Eurovisión 2009 en dos manzanas: Turquía
Y ya que estamos en el Mediterráneo oriental, visitemos Turquía. Uno de los grandes de Europa, con sus más de setenta millones de habitantes y su maravillosa Estambul, la vieja Constantinopla (aunque la capital política es Ankara). La historia del continente no se podría entender sin el viejo Imperio Otomano, durante siglos gran potencia política y militar del Islam. Imperio reconvertido a república laica tras la 1ª Guerra Mundial bajo la férrea autoridad de Mustafá Kemal, conocido como Atatürk, «padre de los turcos», cuyo afán occidentalizador llevó a imponer el alfabeto latino para una lengua, el turco, que sin ser semítica hasta entonces utilizaba los carácteres árabes a la hora de ser escrita. Desde entonces Turquía ha vivido una tensión larvada entre el laicismo de los continuadores de Atatürk, encarnado principalmente en el Ejército, y el conservadurismo religioso. Desde hace pocos años, Turquía está gobernada por la derecha de inspiración religiosa, en lo que algunos han querido ver una «democracia cristiana al estilo musulmán», pese a lo cual el laicismo estricto sigue vigente: las mujeres no pueden entrar a la universidad con velo, por ejemplo. El otro gran foco de tensión en Turquía es el territorial: frente a un estado fuertemente centralista, el separatismo de los kurdos, pueblo sin estado, disperso entre las actuales Turquía, Irak, Irán, Siria y Armenia… Pero esta es ya otra historia.
La situación de las personas LGTB en Turquía es delicada. Las relaciones homosexuales dejaron de ser delito hace siglo y medio, pero persisten leyes que castigan el «escándalo público» y que penden como una espada de Damocles sobre las cabezas de gays y lesbianas. La edad de consentimiento es la misma que la de las relaciones heterosexuales: 18 años. Persiste cierto grado de censura, aunque por lo general es posible acceder a material LGTB. «Brokeback Mountain» pudo ser vista por los mayores de 18 años en los cines, y series como «Queer as Folk» han sido emitidas por canales de pago. No existe legislación antidiscriminatoria que proteja a gays y lesbianas, y la homosexualidad es considerada una enfermedad por el Ejército. Las lesbianas no pueden acceder a inseminación artificial. Las personas transexuales gozan, al menos, de reconocimiento legal, y desde 1988 se les permite acceder al proceso de reasignación sexual y modificar su situación registral.
Por lo que se refiere a la realidad social, es tan compleja como el propio país. Es este un lugar donde, aunque no son legales, todavía se producen crímenes de honor, por los cuales personas homosexuales son asesinadas por miembros de su propia familia. Como no recordar aquí el terrible asesinato de Ahmet Yildiz… En el otro extremo, la ciudad de Estambul, y en menor medida otros núcleos urbanos, ofrecen un más que digno ambiente en el que es posible cierta socialización. Entre las organizaciones LGTB, destaca Kaos GL, aunque no podemos olvidarnos de Lambdaistambul, que recientemente superó un intento de ilegalización del que os mantuvimos informados. Si queréis visitar el país, en la página Turkeygay.Net podréis encontrar abundante información. Eso sí, como decíamos al visitar Chipre, tened siempre en mente cual es la situación tanto social como legal para evitar sorpresas.
Y la canción representante de Turquía en Eurovisión es…
«Düm Tek Tek», interpretada por Hadise.
Después de la joya que presentaron el año pasado (no me cansaré de decir que ha sido una de las mejores canciones de la historia del festival), Turquía regresa al coñazo multiglobal shakirizado. Shakira llevó los ritmos de Oriente Medio a Colombia, ahora vuelven pasando por Turquía y uno ya se marea de tanta ida y vuelta. Quedará entre las cinco primeras, de todas formas.
Flick / elputojacktwist
Chonipawuer!
La Melody turca.
Y sin los Vivancos, claro.
La capital de Turquía no es Etambul, sino Ankara. Supongo que fue un lapsus pq se ve que controlas de historia turca.
Gracias Víctor. Metedura de pata monumental la mía, porque además me resulta especialmente interesante la historia turca. Sé perfectamente que Estambul ya no es la capital, pero el subconsciente me traicionó.
¡¡Gracias!!
Shakira es colombiana… Me gustaria que fuera venezolana porque no deja de caerme bien desde que la oi en Cali hace 15 años y está para mojar pan… Pero es colombiana.
Turquía: ¡que gran país!.
Opto por «exigir» a Turquía que envíe a Eurovisión lo mejor que tiene:
http://www.youtube.com/watch?gl=ES&hl=es&v=SFSd3Pj0JnI&feature=related
Esos osazos embadurnados de aceite…mmmmm…
Creo que con «representaciones» en directo como la del enlace me interesaría muchísimo Eurovisión… 😉
Cras y el resto: muchas de nada 😉
Mercedes: a mi también me gusta Shakira: creo que si fuera hetero sería mi tipo y todo la chica. Pero como no es el caso me quedo con sus manera de cantar que es bastante aceptable.
Claro que esos turcazos con bigote…mmmmm…
pues si que estamos buenos….lo cambio ahora mismo, gracias!
Puto: tengo un mensaje respecto al artículo pendiente de ser moderado pq contiene un enlace…
Lobogrino, ya lo tienes. 🙂
Muchas gracias Xavi: era pq mi ordenador está un poco bobo y no sabía si había entrado o de que era. Disculpa la molestia.
Un abrazo.
Te gustaria mi sobrino si no fuera tan joven que se que te gustan hechos y derechos, pero va a camino a ser un oso precioso jajajajajaja… 😛
lobo, el dia que manden eso a Eurovision… mi voto lo tienen fijo 😉
Pues yo ADORO Estambul. De hecho, siempre he pensado (bobadas fantasiosas mientras me afeito) que de tocarme la Primitiva, me compraría un piso allí o en Esmirna. Mayúscula fue mi sorpresa la madrugada en la que bastante borracho, la amiga con la que íba se había largado al hotel rebosando raki) tomé un táxi en la plaza de Taskim y le dí al conductor el nombre de un bar gay (hace años de ésto) que había tomado de Internet junto con el de la calle. Bueno, pues no le di el de la calle, le di el del disco-bar (en lo más hondo de mi mente no dejaba de pensar: «un turista maricón infiel y borracho», «acabaré en el fondo del bósforo con la garganta cortada en nombre del Todopoderoso»), para colmo le dije al tipo: «Do you know where it’s?» y él me dice mú tranquilo y sonriente: «yes, it’s a nice gay bar, here, in Estambul». Naturalmente me dejó allí y se marchó con un «Good night but you must be carefully, seems a little bit drunk». Lo que siguió a lo mejor se lo cuento en una carta privada al Puto pá que escriba un relato. MARAVILLOSA Estambul.
Este año no me han gustado, pero gracias al anterior conocí a uno de mis grupos favoritos, Mor Ve Ötesi, muy grandes. Tan grandes que no pegan en Eurovisión.