Eurovisión 2009 en dos manzanas: Dinamarca
Hacemos una pirueta planetaria de esas a las que ya nos hemos acostumbrado y ¡plaff!. Aterrizamos en Dinamarca. Cinco millones y medio de habitantes pueblan este reino, uno de los más antiguos del mundo, cuya porción continental se asienta sobre la península de Jutlandia, limítrofe con Alemania, pero que además cuenta con más de cuatrocientas islas. Sobre una de ellas se levanta su capital, Copenhague, otra de las capitales gay-friendly de Europa. El estrecho de Oresund la separa de Suecia, aunque desde el año 2000 un puente de más de siete kilómetros une ambos países hermanos. Su lengua, el danés, pertenece a la familia nórdica y está estrechamente emparentado con el sueco y el noruego. Dinamarca forma parte de la Unión Europea desde 1973, y aunque se trata de un país tradicionalmente euroescéptico (el año 2000 rechazó por referéndum adoptar el euro) lo es más por el celo de sus habitantes en proteger su estado de bienestar y su alto nivel de desarrollo social que por otra cosa. Dinamarca cuenta con dos territorios dependientes: Groenlandia y las Islas Feroe, que tienen reconocido el derecho de autodeterminación y cuyo grado de autonomía es amplísimo. Niguno de los dos territorios pertenece oficialmente a la Unión Europea.
Las relaciones homosexuales en Dinamarca son legales desde 1933, con el desgraciado paréntesis de la ocupación nazi. Desde 1977 la edad de consentimiento es la misma que para las relaciones heterosexuales (15 años). Hoy día, Dinamarca es uno de los países en los que la igualdad social y la aceptación de la homosexualidad es mayor. De hecho, fue el primer país del mundo en aprobar una histórica ley de uniones entre parejas del mismo sexo, allá por 1989. Después de aquello, sin embargo, el avance de los derechos LGTB se ralentizó un poco. No fue hasta 2006 que se decidió permitir a las lesbianas acceder a la inseminación artificial, y no hace ni un mes que el Parlamento danés aprobó eliminar los límites legales existentes a la adopción conjunta. La reciente aprobación del matrimonio por parte de su vecina (y hermana) Suecia aumenta las esperanzas de que Dinamarca siga sus pasos a medio plazo. Dinamarca cuenta además con una completa legislación antidiscriminación, así como con leyes que castigan más severamente los crímenes homófobos. Lo que no parece disponer, según las fuentes consultadas, es de una legislación específica que regule la modificación registral de las personas transexuales.
Entre los colectivos LGTB daneses podemos mencionar a LBL, lambda, GayNord o TransDanmark. Y si quieres visitar Dinamarca, la propia página oficial de turismo de Dinamarca es un buen punto de arranque para acceder a información sobre el ambiente danés.
Y la canción representante de Dinamarca en Eurovisión es…
«Believe Again», interpretada por Brinck.
La mejor voz masculina de este festival, con un timbre delicioso. Intentando dar un poco de seriedad al asunto, pese a que se aproxima a la horterez de las peores baladas heavies. No llega a ello, lo que es de agradecer. Sobriedad, elegancia, una poderosa canción. De lo mejorcito.
Flick / elputojacktwist
«Una poderosa canción. De lo mejorcito.»
Completamente de acuerdo. La verdad es que, viendo el panorama de los últimos años (sobre todo del pasado), es sorprendente que entre diez o doce canciones que nos habéis puesto hasta ahora, haya tantas que merecen la pena.
Me gusta. Como dice Crasamet parece que este año Eurovisión será un poco menos patética que el año pasado, ¿no?
Y es verdad que la voz del chicarrón norteño mola