Rebecas de mangorina
La chaqueta de punto ya no es llamada rebeca desde mis tiempos de parvulos, y ese termino no lo usa ni el VENCA para su venta por catálogo, y el BURDA algunas veces, pero cuando no tiene más remedio. Angel Garó, injustamente relegado a apariciones puntuales, le dió un giro al término con su personaje de Maruja Jarrón y su dislexia tan de andar por casa. Con un gesto típicamente de mujer entrometida, de maruja conservadora que sospechaba que todos eran maricones o drogadictos que se metían colacaína, preguntaba si esa rebeca era de mangorina; el término mangorina se convirtió en una clave de humor entre mi madre y yo para preguntarnos por cualquier tipo de tejido que no identificaramos. Y el propio Garó dijo que una maruja no era necesariamente una mujer, que ahí estaba Carrascal, por ejemplo
Lo cierto es que la chaquetita de punto debe su nombre de rebeca, no a Rebbeca (Alfred Hitchcock, 1939) sino a la narradora y una de las protagonistas de esa película, la segunda señora de Winter, de la que no conocemos su nombre, sino que sólo sabemos que tras un meteórico noviazgo, una boda express y una fugaz luna de miel con todo un lord inglés, Maxim de Winter, se ve dueña y señora de Manderley. ¿Y qué es Manderley?. Es una mansión con espíritu de emboscada. La segunda señora de Winter, de extracción humilde y educación no convencional, se va tropezando con su propia inexperiencia, su deseo de agradar, su amor por Maxim, y la omnipresente primera señora de Winter, muerta en un naufragio, de la que cree que su marido todavía sigue secretamente enamorada. Porque Rebecca está presente en la distribución de las habitaciones, en los cajones del despachito, en el ala norte, en el servicio, en lo que no se menciona a Maxim y en lo que se habla a sus espaldas. Rebecca -encantadora, bella, elegante, sofisticada- es, en realidad, el secreto inconfesable de Maxim de Winter, que su segunda esposa no hace sino enfrentar, a pesar de que ni él ni ella quieran hacerlo.
Bienvenidos a Manderley, pues. Porque Manderley es ese mundo ordenado y tranquilo en el que todos hemos querido vivir alguna vez. No se me tome en sentido literal, por favor. Manderley tiene respetabilidad, estatus, empaque y el elogio de quienes nos rodean. Todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos sidos pavisosas e inseguras segundas señoras de Winter, agarrados a nuestras chaquetitas de punto, nuestras rebequitas insuficientes cubriendo nuestros medrosos seres mientras nos hemos enfrentado al cánon, a esa Rebecca que era todo lo que hubieramos querido ser y no podemos; falta el espíritu en forma de ama de llaves, Mrs. Danvers, que nos invita a ver las posesiones de la señora ausente y nos susurra al oido que todo eso será nuestro si invocamos el nombre de Rebecca, de la normalidad, de la apariencia. Cuando nos resulta imposible, nos invita a saltar desde la ventana de los aposentos de Rebecca, diciéndonos que puesto que no podemos ser así, mejor acabar con todo, tan fácil es saltar por la ventana, nos susurra la muy cabrona Normalidad con moño de Mrs. Danvers.
Hay quien todavía no le ha visto el juego y juega, enrebecado, a la comba, al pie del acantilado. Lo hace COLEGAS y, como todo, no es nada nuevo bajo el sol. No es nuevo porque ese mensaje de integración a través del camuflaje gris de la no visibilidad, de las rebecas de mangorina, de la actitud apocada, medrosa y complaciente -en este caso con un partido,el PP, que nos niega nuestros derechos, con una panoplia de expresiones y acciones llenas de cinismo, como poco- ya se intentó con una derecha más dura -EE.UU en plena Guerra Fría- y fracasó. Fracasó la sociedad Mattachine y sin embargo triunfaron los que empezaron a correr a puñetazos, taconazos y bolsazos a unas fuerzas del orden que se ensañaban contra ellos, quienes exigieron en voz alta frente a la Asociación Americana de Psiquiatría su derecho a dejar de ser llamados enfermos. No fueron, como nos fabula muy bien «Milk» los parecidos, sino los diferentes.
COLEGAS todavía no ha conseguido explicar por qué, junto a actividades beneficiosas para los gays, realizadas por sus esforzados voluntarios, da un premio por aceptar el matrimonio homosexual a unas juventudes del PP, las de Murcia, que no han admitido nada. O por qué ha pedido respeto para la sentencia del TSJCyL y no le ha pedido al Ministerio que recurra esa sentencia que parece contravenir las recomendaciones del Tribunal Supremo sobre que contenidos debe tener Educación para la Ciudadanía. O por qué critican la ayuda municipal a la manifestación del Orgullo en Sevilla, con argumentos tan regios como eso de que no representan a nadie señores en tanga. Sin embargo no lo hacen con la misma ayuda en Madrid; y tampoco ofrecen un modelo alternativo a una manifestación que una constrastada garantía de éxito hasta ahora, salvo quitar a los radicalmente diferentes, cuyos antecesores consiguieron los derechos de los que ahora disfrutamos todos y a los que COLEGAS parece no querer ni en pintura, y mucho menos en carroza
Cualquier mal pensado diría que el PP, con buen criterio de economía, ha externalizado su área LGTB en COLEGAS y lo usa como colchón contra las críticas. Yo, como no lo soy, quiero creer que están simplemente atrapados en su rebequita de mangorina, hecha de un poquito de homofobia interiorizada, mucha discreción, mucha grisura y mucho moño de ama de llaves y si no un armario, un vestidor, como el de Rebecca, bastante amplio, lleno, a su vez, de grises rebequitas de mangorina.
Pues Rebecca de Winter, sería todo lo fantástica que quieras, pero era un putón verbenero y una pedorra (con clase) calienta coños y pollas por igual. Además Lawrence Olivier estaba para mojar pan. Bien muerta que estaba (y prefefir al capullo del Sanders, vamos imperdonable). Que no aguantaba yo a esa zorra envuelta en cibellinas. A mí la que me caía bien era la hermana de Maxim. Yo soy así, de mariliendres gordas y cachondas.
en mi casa las rebecas siguen siendo rebecas y las sabrinas, sabrinas
por lo de demás ¿que quieres que te diga?
http://www.facebook.com/photo.php?pid=426261&id=1013364179&comments=#/group.php?gid=86289601492&ref=mf
Simplemente querías hablar de Rebecca, con excelente criterio. Colegas es la excusa. jejeje.
Bravísima la metáfora rebecquista.Aunque tampoco me costaría demasiado identificar a COLEGAS con la Sra. Danvers, metiendo el dedo en el ojo todo el día para que volvamos a la invisibilidad social y personal en la que se nos mostraba a Joan Fontaine al principio de la película. Que los que están a gustito en sus rebequitas de mangorina, a menudo quieren que todos los demás también lo estemos.
En otro orden de cosas, coincido con Guillermo, Laurence Olivier jamás estuvo tan atractivo como en esta película. Y encima, con una «choza» como Manderley.
Saludos y felicidades otra vez.
Supuestamente hay un subtexto lesbico.
El ama de llaves, Mrs. Danvers,estaría enamorada de la difunta señora Rebeca.De hay surge toda la animadversión contra la nueva señora.
Es una forma retorcida y perversa de añadir mas tensión a la película.
El malo es mas malo si su sexualidad se sale de norma.
Puto, no te me hagas el pluscuamperfecto. que a veces te pasas.
Y además no voy, porqu un rechazo tuyo me cuesta un ingreso en una clínica
Anoche soñé que volvía al armario… 😉
Buen artículo Enrique, nuestros logros son tan precarios y los homófobos tan poderosos que ceder un palmo nos costaría mucho.
¿que no vas adonde? ¿qué rechazo?
no me entero de nada, deben ser las pastillas de la alergia
Hablando de frivolidades, visibilidades y otros asuntos, vean quien ha resultado tener una madre lesbiana.
Nada menos que esa gran ideóloga e intelectual del Partido Republicano que es Miss California:
http://www.ambienteg.com/belleza/la-madre-de-miss-california-es-lesbiana
El tuyo capullo. Si es que eres corto hasta coger un pepunte…
Mmmmm no sé qué opino sobre ese tipo de activismo «de niños bien», tengo muy claro que es sobre todo a las «locas» a quien podemos agradecer nuestra situación actual, y desde luego fue y sigue siendo imprescindible romper los esquemas de la gente y rebelarnos, buscar nuestro sitio y dejar claro que somos como nos da la gana.
Las plumas y los tacones representan para mí una forma de decir ¿ah, no os gustamos los afeminados y las marimachas? pues tomad, espera q me subo a una carroza hiper tuneada, e id acostumbrándoos a ver esto porque este también es nuestro mundo y sólo hay una vida,para nosotros también.
Estos otros activistas «niños bien» prefieren, con paciencia, buscar la simpatía del homófobo, así q intentan reprimir lo que al homófobo no le va a gustar, congraciarse con ellos, y por eso no se identifican con la carroza…
Pues la verdad es q creo q es bueno q haya diversidad también entre nosotros, y cada uno trabaja de forma diferente por una misma causa. No quiero juzgar su forma de ver las cosas, ya que es algo muy personal identificarse con las locas o no.
Cada uno es como es… con pluma o con rebequita (aunque al homófobo igual le da el mismo asco en el fondo), activistas o no, y estos al menos lo son y luchan a su manera.
Pero sí q tengo claro q las locas, las drag, los osos en carrozas… me dieron desde la primera vez q lo vi en la tele un mensaje de libertad y de diversidad que me hizo mucho bien.
Ha tenido q haber muchas «locazas» agredidas para q explotáramos, mucha represión y nunca deberíamos renegar de los que lo llevan escrito en la frente.
Huy, esto es una nueva vuelta de tuerca al debate sobre el outing. Mi posición (restrictiva) sobre el outing sigue siendo la que describí aquí, pero sé que otros tenéis una posición que justifica el outing en más casos. ¿Cómo véis lo veis en este caso? ¿Se puede sacar del armario a una persona, porque sus hijos sean homófobos públicamente? Si la respuesta es que no, ¿cambia algo que esos hijos, además de ser públicamente homófobos, se hayan vanaglorian públicamente de que esos valores (buenos, a su entender; homófobos, al nuestro) se los haya inculcado, según ellos, su padre? ¿Y si no dicen que se los hayan inculcado (activamente), sino que simplemente dicen que han tomado como ejemplo o modelo a su padre, que los encarna? ¿Y si esa persona no es su padre, sino que es un maestro, un vecino, un personaje conocido que les gusta…?
Yo tendería a responder en todos estos casos que no, que el punto de partida tiene que ser siempre la conducta pública de la persona a la que se le hace el outing, pero reconozco que lo que hacen algunos padres es utilizar a sus hijos como proxies de su conducta pública. De ahí que tenga mis dudas. ¿Cómo lo veis?
Más o menos OFF TIESTO
A nadie le pilla de sorpresa
me he sonreido varias veces leyendo tu artículo
«Un montón de personas adultas que se encierran en un edificio a vestir ropas raras y a hablarle en voz alta al protagonista de su libro de ficción favorito. »
Lo pongo en negrita de lo fantástico que es, jeje. Gracias, Dr.Turbio.
¡ay por dios si me están tirando los tejos!
no me pasaba desde el año 94 o así!!!
A ver, zare, el nombre completo es Maximiliam Alexander Fortesquieu de Winter o me dejo alguno fuera? Es que lo he buscado por el Google y no me sale
George Fortescue Maximilian de Winter, pero en Manderley le llamamos ‘Maxim’.
Oddy, para quitarse el sombrero.
Hasta los planos de los cimientos, te digo
¡Huy, Puto! ¡Qué peligro tienes! Me parece que le acabas de romper el corazón a alguien… 😀
Por cierto, Oddy, yo también soy fan de Maruja Jarrón y de sus tres hijos. 😀
Impagable Ángel Garó, desde luego.
mira que me habían pasado cosas desde que escribo en dosmanzanas pero como ésta ninguna, jajaja
¿no tendrás entre 18 y 18 años y medio, delgadito, rapado y con algun pelillo en el bigote? porque sería el colmo 😉
Muy bueno el artículo, tendré que volver a ver Rebecca con este otro punto de vista. Ah, por cierto, yo sí soy mal pensado.
Enrique quiero decirte que me gusta leerte, que escribes muy bien.
Bonita metáfora y bonito homenaje a una de las mejores pelis del mejor de los directores(aunque a Mr Hitchcock no le gustase demasiado).
«Cuando nos resulta imposible, nos invita a saltar desde la ventana de los aposentos de Rebecca, diciéndonos que puesto que no podemos ser así, mejor acabar con todo, tan fácil es saltar por la ventana, nos susurra la muy cabrona Normalidad con moño de Mrs. Danvers.»
Esta frase me resulta más escalofriante que la propia película de Hitchcock. Genial, Enrique.
Cuidado con las asociaciones que dicen defender unos derechos y resulta todo lo contrario, aquí en Galicia lo vivimos con Galicia Bilingüe una asociación que ahora se ha descubierto que ha sido fundada por un miembro de las FAES, resulta que ha creado un conflicto lingüistico que aquí no existía.
Según ellos defendían un bilingüismo armónico pero resulta que ahora la nueva Xunta ya está hablando de un Aparheid separar en las aulas los que quieran que les enseñen en castellano de los que quieran que les enseñen en gallego.
Abrá que mirar quien está detrás de COLEGAS, porque me huele muy mal tanta defensa de lo indefendible.
Por cierto como decimos por aquí, «ponte la rebequita que por la noche refresca».
Cuanta mentira y cuanta manipulación, no por COLEGAS sino por todos los que creeis que el asociacionismo homosexual debe ser unitartio, seguidor de todos los que día a día insultais a una asociacion que lleva 20 años luchando por la igualgad LGBT, claro que muchos de vosotros todavia no habíais nacido.
La manipulación que hace que una propuesta de COLEGAS contra la homofobia en el congreso se la apropién flegeteros, y mienten cuando dicen que no exige la retirada del recurso de pp. Pero veo que esa es la tónica de este portal que en vez de ser pro lgbt, debe decirse que solo apoya a los gays de izquierdas y seguidistas de una sola verdad… seguid mintiendo que os crecerá la nariz…
Bueno, me parece interesante el artículo. Pero lo que me ha hecho caer las pestañas a plomo ha sido el comentario de Turbio.. Anoche soñé que volvía al armario…. Simplemente genial.. y escalofriante, como la señora Danvers.
Me ha gustado mucho eso de que el PP ha externalizado su área lgtb en COLEGAS… pues sí, eso parece, muy típico de los ultraliberales. Y yo añadiría que le ha debido entregar la gestión del chiringuito a alguien no muy diferente del Bigotes.
Fantástico el artículo, Enrique. Y comparto ese fetichismo por Rebecca.
‘Manderley es una mansión con espíritu de emboscada (…) Ese mundo ordenado y tranquilo en el que todos hemos querido vivir alguna vez’. Sencillamente genial, Enrique. Cada vez me admira más cómo manejas el lenguaje. Chapeau, amigo 🙂
Hablas, Enrique, de esa nueva edición del «mattachinismo» de Colegas, mientras Raúl Madrid escribió el otro día un excelente artículo, «Los alegres mutilados», en el que nos hablaba sobre los ex-gais y sobre la supuesta «curación» de la homosexualidad.
El hecho de que en pleno siglo XXI andemos todavía con estos temas creo que es una prueba irrefutable de que Nemo, en su también excelente artículo «Perdidos» tenía razón: a veces parece que no avanzamos, sino que damos vueltas en círculo. O lo que es peor: que andamos hacia atrás como los cangrejos.
Por cierto, yo también soy de los malpensados del último párrafo. Y mucho tendrá que cambiar Colegas su actitud hacia el PP y su manera de enfocar el activismo en público (con el trabajo de los voluntarios no me meto, pues no lo conozco) para que deje de serlo.
Crasamet: «esa nueva edición del “mattachinismo”«.
No quiero hablar de Colegas, sino de estrategias en general. ¿No creéis que una determinada estrategia puede fracasar en un momento histórico, pero ser la más adecuada (la que mejor puede conseguir objetivos) en un momento diferente?
Lo pregunto, porque el argumento «no hagas eso porque la sociedad Mattachine lo intentó y fracasó» no me parecen convincentes del todo. A menos que exista una incompatibilidad esencial entre la estrategia y sus objetivos, fracasos anteriores no garantizan fracasos seguros, del mismo modo que éxitos anteriores —y ahora estamos en época preelectoral— no garantizan éxitos futuros.
Insisto que no me estoy refiriendo a Colegas, ni siquiera a la sociedad Mattachine en general, sino a la necesidad de reajustar, reevaluar, replantear las estrategias al hilo de los tiempos y las circunstancias, para lograr los objetivos.
Bueno, Zar, yo no me considero un teórico de la estrategia, ni del activismo lgtb precisamente, por tanto la respuesta que voy a dar a tu pregunta es muy de andar por casa.
Es evidente que en el hundimiento de la Sociedad Mattachine influyó el momento histórico: mayo del 68, revolución sexual, movimiento hippy, surgimiento de un activismo lgtb más agresivo a partir de los sucesos de Stonewall, etc. Pero creo también que los hechos han demostrado que una postura basada en la no visibilidad es intrínsecamente errónea. En nuestro país, el debate sobre los derechos lgtb (primero ley de parejas, luego matrimonio, adopción, ley de identidad de género, etc.) se ha puesto sobre la mesa y ha conseguido los niveles de reconocimiento legal que ha conseguido precisamente a partir de nuestra visibilidad tanto ante la opinión pública como ante los políticos. Y la principal herramienta en esa visibilidad ha sido la manifestación del Orgullo.
En el caso concreto de la postura de Colegas frente al Orgullo, te diré que son varios los aspectos por los que no estoy de acuerdo con ella.
En primer lugar, no estoy de acuerdo con un planteamiento según el cual tenemos que ser en todo -hasta en nuestro aspecto externo un día, como el Orgullo, de reivindicación, pero también, ¿por qué no?, de fiesta- igual que los heterosexuales para que estos nos acepten. Lo importante de las manifestaciones son los contenidos, lo que se reivindica, pero los que se oponen al orgullo se quedan en las formas («a mí un chico en tanga no me representa»).
En segundo lugar, me resulta bastante curioso, pero da la impresión (y lo digo con todas las reticencias que me producen siempre las generalizaciones) que los que más se oponen al orgullo con la excusa de que es un exceso ético y estético, que lo que tenemos que hacer es integrarnos día a día en la sociedad heterosexual, en su modelo, para que ésta nos acepte, son luego los que más tibios se muestran a la hora de defender nuestro derecho a participar de una institución tan tradicionalmente heterosexual como el matrimonio.
Y en tercer lugar, y también sin ánimo de generalizar, cuando leo las posturas en favor y en contra del orgullo, sobre todo aquí en DM, siempre termino con la impresión de que, mientras los que estamos a favor no somos excluyentes, no rechazamos a nadie, vaya en tanga o de Armani o se queden en casa, los que se muestran en contra sí: quieren, sencillamente, que no se celebre.
¡Pero qué poquito sentío del humor joé!
Crasamet: estoy de acuerdo y mis reflexiones, sobre todo preguntas, también son de andar por casa.
El problema fundamental que veo en el planteamiento de Colegas es su carácter excluyente. Entiendo que alguien pueda tener los mismos objetivos, pero no se sienta cómodo con las formas; dicen «no me siento representada con las carrozas». Pues vale. Pero lo que me parece contraproducente es que *ataquen* a los demás colectivos gays o que se *lamenten* de que una ciudad vaya a acoger un desfile del Orgullo.
Que no vayan, si no quieren. O que vayan con su propia pancarta, sin carrozas ni tacones.
Es más, creo que puede haber espacio para estrategias alternativas. Harvey Milk se pone traje y corbata en un momento dado y, cuando está en el poder, es implacable empleando los medios políticos de que dispone.
La misma ley española de matrimonio gay tuvo que pasar un trámite, cruzar pasillos hasta llegar al Consejo de Ministros, superar la resitencia inicial de Zapatero a la adopción y después avanzar por las Cortes. Para mí, López Aguilar fue la clave para lograrlo como se logró.
Por eso se equivoca Colegas: no todo tiene que ser carrozas, no todo puede ser carrozas, pero nada justifica que se ataque a quienes van en ellas, máxime cuando históricamente han sido el movimiento que ha dado resultados importantes.
Creo que lo que les pierde es la rabia. Están como rabiosos contra las demás organizaciones y, por eso, iniciativas propias que seguro que son interesantes las emborronan cuando se muestran tan agresivos con las iniciativas de los demás.
para un pretendiente que me sale me lo habeis hundío en la miseria de los negativos 🙁
Los votos negativos son celos, jack. Pretendientes tienes muchos, pero saben que la competencia es feroz. ¡Cualquiera se arriesga!
Crasamet, no estoy muy de acuerdo con tu lectura del debate del orgullo en DM, en el que yo he participado aquí en muchas ocasiones.
Es cierto que algunos dudamos de que el orgullo «clásico» generador de fotos de portada con maquillaje y disfraces excéntricos sea *ahora* la mejor estrategia. Y con eso no le quito ni un ápice de mérito a lo que nos ha dado (no tanto a nosotros, creo, pero sí en general) esa «estrategia». Pero sí he utilizado otras veces el argumento de Zarevitz al revés: estrategias que un día funcionaron, puede que hoy no sean ya las más adecuadas, en este caso por la frivolidad de los medios (o mala uva, según) a la hora de hacer llegar ese día a los millones de personas que nunca han ido y por tanto no han experimentado la refrescante diversidad y el buen rollo que realmente se respira ese día.
El caso es que en ningún caso eso va acompañado de ninguna «tibieza» a la hora de defender el matrimonio o cualquiera de nuestros derechos, ni significa que rechacemos sin matices el orgullo, o dejemos de ir.
Tampoco puedo coincidir con tu tercera conclusión, cuando he experimentado en varios hilos que si intentas, aunque sea razonada y educadamente, debatir sobre este tema, a la mínima crítica o matiz al orgullo en DM se te echan encima, te tachan de homófobo, te dicen que si no te gusta no vayas, etc. Eso me ha pasado a mí varias veces, y en alguna ocasión precisamente contigo, por eso no me parece justo eso de «no somos excluyentes, los otros sí», y desde luego es simplista decir que manifestar críticas al orgullo sea pedir que no se celebre. Desde luego no es mi postura y no recuerdo que fuese la postura de nadie por aquí (al menos de los que han debatido más o menos razonablemente, que son los que pudiera recordar).
Dicho esto, que conste que no defiendo para nada la protesta de COLEGAS, porque su desprecio al orgullo en Sevilla, tal como estaba expresada, tenía un tufillo algo despreciativo.
Bueno, gracias a todos por vuestros comentarios. De nuevo, tanto los negativos como los positivos, como los off tiesto, son enriquecedores
Flirteos aparte (Guillermo, Puto 😉 ) empezaré por loka. No, yo no pido el unitarismo del movimiento homosexual, como no pido el unitarismo del movimiento político. Respetando lo que hace COLEGAS (como por ejemplo su acción en Marruecos, aunque pueda no parecerme lo más adecuado, pero es una estricta opinión personal y, desde luego, frente a la inacción o el silencio, mucho mejor que cualquier otra) simplemente establezco que hay acciones que son divergentes de su linea de protección del colectivo LGTB. ¿En que sentido? En darle cancha a un partido que nos niega y nos quiere en un nicho de segunda clase. O en su sempiterna y ya casi tradicional crítica al Orgullo. Si los señores en tanga, los travestis, las carrozas, la gente que baila y participa están mal acompañando una pancarta, quiero saber que piensa COLEGAS que está bien, porque así todos mejoramos. Y lo peor de todo es que con esas acciones y manifestaciones empañan todo lo demás. Mira, loka, COLEGAS organiza unas conferencias sobre libertades en Cuba, y se nos saca lo de la homofobia del régimen cubano. No soy un defensor de Cuba. Mientras que tengo amigos de derechas que se van a pasar las vacaciones allí, yo, con un compromiso ético que me califica de tonto del bote, no voy porque no considero ético que el dinero que me gaste vaya a las arcas de un estado dictatorial, de manera directa o indirecta (aunque yo mismo haya reconocido el beneficio del turismo en este tipo de países). Lo que me parece de un cinismo insultante es que alrededor de Cuba, en ese mismo ámbito geográfico, hay países democráticos que son tanto o más homófobos que Cuba y no se haya dicho ni mu por parte de COLEGAS. En este particular reparto de Tordesillas del mundo a criticar la FLGTB creo que tiene algunos pasos en falso, también. Y lo que me parece más cínico de todo es que no se reconozcan los pasos del gobierno (dictatorial) cubano con respecto a la igualdad en esas mismas conferencias y de manera destacada.
Zarevitz, es que yo estoy de acuerdo con Crasamet. A ver, creo que todas las estrategias son compatibles, salvo las negativas. EL Orgullo es un arma de comunicación poderosa, precisamente por lo anárquica. Es un desfile colorista, si. Y reivindicativo tambié, y creo que en eso radica su fuerza. La visibilidad va con el sotto voce, como con la boa, siempre que haya respeto. Y como dice Crasamet, las políticas excluyentes, vengan de donde vengan, no es respeto. Y tampoco es excluir decir que las políticas excluyentes son excluyentes, como es el caso de COLEGAS
Bueno, Nemo y Raúl, gracias a los dos por fijaros en el lenguaje. Y gracias a puto también, por fijarse ;). Me siento halagado y me ruborizo, soy un terrible tímido, aunque no lo parezca.
Gracias a todos, de verdad. Y si, Zarevitz, era una excusa para hablar de Rebecca
al, en los debates sobre el orgullo en los que he participado aquí y que están en el archivo, se ha hablado con quien quería hablar y nos hemos enfrentado a aquellos que se dedicaban a insultar.
Cuando la Fundación Triángulo piensa que no se siente representada en el asociacionismo actual y decide crear una institución aparte, esté de acuerdo o no, me parece respetable. Pero cuando COLEGAS (y las asociaciones alternativas) buscan su espacio, no ocupando el que ellos creen que está vacío, si no insultando al resto entonces ya no hay respeto que valga.
Sólo digo que me llama la atención. En este foro se debate el más mínimo aspecto relacionado con el mundo gay, lo cuál para mí al menos es muy enriquecedor. Sin embargo este tema se considera «cerrado», o estás con el orgullo o estás contra él, sin matices. Se puede pensar que es un debate ya muy manido, pero otros más manidos se siguen machacando una y otra vez. Por otra parte, es evidente que el debate no ha terminado si gente razonable como Crasamet traza ese perfil tan grueso e inexacto de todo aquel que critica el orgullo, al que parece meterse ya en el mismo saco ideológico que Colegas.
La homosexualidad tiene miles de años de historia; el orgullo, cuarenta. No hagamos dogma de algo que no lo es. Y sí, han sido cuarenta años extraordinariamente fructíferos en la lucha LGBT, pero como dije antes, cada momento tiene su estrategia.
Bueno, Al, precisamente: ¿cual es el cambio de estrategia propuesto? ¿Y en que no encaja el Orgullo en esa estrategia?. Creo que son dos preguntas alrededor de las cuales habría de articularse el debate
Huy, Al, gracias por llamarme razonable, 🙂
Ahora en serio, es posible que la descripción que he hecho yo de las dos posturas parezca un poco gruesa, pero dejando aparte el hecho de que ya dejé bien claras las reticencias que me producían las generalizaciones, creo sinceramente que si mi análisis parece grueso es porque el debate aquí en DM me ha parecido siempre eso: grueso. Ave y tú, con motivos y enfoques distintos, sois, si no recuerdo mal, prácticamente los únicos en este foro que habéis intentado introducir en vuestros comentarios críticas matizadas al Orgullo tal y como está planteado actualmente. El resto de comentarios contrarios al orgullo han estado plagados (insisto: por lo general; puede que me olvide ahora de alguno más que no sea así) o bien de la plumofobia más ramplona, o bien de una intencionalidad anti-FELGTB de uno y otro signo muy clara.
Por otra parte, en tu desacuerdo con el último párrafo de mi comentario 36, me parece que poner la frase «si no te gusta no vayas» como un ejemplo de que los partidarios del Orgullo aquí en DM sí somos también excluyentes, me parece una especie de petición de principio para poder poner las dos posturas al mismo nivel de la balanza.
Me explico: Cuando los que hemos defendido el Orgullo en esta web hemos dicho (yo he sido el primero) lo de «si no te gusta no vayas» nuestra intención, al menos en mi caso, jamás ha sido la de decir «son lentejas, si quieres las comes y si no las dejas» (que es lo que tú pareces haber entendido) sino que en el Orgullo se admiten todas las posibilididades: el que quiere ir a lucir palmito, va a lucir palmito, el que quiere ir vestido de cura para parodiar la homofobia de la Iglesia, puede hacerlo, el que quiere ir con una pancarta, va con una pancarta, el que quiere ir vestido de ejecutivo agresivo, puede ir perfectamente con su traje y su corbata (aunque se achicharrará de calor, eso sí). Y por supuesto, el que considere que el Orgullo no va con él de ninguna de las maneras, puede perfectamente quedarse en casa o ir al cine, o si considera que son factibles o viables otras estrategias, ponerlas en práctica. Porque a eso me refería en definitiva, a que el Orgullo no excluye para nada en absoluto otras estrategias. Estar todo el día piándolas porque lo que se ve en los medios es la pluma y el tanga y a uno no le gustan la pluma y el tanga sí excluye. O por lo menos muestra un rechazo bastante claro hacia un sector de la gente que participa en el Orgullo.
Es posible que el Orgullo esté muriendo de éxito y que haya que plantearse otras estrategias, no lo sé. Eso se lo dejo a la gente de los colectivos. Yo mismo he dicho en esta página que el día que, en plena manifestación del Orgullo, me di un beso con mi pareja y los espectadores (porque no tienen otro nombre: espectadores) aplaudieron, me sentí un poco extrañado, como si fuera el protagonista de un espectáculo, cuando desde luego no se trata de eso. Pero qué quieres, que te diga, si el éxito de nuestras reivindicaciones (de las que se han conseguido, claro, que todavía queda mucho camino por recorrer) ha venido de la mano del éxito mediático, y el éxito mediático ha venido de la mano de los chulazos en tanga, pues bienvenidos sean los chulazos en tanga. A mí, desde luego, no me molestan para nada.
Además, y sé que con esto voy a desatar para algunos la caja de los truenos, el día que el lado reivindicativo del Orgullo ya no sea necesario, bien porque ya no tengamos absolutamente nada que reivindicar (huy, qué utopía), bien porque la reivindicación se haya traslado completamente a otros terrenos, no veo qué mal hay en que la marcha del Orgullo sea exclusivamente eso, una marcha lúdico-festiva. Será el día en que en Madrid, lo mismo que tenemos una «fiesta de la bicicleta» o una «maratón popular», tengamos una marcha del Orgullo. Simplemente.
Todo lo anterior, referido al debate aquí, en DM.
Porque respecto a la postura de Colegas, ya expresé en su momento mi opinión. Una cosa es una opinión de un particular, en este foro o donde sea, que no deja de ser eso, una opinión individual exactamente igual que la mía, con la que puedo, por supuesto, estar o no de acuerdo, y otra cosa muy distinta es que nada menos que todo un colectivo se oponga al Orgullo, a los colectivos que lo organizan y a la administración que ha decidido apoyarlo. Esto me parece tirar piedras contra nuestro propio tejado. Repito lo que ya expresé en su momento: ¿te imaginas a un sindicato cuestionando que haya manifestaciones el 1 de mayo?
¿Que consideran que el Orgullo hay que hacerlo de otra manera? Pues nada, que se pongan manos a la obra y lo hagan. Punto. Pero cuestionar el Orgullo desde un colectivo es, hoy por hoy, darles las razón a los que consideran que deberíamos volver todos al armario. Y desde un colectivo que dice defender nuestros derechos, para más inri.
Por cierto, y a modo de postdata: lo de la tibieza a la hora de defender el matrimonio no lo decía por ti, Al, sino precisamente por Colegas.
Estoy de acuerdo con lo que decís del orgullo Oddyseus,Crasamet… Por mucho que se critique últimamente que si prima el aspecto comercial, que si se ha pervertido su significado, que si muchos gays no se sienten representados… la gente va porque le da la gana, y cada cual participa en él por sus motivos particulares, y el orgullo será e irá evolucioando hacia lo que la gente quiera, y lo digo yo que vivo en una ciudad pequeña y lo vivo con cierta distancia.
Por otro lado ¿Colegas existe? Es que da la impresión como si fuera algo virtual, algo de lo que se habla pero nadie sabe lo que es, y nadie sabe dónde están esos supuestos activistas.
No sé, Miss Nancy. Yo aún sigo esperando que Chico (coleguero de pro a juzgar por su enlace), me dé argumentos para sentirme representada por COLEGAS pero, hasta ahora, sólo he recibido insultos.
Bueno, Crasamet, no puedo más que agradecerte el tiempo y el esfuerzo por situar y explicar tu postura. Y como suele pasar, al final esas posturas no están tan lejos. Creo que efectivamente me he visto aludido en comentarios que no iban por ahí. Pero repito, muchas gracias por clarificar el mensaje 🙂
Odysseus, no te voy a seguir estropeando el post con un off-topic con el orgullo 🙂 Mi problema con el orgullo: me obsesiona la pedagogía, que la gente nos conozca y comprenda como base para eliminar los prejuicios y la discriminación. Pero cientos de miles de personas identifican «LGBT» con lo que ven ese día, y lo que ven es lo que ven es la ¿malintencionada? foto de La Razón con los disfraces más esperpénticos. Ni rastro de la diversidad real que (los que vamos lo sabemos bien) domina el orgullo.
Mi «deseo»: que todos los artistas, escritores, intelectuales, políticos y famosetes varios que sean LGBT fuesen convocados y acudiesen a la manifestación de forma organizada. Los escritores LGBT firmando libros, los actores firmando autógrafos, los cantantes dando conciertos… Álvaro Pombo junto a Amenábar y Cantizano: diversidad pura. Si se hiciese, los titulares y las fotos las acapararían ellos, lo cuál no quitaría que no se viese también el lado lúdico/colorista/carnavalesco que por sí mismo por supuesto que es divertido y no hace ningún daño.
Imagináos a todos los personajes públicos conocidos LGBT juntos en una manifestación, sería tremendo, y mediáticamente brutal…
También aprovecharía estos famosos para potenciar actividades culturales paralelas (por ejemplo festivales de cine) que sean lo suficientemente motivadoras como para no ser lo que son hoy, la letra pequeña que la gente se salta en el programa para ver cuándo es la fiesta en la casa de campo.
En resumen, motivar por lo cultural/interesante y aprovechar que vivimos en la era mediática en la que un personaje conocido puede hacer más por la visibilidad que un colectivo entero. No es que yo esté a favor de eso, pero oye, es adaptarse o morir.
Creo que el tiempo de ser visibles a cualquier precio ya ha pasado, porque afortunadamente tenemos más canales de expresión. Pero vamos, que sólo son ideas, y que sólo pido el derecho a poder expresarlas sin que se me compare con gente de ideas «sospechosas» 🙂
Al, con todos los respetos tu comentario, sobre todo el párrafo que empieza con «Mi deseo» me recuerda un poco al I have a dream…de Martin Luther King. Me parece muy utópico lo que dices, y por otro lado no me parecería tan meditaticamente brutal la imagen de Pombo, Amenábar,Cantizano…desfilando en plan juntos como hermanos miembros de una iglesia ( fui a misa hasta los 16 y me acuerdo de esta canción)…,sino más bien un poco surrealista.
Por otro lado Cantizano ¿es gay? ¿cuándo ha salido del armario? Si la gente supuestamente gay no lo dice todavía hacen falta muchos orgullos.
Bueno, Al, después de que te has deshecho en agradecimientos hacia mí, no me veo con ánimo de rebatirte nada. Lo dejo para otro día.
Me quedo con que has hecho una propuesta: eso ya es mucho más de lo que solemos leer por aquí en cuanto sale el tema del Orgullo.
Miss, por supuesto que es utópico. Igual que muchas cosas que se hablan aquí, ¿no? El orgullo se hace igual en decenas de ciudades y es evidente que lo que yo diga (o lo que diga Colegas, en una línea diferente) no va a cambiar nada. Pero opinar es gratis 🙂
La mezcla es surrealista, sí, ahí está la gracia: que gente tan diversa se comprometiera con el orgullo le daría una fuerza (al menos mediática, que es la que me tiene a mí preocupado) tremenda.
Cantizano es gay, ¿no? ops, igual me he colado, pero es lo que se dice, creo…
Joder AL… Los que leen la razón pensarán exactamente lo mismo de nosotros aunque todos vayamos de ejecutiv@s… El dia en que los catolicos dejen de salir con falditas cortas y sandalias doradas en semana santa ( y no veo a nadie preocupado porque no les comparen con un «armao» (que bien que recuerda a «armarizao») y vestidos del KKK entonces aceptaré que digan que lo nuestro es un carnaval.
Mercedes, no me entiendes. No quiero que piensen una cosa u otra (cada uno es libre de pensar como quiera). Quiero que tengan la información suficiente para formar su opinión. Y aunque nos resulte increíble, hay miles de personas que piensan que un gay es *necesariamente* un personaje disfrazado y maquillado, con el perjuicio que ese prejuicio (vaya frase) tendrá en su percepción del fenómeno LGBT.
Hay dos orgullos: el que yo disfruto en las calles de Madrid, con una diversidad increíble y participación activa y cómplice de heteros y familias con niños, y el que ven otros en el periódico.
Al, te parafraseo.
Aunque te parezca increíble, hay también miles de personas que piensan que un gay es *necesariamente* un personaje disfrazado y maquillado, porque a pesar de que tienen a su alcance información para comprobar que la homosexualidad es mucho más, no les da la real gana de hacerlo: su propia homofobia se lo impide.
Yo he escuchado comentarios homófobos contra Antonio Gala, por ejemplo, que va siempre muy peripuesto, el hombre, pero no se puede decir que se disfrace en el Orgullo, precisamente. Si alguien, en la España del siglo XXI, sigue pensando que los homosexuales son sólo esas personas que una vez al año salen disfrazadas en la tele, o es capaz de decir, como dijo el jefe de almacén de una empresa en la que yo he trabajado, en una confusión entre homosexualidad y transexualidad que a mí me dejó alucinado, que todos los homosexuales nos hormonamos, es porque su propia homofobia le ha puesto unas orejeras del 15 que le impiden ver más allá de sus narices. No es culpa ni de los medios ni del orgullo.
Al,tienes que tener claro que es imposible controlar lo que la gente piensa. La gente que tiene prejuicios los va a tener igual aunque la portada del períodico del día siguiente al orgullo fuera como dice Mercedes.Siempre tendrán o buscarán un motivo para estar en contra y criticar.
¡La hostia! Jamás me habían puesto tantos negativos como en este post.
Debe estar todo infectado de colegueros.
Y mientras tanto, siguen sin explicarme por qué debería sentirme representada por COLEGAS.
¡Qué desilusión! 🙁
Aisssss…. Queria decir infestado. Las lágrimas no me dejan ver el teclado. 😉
Crasamet y Miss: insisto en que yo no tengo intención de decirle a nadie lo que tiene que pensar. Pero sí me gustaría hacer mucha pedagogía, porque es sorprendente la ignorancia de muchísimas personas sobre el fenómeno LGBT, y estoy convencido de que si nos entendieran mejor, desaparecerían muchos prejuicios.
¿Todos? No. Un grupo de irreductibles homófobos seguirá siempre resistiendo. Eso nadie lo duda. Pero creo que acabarían siendo eso: una minoría.
En lo del jefe del almacén, por ejemplo, diferimos. No hay que dar por sentado que ese tío sea un homófobo: seguramente no ha visto un gay en su vida o no se ha interesado mínimamente por comprender el fenómeno. Digamos que es un «homófobo en potencia», pero sorprende ver cuántos cambian radicalmente simplemente con explicarles un par de cosas (os habrá pasado alguna vez, supongo).
El orgullo insiste *tanto* (en su versión mediática) en la imagen del disfraz y la extravagancia que puede dar a estos ignorantes un mensaje equívoco. Esa es la crítica que yo le hago, al menos.
al, no sé la edad que tienes pero da la impresión de que te importa mucho cómo te ven los demás, yo esa etapa ya la tengo muy superada.
Lo de hacer pedagogía para que nos entiendan me chirría un poco. Yo no quiero que me entiendan sólo que me respeten. El pretender que te entiendan, tener que explicar etc. denota un poco la idea de que eres inferior, raro…y los demás ( los heteros) tienen que hacer un esfuerzo para comprenderte y de ahí pasar a la manida tolerancia, si es que entras en los parámetros que ellos consideran aceptables, y te dan su parabién.
¿Y para hacer pedagogía Al queires que otr@s se armaricen?. Menuda pedagogía. Sobretodo tan cargada de apertura mental y tolerancia como la de esos a los que quieres convencer, me temo.
Mercedes, parece que insistas en leer cosas que yo no he escrito. ¿De dónde te sacas que yo quiero que nadie se armarice?
Miss: tengo 31, pero el psicoanálisis es bastante acertado 🙂 Es una crítica que me hace mucho mi novio, el que me importe demasiado lo que piensan los demás.
Sin embargo, no veo porqué te chirría el tener que explicarte. Quizá confundes explicar con justificar. Se explican las cosas que no se entienden o se han aprendido mal. Se justifican las cosas que son o se sienten malas.
Las personas crecen con unos prejuicios injustos y llenos de mitos y mentiras. No veo qué problema hay en rebatírselos. Que luego sigan en sus trece, o pasen a esa tibia tolerancia de la que hablas, o con suerte lleguen a eliminar toda barrera, eso ya depende de ellos. Pero sería hipócrita cerrarles la puerta sin darles una oportunidad cuando yo mismo, con quince años y aún sin pasar por el «proceso» tenía los mismos prejuicios y el mismo rechazo a la homosexualidad.
Pero vamos, que ya sé que esto lo tengo perdido y veo que ya voy cosechando negativos 🙂