El Ejército británico rinde homenaje en su revista oficial a los militares gays y lesbianas
El último número de «Soldier», la revista oficial del Ejército británico, dedica portada y reportaje al décimo aniversario de la decisión que permitió a gays y lesbianas servir abiertamente en sus filas. El soldado de caballería James Wharton, abiertamente gay, ocupa la portada de la revista, luciendo la medalla conseguida por su participación en la guerra de Irak. En páginas interiores, «Soldier» entrevista a Wharton y a una pareja de militares lesbianas, además de recoger una instantánea de la delegación del Ejército británico que desfiló en el Orgullo LGTB de Londres de 2008.
En enero del año 2000 la Corte Europea de Derechos Humanos obligaba al Ejército británico a levantar la prohibición a gays y lesbianas de servir abiertamente en sus filas, tras una larga batalla legal emprendida por tres militares gays y una lesbiana expulsados por mostrar abiertamente su orientación sexual. Desde entonces, y a pesar de las resistencias conservadoras, las Fuerzas Armadas británicas se han convertido en uno de los ámbitos tradicionales de la sociedad británica que más se han abierto a las personas homosexuales, hasta el punto de lanzar campañas específicas de captación dirigidas al colectivo homosexual o participar de forma oficial en las marchas del Orgullo.
«Salí del armario antes en el Ejército que frente a mis padres», confiesa el joven soldado Wharton, de 22 años, en la entrevista. «Eso dice mucho a favor del Ejército… Tenía 18 años, siempre había sabido que era gay, pero no lo había dicho a nadie», continúa. Wharton muestra su preocupación por la política de «Don’t ask, don’t tell» en Estados Unidos, y no puede evitar pensar en como se sentirán los soldados gays y lesbianas estadounidenses que se ven forzados a ocultar su homosexualidad. «No les dejan ser ellos mismos», dice. Wharton, un apuesto muchachote seguidor del Liverpool F.C. y fan de Britney Spears, conoció a su novio en la marcha del Orgullo LGTB de Londres de 2008, la primera en la que los militares británicos pudieron desfilar y lucir sus uniformes.
Por lo que se refiere a Helen y Elspeth De Montes-Davis, se trata de una pareja de lesbianas unidas civilmente en febrero de este mismo año. Ambas son oficiales del cuerpo de Sanidad. Helen es enfermera, Elspeth se prepara para ser médico general. “Creo que el hecho de ser completamente visibles respecto a nuestra sexualidad nos hace la vida más fácil», cuenta Helen. «No tenemos que ocultar nada, y la gente lo acepta. Al final del día, somos una pareja de militares más».
Nota: puede accederse a las entrevistas originales (en inglés) desde los enlaces incluídos en el primer párrafo. Si deseas ojear el último número de la revista «Soldier» tal y como se encuentra en los kioscos, puedes hacerlo pinchando aquí.
Que ironías trae la vida: el estado británico, que tuvo gran influencia homófoba durante muchos años en varias partes del mundo, incluyendo EUA, India, algunas colonias de América, y que apenas y despenalizó la homosexualidad en 1960, y con ello terminaron las persecuciones de homosexuales… ahora su comportamiento que tiene para con el colectivo LGBT cambió radicalmente. Y varias de las colonias que pudieron independizarse del dominio británico no han podido desarraigar las costumbres homófobas heredadas.
Ojála y dicho ejemplo fuera tomado por la mayoría de los países, porque en lo personal me hubiera querido enlistar en el ejército.