Exorcismos practicados a LGTB en Reino Unido
Cuando aún estamos intentando digerir la noticia del exorcismo practicado a un joven de 16 años en EEUU el mes pasado, nos encontramos con que varias iglesias del Reino Unido podrían estar practicando el mismo tipo de rituales.
El reverendo John Ogbe-Ogbeide, que dirige un centro Pentecostal en Harrow, un barrio al noroeste de Londres, declara que la homosexualidad es provocada por los malos espíritus, y admite practicar exorcismos en gays 4 ó 5 veces al año. Según él, este rito puede llevarse a cabo en personas de cualquier edad, ya que los demonios pueden apoderarse del cuerpo de cualquiera, sean o no adultos. Pese a que este personaje se jacta de que sus exorcismos ‘siempre funcionan’, lo cierto es que sólo sirven para traumatizar a sus víctimas. Peterson Toscano, un activista LGTB que pasó 17 años en terapia para ‘dejar de ser gay’, afirma haber sufrido 3 exorcismos, uno de ellos tan violento y ruidoso que fue interrumpido por la policía.
El activista LGTB Peter Tatchell denuncia que adolescentes LGTB podrían estar siendo sometidos contra su voluntad a estas prácticas, que incluyen escenas de gran dureza emocional. En opinión de Tatchell, muchos adultos son presionados para someterse a exorcismos, algunos presentan dificultades de aprendizaje o problemas de salud mental y son ‘cazados’ cuando se encuentran en un estado vulnerable y no son capaces de dar un consentimiento plenamente informado.
Un portavoz de la policía de Londres ha declarado que considerarían investigar a esta iglesia si recibieran alguna queja.
¿Hace falta más prueba para afirmar que la religión no es más que un «insulto para la dignidad humana»?
Ya puestos, que legalicen en GB la compraventa voluntaria de riñones y otros órganos… y no digamos ya el tráfico y consumo de drogas.
Ya lo decia Karl Marx, «la religión es el opio del pueblo».
que daño hace lo radical a esta sociedad, y que daño esta haciendo esta iglesia a las personas que «sana», mas que «sanarlas» las está matando por dentro
Peterson Toscano, un activista LGTB que pasó 17 años en terapia para ‘dejar de ser gay’
17 años de tortura, joder. Cuánta maldad en sus «sanadores».