El primer ministro de Australia insiste en oponerse al matrimonio entre personas del mismo sexo, mientras su partido se lo plantea
El primer ministro de Australia, el laborista Kevin Rudd, ha insistido, cara a la Conferencia Nacional de su partido que comienza hoy en Sidney, en que él es contrario a autorizar el matrimonio entre personas del mismo sexo a nivel federal, aunque «da la bienvenida» a que se discuta sobre el tema, tal y como reclaman sectores de su partido. Hace dos días os informábamos precisamente de como los laboristas de Tasmania habían aprobado una moción pidiendo al Gobierno federal que apruebe el matrimonio entre personas del mismo sexo, en lo que parece una maniobra destinada que el tema sea por fin discutido a nivel nacional.
Rudd ha añadido, eso sí, que «respeta totalmente la integridad de las relaciones entre personas del mismo sexo».
El anterior primer ministro australiano, el conservador John Howard, también se oponía a al reconocimiento legal de las parejas del mismo sexo, y de hecho no ocultaba sus posicionamientos claramente homófobos. Por eso su derrota frente a los laboristas trajo esperanzas al colectivo LGTB de ese país, que ahora, y a la espera del resultado de la discusión en el congreso laborista, se ven truncadas. Mientras tanto, según las encuestas de opinión, cerca de un 60% de los australianos ve con buenos ojos el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Si las considera inferiores (y de eso no hay duda alguna) miente cuando dice que respeta la integridad.
Es una completa contradicción, señor Rudd, hablar de que esta a favor de la integridad de las relaciones entre personas del mismo sexo, y luego denegarles el matrimonio, incluso un matrimonio de «segunda clase» como el partnership.
Afortunadamente los homófobos como usted ya no son muchos, como reflejan las encuestas de los australianos en general y la actitud de su partido a discutir sobre el tema. Si no se pone al corriente con todos ellos, se va a quedar solo, y sin más aliados que los que pueda encontrar en los grupos de derecha más radicales, más extremos, que tampoco son tantos.
Con socialistas asi. para que queremos conservadores?
Será que la visita de Ratzinger el año pasado los dejó medio gilipollas.
Señor Rudd, yo también respeto a los gilipollas hijoputas, pero no se me ocurre enviarlos al cadalso como quiere hacer usted, ah no, que también tiene amigos gays y demás….
Y mientras tanto en Albania un partido conservador pretende legalizar el matrimonio homosexual.
¡Ironías de la vida!
fiore yo y katty nos metemos con la awuelita de mokillaza