La iglesia católica intenta impedir que Costa Rica apruebe una ley de uniones civiles para parejas del mismo sexo
La iglesia católica no descansa en su lucha contra los derechos civiles de gays y lesbianas. Cuando en diferentes lugares de América del Norte y del Sur las personas homosexuales ven poco a poco avanzar sus derechos, la iglesia quiere dejar bien atada la situación de discriminación en Centroamérica, donde todavía conserva una influencia social muy importante. Tras conseguir en El Salvador el apoyo de la izquierda para prohibir el matrimonio del mismo sexo en la Constitución, ahora en en Costa Rica donde ha iniciado una campaña para que se convoque un referéndum que acabe con la posibilidad de que este país adopte una ley de uniones civiles.
La recogida de firmas comenzó este domingo al final de las misas en diferentes puntos del país, con el objetivo de solicitar al tribunal electoral que convoque el referéndum si finalmente «los diputados no tienen conciencia de lo pernicioso y perverso que significa esto para la sociedad». Según el arzobispo de San José, Hugo Barrantes, se trata de una cruzada de un grupo de fieles que «defienden la vida, los principios de la iglesia y el matrimonio» y no directamente de los obispos.
La iniciativa de la iglesia no cuenta, sin embargo, con el apoyo unánime de todos los políticos afines, ya que, tal y como especifica la diputada socialcristiana Ana Helena Chacón, el proyecto sobre uniones civiles que se estaría estudiando solo «trata de asegurarles sus derechos patrimoniales a las parejas del mismo sexo, pues en su situación actual no pueden heredar, no tienen acceso al seguro social y a visitación médica», aclarando que la iniciativa en ningún caso legalizará el matrimonio gay.