La izquierda salvadoreña claudica ante la iglesia y vota a favor de reformar la Constitución para prohibir el matrimonio entre homosexuales
Malas, muy malas noticias las que nos llegan de El Salvador. En contra de lo que hace pocos días todo parecía indicar, finalmente la izquierda salvadoreña, representada por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ha claudicado finalmente a las presiones de la iglesia católica e in extremis ha sumado sus votos a los de la derecha en la última sesión de la Asamblea legislativa antes de su disolución para reformar la Constitución y consagrar la discriminación jurídica de gays y lesbianas, prohibiendo su derecho a contraer matrimonio.
La reforma constitucional deberá ser ratificada todavía por la mayoría cualificada de la nueva Asamblea salida de los comicios celebrados en enero, de acuerdo al procedimiento vigente en ese país. La reforma define el matrimonio únicamente como «la unión de un hombre y una mujer», prohíbe a las personas homosexuales adoptar y deja sin efecto en el territorio salvadoreño las bodas que hayan sido autorizadas en otros países. El diputado del FMLN Hugo Martínez, sin el más mínimo pudor, habría manifestado que la propuesta esta sustentada «en base a dos principios: el fortalecimiento de la familia y la no discriminación».
El Salvador se une así a Honduras, el otro país centroamericano que ya en 2004 modificó su Constitución para blindar al más alto nivel la discrminación de gays y lesbianas. Resulta triste comprobar que justo cuando en Estados Unidos se precipitan las decisiones judiciales y legislativas a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo, en Centroamérica sucede lo contrario. Y más triste resulta ver que sucede, además, de mano de la izquierda.
Resulta triste comprobar que justo cuando en Estados Unidos se precipitan las decisiones judiciales y legislativas a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo, en Centroamérica sucede lo contrario. Y más triste resulta ver que sucede, además, de mano de la izquierda.
Completamente de acuerdo. Creo que poco más se puede añadir. 🙁
Pues lo siento mucho, pero la decisión del partido de Hugo Martínez debilita la familia, consagra la discriminación, y de paso hace mucho más complicado el gran cambio social que ese país necesita para poder alcanzar el desarrollo. Mal, muy mal, en ese país, en efecto, para los colectivos LGBT (y quizás no sólo para ellos) quizás sea indiferente que sector ideológico gobierna. Afortunadamente, en nuestro país, esto es diferente.
Una vez mas, la lacra moral de la sociedad que es la religion, basada en el hecho de justificar barbaridades, tonterias, y dogmas peligrosos para la salud publica, en nombre de un ente mágico invisible, vuelve a hacer acto de presencia.
Unos señores que no pueden tener familia segun sus dogmas, acaban de decidir sobre la vida de cientos de personas a las que en muchos casos ni siquiera conocerán jamás.
Que no me vengan diciendo a mi que la religion no es dañina, una lacra y un cancer.
Y si estáis en contra de lo que hace vuestra jerarquía, manifestaos y que se os oiga. Que aquí los unicos que llenan calles con el asunto religioso son «los otros».
Para que luego tipos como Aznar diga que el «lobby gay» es muy poderoso y se quiere imponer a los demás.
Bastardos homófobos, vivid vuestra vida y dejadnos en paz.
¿Qué vamos a esperar de un país tercermundista? atrasado en lo social, económico y cultural. Agarrado a tradicionalismos atávicos y a la Iglesia Católica.
Oye Israel eso de tercermundista? de que vas? con esos coemntarios tan despreciativos? yo se de muchos paises del primer mundo donde la iglesia y sus «tradicionalismos» estan muy arraigados..digase Italia, Polonia,Irlanda,Grecia…asi que guardate los comentarios despectivos.
Yo digo lo que pienso.
Y si no te gusta pues no lo leas.
Además no sé por qué hay que ser siempre tan políticamente correcto, sé que lo correcto sería decir que toda la culpa es de la Iglesia Católica, pero en este caso y desde mi punto de vista no lo veo así. Al fin y al cabo es una opinión. Creo que el caso del Salvador es multifactorial.
Israel: lo que creo que te dice L’Holandès es que el hecho de que sea (o tú lo puedas considerar) tercermundista ni quita ni pone al debate sobre el matrimonio, porque hay países del primer mundo, como los que te menciona, que incluyen las mismas prohibiciones.
Yo creo que el subdesarrollo económico trae el subdesarrollo cultural, hace a la gente más supersticiosa y aclada en tradiciones, ahí es donde la Iglesia se aprovecha para adoctrinar y controlar.
Polonia, Grecia y algunos países del este, son países que hasta hace nada estaban subdesarrollados y en cierto modo sigue habiendo mucha desigualdad en ellos. Considero que el subdesarrollo conlleva más machismo, homofobia etc, con ésto no quiero decir que estas actitudes no existan en sociedades más desarrolladas.
De Italia ya ni hablo, ahí gran parte de la culpa es del Vaticano. En fin, Italia daría para un hilo entero.
Un saludo.