Braulio Rodríguez, homófobo y radicalmente opuesto al condón, nuevo arzobispo de Toledo
Tras la marcha de Antonio Cañizares a la Curia Vaticana en Roma, monseñor Rouco Varela ha decidido mover ficha y ha conseguido que el Papa coloque a uno de los obispos más cercanos a él y más lejanos de la rama aperturista en la diócesis principal del estado, Toledo, sede primada de España. De esta forma parece que el movimiento taranconiano, que gozó de buena salud durante el principio de la democracia española, ha sido finalmente disuelto.
Monseñor Braulio Martínez es muy conocido por sus duras diatribas en contra del matrimonio homosexual. El señor Martínez afirmó en los momentos de discusión de la ley del matrimonio que ésta era un “error” y que se trataba de una ley injusta ya que “las leyes progresistas, laicas y modernas […] ¿por qué han de ser mejores que las basadas en ese orden moral justo, y en el sistema moral que ha regido en nuestra patria desde hace muchos siglos?”.
Martínez también es uno de los más fervorosos opositores a las campañas que recomiendan el uso del preservativo para evitar la transmisión del VIH o los embarazos no deseados. «¿Por qué nuestros políticos no se dedican a resolver los verdaderos problemas de los ciudadanos, en vez de tratar, con su supuesta progresía, de ganar votos de jovencitos burgueses proporcionándoles sexo seguro, que es inseguro y que embrutece?», ha llegado a decir.
Los ayatolas en Irán piensan lo mismo que él.
A mí lo que me ha encantado del chamán éste es eso de «sistema moral que ha regido nuestra patria durante siglos». Pues que lea el monseñor literatura de esos siglos y luego me justifique como se aprueban los asesinatos por honor, las palizas a la cónyuge, las barraganas, el proceso a Macanaz o a Pablo de Olavide o el asesinato a tiro limpio del cochero del Almirante de Castilla por parte de la Marquesa de Leganés, porque el pobre hombre no le había cedido el paso en un cruce.
Jarturita de jerarquía tengo, Dios.
Bueno «ese orden moral justo», y ese «sistema moral que ha regido en nuestra patria desde hace muchos siglos» es el mismo que en el XIX permitió al ejército dar golpes de Estado cuando no le gustaban las cosas y que, siguiendo el rebufo, santificó aquella bonita «Cruzada Nacional» que nos trajo tantos pantanos y tanta placidez, como decía mister Oreja Senior.
Desde luego, con don Fabila (el del alimento para osos) vivíamos mejor.
¿Que por qué son mejores «las leyes progresistas, laicas y modernas» que las basadas en el «orden moral que ha regido en nuestra patria desde hace muchos siglos»? Pues muy fácil, monseñores: porque a la mayoría de los ciudadanos no nos apetece volver al Medioevo o a los tiempos de la Inquisición. Que ése es, cada día lo disimulan ustedes menos, su sueño y su obsesión.
Es increible que los chamanes y sacerdotisos de la secta cristofascista sigan teniendo algún tipo de consideracion moral pública.
¿Pero de verdad alguien ve diferencia entre sus hechicerias del vino y el pan, y cualquier mambo-jambo de una tribu cualquiera?.
Sin embargo, las supersticiones ridículas siempre son las de los demás.
Por lo demás, nada nuevo, siguen demostrando que prefieren leyes y normas medievales antes que leyes laicas, modernas y progresistas.
No veo sin embargo, manifestacion ninguna contra estos señores por parte de aquellos católicos que tan en desacuerdo dicen estar con su jerarquia.
Solo aparecen de vez en cuando timidos manifiestos firmados por unos cientos.
¿Será que el resto está de acuerdo?¿o será, mejor dicho, que se la sopla lo que diga esta gente, se la sopla el cristianismo y catolicismo y solo se declaran catolicos por la cosa social y la parte new-age que habla del amor y lo majo que era el tal chuscristo?
Cosa curiosa por cierto, que no esten de acuerdo con la jerarquia y sin embargo se crean alegremente los cuentos del chuscristo que emanan de su secta.
Coherencia, coherencia, donde estás que no te encuentro.
Bueno, si todo el mundo hiciese lo que quisiese ¿qué les quedaría a ellos?
¿Y es que desde cuándo un rebaño ha pensado y actuado por sí solo? Me da que nunca…
“¿por qué han de ser mejores que las basadas en ese orden moral justo, y en el sistema moral que ha regido en nuestra patria desde hace muchos siglos?”.
MEEEEEC. Error. Eminencias, que su sistema moral haya «regido la patria» no tiene vuelta de hoja; por desgracia, así ha sido, como también ha sido un hecho llorado por muchos. Que esa regencia haya sido justa, perdonen que les diga, pero eso será según el cristal con que miremos la cosa.
Ustedes dirán que el único cristal enfocado es el suyo. Afortunadamente, existen en este mundo otros cristales igual de bien enfocados y que, además, no suelen juzgar al personal, y mucho menos definiéndolos como «jovencitos burgueses». Menos mal que ustedes no pueden ser votados en las urnas (para alegría y regocijo cada vez más generales).
A mí me encanta este Braulio, Rouco, Ratzinger y demás, son lo que la iglesia necesita para seguir menguando. Me horrorizaría que entraran otros que fueran más moderados y discriminaran más sutilmente, con estos burros no hay peros que valgan y nadie me puede defender la cúpula vaticana sin que se le caiga la cara de vergüenza.
«Hola, mamá: ¿haréis tan buenas migas con éste como con Cañizares? Ya os veo a todas las comunidades haciéndole una misita de bienvenida 😉 »
P.D. Esto mismo se lo diré personalmente a mi madre la próxima vez que hable con ella, pero es que no podía esperar tanto… 🙂
“las leyes progresistas, laicas y modernas […] ¿por qué han de ser mejores que las basadas en ese orden moral justo, y en el sistema moral que ha regido en nuestra patria desde hace muchos siglos?”.
Este trozo es el que me hace ver cuanto añora la Iglesia los tiempos de antaño cuando tenían poder e influencias y cuan grande es su rabia de ver que ya no es así. Más van a rabiar cuando vean que ni siquiera sus fieles están con ellos.
Para el Sr. Braulio Rodriguez y todos los que defienden las mismas ideas trasnochadas que él:
Enlace.
Je, je, Crasamet. Muy bueno pero yo prefiero el avatar de Milady. 😀
Alguna barbaridad tendrán que decir para salir en los medios y publicitarse gratis, ya que en las iglesias pocos les escuchan, la mayoría de sus «fieles» están más interesados en ver qué abrigo lleva una o qué tinte se ha puesto la otra, cuánta hipocresía…