El Gobernador de Nueva York presenta su propuesta de matrimonio entre personas del mismo sexo
Tal y como dos manzanas adelantaba hace una semana, el Gobernador de Nueva York, el afroamericano David Paterson, presentó ayer, de modo formal, su propuesta para que ese estado se convierta en el quinto de Estados Unidos en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. Paterson explicita de esta forma su apuesta por la igualdad jurídica de gays y lesbianas, tras las vacilaciones mostradas por el Senado del estado.
Y es que Nueva York, que por cierto ya reconoce los matrimonios entre personas del mismo sexo celebrados en otros estados, se encuentra en una situación política un tanto peculiar. La Cámara de Representantes está controlada mayoritariamente por los demócratas, y ahí no es esperable que haya problema para que la iniciativa sea aceptada (de hecho, ya votó a favor de una iniciativa similar presentada en 2007 por el anterior Gobernador). En el Senado del estado, sin embargo, los demócratas consiguieron en noviembre una mayoría muy precaria, que depende, entre otros, del senador hispano y reverendo evangélico Rubén Díaz, opuesto al matrimonio homosexual. De hecho, ya cuando se discutía el nombre del actual líder del Senado, Díaz maniobró para intentar obtener un compromiso de éste de que no por el momento no llevaría el tema a votación.
Sea como sea, la coyuntura ha cambiado en estos meses, y dos estados, más, Iowa y Vermont, se han sumado a la lista de estados con matrimonio homosexual. En el caso de Vermont, además, ha sido por votación muy mayoritaria de sus legisladores. Esto coloca a Nueva York, estado tradicionalmente «liberal», en la tesitura de quedar relegado en este tema, como ha ocurrido con California. No es descartable, de hecho, que políticos republicanos del estado se sumen a la causa, como ya ha hecho, por ejemplo, el alcalde de la propia ciudad de Nueva York, Michael Bloomberg, que en su momento fue elegido alcalde como candidato republicano (aunque ahora es independiente). Bloomberg, por cierto, acompañó ayer a Paterson cuando éste anunció oficialmente el nuevo proyecto.
A los que sois expertos en el tema (y en DM hay más de uno), una pregunta: en esta oleada a favor del derecho de las parejas homosexuales al matrimonio que desde hace semanas recorre EEUU, ¿no tiene mucho que ver lo ocurrido en California en los últimos meses, y la vergüenza que debe de haber producido en buena parte de la sociedad estadounidense? Si esto es así, la victoria de los segregacionistas homófobos en el referéndum californiano estaría revelándose como una auténtica victoria pírrica…
Saludos, Nemo, me alegro mucho de volver a verte por aquí.
Yo no soy experto, pero ya que abres la cuestión, me gustaría opinar.
Evidentemente esa situación de reacción frente al resultado del referendum se dio en un primer momento, pero yo creo que la «escalada de derechos LGBT» no tiene tanto que ver con la reacción a ese referendum, como con la labor de las organizaciones LGBT norteamericanas a lo largo de varios años. Por un lado manteniendo las causas ante los tribunales que podían ser favorables, y por otro presionando en todos los ámbitos posibles. Particularmente ganando espacio en los medios de comunicación y promocionando políticos gays o políticos favorables a los gays, no siempre demócratas (los republicanos que votaron la ley de matrimonio en la cámara de representantes de N.Y. fueron todos reelegidos, y recibieron sustanciosas aportaciones para sus campañas).
En mi opinión, lo que vemos ahora son los frutos de esa labor de fondo a lo largo de muchos años en los que el producto del esfuerzo era más bien escaso. Ahora mismo la mayoría del partido demócrata se está posicionando rápidamente a favor del matrimonio, allá donde esa posición no resulta muy arriesgada electoralmente; y de la promoción de los derechos LGBT de todos tipo (parthnership, uniones civiles, regulaciones antidiscriminación) en los lugares donde todavía puede ser muy gravoso sostener la plena igualdad jurídica.
En los medios de comunicación también se percibe un giro sustancial, con un tratamiento cada vez más extenso, y con mayores posibilidades de exponer los argumentos LGBT, mientras que los sectores homofóbicos han pasado de tener una posición hegemónica en esos medios, a tener que emplear argumentos cada vez más sofisticados para no ser descalificados.
Para mi es significativo como la administración de Obama, que me temo que diseñó el fin de del «Don´t ask don´t tell» como el elemento más destacado de sus políticas LGBT a lo largo de toda la legislatura, se está viendo obligada a ver como esos derechos avanzan por si mismos, mucho más lejos de lo que los más optimistas podrían pensar hace sólo unos meses.
De todas formas, y ya que hablas de California, no hay que destacar un freno en todo este proceso si el Tribunal Supremo de Califonia se pronuncia en unas pocas semanas a favor del referendum de noviembre y se mantiene en vigor la Proposición 8, seguramente, sería difícil evitar una cascada de acontecimientos contrarios a los derechos LGBT.
Y David Paterson es… ¡católico romano! Debería tener una charla muy seria con el nuevo arzobispo de Toledo para que le corrija este descarrío.
Es reconfortante ver como, entre tantas injusticias, podemos encontrar noticias positivas, resultado de la lucha de much@s.
buena noticia y viniendo de un estado de mucho peso.
y hablando de católicos americanos, la cosa sigue estática en pennsylvania, nido del catolicismo de origen irlandés.
Muchas gracias por tu respuesta, Nazareno. No dudo de que los avances en materia de derechos LGTB que estamos viendo en EEUU en los últimos tiempos sean, como dices, el fruto de un trabajo de muchos años, pero no deja de resultar sorprendente que tantos frutos hayan madurado y caído del árbol en relativamente poco tiempo (y los que quedan, que esperemos que sean muchos), en vez de hacerlo más escalonadamente… Un saludo afectuoso.
Bueno, supongo que también hay que tener en cuenta la situación del partido que había convertido en una auténtica bandera política la discriminación del colectivo LGBT. Un repaso a la composición de los legislativos de los diversos estados tras las elecciones de noviembre, pone de manifiesto un declive muy acusado del Partido Republicano. Son ahora muchos los estados donde senado y cámara de representantes tienen mayorías demócratas, bastante de ellos con gobernadores también demócratas. Esa situación creo que también favorece, y mucho, que haya tantas iniciativas legislativas en marcha.
Y el resultado del referendum de California, no tiene una única lectura. Lo cierto es que los partidarios del matrimonio entre personas del mismo sexo contaron con un apoyo político y mediático muy limitado, y pese a ello sus argumentos convencieron al 47,50% de los votantes, y eso pese a que la alternativa no era la anulación de todos los derechos, sino un régimen «separado» con muy amplios derechos, una solución que cuenta con muchos defensores, sobre todo entre los medios de comunicación y los ámbitos políticos, que además se hace pasar a la vez como una opción progresista y de conpromiso.
Si Paterson se ha decidido a lanzar la propuesta será porque ve posibilidades aunque en el senado no las tenga todas consigo.
Aunque algunos demócratas se echen atrás algún repúblicano habrá que esté a favor del matrimonio, como en Vermont.
Una de cal y otra de arena: ésta es una buena noticia.
Bueno, no sabemos lo que va a pasar en el senado de N.Y. con esta ley, pero en la Asamblea ya tiene un voto más que hace 3 años:
http://www.pressrepublican.com/homepage/local_story_107221634.html
Y como muestra de esa posición «centrista» en que se hace pasar por progresista la discriminación (y eso no es exclusivo de EE.UU., ni de grupos poco comprometidos con la defensa de los derechos LGBT…), aquí os dejo un botón de muestra de que es lo que hace muy complicado conseguir que en un referendum puedan tener éxito los partidarios de la no discriminación, en ningún grado:
http://www.examiner.com/x-6694-Denver-Gay-Culture-Examiner~y2009m4d17-Does-Washingtons-everything-but-marriage-bill-strike-a-compromise
Bueno, Nazareno, el artículo (escrito por un tal Remigio Darby) al que enlazas se basa en la idea obviamente errónea de que el matrimonio civil es una institución de carácter religioso o esencialmente vinculada a la religión. Y como, por algún motivo, se supone que debemos aceptar que lo religioso ha de ser sagrado e intocable para todos, creyentes o no, pues la conclusión es que empeñarse en la igualdad resulta demasiado extremista. La verdad, con todo, es que en una democracia liberal sólo la plena igualdad entre los ciudadanos es aceptable: un sistema segregacionista que se base en excluir del matrimonio civil a las parejas no heterosexuales es y será siempre una vergüenza inadmisible.
Otra cosa es cómo hacer entender esto allí donde cualquier reconocimiento legal de las parejas homosexuales ya supondría un avance respecto de la situación actual… Quizá cuantos más estados (soberanos o no) reconozcan el derecho al matrimonio de las parejas gais y lesbianas quede más en evidencia el carácter falsamente progresista (o centrista) de los sistemas basados en la exclusión de estas parejas del matrimonio civil.
Me dan pena quienes se oponen a la ley:
porque tienen razón. En un país cuya práctica judicial se basa en el precedente y la analogía, todo paso hacia adelante es un paso hacia el matrimonio gay. Es cuestión de tiempo.
Lo que me preocupa es lo que sigue ocurriendo en el mundo real.
Bueno, Nemo, he puesto ese enlace porque tenía el concepto de que esa publicación pasaba por bastante progresista, pero un sondeo un poco más profundo me ha dejado con serias dudas. En cualquier caso, una argumentación así, suscita automáticamente la defensa de muchos, que se pretenden progresistas, pero que comparten el mismo prejuicio atávico hacia la homosexualidad que Fred Phelps. Digamos que son «homófobos de armario» a los que estas argumentaciones permiten mostrar su naturaleza pretendiendo hacerse pasar por otra cosa.
Mientras que desde los medios «progresistas» se insista en hacer comulgar a la sociedad con estas ruedas de molino, y además someten al colectivo LGBT a un auténtico chantage con la argumentación «Pues los otros son peores ¿no?», será bastante complicado sumar los votos necesarios para que la plena igualdad jurídica pueda pasar la prueba de un referendum.
Como tu y Zarevitz decís, obviamente cualquier avance es bienvenido, sobre todo porque mejora las condiciones de vida de mucha gente, y también porque antes o después conducen a otras conquistas mayores (eso no sólo lo sabemos nosotros, también los homófobos que combaten cualquier signo de avance allá donde se de). En cualquier caso el ordenamiento jurídico refuerza el prejucio ancestral de que la homosexualidad nunca puede ser intercambiable como valor social con la heterosexualidad.
Pero la realidad cruda es que el juez que condena a muerte a un homosexual en Irán sabe perfectamente que en el Reino Unido, con su «separate but equal», está igualmente institucionalizado el mismo prejuicio atávico hacia el homosexual, que es visto como un ser que no puede ser considerado «normal» o igual a los demás y que por tanto precisa de una solución específica: Un régimen jurídico específico que señale esa «anomalia» o simplemente promover su supresión (en el fondo simplemente obligar por la fuerza a hacerse invisibles, a parecer «normales»).
Supongo que algunos movimientos LGBT ya perciben que en algunos lugares es a veces preferible renunciar a avances parciales cuando estos amenazan una conquista de plena igualdad jurídica allá donde esta es factible. En N.Y. no habría problemas para sacar adelante el «separate but equal», pero ahora mismo sólo los defensores del prejucio defienden esa opción. Los que abogan por la igualdad plena saben perfectamente que una renuncia como esa en N.Y. contribuiría a legitimar situaciones como la que se describe en otro post sobre Marruecos, o la que se da ahora mismo en Irán. Me temo que los promotores del «separate but equal», también lo saben.
Mucho me temo que no. Los dirigentes de Marruecos o Irán no legitiman sus penas en las leyes de Nueva York. Lo más que dirán, cuando estén de visita en Nueva York, es que en su país no hay gays. En su país sí hay mujeres, sin embargo, mujeres que en Nueva York gozan de igualdad, y ellos no tienen problemas en encontrar otras legitimidades para mantener la discriminación.
Los pequeños avances no solo son buenos porque ayudan a quienes se benefician inmediatamente de ellos. Como decía arriba, Estados Unidos tiene un sistema judicial que se basa en el precedente y la analogía. Estos avances son el fundamento sobre el que los jueces dictarán futuras sentencias, como ha ocurrido en el pasado; y cuanto más cerca estemos del objetivo final, cuantas más leyes en más estados muestren que gays y heteros tienen los mismos derechos sustantivos, más fácil será que un tribunal supremo dé el último paso.
Esta pendiente deslizante (la slippery slope que a dlareg no le convencía pero que realmente sucede en la práctica) es una idea adicional a la ventaja inmediata que quería subrayar en este caso.
Por eso decía que los homófobos que se oponen a esta medida me dan pena. Son capaces de verlo: cada día que pasa, más cerca están de perder completamente; y sin embargo no reconsideran su posición.
Touché Zarevitz, ciertamente las mujeres no alcanzado la misma igualdad jurídica (que no social) en todo el mundo como si la han logrado en los países desarrollados occidentales. Pero la posición de los políticos de esos países cuando tienen que hacer frente a esa cuestión suele ser mucho más evasiva, y en cualquier caso, incluso en países donde esa argumentación diferencial es bandera (Irán), no se ha podido evitar un proceso de avances legales, que serían impensable en una situación distinta, en la que por ejemplo, para solventar el derecho a voto femenino, en occidente se hubiera optado por el «separate but equal», por ejemplo eligiendo una cámara femenina con capacidad de decisión sólo sobre determinadas cuestiones «propias». Seguro que en ese caso la situación de la mujer en esos países estaría mucho peor…
En cualquier caso, os dejo aquí un articulito sobre la campaña electoral que hay ahora mismo para renovar uno de los escaños al Senado de New Hampshire, que resulta muy reveladora de como los parámetros del pensamiento conservador son muy elásticos y adaptables a las circunstancias, y en efecto encuentra legitiminaciones propias e independientes para cualquier situación:
http://www.unionleader.com/article.aspx?headline=An+important+vote%3A+NH+Senate+needs+Jeb+Bradley&articleId=95e40fbd-5344-4b9d-8371-e4728a2659b1
Sinceramente pienso que la situación de la mujer en el mundo islámico es penosa. En Público leí sobre la ley islámica que está entrando en vigor en Afganistán que aprueba la violación dentro del matrimonio.
Conozco a chicas marroquíes que en España dicen ser libres, en sus países aunque pueden estudiar y votar (no en todos) están muy oprimidas por la sociedad y la costumbre.
Martin is for so-called same-sex «marriage.»
Pues sí, queridos retrógrados ciegos. Si en la ley pone marriage entonces es un matrimonio, por mucho que lo pongáis entre comillas y que lo tildéis de «supuesto». Ahora ya podéis patalear, adelante.
Ejem, por lo de «ciegos» no me refiero obviamente al gobernador de Nueva York, si no a los que escriben en el New Hampshire Union Leader y que parece que no saben leer. Por si hacía falta aclararlo 🙂
Bueno, parece ser que en EEUU alguien ha abierto la ventana y están entrado aires nuevos.
Ya era hora.
Nazareno y Zar: muchísimas gracias por los comentarios y aclaraciones que hacéis, que a los demás nos vienen fenomenal.
Primera encuesta sobre la iniciativa se Paterson, os dejo un link directamente a los resultados y no a los artículos de prensa. La mayor parte de las preguntas son sobre la popularidad del Paterson. Es interesante comprobar que mientras que el Gobernador no sale muy bien parado, la propuesta de ley obtiene un apoyo muy esperanzador (tenéis que avanzar hasta la cuestión 26):
http://www.scribd.com/doc/14446210/SNY0409-Crosstabs