Despedido un árbitro de fútbol en Turquía por ser homosexual
Halil Dincdag se encontró con que, después de 13 años trabajando como árbitro local en la liga turca de fútbol, no le renovaban su licencia. Sólo unos días después de apelar, empezaron a filtrarse a la prensa rumores e insinuaciones sobre su orientación sexual, y como resultado fue despedido de la emisora de radio local en la que trabajaba. Tuvo que dejar su ciudad, en la región turca de Trabzon, y trasladarse a Estambul para proteger a su familia del acoso de la prensa. Fue entonces cuando decidió ‘salir del armario’ y contar su historia en un popular programa deportivo de la televisión.
Dincdag ha recibido importantes apoyos, el más importante el de su familia, a quiénes había mantenido en secreto su homosexualidad, pero que se han mantenido a su lado superando. También las tres cuartas partes de sus compañeros árbitros de Trabzon. El periódico más influyente de Turquía ha recogido 30.000 firmas de personas respaldando su campaña, y su caso ha llegado al parlamento.
La federación turca de fútbol ha declarado que el despido no fue motivado por su homosexualidad, sino porque era un mal árbitro, algo que niegan las estadísticas de hasta 10 años atrás y que Halil mostró indignado en el programa al que asistió. Tampoco está de su parte Erman Toruglu, el comentarista deportivo más popular de Turquía, que piensa que no debería volver a trabajar como árbitro porque ‘tendría una tendencia a pitar penaltis a favor de los futbolistas más guapos’.
El caso de Halil Dincdag tiene potencial para convertirse en referencia para la lucha LGTB en Turquía. Ali Erol, portavoz de KAOS-GL, una organización LGTB de Ankara, ha declarado que ‘aunque la Unión Europea lleva años hablando de la importancia de legislar contra la discriminación por orientación sexual en el trabajo, Turquía aún no ha dado ese paso’.
Qué asco! ¿de verdad queréis que Turquía entre en la UE? yo es que ni me lo planteo ¡qué horror! por mi podrían mandar a freir puñetas a algunos de los socios que tenemos, pero claro, a la UE le importa un pito los derechos sociales, sólo quieren mercado, mercado y más mercado. Además en el caso de Turquía lo que desean es controlar Oriente Próximo.
«Que te conozco bacalao aunque vayas disfrazao»
¡Hostia, tú! ¡Vaya mierda!
El comentarista deportivo supongo que sólo mirará «las domingas» de las aficionadas al fútbol, ¿no? Gilipollas integral comemierda.
turquía tiene dos opciones o europeizarse o islamizarse, Gulbranson parece que prefiere la segunda.
Querido Orión, salvo la turística y «cosmopolita» Estambul el resto del país da miedo, sí tiene dos opciones, pero yo creo que ya han elegido ellos mismos, sin necesidad de entrar en la UE.
A lo mejor si Turquía entra en la UE podría dar el primer paso para empezar a cambiar un poco su mentalidad respecto a según que temas. Por lo menos los homosexuales turcos se beneficiarían de ello, puede que muy a la larga, cierto, pero siempre sería mejor que dejarlos abandonados a su suerte y que los sigan discriminando y asesinando con total impunidad. Hace poco Lambda Istanbul denunció más de 30 asesinatos de activistas LGTB en los últimos años, entre ellos los de Ebru Soykan (activista transgénero) y Ahmet Yildiz, sin que las autoridades pertinentes hayan hecho nada para resolver los casos (más bien al contrario), entre otras cosas porque se la pela.
Pues desde luego, lo que le han hecho a este hombre es una gran putada, pero a mi lo que me sorprende es que en un país como ese se haya producido esa reacción. No estaría de más recordar que en nuestro país la homofobia señorea a sus anchas en los ambientes futbolísticos.
¿Sabeís de algún arbitro, jugador, comentarista deportivo o personaje próximo a esos ambientes que sea gay?, yo desde luego no lo conozco. Lo que si sé es que uno de los insultos favoritos de los grupos de aficionados que se reúnen bajo mi ventana cuando hay partido es, precisamente, el de maricón.
Yo no sé si en España podríamos ver una reacción como la de los árbitros de trabzon, me temo que el sentir mayoritario estaría más bien con los del comentarista homófobo.
Supongo que los homófobos se parecen en todas partes, y no diferencias significativas entre los de Turquía y España.
No pongáis esto como excusa para el debate de la entrada de Turquía en la UE. Si no, ¿qué pintan Polonia o Lituania en la unión? La homofobia anda rampante y campante en la Europa del este…
Muy acertado tu comentario, Nazareno. Algunos parecen no darse cuenta de que esto ha pasado en Turquía, pero podría haber pasado en cualquier otro país de Europa.
¿Hay que recordar que no hace mucho, aquí en España, sacaron en una revista amarilla una foto de Guti supuestamente besando a un chico (en realidad era su hermana, de aspecto andrógino) y que eso ya fue suficiente para que en los campos el graderío estuviera todo el rato llamándole «maricón»?
Si llega a ser gay de verdad, ahora mismo Guti estaría engrosando las listas del INEM.
Suscribo tu lúcido comentario, Nazareno.
Por otro lado, la homofobia en el ámbito laboral (y no sólo en el muy homofóbico mundo del fútbol) no es ajena tampoco a nuestro país. ¿Qué os parecería que desde Francia o Alemania, por ejemplo, se usara [esta noticia] (o [esta otra]) para pedir la expulsión de España de la Unión Europea?
Yo tampoco creo que Turquía esté muy lejos en este asunto de algunos países de la Unión, especialmente de nuestros recientes socios del Este. Con la integración las cosas podrían cambiar bastante: el Euro es el Euro, y les pasaría como al resto de los miembros que son receptores netos, se les podría convencer para que suavizaran sus posturas (eufemismo que se usa en la Unión para decir «chantajear con las ayudas»).
Recuerdo que el antiguo presidente del Atlético de Madrid, Jesús Gil, se negó a fichar al jugador alemán Jürgen Klinsmann por ser homosexual. No recuerdo muy bien cómo fue el caso sí recuerdo que se aireó la frase «no puedo meter a un maricón en el vestuario».
También recuerdo que fue castigado por la UEFA por llamar maricón a un árbitro y decir que el equipo rival le había proporcionado un chapero.
Lo que es fácil de comprobar en las hemerotecas es la reacción que se produjo en España por todo esto: nada de nada.
Felicidades a los turcos por esta reacción, a ver si la prensa deportiva española aprende de ellos.
Está claro. Turquía no debe ingresar en la UE porque no respeta los derechos de los demás.