que nos traslada zarevitz… Eso sí, es coherente con el pensamiento del Presidente Zapatero, que dijo en 2008 que con respecto a las mujeres queda un largo camino que recorrer en pro de su igualdad, pero que con respecto a los homosexuales ya estaba todo hecho.
La mayoría de la gente, cons y progres, como no les cabe en la cabeza que la naturaleza humana no es «hetero» (es decir, no es sólo y 100% hetero), pues nos perciben como una especie de «hetero» que «ha optado» por unirse afectiva y sexualmente con otra persona del mismo sexo.
Por ejemplo. Mis hermanos varones me han dicho: «joer, no te entiendo, con lo buenas que están las tías». O, una vez que estuve saliendo con un chico con algo de pluma, me dijo uno de ellos: «bua!, pa’ eso mejor una tía directamente».
Es decir, que mis hermanos me ven como ellos se ven a sí mismos, máxime porque no tengo pluma y no respondo al estereotipo que ellos imaginan del homosexual, sólo que tienden o tendían a verme como un tío con rarezas, que va a su bola, casi caprichoso…
La defensa «es que soy así, no lo he elegido yo» no nos lleva muy lejos. «Así» son los violadores, los psicópatas, los machistas que pegan a las mujeres, los insensatos que no ven peligro en beber y coger el coche, el Jacobo Piñeiro que mató a dos gays porque él, imperfecto como sea, «es así»…
La defensa no debe ser que «seamos así». En la naturaleza «hay» mucho mal, que debe ser erradicado.
Los negros no merecen ser tratados igual que los blancos porque, pobrecitos, no han elegido el color de su piel. Argumentar así supone asumir que hay un desvalor en la piel negra, pero del que esas personas no pueden ser hechas responsables.
Prefiero mucho más el argumento de la dignidad y de la libertad. No hay indignidad en la piel negra o en la orientación homosexual, no hay nada de lo que disculparse, y sí, por parte de los demás, un deber de respetarnos cuando decidamos aparecer en público, vivir en el barrio que queramos, subirnos a cualquier autobús y comer en cualquier restaurante.
Detrás del uso del término «opción» sexual, el PSOE [mi partido] entiende que no existe «una realidad» y que no existe «un ser» lesbiana, gay…
De ahí se deduce que todo es cuestión de «tolerancia» y de «respeto» hacia la «forma de vida» que cada cual «elija».
De ahí se deduce que no haya que proteger desde la infancia y, particularmente, desde la adolescencia a lesbianas, gays…, puesto que es un asunto personal, íntimo, que forma parte de una «opción de vida» que ha de respetarse.
En definitiva, no encuentran nada erróneo en el hecho de que se nos bombardee desde la más tierna infancia con millones de mensajes que repiten machaconamente: «heterosexual», «heterosexual», «todos somos heterosexuales», «el hombre, la mujer, son heterosexuales», «tú eres heterosexual», «el mundo es hetero», «es lo natural», «es lo normal»…
El PSOE comparte la idea del PP de que cada cual es libre de decir, o no, que es homosexual, porque es una circunstancia de su intimidad, de su vida personal, nada equiparable a la circunstancia de, por ejemplo, ser mujer.
Ser mujer no es «una opción». Es cuestión de «ser». Es una realidad. Así lo ve el PSOE.
Javier V.: el error de tus hermanos no está en pensar que has elegido vivir con un hombre, sino en pensar que eres «una especie de hetero«.
Lo primero es cierto, lo segundo es falso y es así donde tienes que trabajar con ellos. Si empiezas negándoles lo primero, que es evidente, más dificultades van a tener en entenderte en lo segundo. Van a pensar que habláis idiomas distintos.
(personalizo siguiendo el ejemplo que has puesto en el comentario. no lo tomes literal.)
Me gusta lo que dices de las mujeres. En ambos casos es una cuestión de ser y estar. Y en el caso de los menores, ser y, a través de la educación, recibir instrumentos (en gran medida, especios de libertad, pero no solamente) para estar.
Ahora, siendo cuestiones distintas, es cierto que, para negarnos la posibilidad de elección, para negarnos nuestro derecho a estar como queramos, muchas veces nos han negado la existencia o nos han infrahumanizado. Este tema lo ha tratado aquí Nemo con gran detalle.
Bueno, y quién dijo que con la ley de matrimonio se acababa el trabajo con los partidos… Me alegra que quienes estáis en los partidos veáis claro que hay todavía mucho camino por recorrer.
zarevitz, al, javier, ¿es impresión mía o debo alegrarme por las altísimas dosis de respeto con las que todos estamos expresando nuestras opiniones en este post? Qué gustazo
Bueno, vosotros tres y tod@s los demás 🙂 SAludos
al, leí hace tiempo tu comentario. De hecho, el último de los comentarios del artículo es mío. 😉
De todas maneras, creo que nuestros enfoques no son tan diferentes.
Yo entiendo perfectamente que haya gente con pluma, y no me parece en absoluto algo «malo». Que físicamente me atraigan más las personas sin pluma es un hecho que no tiene que ver con el hecho de aceptarlo.
Lo que sí veo de una manera algo más irritante es el «forcemos la poca o ninguna pluma que tenemos sólo para sentirnos diferentes, y dejemos al margen a quien no se integre de esta manera». Estoy hablando no de gente «amanerada», sino de gente con «pluma social», que se jacta de ello, que te echa en cara que no te integres a sus bromas, y que luego, por muy tolerantes que son o dicen ser respecto de ese asunto, sí son capaces, sin embargo, de decir de manera despectiva que «nosequién es una loca».
Respecto a su origen… yo siempre he pensado que todo tiene un punto biológico, y otro social. Hay gente que siempre ha sido «amanerada», desde su más tierna infancia, y que después, con empeño por su parte, lo han ido suavizando. A otros les ha ocurrido al revés. Otros tantos nunca la han tenido, y por ende, siempre han pasado desapercibidos, y luego está el grupo que, desde que asume que es gay, lo fuerza de manera histriónica como una manera de mostrar lo que, personalmente, creo que es un mal entendido orgullo.
Y lo dejo aquí porque a este paso comento cinco temas paralelos en un sólo mensaje, y me hago la picha un lío.
Saludations a todos.
Efectivamente, como dices, zarevitz, en tu post #111, tampoco se trata de «disculpar» el hecho de ser «gay» o «lesbiana» en manifestar que «es que nací así, no he podido elegir…», porque entonces se sitúa el hecho de ser gay o lesbiana en posición inferior al hecho de ser hetero.
El objetivo, entiendo, es situar en el plano teórico «lo gay», «lo lésbico», en una estimación y consideración igualitaria con respecto a «lo hetero».
Es decir, debemos iniciar nuestro discurso desde el mundo de las ideas, de las formas abstractas, de la cultura. El día que en el inconsciente de todas las personas, el «inconsciente social» considere igual-igual ser hetero que ser homo, ese día, será el día de la consecución de la igualdad efectiva en nuestras vidas.
Pero Javier ese es un problema que va mucho más allá de la pluma. Es cuando digo que todos nos enrocamos a ver justo aquello en lo que creemos que la razón es nuestra. Lo mismo que ha dicho uno que pasaba del código y la exclusión, se lo he visto yo hacer multitud de veces a mis amigos sin pluma con aquellos que la tienen de manera natural y que no pueden quitársela cuando están en otro entorno distinto al cachondeo con amigos. Porque hay gente que no tiene pluma de «quita y pon», nación con ella y morirá con ella. Y sufren mucho más exclusión.
Toda reflexión sobre la pluma me desagrada por eso, me pone alerta, porque casi siempre es plumofobia encubierta. De verdad es una lástima que no somos todos un poco transgénero. Y que un día provoque ponerse los tacones y la seda y otra disfrutar dejando salir a la camionera que de vez en cuando se asoma… 😀 y disfrutar profundamente todas las versiones de nosotros mismos sin tanto encorsetamiento.
Lo que me interesa, Mercedes, es el análisis teórico de la pluma, practicada por homosexuales.
Pues sí, Raúl, da gusto discutir así de forma tranquila, que para eso es domingo 🙂
Zarevitz, lo de «es que soy así» efectivamente puede sonar a victimismo o a disculpa facilona; pero no necesariamente. Yo entiendo el «es que soy así» como «yo soy gay exactamente igual que tú eres hetero. No fuimos los dos iguales (esto es, heteros) y un buen día decidí yo tomar un camino distinto».
Esto enlaza con los hermanos de Javier: asumen que un día fueron todos iguales, pero Javier ESCOGIÓ una OPCIÓN diferente. Desde ese punto de vista se comprenden y son lícitos sus comentarios, que vienen a decir «para eso, vuelve al camino de la normalidad que un día ESCOGISTE abandonar».
De hecho, el comentario de los hermanos de Javier (que todos hemos escuchado alguna vez) ilustra el tipo de confusión a la que desde mi punto de vista contribuimos con esto de la «opción».
Me está gustando mucho esta discusión porque demuestra la cantidad de lecturas que tienen las cosas…
Bien. La cuestión es: ellos, mis hermanos, que son heteros, se consideran a sí mismos superiores, se consideran conforme al estándar social. Vinieron a mi boda, pero…
Uno de ellos, en el transcurso de la boda dijo: «a ver, tener hijos si podéis…»
Jo… No te molestes conmigo pero tu hermano es simplemente un g. homófobo aunque lo disimule. A ver y si resulta que un hetero tan macho tiene conteo bajo de espermatozoides, o cualquier otra cosa, es menos hetero por no poder fecundar???… Coincido con Al, el yo soy «así» es solo lo soy, como soy alto o bajo, rubia o moreno, como tú heterosexual. Zar, puso muchos ejemplos de eso para lo que «yo soy así» sirve para justificar otras cosas casi siempre negativo. Pero es que en este caso, primero si haces esa comparación en realidad estás aceptando que entonces es una opción, porque son falsas excusas, nadie nace machista, ni pederasta. Puede que nazcas majara pero eso entra dentro del terreno de las patologías y como lo nuestro no es una patología, pues eso… Soy así, como negra o blanca, como tú heterosexual, GOOD AS YOU, aunque eso si es una opción. .
Hace unos días en la discusión sobre la gestacion subrogada alguien que estaba en contra habló de la supuesta ventaja femenina por poder quedarse embarazadas… Yo es que no entiendo como todo un simple proceso biológico va ser un indicio de superioridad alguna.
Mercedes, vuelves a interpretar mal las cosas.
Las organizaciones lésbicas -y digo muy bien- tienen en la actualidad un gran reto.¿Cómo conseguir motivar a las lesbianas para la acción? ¿Cómo hacer que el conjunto de lesbianas no solo se autoreconozcan como bien señaló Javier sino que se manifiesten, que se comprometan del modo que sea, pero que lo hagan? Por lo tanto, sobra decir que hay muy honrosas mujeres de referencia, que las ha habido y que las habrá como tú apuntas.
El problema es que no hay trabajo continuado, que me da la impresión de que se teoriza mucho, demasiado, y de que no se aportan ideas para conseguir su visibilización permanente. En definitiva, que veo mucho secretismo y una sequía total de actividad pública.
Pasaré por alto el que me hayas tildado de machista.
Es que ha sido un comentario machista, no te llame machista pero si tu comentario, lo es y profundamente. El problema de algunos comentarios es que a veces no nos damos cuenta de lo que subyace he tenido que lidiar con comentarios racistas de gente que no lo es. En todo caso, primero vuelvo y lo digo, no se trata de excepciones honrosas, este movimiento arrancó, gracias a transexuales y a las lesbianas. No nos confundamos y no es que las mujeres se bajaran del carro como tampoco lo hicieron las personas transexuales. De hecho, el empoderamiento gay, ha ido de la mano del mismo machismo y falta de espacios que mujeres y más marcadamente transexuales han tenido en la sociedad. Y si me apuras te pediría que investigaras bien las enormes injusticias que llegaron a cometerse, expulsando de primera fila a todo lo que no se ajustara a una standarización gay por cierto a más alejada de la pluma mejor. Y de hecho, organizaciones como HRC siguen practicando una discriminación activa de transexuales, transgénero y mujeres alejadas de la norma.
Hablar de falta de compromiso de las lesbianas, no solo es injusto y sexista, es que es simplemente mentira. A pesar de que las organizaciones terminaron haciéndose a la medida de los gays, las mujeres siempre estuvieron y están ahí y se que a muchos irrita que hayan comenzado a reclamar espacios. Continúas hablando de organizaciones lésbicas, yo no estoy en una organización lésbica estoy en una organizacion lgtb y cada vez más las mujeres estamos claras que es ahí donde debemos estar y no montar tienda aparte por mucho que al parecer algunos aspiran a que nos montemos organizaciones lésbicas… Que quedan aún mujeres de esta opinión? Y por cierto sus organizaciones no son cosa de un día, tienen bastante tiempo trabajando. Pues a mi me parece respetable pero eso cada vez se ve menos y es lo que debe ser.
Al parecer se olvida que el momento de mayor logro de nuestro movimiento en España se ha dado con una mujer a la cabeza. Una mujer con la que puedo no estar de acuerdo en muchas cosas pero no creo que precisamente alguien pueda decir que es una lesbiana sin compromiso.
Y de hecho, es tan obvio esto de las actitudes heteropatriarcales aun entre nosotros. Que mientras hablamos del movimiento, de lo natural o no, de las palabras, de la pluma. Chicos han incluído un juicio a la capacidad de compromiso de la mujer, por supuesto por debajo del del hombre, al la capacidad de la mujer para «autoreconocerse» ¿pero se quiere algo mas paternalista y condescendiente? y a emitir juicios sobre nuestra forma de hacer activismo o nuestra invisibilidad juzgándola dede un punto de vista personalista y sin analizar el entorno ni la historia. Para empezar somos individualidades. Podría yo aquí ponerme a hablar de la eterna frivolización de los gays pero es que a tres o cuatro de los que conozco aquí no son nada frívolos. SO… No se trata de excepciones, se trata de personas y la capacidad de asumir un compromiso poco tiene que ver con el género. Ahora bien, la tía que se pega 4 horas al día en su organización, la que sea, ahora mismo tengo en mente una cierta organización política y no lgtb y que siempre está invisible tras el tío que se pega las mismas 4 o talvez menos, eso no es cuestión de compromiso, eso forma parte de un entorno social que todavía es bastante injusto.
Mercedes, no estoy hablando de pasado, estoy hablando de presente y de futuro. E insisto, hay una gran carencia de acción. Pero si vas a seguir justificando la situación actual de las lesbianas yo no tengo nada más que decir. Aunque me jode.
Lo que parece cierto es que avances, lo que se dice avances, no cabe que se nos vengan dados desde «fuera».
Lo que lamento es que, «dentro» no se tienen las cosas claras. Detecto mucho conformismo y falta de metas. ¿Debate? Es necesario y apenas lo hay.
Exacto javier. los avances nunca llegan de fuera, sino desde dentro, desde el trabajo de las organizaciones lgtb en general y desde sus agrupaciones lésbicas por supuesto. Pero discrepo en algo sobre lo de debate, que me da que sobra. Falta trabajo pensado para la calle, y un trabajo continuado.
Justificando… Cual situación actual, no será la ideal pero dista bastante de la de hace unos años y precisamente ahora por fin, al menos se está alcanzando cierto equilibrio con respecto al pasado en que siempre las lesbianas tenían un techo que no era precisamente de cristal sino de hormigón puro. Es que esto es la pera. Resulta que ahora mismo hay más lesbianas que nunca en las organizaciones. De que estás hablando.
Resulta que en USA, ya se habla de un activismo de antes y después de Join The impact. Un movimiento que ha nacido liderado por lesbianas e integrando a todo mundo. Que aún hay invisibilidad? Claro que la hay y claro que estamos muchas trabajando sobre esto día a día. Pero buena parte de lo que estás diciendo parece más prejuicio que otar cosa. PAra empezar el empeño ese de las Organizaciones lésbicas como si las organizaciones que trabajan fueran «coto gay», pero vaya tontería, ya quieren algunos, por fortuna esos algunos, son también cada vez menos. Porque lo dicho antes, el camino o se hace juntos o no se hace y cada vez más mujeres, hombres y todas las Ts están entendiendo esto.
Estás haciendo el tipo de comentarios, por los cuales aquí mismo se ha estado criticando las declaraciones de Beatriz. Idénticos. Marcados por criterios bastante excluyentes.
Mira, te pongo un ejemplo sencillo Virgilio:
– Dime qué ha de hacer el movimiento lgbt para conseguir qué metas.
Me rindo.Veo que es imposible intercambiar ideas sin que le pongan a uno una etiqueta. Buenas noches.
¿De fuera? O sea que las leyes, nos las regalaron no? Todo por no reconocer el trabajo de Gimeno? y desconocer ese trabajo porque nos regalaron las leyes también desconoce los previos de hombres al frente de la FELGTB. Es que sois la pera. Y mira, justo estoy en una Autonomía en que las asociaciones menos activas están precisamente lideradas por hombres. Y la verdad me cuidaría mucho de decir que faltan metas en los hombres, porque en aquellas que están funcionando muy bien con una mujer al frente, hay también un equipo de chicos fabuloso. Así que como siempre es cuestión de individualidades.
Lo siento chicos pero un debate como este, al final ha terminado bien coronado con sexismo y misoginia… supongo que es hora de darlo por terminado, al menos de mi parte. Total soy mujer y como mujer me falta «capacidad de análisis, juicio crítico y supongo que algo de inteligencia», faltaría más, eso por no olvidar que tengo las miras cortitas… Vaya debate dialéctico. Tanto hablar de heteronorma y resulta que terminamos siendo los más normativos del mundo.
Me iba pero antes te respondo Javier. Muy sencillo. Trabajar en todos los frentes y de cara a la calle: cultural, asociativo, político… En resumen, trabajar.
Yo creo que está bien criticar la falta de metas, criticar la pluma, criticar la falta de claridad de todo lo que no sea gay… Y a mi me parece bien. Pero Javi, a mi también me gustaría saber cuales son tus criterios al respecto ¿qué ha de hacer el movimiento lgtb?. Ayer hablé de lo que consideraba el colectivo ideal, más igualitario, sin separaciones por género u orientación, centrado en acciones, con representación de todos en cada área
y aunque individuales, todos presionando al unisono por unas metas comunes. Y añado, entre esas metas, presionar para una educación más igualitaria la primera.
Al cabo fue el impulso que dio la vuelta a un proyecto que como mucho llegaba a una ley de parejas medianamente completa. Un colectivo lanzó el órdago «vamos a por todas», una dirección que también tuvo claro que era el momento y el resto que se sumó a una.
Pero acaso los colectivos no trabajan ahora mismo?. Una cosa es analizar si el trabajo está siendo eficaz y otra afirmar que lo que hay que hacer es trabajar. Así en genérico. Como si la gente en los colectivos ahora mismo estuviera viendo al techo. Es por lo menos injusto, decir que lo que hay que hacer es trabajar, porque se trabaja y mucho.
«Esto enlaza con los hermanos de Javier: asumen que un día fueron todos iguales, pero Javier ESCOGIÓ una OPCIÓN diferente. »
Justo. Asumen que un día fueron todos iguales, y es ahí donde se equivocan. Donde no se equivocan es que, un día, Javier escogió. No hay una relación inevitable entre ser gay y vivir, como hace Javier, con su marido, públicamente fuera del armario. Yo quiero poner de relieve esta elección, porque a falta de ella, lo que te viene dado, es probablemente quedarte en el armario y acaso casarte con una mujer.
En fin, que estamos de acuerdo. En el sentido que dicen los hermanos de Javier, no debe utilizarse la palabra «opción»; pero bien utilizada, creo que describe un factor importante de la realidad.
De hecho, ahora te aceptan que «lo seas», siempre que optes por que no se te note. Es la conocida trampa de la intimidad, que quiere que prefiramos quedarnos en el armario.
(también los heteros sufren presiones para seguir el camino «correcto», para casarse etc., pero ese es otro debate, ahora hablamos de nosotros.)
Ha sido un placer de conversación. 🙂
La visibilidad es una opción, sin lugar a dudas. Y ser lgtb puede que no lo sea, pero no reprimirlo y vivir de acuerdo a lo que eres, también es una opción.
Hombre, zarevitz, creo que eso último no lo he dicho. Sería injusto con mis hermanos que pareciera que presionaran en esa línea. Entre otras cosas, jajaja, porque conmigo, jaja, eso sería como pedir peras al olmo. Ya hace muchos años que percibieron ese «dato» mío.
Mercedes, hablas de cuestiones internas, de modos de organizarse las asociaciones. Yo pregunto por… «el exterior».
Virgilio: ¿»trabajar» qué y para qué?
Cuando digo trabajar enfocándose sobretodo en la educación es una acción de cara al exterior. Hablo de presionar. Yo no dudo que las nuevas normativas de educación en inglaterra que están imponiendo la acciones educativas para la aceptación de la diversidad traerán sus frutos. Y cuando digo imponiendo hablo de no aceptar excepciones, en Inglaterra no se puede objetar esas acciones por cuestiones religiosas o de ideología. La prioridad en España tiene que ser algo similar para todo el mundo, religioso o no, conservador o no. Sin excepciones. Sin un giro en la educación, las cosas dificilmente van a cambiar por mucho que legisle en materia de derechos.
Con todos mis respetos, después de leer las opiniones vertidas por la autora, Beatriz Gimeno, en otras páginas web, creo y manifiesto que esta señora tiene muchos prejuicios contra el colectivo al que representa y contra sí misma. No soy una experta en psicología ni en sexualidad humana, pero no comparto en absoluto las afirmaciones que hace de que las personas podemos cambiar nuestra orientación sexual. Es decir, que el hecho de ser homosexual o heterosexual más tiene que ver con una elección que con una condición. Yo, como heterosexual, no he elegido ser quien soy, ni creo que yo pudiera elegir sentirme atraída hacia personas de mi mismo sexo. Si el hecho de poder elegir a la persona de la cual nos enamoramos o hacia la cual nos sentimos atraidos fuera posible, supongo que más de la mitad de las mujeres heterosexuales acabarían «convertidas» en lesbianas, tras por ejemplo haber sufrido malos tratos o una mala experiencia. A su vez, supongo que muchos homosexuales tanto mujeres como hombres se «volverían» si pudieran heterosexuales para evitar el rechazo, las presiones y la incomprensión de la sociedad… Beatriz tiene un gran prejuicio contra sí misma y contra los bisexuales al no reconocerse como tal… Una persona que es capaz de enamorarse tanto de hombres como de mujeres es bisexual; no es homosexual…
Sinceramente, creo que sus palabras son una total falta de respeto a las personas que han sufrido discriminación por su condición sexual, en forma de insultos, agresiones, cárcel o incluso la muerte.
Sara, tienes razón en eso último. Pero claro, hoy en día por muy «guay» que quede decir que uno es bisexual, siempre le caen sambenitos y críticas de todos lados.
Aunque de todas maneras, creo que no se debería abrir otro frente de discusión sobre el estado de los bisexuales en el país…
Volviendo a lo último… Mercedes, si piensas que en este país se va a dar un giro en la educación como, según dices, se está haciendo en otros países, a corto o largo plazo, es que pecas de ingenuidad. Ojo, que no te estoy criticando, pero es que sólo basta ver cómo son los políticos de este país (tanto los junos como los jotros), que casi siempre recurren a acciones de voto fácil y resultados rápidos, en lugar de cuestiones de fondo.
Y así nos va.
A ver, ¿Donde dice que pienso eso? Si pensara que en este país se fuera a dar un giro espontáneo y en consonancia con otros países de Europa (eso de otros, la verdad es que lo interesante solo se está dando en Inglaterra), no estaría diciendo que la prioridad del trabajo de los colectivos debe ser presionar por un cambio en la educación. ¿Como si no se va a dar? ¿Nos sentamos a esperar que la clase política se conciencie? Es que no entiendo tu comentario, ¿Cómo es difícil mejor nos dedicamos a otra cosa?.
Este… ummmm…… Merche, mira, un avión.
Perdona, mujer, te había leído mal, y había entendido algo diferente a lo que decías.
Está claro que hay que hacer presión, porque las cosas no se generan de manera espontánea. Pero hasta que nuestra sociedad cambie y se conciencie (y para eso hace falta algo más que presión), lo veo algo un pelín difícil.
De todas maneras, mis disculpas. No sé dónde tendría yo la cabeza.
La única manera de lograr que se de un cambio educativo, es presionando, presionando y presionando. Haciendo ruido para que la sociedad se conciencie cada vez más. Estas semanas pasadas cuando los ingleses han negado toda posibilidad a los grupos religiosos y conservadores de que sus hij@s falten a las acciones por la diversidad. ¿Porque pueden imponer las leyes de esta manera? Porque hay un trabajo de cara a la opinión pública porque si una acción así tuviera un alto coste electoral no la harían, simplemente. La clase política es igual en todos lados, va por los votos. Aquí tenemos 30 versiones de educación para la ciudadanía, algunas de esas versiones francamente perjudiciales. Pero la ambigüedad lo permite, la falta de firmeza a la hora de consensuar contenidos también y aún así, la han recurrido.
Nos corresponde a nosotros hacer ruido, nos corresponde exigir que las acciones educativas que busquen acentuar la aceptación de la diversidad sean obligatorias y no concesiones de uno que otro centro educativo dependiendo del plantel de profesores y de las Ampas.
Es que no cambiará uno que pasaba… Los cambios espontáneos no se dan. Y los que se dan por acciones de presión suelen llevar al menos una generación para consolidarse.
No te preocupes 😉
Javier, anoche cuando mencioné los frentes en los que trabajar olvidé el más importante: el aspcto educativo. Pero ten en cuenta que yo hablaba del colectivo de lesbians específicamente aunque se puede extender a todo el colectivo.Me preguntas ¿Trabajar qué y para qué? Yo creo que el principal trabajar en el terreno político y al mismo tiempo inmersos en la sociedad. Siempre se ha dicho que lo que no se ve no existe, y es cierto. priorizo el primero porque es el campo en el que conseguir el cumplimiento de nuestras reivindicaciones de un modo generalizado y efectivo, y aunque el segundo sería un trabajo de hormiguitas, también es positivo para el día a día, para el contacto con la realidad. No sé si me explico.Creo que ya te he respondido a ambas preguntas. No sé qué opinarán otras personas.
Ajam, Virgilio, dime 3 reivindicaciones concretas, pero de carácter general, de interés específico de lesbianas, gays…
Javier, desde mi punto de vista y en el terreno que considero prioritario, está conseguir la visibilidad de la realidad nuestra en las aulas, sin cortapisas ni prejuicios como viene ocurriendo en cierta manera en EpC. Soy consciente de que sectores de la sociedad se oponen con todas sus fuerzas a que esto ocurra, por eso veo bien un pacto en materia de educación en nuestro país a la manera de Francia y por supuesto que en este pacto ni se nos excluya ni se nos muestre a media luz.
Otro gran problema es el de la homofobia. Es una pena que esto debiera ser así pero hoy por hoy lo considero necesario. Una ley integral que dé cobertura a la comunidad lgtb ante una lacra que todavía no se está considerando con la suficiente seriedad. Es bochornoso ver cómo salen indemnes quienes cometen lo que es claramente un delito.
No creo que descubra la pólvora con lo que digo.
Ok, genial, Virgilio, háblame de la Ley Integral contra la Homofobia. Te escucho.
Si hay muchisimas mas lesbianas que hombres gays.
Pero siempre fue asi,la mujer siempre gusta mas de ella misma, es mas narcisista y coqueta y busca compararse con alguien como ella.
Todo esposo sabe que su mujer gusta sexualmente de su mejor amiga,cuando los niños salen al colegio y el a trabajar,hay sexo entre ellas.
Ante la sociedad esto esta justificado,es hermoso y puro.
Mi señora hace eso nunca lo hablamos es su vida las mujeres son asi traviesas,quisquillosas,coquetas,lesbianas,eso es natural.
Vamos, que como siempre, la culpa es de los hombres. Da igual que seamos heteros o gays, nosotros somos muy malos, malisimos, y tenemos siempre la culpa de todo. Ellas son perfectas y nunca se equivocan.
Y si una mujer tiene un problema, la culpa es de algún hombre, normalmente su marido, pero si no esta casada entonces su padre, su hermano, su primo, el camarero que le sirve el café….
Gracias a las leyes de la naturaleza, gays y lesbianas son minorías, así se peleen por quienes son mas «son minoría» y nunca van a normalizar ante la sociedad su orientación… La identidad de genero es algo impuesto a la sociedad para que tolere su existencia… Así que deben ubicarse son la «minoría»
yaiii y porq mas lesbianas q gays
Bien CTM!!! XD
«del feminismo al lesbianismo»?? qué tiene que ver una cosa con la otra? no sé si lo dijo esta señora o quién escribió la nota pero es lamentable. La orientación sexual nada tiene que ver con la lucha feminista. en todo caso digamos «de la heterosexualidad al lesbianismo»