La «cuestión gay» coloca a los anglicanos al borde del cisma
Rowan Williams, arzobispo de Canterbury y líder espiritual de los anglicanos, ha admitido que la «cuestión gay» ha llevado a esta confesión religiosa a una división que parece ya insalvable. En su empeño por evitar formalmente un cisma dentro de la que se considera tercera comunión cristiana del mundo (tras la iglesia católica y las iglesias ortodoxas en comunión con el patriarca de Constantinopla), Williams habla ahora de respetar las «dos formas de ser anglicano».
La decisión de la iglesia episcopaliana, rama estadounidense de los anglicanos, de acabar con la moratoria para la ordenación de obispos gays y lesbianas, así como de autorizar la bendición de las parejas del mismo sexo, ha sido la gota que ha colmado el vaso, después de varios años de tiras y aflojas sobre la forma de integrar a las personas homosexuales en el seno de las iglesias anglicanas. Cuando parecía imponerse la visión conservadora para así evitar la separación de las iglesias más retrógradas, la rebelión de los episcopalianos ha roto el precario statu quo alcanzado, y coloca a los anglicanos de nuevo frente al problema.
El arzobispo de Canterbury preconiza ahora la idea de mantener en paralelo lo que ha llamado «dos formas de dar testimonio de la herencia anglicana», en lugar de hablar abiertamente de cisma «en términos apocalípticos». Williams, que hace dos semanas consideró «decepcionante» la decisión de los episcopalianos, ha lamentado, refiriéndose a la causa última de la división, los prejuicios y la violencia contra las personas LGTB, hechos «pecaminosos y desgraciados», pero ha insistido en que «no se trata de una simple cuestión de derechos humanos o de dignidad. Se trata de la elección de un estilo de vida que tiene consecuencias… Y el que la sociedad cambie sus actitudes no es suficiente razón para que la iglesia cambie su disciplina».
Está por ver si la solución de compromiso planteada por Williams es suficiente para evitar una ruptura formal de los lazos entre las iglesias anglicanas.
Si Enrique VIII levantara la cabeza…
Hurra por los Episcopalianos.
Una vez mas, se me da la razón sobre la estupidez de las ideas respetables.
¿Como coño se va a respetar a una agrupacion que promueve una idea de discriminacion?. Es estúpido.
A ver si acabamos de una vez con el buenismo estúpido y peligroso del respeto a las ideas.
Empezamos con el respeto a las ideas, y acabamos creando codigos civiles independientes para que los religiosos se rijan por ellos y cometan sus barbaridades a gusto, como se ha pedido hacer en Gran Bretaña con el islám.