Un día de la mano
Brian Paddick, ex candidato abiertamente homosexual a la alcaldía de Londres, está fomentando una curiosa iniciativa llamada “A day in hand” (Un día de la mano), para animar a gays, lesbianas, bisexuales y transexuales a ir públicamente de la mano. La campaña, que oficialmente empieza hoy, 17 de mayo, día internacional contra la homofobia, ha recibido el apoyo de muchas celebrities británicas, en lo que es un intento de que las parejas homosexuales se sientan más cómodas al mostrar sus afectos en público. “Es natural que las parejas homosexuales quieran ir de la mano por la calle, pero tener que preocuparse de cómo reacciona la gente nos lleva a no ir de la mano cuanto quisiéramos”, afirma el político homosexual. La campaña pretende ayudar a que la gente se acostumbre a ver y aceptar como algo natural las muestras de cariño público entre parejas del mismo sexo. Para ello se ha propuesto un día, tal día como hoy, para animar a las parejas homosexuales a que vayan públicamente de la mano, y se ha invitado también a los heterosexuales a que busquen a un amigo/a de su mismo sexo con quien ir de la mano en solidaridad con el colectivo gay; además, se pretende formar una especie de “mapa del amor” en la web, en el que se recogen fotografías de parejas del mismo sexo de la mano a lo largo y ancho del mundo. Me parece una buena iniciativa.
Yo vivo en Madrid, uno de los mejores sitios del mundo para un homosexual, y sin embargo soy de los que no les gusta ir de la mano con mi novio, a pesar de que a él le gusta mucho y de que más de una vez hemos tenido algún berrinche por este tema. ¿Por qué no me gusta ir de la mano con mi chico? Tengo el defecto o la virtud de irme fijando en casi todo cuando camino por la calle, principalmente en la gente, y cuando voy de la mano con mi novio – no vamos casi nunca, al pobre le tengo a palo seco-, detecto el alud de miradas y los repentinos giros de cabeza de no pocos transeúntes que, sin un ápice de disimulo, nos observan con curiosidad de entomólogo. Sencillamente me incomoda. Por supuesto, no es lo mismo caminar por el centro de la ciudad o por Chueca (donde las miradas, aunque abundantes también, son de otra naturaleza…), que por los barrios periféricos de la ciudad, donde la gente, incluso siendo Madrid, está poco acostumbrada a ver a dos personas del mismo sexo de la mano. Yo no creo que en la mayoría de estas miradas haya rechazo u homofobia, no lo creo, al menos en Madrid, simplemente hay curiosidad, una curiosidad mezclada a veces con mala educación y con unas cuantas gotitas de no haber visto muchas parejas gays de la mano. Soy consciente de que al inhibirme y no ir de la mano con mi chico por el qué dirán/qué mirarán estoy cometiendo un error – en el supuesto de que me apeteciese ir de la mano-, y que el problema lo tengo yo, no los mirones con los que me cruzo. (Cariño: te ha gustado esta frase, ¿verdad?). Pero no lo puedo evitar, no me gusta, y tal vez sea mi inconsciente el que impide que vaya de la mano con mi chico.
¿Cómo podría funcionar una campaña como la del Sr. Paddick en España? Una campaña fomentada por, se me ocurre, el Ministerio de Igualdad, con la complicidad de algunos medios de comunicación – ya sabemos quiénes la atacarían-, y de algunos personajes públicos, diseñada para animar a gays y lesbianas a ir de la mano por la calle, -aunque sólo fuese por un día- no sólo podría acercar la homosexualidad pública a esos transeúntes que sólo han visto gays de la mano en las series de televisión, además podría contribuir a atenuar, al menos en parte, algunos de nuestros miedos irracionales. Sin duda para conseguir el éxito de una iniciativa de esta naturaleza sería importantísimo contar con la complicidad de muchos heterosexuales, jugando a ser homosexuales de la mano por un día, porque al fin y al cabo de lo que se trata es de llenar las calles de personas del mismo sexo de la mano. Alguien podría criticar que la iniciativa se centre en un solo día, y no en todos los días del año. Tendría razón, pero para andar el camino hay que dar un primer paso.
Y antes de que me lo diga mi novio – que es el más crítico con mis columnas- , lo voy a decir yo: por mucho que haya una iniciativa pública (o privada) para fomentar nuestra visibilidad – porque de eso se trata -, la responsabilidad de ésta siempre recae en cada uno de nosotros, en nuestro propio coraje, y no en iniciativas bienintencionadas de cualquier organismo. Ya lo sé, Cariño, ya sé que tienes razón, pero una ayudita nunca viene mal, y creo que de eso se trata “A day in hand”, la simpática iniciativa del Sr. Paddick. Sea esta columna un humilde mensaje en una botella para nuestra querida Bibiana, o para quien lo quiera leer.
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Es un círculo vicioso que se retroalimenta por culpa nuestra. No vamos de la mano porque la gente nos mira, la gente nos mira porque no están acostumbrados a vernos ir de la mano, no están acostumbrados a vernos ir de la mano porque no vamos de la mano por si la gente nos mira.
¡Rompamos el puto círculo de una puta vez!
PD. Aunque yo, personalmente, lo rompí ya hace mucho tiempo.
Coincido punto por punto con el comentario de Frantic. Yo no pude ir de la mano de mi pareja ni tan siquiera por Chueca, pese a ser asturianos, por «si acaso» nos veía alguien conocido (tras más de 7 años de relación) y Rafa, se pasa mal. ¿Que la gente mira? Que mire. Porque ese día del que hablas es como el día del orgullo. Hay que bregar los otros 364.
A mí me gustaría andar de la mano con mi novio (si lo tuviese) por Albacete sin necesidad de tener que escuchar 100 insultos por metro cuadrado.
Aunque, Murcia que tiene 500.000 habitantes tampoco se puede, te insultan igual.
Aunque os digo una cosa, a mí ya me la refanfinfla, menos en Albacete, esta ciudad es axfisiante y debo por ahora vivir en ella.
Si tuviese pareja o amante iría de la mano por cualquier ciudad de España como hice en Burgos.
Estoy de paso en Madrid, y vengo de América, y creo que es hermoso ver a dos chicos paseando tomados de la mano. A veces pasan, y no puedo evitarlo, me quedo mirándoles, porque lo disfruto. No saben cuántos recuerdos de persecusión, rechazo y temor vienen en ese momento a mi memoria.
Me he sentido muy identificado ocn tigo!! yo tambien me fijo en todo, hasta el ultimo detalle y no puedo evitar sentirme muy pero que muy incomodo! la verdad se que hago mal pero no se que puedo hacer para evitarlo…
Holandés a quién te diriges ¿qué te hace sentir incómodo? ¿dónde? por favor explícate…
Excelente iniciativa. De una vez por todas, sería una clara apuesta para dar al traste con esos polvorientos estereotipos y que la sociedad se diera cuenta de que estamos ahí, les guste o no. La expresión de nuestro afecto no necesita de su permiso.
Gracias por tu artículo, Rafa, no conocía esta iniciativa.
Una vez iba con unos amigos míos. Ellos dos iban delante, de la mano, y yo iba detrás. Iba observando las caras y las miradas de los que se cruzaban con ellos. Un jovencito que iba con una pandilla de chicos y chicas de unos 20 años volvió la cabeza para mirarles con total descaro. Yo le señalé ostensiblemente, y le dije a mi marido, ‘¡¡Anda, mira, este muchacho no ha visto nunca un maricón!!’. Todos los demás chicos del grupo se rieron de él. Uno de ellos dijo, ‘Pobrecito, es que no le dejan meterse en internet’. Curioso.
me refiero al que escrbe el articulo, que dice que tmb se siente incomodo y me refiero a sentirme incomodo en la calle con tantas miradas de curiosidad..me siento como un payaso en un circo…aparte que tampoco tngo mucho caracter asi k…
Pues no te creas que a lo mejor alguno de los que te miran con descaro lo hacen llenos de ilusión y a lo mejor hasta le alegras el día como me ocurre a veces a mi… no lo puedo evitar me quedo mirandoles, pero a parte de porque me resulta novedoso porque me hace muchísima ilusión (y más cuando veo que mis amigos ni les llama la atención, como si fuesen chico y chica) me he propuesto dar las gracias a cada pareja homosexual que vea cogida de la mano ( pero siempre o hay amigos o hay mucha gente y me da verguenza o me pilla desprevenido, a ver si lo consigo hacer)
Creo que los comentarios #5 y #11 nos hacen ver algo que me parece interesante: quizá tendamos a interpretar como hostiles miradas que en realidad son todo lo contrario: miradas de admiración, de agradecimiento…
Pues a mi me gusta ir de la mano. Y siempre que he podido (cuando la otra persona lo ha querido) lo he hecho, sin problema. Sin embargo, me parece estupenda la iniciativa …
Yo reconozco que, especialmente si voy sola, cuando me encuentro una pareja de la mano les echo una breve mirada con una leve sonrisa de reconocimiento; es una forma de decirles «soy de los vuestros». Aparte de que me hace mucha ilusión verlos, ¿para qué negarlo?
Estoy de acuerdo con muchas de las cosas que habéis dicho: es verdad que muchas de esas miradas son de simpatía y complicidad, pero aún así son innecesarias, e incomodan. La normalidad llegaría cuando dos parejas del mismo sexo puedan pasear de la mano y nadie se fije en ellos. En ese sentido creo que la iniciativa británica es original y puede dar juego, especialmente si cuenta con el apoyo de mucha gente y de los medios de comunicación.
Ojalá llegue a España !!!
Gracias a todos,
besos.
Qué difícil este tema! Me cuesta muchísimo ir de la mano con mi novio, al menos si vamos solos. Sé que debería ser algo natural y espontáneo, pero para mí al menos es sencillamente imposible. Es decir, en el momento puede que te salga el instinto, pero inmediatamente te entra la inquietud de «vigilar» a ver quién hay alrededor o cómo se lo están tomando. Por tanto el gesto deja de ser cariñoso y se convierte en un «voy a aguantar un rato para no parecer un cobarde, pero no por otra cosa».
Como Orión, siento una inmensa simpatía cuando veo parejas en el metro o por la calle, y siempre tengo el deseo de acercarme y decirles algo, de sentirme «comunidad». Luego recapacito y pienso que si me acerco seguramente pensarán que soy gilipollas, porque no todos los gays piensan que tengamos algo en común simplemente por serlo. En esos casos también aprovecho para observar y escuchar las reacciones alrededor: como era de esperar, suelen ser tirando a malas (y eso que vivo en Madrid).
Después de ver las dos noticias de agresiones, este tema se pone cada vez más (tristemente) difícil. A los que vais de la mano por la calle en provincias (hace poco, en Cuenca, se rieron de mí y de mi novio con una cancioncita y todo, creo que es la primera vez que me pasa y ni siquiera íbamos de la mano), en barrios de Madrid, o incluso a «dos manzanas» de chueca: sois mis putos héroes.
Me ha encantado la iniciativa propuesta por Orion: dar las gracias a todas las parejas que vayan de la mano.
ES PRECIOSO !!!
(y a gracias a Rafa por el texto)
Excelente la iniciativa de Paddick.
No quiero ni pensar en qué dirían ciertos medios y ciertos partidos si aquí se llevaran a cabo iniciativas similares.
Yo no tengo demasiado problema porque la gente mire si cojo a mi pareja de la mano por la calle. Pero sí que es cierto que sólo lo hago por el centro de la ciudad donde vivo y en según qué barrios. No por nada, sino porque lo que sí me da miedo es una agresión homófoba. Ya hemos visto que, aunque Madrid es una ciudad más abierta que otras al tema lgtb, las agresiones se siguen produciendo.
¿Alguien se imagina la cara que pondría Rouco Varela al enterarse de una iniciativa como la de Paddick aplicada en España?
Sólo de pensarlo me da un subidón…
please send in your pics!!