Haciéndonos los suecos. Haciéndonos las suecas
“Lo que suceda en Iraq no es mi problema, yo vivo en España. Me da igual si los matan por ser gays, tengo problemas más importantes que esos por ser como son y nacer allí.”
Chaval de 16 años en Tuenti
“A la hoguera con todos vosotros ¡Enfermos! ¿Os gusta que os den por el culo verdad? A mi no, ni quiero, dais asco.”
Chavala de 17 años en Tuenti
Si es que, no tengo remedio. Me he metido de por medio y ni con esas. ¿Por qué la gente no nos respeta? Curiosamente la homofobia es superior en los adolescentes que en los adultos. Algo se está haciendo mal y esto, empieza a preocuparme. No es adoctrinar al más puro estilo islámico, no es meter nada en la cabeza, es algo tan tan simple como decir “Son normales”. ¿Tanto cuesta a nuestro gobierno defendernos? Bueno, siempre recordaré que alguien me dijo que en política somos un voto marginal, como el del inmigrante, ya que somos un colectivo de votantes “altamente manipulables”.
Tras todo ello, es cierto. Somos los únicos seres del mundo que tropiezan más de dos veces sobre la misma piedra y pese a tener el toro enfrente, no nos movemos. De nada sirve que desde los colectivos o, en mayor medida (Por miedo o desconocimiento de estos) los jóvenes hagamos nuestro propio activismo si estamos, completamente… ¿desprotegidos? Si el heterosexual sale a defender u opinar ya se le encasilla en la homosexualidad armarizada, si no lo hace, le llamaremos intolerante. ¿Nos paramos a pensar en ello? Todo esto aumenta cuando se es un adolescente en edad de instituto e incluso, en la Universidad. Sin ir más lejos también encontramos la otra cara de la moneda:
“Yo paso de lo que digan y de que me etiqueten, si me apetece irme con una tía me voy, si me apetece un tío pues un tío.”
Chavala de 15 años en Tuenti
Mientras que por un lado avanzamos, por el otro y gracias en gran medida a la sensación de “falsa libertad” que tenemos en nuestro país y más, en estas edades, tenemos la parte totalmente opuesta. Cada vez nos gustan menos las etiquetas (Realmente, a mí tampoco me hacen gracia, siempre lo he dicho) y si cada vez más chicos y chicas están teniendo eso en mente desde esas edades es que por fin, algo está sucediendo y claramente muy bueno. Yo, con mis 18 años aun he tenido que vérmelas con algún que otro paranoico que por coger de la mano a alguien nos ha mirado mal, soportar comentarios de “maricones para arriba” y sentir la mayor de las desprotecciones. Pese a todo ello, somos bastantes los que seguimos apoyando al resto de jóvenes LGTB para que en este, nuestro año, pese a que muchos quieran apoderarse de ello, seamos los auténticos protagonistas. Sin etiquetas, sin armarios y con orgullo por ser quienes somos. No somos gays, no somos lesbianas, no somos bisexuales o transexuales somos Juan, Laura, Diego, Marta, Adri, Lucía, Eneko, Marina, Joan… y así hasta llegar a todos los nombres posibles. Debe prevalecer que somos personas, que estamos creciendo y que necesitamos un apoyo fundamental, nada de incondicional, si cometemos errores es necesario saberlo, pero estar apoyados siempre. Queremos una libertad a lo largo de todo nuestro estado y de toda la Unión Europea. Se empieza a hablar de solicitudes para el matrimonio hacia el Parlamento Europeo, ojalá sea una realidad, recordando que aun tenemos que mejorar la base, los jóvenes. No a la homofobia, no solo a la escuela, al instituto, al colegio, a la universidad sin armarios, también a la calle, a nuestros sentimientos y en nuestra vida.
Sam
Esta fue la respuesta a un envío masivo invitando a los actos del Orgullo en Toledo, a mayores de 19 años.
«David A.V. 19 jun a las 14:17
yo no soy gay kien lo sea k vaya y se muera»
Para el al David. Te deseo que la vida te dé bien por el culo pero que no te guste nada de nada, especímenes como tú los hay a manadas. Por cierto, si el mensje es anónimo ¿para qué resaltar que noeres gay? Ainsssss picarónnnnnnnnnnn.