Eurovisión 2009 en dos manzanas: Montenegro
Hacemos hoy nuestra primera incursión en la antigua Yugoslavia, la tierra de los «eslavos del sur», y comenzamos por la última de sus ex-repúblicas en independizarse (si no tenemos en cuenta el espinoso asunto de Kosovo, que en cualquier caso no era república yugoslava, sino provincia serbia). Hablamos de Montenegro, pequeño país poblado por algo menos de 700.000 habitantes. Su capital es Podgorica (antes Titogrado). Su lengua, con ligeras variantes, es en realidad la misma que hablan serbios y croatas, aunque la influencia política estimula la potenciación de «variantes nacionales». La mayoría de la población se refiere a ella como «serbio», aunque ya empieza a ser de uso común el término «montenegrino», incorporado ya a su Constitución. Étnicamente, alrededor del 43% serían montenegrinos, mientras que un 32% serían serbios (en realidad no existen diferencias étnicas entre ellos). Habría además diversas minorías: bosnios y albaneses, sobre todo. Montenegro, que durante siglos aguantó como principado más o menos independiente, se integró tras la 1ª Guerra Mundial en el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, y tras la 2ª pasó a ser una república federada de Yugoslavia. Tras la traumática desmembración de ésta, permaneció unos años federada con Serbia, hasta que en 2006 un referéndum decidió su indepencia total… de forma pacífica, toda una rareza en la zona.
Las relaciones homosexuales en Montenegro fueron despenalizadas en 1977, siendo la edad de consentimiento similar a la de las relaciones heterosexuales. No existe prohibición explícita para servir en el Ejército ni para que las mujeres lesbianas puedan acceder a inseminación artificial, aunque las fuentes consultadas no nos permiten conocer cual es la realidad de su implementación. Por lo demás, el panorama LGTB montenegrino es desolador. No hay reconocimiento legal de las parejas del mismo sexo ni parecen existir leyes específicas contra la discriminación o que regulen la modificación registral de las personas transexuales. Y, lo peor, el ambiente social es descrito como profundamente homofóbico, lo que lleva a que apenas exista visibilidad LGTB. De hecho, nos ha resultado imposible encontrar recursos significativos que reseñar. Si has estado allí, quizá tú puedas ayudarnos…
Y la canción representante de Montenegro en Eurovisión es…
«Just Get Out Of My Life», interpretada por Andrea Demirovic.
Todo un hitazo de esos que te hacen olvidar la cantidad de pestiños que te has tragado este año. Más predecible que el final de Titanic, pero divertida y sin complejos, que al final es lo que importa. Si te pillan escuchándola no tendrás que pasar la siguiente media hora dando explicaciones. Algo sosita la chica, eso sí, le vendría bien un poco de desmelene.
Flick / elputojacktwist
Suscribo totalmente la valoración de la canción.
Ja, ja, ja. Yo el complejo de «eurofan» avergonzado lo estoy superando ya. Cada vez doy menos explicaciones. 😀
Lo que cuentas de Montenegro respecto a lo LGTB es tristísimo. Supongo que ayuda el hecho que no haya grandes ciudades (Podgorica es bien pequeña) y que siempre este país siempre se haya situado en la periferia de todo lo demás (los imperios anteriores, Yugoslavia, Serbia)… Habrá que aguardar a una generación de valientes en esta nueva fase de Independencia, para que la situación «empiece» a normalizarse.
Respecto a la canción, es sosona, más de lo mismo, oséase, balada heterosexualoide aburrida. Desde luego, si a mí me pillasen embelesado con cantante y canción sí que debería dar miles de explicaciones JAJAJA. será mejor que me pillen viendo el vídeo de Grecia…