Promueven un intento de reforma constitucional en Pensilvania para prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo
Parece que los recientes avances que han tenido lugar en algunos estados de Estados Unidos, que ya sea por vía judicial o por vía legislativa han legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo, están llevando la inquietud a los sectores más conservadores. Así se desprende de la iniciativa de John Eichelberger, representante republicano en el Senado de Pensilvania, que ha anunciado su intención de promover una reforma para elevar a rango constitucional la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo en ese estado.
La legislación de Pensilvania ya establece que en ese estado el matrimonio solo puede ser contraído entre un hombre y una mujer, pero a Eichelberger esto no le parece garantía suficiente, dada la posibilidad de que una decisión judicial considere ilegal dicha situación.
La reforma de la Constitución de Pensilvania exige un proceso complejo: debe ser aprobada por ambas cámaras del estado durante dos legislaturas consecutivas de dos años, y después ser ratificada en referéndum. Se trata, por tanto, de un procedimiento muy similar al que exige la reforma de la Constitución de Iowa, el último estado en permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo por decisión de su Corte Suprema. Los conservadores de Pensilvania, temiéndose ya algo similar, estarían «poniendo la venda» antes de que se produzca la herida…
Lo de siempre para variar.
¿Cuantos de esos que ahora corren a prohibir los matrimonios homosexuales, luego se llenarán la boca practicando la «religion del amor»?
No puedo con los hipócritas, me dan nauseas. Y que en el S XXI estemos así, luchando contra los mismos fundamentalismos de hace dos milenios. Es algo incomprensible para cualquiera con algo de sentido.