Rowan Atkinson («Mr. Bean») en contra de endurecer la legislación contra la homofobia
El humorista Rowan Atkinson, mundialmente conocido por su televisivo personaje de «Mister Bean», se ha erigido ante la Cámara de los Lores del Parlamento británico como un firme opositor al propósito de su Gobierno de endurecer la legislación que castiga las manifestaciones homófobas. En concreto, el Gobierno quiere retirar una cláusula de salvaguarda de la «libertad de expresión» que consiguieron introducir los conservadores el pasado mayo.
Según Atkinson, el Gobierno pretende crera una cultura de «censura» que atenta contra la libertad de expresión. «¿Me arriesgo a ser perseguido si hago un chiste sobre la orientación sexual y no existe la cláusula de libertad de expresión?. Realmente no lo creo, pero sí que temo que suceda algo casi tan malo: que se imponga una cultura de censura, una actitud de continuo cuestionamiento, impulsado por este tipo de legislación, de la cual nos libera la cláusula». Para Atkinson, el deseo de «enviar el mensaje correcto» no justifica esta legislación.
Atkinson ya había criticado con anterioridad otras medidas similares. En concreto, en el año 2004, apoyó una campaña en contra de una ley que prohibía la incitación al odio por razones religiosas. «Criticar a una persona por su raza es manifiestamente irracional y ridículo, pero no lo es hacerlo por su religión. Forma parte de la libertad de expresión».
La cláusula de la discordia fue introducida por los conservadores en mayo del año pasado, cuando se discutía la ley que castiga la incitación al odio contra los homosexuales, en el sentido de que el hecho de criticar las prácticas homosexuales y animar a gays y lesbianas a abstenerse de las mismas o incluso cambiar su sexualidad no pudiera ser calificado como incitación al odio. La postura de los conservadores ha sido justificada por el propio David Cameron, el líder conservador que en otros aspectos se ha mostrado favorable a los derechos LGTB, como una cuestión de “libertad de expresión”.
Nunca me hizo demasiada gracia, y ahora resulta que el papel que interpretaba en Mr. Bean, no era simplemente un papel (si es que interpretaba).
Mmmm, asunto dificil este.
No hay cosa peor que las leyes anti-blasfemia que las comunidades religiosas pretenden incluir en las legislaciones de los estados.
El problema viene cuando se permite incitar al odio por ser homosexual.
Pero yo personalmente no veo problemas en hacer chistes sobre orientacion sexual, o reirse de los tópicos sobre la homosexualidad, no viene mal reirse de uno mismo.
Vease por ejemplo Little Britain, ¿alguien puede decir que sea una serie homófoba, siendo gay su propio creador?. ¿Pasaria esa serie la censura?
También entiendo que muchas veces se puede tratar de homofobia soterrada incluso aunque luego los heteros también hagan chistes sobre ellos mismos, pero vamos, cuantas menos cortapisas a la libertad de expresion, mejor.
Este tío es imbécil, no se trata de prohibir un chiste sino que se prohibe la incitación al odio (aunque muchas veces la burla y el odio van unidos cuando se trata de homofobia pero jurídicamente se tratan distintamente), lo que me parecer absurdo es que haya una ley contra la incitación al odio por motivos como la raza y no se incluya la orientación sexual.
«Criticar a una persona por su raza es manifiestamente irracional y ridículo, pero no lo es hacerlo por su religión.» La religión es una ideología pero la orientación sexual es una condición de la persona como la raza, por tanto deben ser igualmente protegidas. Además en UK no agreden físicamente a nadie por ser religioso pero sí por ser homosexual, la violencia antigay siempre ha sido muy frecuente en Reino Unido, por algo existe hace tanto tiempo el término queer-bashing.
Coincido plenamente con iure.
La gente suele concebir que existe una cosa llamada «homosexualidad» y que esa «cosa» es un comportamiento o una forma de ser y de pensar, equiparándola a la ideología o la religión, y no al género ni a la raza.
De esa idea que se tiene deriva lo del «respeto» y la «tolerancia». Así, se permite que entre en juego la «libertad de expresión» en forma de chistes o con las proclamas de no compartir «esa forma de ser o de pensar…»
pero ¿este no era mudo?
y ahora habla y sube el pan
Este hombre se equivoca. La libertad de expresión no sólo protege la expresión de ideas racionales, sino también la de ideas irracionales. Si quiere distinguir (a mi juicio, incorrectamente) los discursos relativos a la raza de los relativos a la religión o la orientación sexual, debería buscar otro argumento.
Eso es que debe acabar de sacarse un repertorio de «chistes de mariquitas» y, si se lo censuran, a ver qué hace con ellos. Con lo que le habrá costado discurrirlos…
¿Cuándo ha habido un solo «chiste de mariquitas» en Mr. Bean, frantic? Más bien todo lo contrario: Atkinson incluyó allí como artista invitado a Danny La Rue, un legendario cómico/transformista inglés que ya era abiertamente gay en los años cincuenta. Y uno de sus colaboradores habituales siempre ha sido Stephen Fry, con el que compartió tablas cuando ambos eran unos pipiolos.
Aunque aquí nos parezca un personaje anecdótico, en el Reino Unido este señor tan feo es una institución de la comedia, famoso por su talento y sus opiniones bien formadas y que nunca, nunca ha ofendido a nadie con sus chistes. Equivocado o no, sólo está pidiendo que se medite la ley antes de dar pie a actos de censura. Normal que la prensa de por allí le preste oídos.
Los gays necesitamos la «censura» por dignidad: pues el diccionario, el lenguaje, la tradición, el inconsciente social e individual, los prejuicios y estereotipos arraigados, etc., etc., etc., están en nuestra contra.
Nuestra liberación se basa en la represión de toda manifestación de homofobia, que venía campando a sus anchas, «libre» y «expresivamente», hasta la fecha…
Ya el hecho de que salga a relucir la tan cacareada libertad de expresión me hace dudar de sus intenciones aunque, como bien dice Dexter, es un asunto complejo.
Por cierto, Dexter, yo no haría una justificación de que Little Britain no es homófoba basándome en que uno de los creadores es gai. Lo haría apoyándome en cómo es la serie, con tantos chistes y juegos de palabras tan dentro de la subcultura que dan a indicar que son un humor de consumo interno.
Estoy con iure. Hay un mundo entre insultar a alguien por lo que «es» (color, orientación, altura, etc) y por lo que «escoge» (religión, ideas políticas, etc). Esto último lo puede defender, argumentar, razonar… Pero ¿cómo «defiendes» lo que eres? Es sucio atacar a alguien por ello.
La cuestión es: habría dicho algo si se propusiera limitar los chistes sobre judíos o negros? Seguramente no. Es más, dudo que siquiera se plantease hacer chistes sobre ello. Para los cómicos, los chistes de mariquitas serán como para la gente de pueblo el «maricón el que no bote»: una «inofensiva» tradición que no debe perderse.