Sufrimiento para todos
Hace unos días leíamos en DM una carta extraordinaria titulada Un hombre como Dios manda, firmada por Fernando, un lector y comentarista habitual de nuestra web. Emocionante hasta quitar el aliento, escrita con el corazón, la carta narra la tormentosa relación entre un hijo homosexual y su padre, un psiquiatra fuertemente atornillado al ideario integrista del Opus Dei. Lo primero que me gustaría hacer es dar las gracias a Fernando por contarnos su historia, y luego pasaría a recomendar el texto a todos los que aún no lo hayan leído.
La carta es tan rica e interesante que permite muchas y variadas reflexiones; a mi lo que más me ha llamado la atención de la historia de Fernando es su capacidad y su coraje para liberarse, siendo muy joven, de las cadenas que le ataban a su núcleo familiar, gobernado con mano dura por un padre que quintaesencia el rigor extremo e irracional del Opus Dei. (Alguien dijo que hay una novela o un guión cinematográfico en la mezcla de coraje y madurez que demostró nuestro protagonista: comparto esa idea). Yo he procurado hacerme una pregunta muy sencilla al hilo de la historia que nos cuenta Fernando: ¿Qué gana un padre con educar a sus hijos en la homofobia extrema? ¿Qué puede haber de positivo en inculcarle a tu propio hijo el odio visceral hacia una forma de sexualidad que se da en un, aproximadamente, diez por ciento de la población? ¿Por qué hacerlo? Las respuestas que se me vienen a la cabeza son escuálidas, supongo que tendrán que ver con los mandamientos obligatorios de una religión, con la procreación como objetivo vital irrenunciable, con la rectitud de una moral o de una tradición… no sé, se me escapan, pero me atrevo a decir que en una decisión de este calado falta algo esencial en las relaciones entre un padre y un hijo: el sentido común. Los padres que siguen a rajatabla el rigorismo homófobo del Opus Dei – por seguir con el ejemplo que nos ocupa – deberían ser conscientes del daño potencial que pueden estar infligiendo a sus propios hijos. Deberían plantearse, aunque solo sea por un breve instante, un no improbable escenario de futuro: que alguno de ellos sea homosexual. Estos padres no sólo estarán inoculando a su propio hijo un poco saludable odio hacia sí mismo, además le estarán obligando en un futuro a tomar una dolorosa decisión: o su sexualidad o su familia. Si el hijo homosexual, llegado a adulto, tiene la valentía de no renunciar a su sexualidad, si se enfrenta a su familia y tiene el coraje de vivir su propia vida, el conflicto está servido, van a sufrir todos: padre, madre, hermanos, tíos… y, por supuesto, el propio hijo, el que más… (aunque luego respirará aliviado…). Y si el hijo decide vivir dentro del armario y casarse como Dios manda, si decide vivir como le han enseñado, sólo sufrirá él, eso sí, sufrirá por todos, toda su vida, sin cesar, y solo tendrá una opción para ser moderadamente feliz: acomodarse a las convenciones de la hipocresía. Eso sí, su padre, el satisfecho papá homófobo, feliz con el mundo y con las enseñanzas recibidas de la Obra, se sentirá orgulloso de su hijo, bien casado y seguramente con una buena profesión convenientemente elegida por él mismo (este tipo de papás también impone profesión, estatus social de la pareja, amistades, ritos religiosos… etc)…, pero se habrá obviado lo más importante: la felicidad de su propio hijo. ¿Cómo se puede ser tan egoísta? Aunque es seguro que estos papás piensan que incluso si su hijo fuese homosexual – ya sé que no se lo plantean, es mera conjetura-, lo mejor para su propia felicidad sería que se casara con una persona del otro sexo y viviese como Dios manda y tuviesen muchos hijos… ¿Cómo se puede ser tan ignorante?
Llegado este momento no puedo evitar hacerme de nuevo la misma pregunta, aún a riesgo de resultar redundante: ¿Quién sale ganando al educar a su propio hijo en la homofobia? Nadie. Absolutamente nadie… Educar a tus propios hijos en la homofobia es egoísta, profundamente irresponsable, pero también es otra cosa: un completo absurdo. Se me viene a la cabeza, casi sin querer, el fascinante caso de Javier De Santos, el ex concejal mallorquín, legionario de Cristo, padre de cinco hijos y notable homófobo, que gastó 50.000 euros de su ayuntamiento en prostitución masculina. El caso de De Santos demuestra que ni siquiera los que se acomodan a las convenciones de la hipocresía están exentos de sufrir (y sus hijos, amigos, familiares…). El caso del ex concejal es un claro ejemplo – extremo si se quiere-, del daño que puede hacer la homofobia interiorizada al propio homófobo, y es a la vez un ejemplo más del error que es educar en el rechazo a la homosexualidad: al final tanto odio, metafóricamente, se puede volver en tu contra. Y eso es lo que le puede pasar a un padre que educa en el odio a la homosexualidad: que al final sus propios hijos le rechacen.
Fernando, gracias por contárnoslo, y ojalá muchos otros tengan el coraje de contarnos su historia, porque conocer historias reales y dolorosas como la tuya es la mejor forma de socavar unas ideas irracionales, profundamente absurdas, unas ideas que solo pueden traer dolor, dolor gratuito, dolor para todos…
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Estupenda reflexión, Rafael.
Pero es que ése es el punto. Un padre o una madre homófobo, profunda e irracionalmente homófobo, no se plantea «Huy, que mi hijo puede ser homosexual, ¿qué puedo hacer para afrontarlo, y para que mi hijo sea feliz?».
En primer lugar, no se lo plantean. Saben que la homosexualidad existe, y que les puede tocar la «china». Pero es algo en lo que no se piensa, lo mismo que un padre, de entrada, no piensa que su hijo pueda tener cáncer o esclerosis múltiple, por más que sepan que esas enfermedades existen. Y cuando les toca la «china», actúan como les dicta su prejuicio, no como les dicta su corazón. Confían en que su hijo se pueda «curar», y si ven que la «curación» es imposible (es decir que su hijo decide vivir su vida como gay, e intentar ser feliz), entonces lo desahucian.
Simplemente. Hasta tal punto puede llevar el prejuicio.
Creo que ya lo he contado aquí alguna vez, el caso de una madre con un hijo gay que, cuando estaban juntos en la televisión la noticia de la muerte de Manuel Piña, el modisto, por culpa del sida, ni corta ni perezosa, le espetó al hijo: «Le está bien empleado, por maricón».
«cuando estaban viendo juntos», quería decir, evidentemente.
Por desgracia la sociedad no se suele dar cuenta de lo corta que es la vida.
Crean unas directrices para sentirse seguros, piensan que la evolución natural de la persona es pareja (hetero, claro)-> matrimonio -> hijos ->nietos… todo lo que se salga de ahí esta mal, y se ceban con el que se sale de ese «buen camino» haciéndolo sufrir sin necesidad.
Hay personas a las que les da miedo encontrarse con un hijo gay, porque les obligaría a pensar, a conocer, a salirse de ese «camino seguro» al que están acostumbrados… y toman la via facil (y egoista) que es rechazar sin intentar siquira escarbar un poco y ver que los sentimientos son iguales, que lo que pensaban que era malo por años y años de represión… resulta que es tan bueno como lo que ellos entienden como bueno.
Opino más o menos igual que Crasamet: los homófobos no contemplan la homosexualidad como una opción sexual más: para ellos es una enfermedad (y por lo tanto se puede curar) o una desviación o perversión de la conducta (y por lo tanto se puede reconducir por los cauces adecuados o incluso evitar con una educación represiva y castrante que ponga los acentos adecuados en lo que está bien y lo que no o lo que se debe hacer y lo que no) derivadas de traumas en la infancia, consumo de drogas, abusos sexuales, familias desestructuradas, malas compañías, una educación moral deficiente o dañina, etc . Ningún integrista contemplará la posibilidad de que un hijo suyo pueda terminar siendo homosexual: según su concepción de lo que es la homosexualidad ya se encargarán ellos (o al menos eso es lo que creen) de que así sea.
Yo también estoy de acuerdo con vosotros. Definitivamente hay un camino enorme por recorrer hasta conseguir la igualdad.
Cómo odio la Iglesia, no os lo podéis ni imaginar. Ha hecho tanto mal a esta sociedad, que todo el bien que pueda hacer siempre será poco.
Bueno, y la carta de Fernando es desgarradora a la par que hermosa. Una verdadera delicia y un ejemplo total de coraje.
«…del daño que puede hacer la homofobia interiorizada al propio homófobo…» no es cierto, la homofobía interiorizada solo hace daño al homosexual, a la familia y amigos de un homosexual, la homofobia interiorizada en un homófobo es el dogma bajo cuya luz la vida es mas sencilla, mas simple, a veces coinciden homosexual y homófobo en una misma persona el concejal mallorquín es un ejemplo como lo son algunos de nuestros nunca suficientemente ponderados liberogays pero incluso entonces facilita las cosas creerse en el bando correcto, (me encanta tomar por el culo pero no soy amanerado, disfruto comiendo pollas pero no mariconeo el dia del orgullo…)y asi en el «Braigtsaidoflaif» es muy facil mirar por encima del hombro al resto.
Tengo una familia como dios manda cinco hijos como cinco soles y lo demas son vicios epénticos en los que naufrago consecuencia de los estupefacientes, que maricón no soy, solo politoxicómano, donde va a parar…
Todavía me sorprende como las familias se ven incapaces de invalidar los prejuicios con lso que han sido envenenados cuando tienen un hijo o hermano o tío homosexual responsable y que es un buen referente… por qué cuesta tanto cambiar ante la evidencia? Aquí entraria el tema de la apariencia, es mal fácil seguir la corriente de la sociedad enferma y seguir condenando a los demás antes que hacer un ejercicio de sinceridad y reflexión y pensar: «Todo este tiempo he estado equivocado, todas las personas pueden ser tan buenas o malas, ejemplares o indeseables tanto si son homosexuales o heterosexuales»
Y yo aún añado más. A la primera persona que le conté (en mi familia) mi homosexualidad lo primero que comentó fue: «¡Pobre de tu madre!». ¿Porqué? Espeté yo, mi madre ha cumplido a ojos de la sociedad, se ha casado y ha tenido hijos. Soy yo quien ha de vivir mi vida. Abrió los ojos como platos y exclamó ¡Joder, tienes toda la razón!.
Y es que desgraciadamente muchos lo enfocan así como si fuese una «patata caliente» que les pasas a tus seres queridos sin pararse a pensar tan siquiera en lo mal que lo has pasado tú.
Bueno, el caso de Javier de Santos más que como ejemplo de homofobia interiorizada, que también, creo que serviría para ilustrar con datos, fotografías y vídeos porno grabados en un teléfono móvil lo sorprendentemente fácil (en términos éticos) que les resulta a algunos comportarse como unos auténticos hijos de la gran p… y encima ir de virtuosos guardianes de la moral y las buenas costumbres por la vida. Como ser un asco de tío y no morir en el intento, vamos.
En fin, nada nuevo. Las personas extremadamente religiosas (los fanáticos de toda la vida, vamos) son aquellas que gustan de las rutinas, de que les digan como tienen que pensar y que cosas son correctas y cuales no.
Para eso tienen a su jerarquia y su libro sagrado, dictado por el ser invisible de turno. No puede haber mayor autoridad que esa, obviamente. Si les ha funcionado durante 2000 años ¿para que cambiar ahora?.
Y ahora, una nueva muestra de hasta que punto la jerarquia católica abomina de toda aquella sociedad que no se rija bajo sus perniciosas normas:
http://www.adn.es/cultura/20090502/NWS-0802-Iglesia-Obispo-convivencia-considere-problema.html
Lo de siempre, critican que se considere a la iglesia un problema para la convivencia, y a continuacion se lamenta de que no se les permita imponer sus creencias. Eso denota que o bien son estúpidos, o esquizofrénicos, o que no tienen ninguna verguenza en mentir y manipular.
Ataques al laicismo y al malvado relativismo moderno.
No deja de ser curioso, sin embargo, que critiquen el relativismo cuando en su catecismo hay un ejemplo perfecto.
Puesto que no se si sabéis que el catecismo católico contempla la pena de muerte, al parecer para casos extremos en que no pueda garantizarse de otra forma la seguridad de nosequé.
¿Es o no es eso un buen ejemplo de relativismo?.
Hola Rafael. He leído con interés tu columna y me permito hacer un comentario.
Me parece que la palabra sufrimiento – que utilizas en el título – es muy acertada. Pero lo que hay que darse cuenta es de que para los del Opus el sufrimiento es algo muy bien visto. Vamos, que son unos masokas. Nunca olvidaré una conversación entre mi tía Agustina y su hija. Le decía que Dios quería que las mujeres fuesen sumisas a sus maridos y que, aunque sufriesen mucho siéndolo, era la cosa más bonita del mundo.
Los del Opus piensan que Dios pone a todos a prueba y que se debe sufrir mucho para superar la prueba y demostrar con el sufrimiento el amor a Dios. A los que no somos religiosos nos parece una gilipollez, pero ellos están convencido de ello. Yo también lo estaba y por eso sufrí mucho antes de buscar ayuda.
La verdad es que es espantoso pensar la cantidad de sufrimiento que genera en todo el mundo el integrismo religioso.
Un abrazo
Interesante artículo. Lo curioso del caso es que al final a uno le entra la sensación de que os prejuicios homófobos permanecen porque hay personas que no quieren mirar en su interior, intentar ver sus juicios de valor en 3ª persona. Y claro, siempre hay una tercera persona a quien echar la culpa, en este caso, a cualquier LGTB.
Gracias por vuestros comentarios:
Al escribir la columna era consciente de que partía de un imposible: que un integrista homófobo contemple la posibilidad de que uno de sus hijos sea homosexual(en el propio texto lo pone), pero, si alguna vez se quitasen esas gafas de no ver que tienen puestas: qué absurda, qué dañina, qué estúpida es su postura respecto a la homosexualidad…
Fernando: has aportado un dato interesante, el masoquismo, son masoquistas, de otro modo no pude entenderse su filosofía de vida… a mi lo que más me preocupa es que quieren imponer a mucha gente sus férreas convicciones… no en vano hay varios profesores integristas del Opus Dei en cargos de responsabilidad en colegios…, en fin, dan miedo.
Gracias a todos.
Por cierto, a partir de ahora no podré acudir a mi cita cada domingo, tendrá que ser cada dos domingos.
Besos.
Otra muestra de la «inteligencia» religiosa. Ahora resulta que según algunos fanáticos que usan twitter, nosotros somos los responsables de la gripe porcina XD :
http://noticias.universogay.com/fanaticos-usan-twitter-para–difundir-que-la-influenza-ah1n1-se-debe-a-la-aceptacion-del-matrimonio-gay__02052009.html
Esto me recuerda al razonamiento que hacen en esa película de los Monty Python, titulada Los Caballeros de la Mesa Cuadrada, sobre como una mujer puede ser una bruja. Está claro que no exageraban mucho, visto lo visto.
….
Estoy totalmente de acuerdo con el texto y con absolutamente todos los comentarios. No le quitaría ni una coma a absolutamente a nada.
Soy ateo por muchísimas cosas. Soy ateo debido a la experiencia que me han dado los años y mis viajes. Estos últimos me han permitido conocer muchas culturas distintas y el observar como los valores que quieren imponer absolutamente todas las religiones.
Ademas de la católica, existen otras muchas otras religiones que todas intentan imponer su propia moral, que se traduce en homofobia,sometimiento de la mujer, desigualdad de oportunidades y otras lacras que aun están generalizadas en la mayoría del planeta. Ello tiene como consecuencia la falta de libertad, y creo que es la causa de la pobreza en la mayoría del planeta.
No hay mas que observar que en la mayoría de los países superpobres
los niños no reciben educación, especialmente las niñas.
Las mujeres suelen estar esclavizadas y sometidas cuando no mutiladas, a pesar de ser ellas las que mas trabajan
La educación, la alfabetización de la población contribuye enormemente a que la sociedad se vaya liberando y que los ciudadanos piensen por si mismos y empiecen a exigir a sus gobiernos que les escuche. En la mayoría de los paises en que no sucede esto se dan dictaduras. La mayor parte de los países del tercer mundo son casi todos dictaduras con gobiernos muy corruptos a los que no les importe nada la situación de sus «siervos de la gleba». También se da en los casos de democracias oficialmente consolidadas pero que en realidad tienen muy poco de ello: lease India por ejemplo. También es la causa del «odio» al diferente, de no aceptar ni respetar las ideas del contrario
Eso se traduce en traumas a los que son «diferentes» como es por ejemplo nuestro caso y la causa de que muchos estén aun en el armario es porque tienen terror a ser discriminados por ser diferentes. Intentan por todos los medios parecer «normales» para evitar que los demás les discrimine.
El caso de Javier Losantos es un claro ejemplo de lo anterior. Traumatizado por ser gay y por los valores religiosos que seguro le inculcaron la Iglesia y su propia familia. creeis acaso que ese hombre no estaba sufriendo por dentro y que hacia lo que le apetecía de tapadillo y cuando podía? Lo reprobable de eso caso es que gastara fondos públicos para aprovechamiento personal. Pero comparandolo con las corrupciones que vemos todos los días es cosa de niños.
Pienso sinceramente que el comunismo es la peor de las religiones del mundo actualmente y ademas la causante de millones de muertes durante el ultimo siglo (atacadme lo que queráis, pero es lo que pienso)
Creo que eso es la causa por la que salí del armario siendo bastante joven y por la que he salido también del armario del VIH públicamente hace ya 12 años. Me importan tres carajos las opiniones de los demás. Es mi vida. Pero tampoco intento imponer mis ideas a todo el mundo. Respeto todas las ideas aunque no las comparta, procuro no provocar ni a mis vecinos ni a la gente que me conozca.
Cuando alguna vez ( muy pocas me han dicho maricon, o sidoso de mierda siempre he contestado: bueno y que?. El que están enfermo de la cabeza eres tu y ademas no estas en el siglo XXI.
Pero yo rompo todos los estereotipos: gay, de derechas, sidoso y para mas inri leather. Pues al que le guste que no mire..
Durante toda mi m vida he sido politicamente incorrecto ( os habeis dado cuenta, verdad?)
De nuevo gracias por el estupendo articulo y los comentarios, en los que por una vez ha habido consenso y unanimidad
Y ahora si me permitís, voy a hacerme un poco de publicidad 🙂
Ayer estuve hasta las 5 escribiendo un post sobre la nueva gripe y ahora mismo me pongo a escribir la actualización del día según mi interpretación. Parezco al Ministerio de sanidad que emite un comunicado cada poco tiempo.
Al que le pueda interesar el tema lo puede ver en mi blog, que últimamente lo tenia totalmente paralizado
yo tengo un amigo homosexual quien tiene una hija quien aun se le es dudoso el poder distinguir su inclinación sexual pues… (a veces confunde) otros de mis amigos y yo le preguntamos el porqué su preocupación y el nos respondió que como gay él ha sido uno de los pocos quienes ha recibido muchos golpes en la vida por las relaciones que le ha tocado vivir y que su única preocupación es que como padre, teme que su hija sufra lo mismo que él ha sufrido por ser gay. (Quizás es esta la preocupación de padres gay) y de quienes no lo son (pienso…) que puede ser el ver cuánto son discriminados por homofóbicos y quizás no quieren eso para sus hijos. (Aunque de un 100% quienes hacen esto un 90% terminan es dañando a sus hijos)
yo creo que si un padre nota cuales serán los gustos de sus hijo, la idea es prepararlo para lo que va a vivir, enseñarle como defenderse, no intentar cambiarlo, porque eso es como que imposible.
Excelente este Post, servirá de ayuda hoy y a futuro
al hilo de la homofobia interiorizada os dejo un video muy muy interesante:
http://www.youtube.com/watch?v=AKPGd6Z6htk
trata de un experimento llevado a cabo con homofobos con sorprendentes resultados (y para muchos previsibles), lo malo es q esta en inglés con subtitulos en frances, pero el inglés se comprende bastante bien hablan muy lentito. mirarlo os lo recomiendo!
Por cierto, al hilo de este asunto de la manutención de los padres, las sectas religiosas, y la obligacion a los hijos a unirse a ellas, he aquí un artículo interesante acerca de un caso de República Checa.
Parece ser que una pareja checa está siendo procesada por obligar a su hija de 18 años a unirse a los Testigos de Jehová, bajo amenaza de expulsarla de casa si no se unia:
http://ovejastrasquiladas.blogspot.com/2009/05/padres-que-obligan-hija-hacerse-testigo.html
Sería algo a discutir, la prohibicion de obligar a los hijos a unirse a una determinada confesión religiosa. Por no hablar de los bautismos sin autorización.
Entiendo que los padres tienen la patria potestad, claro, pero eso no equivale a ser dueños de sus hijos, y tan grave me parece bautizar a un recien nacido sin saber si querrá pertenecer a esa confesión, como apuntarle a un partido político.
Peor aún, ya que la iglesia se niega a dar de baja a aquellos que han decidido no ser católicos a pesar de bautismos y demás, argumentando excusas peregrinas.
Seria tan sencillo como que llevaran un registro doble, de aquellos bautizados y de los que han recibido confirmacion.
Si has sido bautizado pero luego no has querido confirmarte, entendemos que has decidido dejar de constar como católico, y listo.
Pero claro, como iban a poder entonces usar el numero de bautizados como expresion de fuerza para recibir dineritos y montarse manifas y demás.
Los extremos nunca son buenos… hace muy poco vi la película «Camino», y bueno se que es un guión, una adaptación libre de unos hechos que pasaron en los años 80, pero me puso los pelos de punta, la frase constante de la madre «ofrécele tu sufrimiento a Dios» (o a Cristo o la Virgen…) dicho a una niña, a mi me da pánico.
Parece ser que la religión cristiana, que es la que mas conozco, se basa en el sufrimiento, esta vida es «un valle de lagrimas», y aquí estamos para pasarlo mal … a mi me parece que esa concepción de la existencia humana solo destila amargura y ganas de negar la felicidad de las personas. Lo que te hacer sentir bien, siempre es malo.
Me parece también (corregidme si me equivoco) que otras dos grandes religiones monoteístas, el judaísmo y el islamismo, siguen el mismo camino.
En estas religiones, todo lo que no esta en sus enseñanzas es obra del mal, y debe ser rechazado, ciegamente, basándose en el primitivo instinto de temer, y por tanto querer eliminar, todo lo que se desconoce.
Para mi la única vacuna contra esta intolerancia es la cultura, pero no la cultura que se imparte en los centros en los que la Iglesia tiene sus tentáculos, sino la cultura que da el escuchar a otra gente, el ver otros países, el ver que hay realidades fuera de los muros que nos imponen, el darse cuenta que en esta vida la mayoría de las cosas no son blancas o negras, buenas o malas, y que hay cientos de formas de pasar por este mundo tan validas y tan dignas como la nuestra, y la dignidad humana es algo igual para todos, sin tener que ver con sexo, raza, religión u orientación sexual.
Cuando las religiones se preocupen de verdad por las almas y dejen en paz a los cuerpos, el mundo será mejor.
Muy buen artículo y muy buenos comentarios.
Un saludo
Rafa: tu artículo plantea el problema de por qué los dogmas religiosos están tan arraigados en ciertos individuos que éstos se abrazan a dichos dogmas fervorosamente aun cuando ello les haga daño, como si fueran mariposas empeñadas en chocar una y otra vez con una bombilla que las achicharra. ¿Es porque son masoquistas, como sugiere fernando1984 en su interesante comentario (#11)?
Recuerdo que en el libro The God Delusion (El espejismo de Dios) de Richard Dawkins el autor apuntaba la posibilidad de que la religión pudiese ser vista como una estructura ideológica que actuara de modo similar a un virus, infectando los cerebros humanos y utilizando a las personas en su propio provecho, para extenderse más y más, aun a costa de causar graves daños (e incluso la muerte) al portador (o sea, al creyente). Ello explicaría que la religión tuviese tanto éxito a pesar de ser más perjudicial que beneficiosa para la humanidad. Al fin y al cabo, también la gripe tiene mucho éxito entre los humanos y no se puede decir que nos haga mucho bien, ¿no?
#20
Gran libro el de El Espejismo de Dios, y gran divulgador Richard Dawkins. Gente como él es la que hace mucha falta.
Un ejemplo, hemos hablado aqui de lo necesario de la visibilidad para nuestro colectivo.
Bueno, pues hay otro colectivo (al que yo también pertenezco) criminalizado a lo largo de la historia y que también es invisible, que es el de los ateos.
Dawkins ha sido uno de los promotores de la campaña de los autobuses ateos (o mas bien agnósticos podria decirse).
No es casualidad que muchas veces relacionen a ateos y homosexuales, nos nombren juntos como origen de los males de un país, etc.
Además de libros, Dawkins también tiene documentales, llamados El Virus de la Fe y El Espejismo de Dios.
Y en este año que celebramos el bicentenario de Darwin (uno de los grandes responsables de sacar a Dios de donde no debe estar) también tiene documentales sobre Darwin.
No por nada a este hombre se le llama el Pitbull de Darwin, por su encendida defensa de la evolucion y su lucha contra los creacionistas y demás.
Vease un ejemplo de su discurso:
http://www.youtube.com/watch?v=aDRPoOnUFBU
Se que soy cansino con este tema pero me resulta odiosa la influencia religiosa en la sociedad moderna, cuando nunca como ahora ha sido el hombre capaz de explicar tantas cosas, cuando nunca como ahora ha habido tanto acceso al conocimiento.
Y sin embargo, personas que no deberian tener ningun problema con la educacion, siguen intentando imponer sus dogmas religiosos bajo la forma de ley, y provocando sufrimientos a familias como la que se describe en la magnífica y emocionante carta de Fernando.
«Qué gana un padre con educar a sus hijos en [XXX]?«.
Creo que, cuando un padre educa a su hijo en XXX, no lo hace para buscar una ganancia, sino por el bien de su hijo. Tener un hijo, ocuparse de él, educarlo, es más un sacrificio que una inversión. Los padres están dispuestos a lo indecible, incluso contra sí mismos, por buscar el bien de sus hijos.
Lo especial de estos padres del post es que educan en XXX, cuando XXX es —desde nuestro punto de vista, no el suyo— algo irracional. Es más, no es tanto que sea irracional, como que lo veamos perjudicial para el padre y para el hijo.
Sobre XXX tenemos el debate de siempre, sobre su bondad o maldad, sobre lo aconsejable, conveniente o pernicioso que puede ser, etc. Lo de siempre. XXX puede ser el respeto a la homosexualidad, pero también puede ser el respeto a la vida de los demás, el respeto a la vida del no nacido, el respeto a la propiedad ajena, el respeto al medio ambiente, el respeto a los modales en la mesa, etc.
Pero una vez el padre cree/sabe que XXX es bueno y deseable para su hijos, estará dispuesto a inculcárselo, incluso —según el grado de importancia que conceda a XXX— con cierto sacrificio para unos y otros.
De ahí que no me pareciese tan extraña la conducta del padre de Fernando, si damos por hecho que ese hombre creía/sabía que la homosexualidad era algo enormemente pernicioso, tanto para su hijo (y la salvación de su alma) como para la sociedad (y el plan divino) en su conjunto.
Por qué ese hombre llegó a creer/saber que la homosexualidad es perniciosa es harina de otro costal, indudablemente vinculado a la religión, pero no al proceso educativo ligado a la paternidad.
Dar a cada opinión el sitio que le corresponde,
http://www.slideshare.net/reos/enrique-rojas-psiquiatra-social
23 ¿qué eres? ¿ una especie de spam psiquíatrico?