Reflexiones de un creyente, GLBT y lector de Dos Manzanas
Nota de dos manzanas: Hace pocos días, y tras la publicación en nuestra sección «Una carta en dos manzanas» de la carta «Homofobia combativa desde las religiones», de Javier V., Daniel Ramos, uno de los administradores de la web cristianosgays.com, se puso en contacto con nosotros para trasladarnos una serie de reflexiones. Aunque no solemos hacer referencia a la correspondencia que recibimos, en este caso hemos considerado oportuno publicar íntegramente el texto que Daniel nos remitió (con su permiso) al creer que, más allá de su opinión sobre el contenido de Dos Manzanas y nuestra respuesta (que ya le hemos transmitido), su texto puede ser un elemento de debate e intercambio de opiniones sobre un tema tan complejo y lleno de matices como es la compatibilidad entre fe y orientación sexual. Esperamos que os resulte interesante y dé lugar a un debate sereno y enriquecedor…
Estimados/as compañeros/as de Dos Manzanas:
Supongo que ya me conocéis de otras veces que me he dirigido a vosotros: soy uno de los administradores de cristianosgays.com, grupo que está en deuda con vosotros/as por la posibilidad que nos dais –a nosotros y a otros muchos– de seguir el pulso de la actualidad GLBT.
Hoy os escribo simplemente a título de lector asiduo de vuestro portal –lo consulto a diario– y, lamento que sea así, para exponeros mi disgusto –y supongo que el de más gente– por la razón que expongo a continuación.
Creo que, como GLBT, todos sabemos lo desagradable e irritante que es que te traten como a un enfermo con problemas psicológicos cuando de hecho tú te sientes perfectamente sano. Como compañero vuestro de militancia que me siento, me produce un dolor especial entrar en vuestro sitio y comprobar que dais paso a artículos que, precisamente, lo que pretenden es desmontarme, psicoanalizarme y exponerme la supuesta patología psíquica que me lleva a ser creyente y me convierte en un borrego. Tal vez esté equivocado pero cuando entro en Dos Manzanas lo hago con la idea de entrar a un espacio para todos los miembros del Colectivo, creyentes y no creyentes, donde –al fin– puedan dejar de sentirse juzgados y señalados por ser como son. En mi caso –y me consta que no es el único-, lo que soy, quién soy, viene definido tanto por mi orientación sexual como por mi fe, la cual no tengo conciencia de estar agrediendo a nadie por profesar. ¿Por qué tengo que sentirme, entonces, atacado en lo que soy y en quién soy si el objetivo del portal es crear un lugar de encuentro frente a quienes nos “machacan” a todos sin distinción? ¿Por qué –lo planteo, repito, como simple lector vuestro– no puedo sentirme en Dos Manzanas como en mi casa, sino relegado al rol de quien debe sentarse y aprender lo equivocado que está? ¿Acaso no hay otros sitios en Internet pensados especialmente para que quienes quieran, creyentes y ateos, pueden discutir a favor cada uno de su postura? Perdonadme el atrevimiento pero pienso que si vuestro portal ostentara –con pleno derecho, eso nadie lo discute– una ideología atea “oficial” sería buena idea que quedase reflejado en el título o en algún subtítulo para que nadie más caiga en mi error. En nuestro grupo indicamos claramente que se trata de un espacio para cristianos/as o al menos gente que respeta (= valora) esa fe aunque no la comparta, con lo cual ya habrá quienes por principio no entren al sitio –aunque si lo hacen comprobarán que no se ataca a nadie por el hecho en sí de ser ateo y seguirá sin hacerse al menos mientras yo tenga algo que decir, porque, repito, ya hay otros espacios en Internet para esa tarea tan “interesante” de intentar desmontarnos mutuamente-.
Os invito a imaginar lo humillante que sería la situación contraria para el lector ateo o agnóstico. Que en un sitio GLBT en cuyo título no haya alusión alguna a una determinada creencia religiosa se le colasen cada cierto tiempo posts intentando “demostrarle” el error de las posturas no-creyentes. ¿No calificaríais eso de “adoctrinamiento solapado”?
Tal vez vuestra respuesta sea “bien, escribe tú artículos de signo contrario a aquellos por los que protestas y te los publicaremos”. Pero las cosas no sólo no pueden ser así –ya es bastante el tiempo que hurto a la vida real que a todos nos espera más allá del teclado para dedicarme a mi propio grupo-: es que tampoco creo que deban ser así. No veo por qué un foro GLBT debe convertirse en un foro de discusión entre ateos y creyentes. Parece claro que uno de los valores que defiende vuestro portal es la laicidad, nuestra capacidad para crear espacios donde encontrarnos en base a lo que nos aglutina, dejando al margen aquello que nos distingue –y nos enriquece: ¿no es acaso la diversidad uno de los valores que defendemos como Colectivo?– a nivel de creencias a favor o en contra de la existencia de Dios. ¿No es posible, pues, obviar simplemente esas creencias personales y los discursos a los que apelan para defender sus respectivas posturas, y hacer referencia al hecho religioso sólo en cuanto a sus manifestaciones objetivas, en la medida en que inciden favorable –ej. Iglesias inclusivas– o desfavorablemente –ej. el discurso oficial de la jerarquía católica– a la causa de los derechos GLBT? Nuevamente: como lector, como simple lector, creo que si ese fuese el estilo de Dos Manzanas a nivel de posts –otra cosa son los comentarios, donde no sólo es normal sino deseable que los lectores tomen partido-, todos los habituales de vuestro portal nos sentiríamos más cómodos, más acogidos, sin esa incómoda situación de que nadie nos diga cómo tenemos que pensar -¿acaso no hemos soportado bastante eso por parte de la sociedad heterosexista para que ahora lo hagamos entre nosotros?-.
Y bueno: ahí lo dejo parea vuestra consideración. Siento de corazón si algo de lo que he escrito os ha molestado. Por mi parte creo que los consejos siempre están bien –por lo cual nosotros estamos igualmente abiertos a los que consideréis oportuno hacernos-. Y que a quienes llevamos sitios en Internet siempre nos viene especialmente bien escuchar la opinión del lector y tomar en cuenta sus sensaciones en pro de la convivencia entre el mayor número posible de sensibilidades.
Un abrazo a todos/as desde Bilbao.
Daniel, es demasiado el daño que está haciendo la cúpula de la Iglesia sobre la propia Iglesia. Muchas veces arremetemos contra los creyentes casi sin darnos cuenta, por puro instinto de supervivencia ante tanto ataque hacia la homosexualidad por parte de los obispos.
Pero en Dos Manzanas también hay voces de respeto hacia los creyentes. Yo escribí una columna aquí al respecto, titulada «¿Es posible otra iglesia?» (que vosotros respondiesteis en vuestra web). Hoy podemos refrescarla
http://www.dosmanzanas.com/2009/03/¿es-posible-otra-iglesia.html
Un abrazo.
Homofobia combativa desde las religiones, me parece un estupendo artículo que analiza porque las religiones necesitan someter y discriminar. Explica desde una perspectiva científica, como no podría ser de otro modo viniendo de Javier V., el porque las religiones son homófobas. A mí me interesa que se analice la razón de que las religiones estén mayoritariamente en nuestra contra, y a un creyente LGBT tendría que interesarle mucho más.
Yo soy ateo, lo que crean las personas que están a mi alrededor me trae sin cuidado. Pero tengo un enorme, enorme interés en que cuando me jubile mi vida sea lo más tranquila posible sin que un sacerdote llame a la policía para denunciarme por ser homosexual. Este miedo no es una paranoia, sucedía hace poco en nuestro país y los curas y personas religiosas que hacían esa monstruosidad siguen vivos, no están arrepentidos y van a manifestaciones «por la familia» organizadas por la Iglesia Católica u oyen programas en la radio católica que les hacen creer que ellos son víctimas y los homosexuales culpables. ¿Volverá a pasar esto en el futuro? ¿Alguien me puede garantizar que no? ¿La iglesia actual no me encarcela porque no quiere o porque no puede? Echando un vistazo a la historia reciente de Europa se ve que puede pasar de todo.
Tú, Daniel, y yo tenemos que lidiar con esta realidad nos guste o no nos guste. Conozco a miembros de organizaciones cristianas LGBT, sé de sus argumentos basados en las palabras de Jesús relacionadas con el amor y que creen que hay que dar una oportunidad para el verdadero cristianismo. Sin embargo ni se les ha pasado por la cabeza averiguar el por qué tantos cristianos, y la totalidad de la jerarquía, después de leer esas mismas palabras creen actuar en justicia al expulsar a una mujer lesbiana de una cofradía. Ni han averiguado cuál la explicación de por qué todas las oportunidades que se le ha dado al cristianismo han acabado en intolerancia y rapiña (no conozco ninguna denuncia importante al despreciable labor de las iglesias cristianas en el expolio y genocidio de África). No lo han hecho por que a estas organizaciones no les interesa llegar al corazón del cristianismo (que no es el sagrado corazón que se ve en los calendarios). Y el núcleo del cristianismo (o el de cualquier religión monoteísta) es «yo tengo la verdad y tú no». Y sus corolarios: «mi cristianismo es el bueno y el tuyo no», «yo soy bueno y tú no». El que no siga el camino correcto merece, según el propio Jesucristo, ser echado a las tinieblas donde encontrarán llanto y crujir de dientes. (Mt. 8,12)
Me encantaría oír de la mayoría de los cristianos: «ya hemos encontrado el por qué de tanta intolerancia y ahora trabajaremos para que no se repita jamás». Pero con estos mimbres es imposible hacer un cesto diferente a los que se han hecho ya. Sé de vuestra buena intención y lamento que no consigáis que ese «verdadero cristianismo» (y el de los demás no) se imponga en la iglesia.
Probablemente, el problema es que vuestra voz es sólo un susurro entre los gritos de las altas jerarquías y de esos foros que tanto nos atacan. Es imposible oír nada entre tanto ruido.
El caso es que un susurro también podría hacer mucho.
Gandhi no gritaba, pero dijo cosas como «hay ideales por los que estoy dispuesto a morir pero ninguno por el que estoy dipuesto a matar», «si no hay justicia no hay paz», «desobediencia civil no violenta»… frases que hicieron mucho daño al poderoso imperio británico.
De los grupos cristianos LGBT se oyen susurros como «vamos a ser buenos como Jesús» y «el verdadero cristianismo es el nuestro» que coinciden con lo que grita la jerarquía.
Si se analiza desde un punto de vista racional, las creencias sobre las que se basan todas las religiones son ridículas. Y encima, como supuestamente es sagrado, no se les puede criticar. Es curioso las gilipolleces que es capaz de creer la gente con tal de no aceptar la idea de la muerte. Cuando veo a gente señalando al cielo pensando que su ser querido que ha muerto está allí me parece ridículo. No señores, su ser querido no está en el cielo. Está muerto. A ver si empezamos a razonar un poquito y nos dejamos de pasar de generación en generación las mentiras vehiculadas por las religiones. Millones de personas han sido asesinadas, torturadas, humilladas, en nombre de las religiones. Menos cuentitos chinos y más razonar.
Lo siento si ofendo a los creyentes (supersticiosos), pero esas creencias sin ninguna base racional también me ofende.
Muchas gracias por tu carta, Daniel, me parece muy clarificadora.
Yo pienso en buena parte como tu, soy ateo pero no creo que el hecho religioso sea intrínsecamente homófobo. Creo que más bien que la homofobia (como el racismo, el machismo, la xenofobia, etc.) es un instrumento que permite a los totalitarismo hacerse con el control de la opinión pública en cualquier ámbito social (pienso ahora en los regímenes comunistas de la Europa del Este o en la Cuba de Fidel en los años 60).
Yo no creo que el hecho religioso conduzca necesariamente a la homofobia (ni tampoco el comunismo, pese a sus manifestaciones homófobas en los años en los que se impuso en la Europa Oriental o en la China de la revolución cultural). Me temo que el problema de la homofobia, de la xenofobia, del racismo, del machismo…de cualquier forma de discriminación que pretende organizar los grupos humanos y crear una estructura estratificada donde unos sujetos estás sometidos a otros, es mucho más profundo y anterior al hecho religioso.
No nos hacemos ningún favor (tampoco los gays ateos) pensando que en un mundo sin religión la homofobia pasaría a ser un fenómenos marginal y extraño, nada más lejos de la realidad.
Yo creo que es muy importante la labor de los que como tu se niegan a resignarse al control que ejercen los elementos más reaccionarios sobre el hecho religioso para azuzar desde allí discursos que sería inaceptables en las sociedades avanzadas si se lanzaran desde otros ámbitos.
Yo veo extraordinariamente positivo que lo que antes eran figuras singulares aisladas se haya convertido hoy en una minoría sólida (luteranos suecos, epicopalianos norteamericanos, universalistas…), que cada vez gana más simpatizantes y se logra con su sola presencia de desenmascarar ese supuesta «cuestión de conciencia» o «cuestión de fe» que pretender cubrir el discurso homófobo con un manto místico y transcendente.
Yo te invito desde aquí a participar más activamente en medios como este para difundir tus posiciones.
Un saludo de un ateo gay, que te considera un compañero en la lucha contra la homofobia y la discriminación
Hay tantas cosas que tengo que decirte, Daniel Ramos. En primer lugar, ojála que todos los creyentes fueran personas como tú, o como seguramente lo son la mayoría o todos los integrantes de la web que administras; ojála que todos tengan la misma visión ideológica (o religiosa, como desees llamarle) que tienes tú sobre las personas LGBT, la misma visión inclusiva. Desgraciadamente, aunque dicha visión sea bastante ideal no es la que impera, no es la que influye en la vida pública: impera una visión perniciosa del cristianismo, como ya sabes, que gusta de hacer lobby en la política para menguar nuestras derechos solo porque «dios así lo dice» o «así esta escrito naturalmente divino» o «asi viene escrito en la biblia, en Levítico, Pablo y Génesis»; una visión tan nefasta (por no decir otra cosa más fuerte) que busca por ejemplo «convertir» a los gays en heteros mediante «el poder de jesucristo», que considera «antinatura» las relaciones entre personas del mismo sexo y que desea imponer a todo mundo su visión de tooodas las cosas porque creen poseer «la verdad»; tras la homofobia existe todo un pasado, base y trasfondo religioso que es casi imposible ignorar. Con todo lo dicho anteriormente, Daniel Ramos, y con todo el respeto que te mereces ¿qué LGBT, con todas esas groserías, podría pensar que la religión le sería benéfica para su vida, en este caso el cristianismo? No sé los demás, pero yo no creo que todo aquello podría serme benéfico de un modo u otro, todo lo contrario. Eso es mi opinión personal en cuanto al papel específico de las religiones con respecto a los LGBT. El catolicismo y sus fieles más radicales y fundamentalistas, por ejemplo, piden a gritos que lo dejen de respetar: trata a los demás como desees que te traten a tí.
En segundo lugar !la web es laica! o eso al menos me supongo yo. Entonces igual puede venir a escribir un cristiano con una visión ¿inclusiva? para aquellos LGBT que sí creen en él, o un islámico (que veo realmente difícil) que venga a escribir sobre la ¿inclusión? de los LGBT en el Islam. Igual como dices tal vez podrías tener tu propia columna como el resto de los chicos que escriben la suya aquí en forma de «Cartas», y no criticaría la idea, es más estaría de acuerdo con que la tuvieras porque sé que no todos comparten la misma visión «ácida» que tengo sobre la religión, o atea, creo que hay creyentes que merecen su propia voz, y adelante. Lo importante es que tanto creyentes como ateos tenemos que estar concientes que si escribimos alguna opinión… bueno, debemos esperar no solo a que estén de acuerdo con lo que decimos, sino también al hecho de que otros no estarán de acuerdo con lo dicho. Probablemente sea inadecuado plasmar implícitamente una sola visión del mundo como dices, y más en un espacio laico; si tu observación es únicamente esa !entonces que este espacio se haga más plural!
Como siempre he dicho: uno tiene todo el derecho de creer en lo que quiera, y ni quién pueda negarsélo; siempre y cuando no se imponga a todos una creencia o no creencia en particular.
Personalmente creo que mi problema no va con creyentes moderados e inclusivos como tú, ni con visiones más benignas e inclusivas de la religión (aunque sea ateo). Mi problema esta precisamente en lo opuesto: en el cristianismo fundamentalista y los creyentes fundamentalistas, con ellos no tengo ni la más mínima consideración; personalmente nunca le hago criticas a religiosos LGBT «no fundamentalistas», aunque no este de acuerdo con sus creencias.
Todas las críticas que he leído en los artículos de DM a la religión son críticas dirigidas hacia la religión institucionalizada; no recuerdo (es posible que lo haya habido, pero no lo recuerdo específicamente) ningún ataque contra los creyentes ***en tanto que personas de fe***. Yo creo que es inevitable que una persona creyente se sienta «atacada» cuando lee un artículo en el que se critican las posturas de quienes sustentan los postulados de fe con los que se identifican, pero no creo que sea el articulista el responsable de ese sentimiento que surge en los lectores.
La cuestión no es que un foro LGBT se convierta en un foro de debate entre ateos y creyentes, sino que una inmensa mayoría de las cuestiones que nos afectan en tanto que personas LGBT se ven afectadas por las posturas que tanto a nivel institucional como a título personal mantienen los creyentes de las diferentes religiones: desde las jerarquías (católicos, hindúes o musulmanes, lo mismo me da) a muchos «laicos» de a pie que defienden posturas homófobas y discriminatorias. Ni qué decir tiene que personalmente considero que toda discusión sobre cuestiones LGBT debe incluir debates (siempre desde el respeto, pero no por ello superficiales) sobre la religión y especialmente el papel de la religión institucionalizada en nuestras vidas.
Por estas razones no puedo estar de acuerdo con el contenido de tu carta, Javier V., aunque comprenda que en ocasiones ciertos comentarios puedan herirte de forma personal. Es algo que me parece inevitable, lo mismo que a mí muchos comentarios procedentes del entorno de distintas comunidades de fe me parecen insultantes y denigrantes y un ataque contra mi persona.
Yo no tengo opinión sobre este asunto, pero no comparto la crítica a dos manzanas por publicar cartas que denuncian la homofobia de la religión o de algunas religiones. Tampoco la política es intrínsecamente homófoba (ni siquiera la democristiana, como hemos visto en algún destello reciente) y sin embargo tiene sentido hablar de las políticas pro-glbt y anti-glbt que nos rodean.
Si la respuesta que dos manzanas le ha dado a Daniel Ramos refleja de algún modo una posición «oficial» sobre el tema (y no es solamente una respuesta personal), creo que sería interesante que se publicara también, tanto si se ha reafirmado la práctica que se ha seguido hasta ahora, como si va a haber un cambio a raíz de estas reflexiones. A mí me gustaría que no hubiera cambios.
Pues me ha parecido algo victimista. Como dice Ave, yo no he visto un solo ataque a creyentes.
Y en los comentarios los insultos (cuando se insulta) van dirigidos a lo que yo llamo cristofascistas, que evidentemente no lo será ninguno de quienes yo llamo «creyentes sociales» o creyentes que sencillamente ignoren a la iglesia, etc.
Yo, como ya he dicho, procuro respetar a la persona (en terminos de no insultar, etc, aunque siempre procurando que sea una relacion de doble sentido, si se me insulta a mi, responderé) porque lo respetable son las personas.
Las religiones, como cualquier idea, no son respetables per se, y por tanto las criticaré.
Entiendo que pueda no resultar agradable.
Por lo demás, siempre me interesará la visión que tengan que ofrecer los grupos religiosos gays.
Aunque no sea mas que para desmontarla en un interesante debate XD (y no es que yo sea precisamente lo mas puesto en religiones comparadas o teologia).
Se me ha quedado. Tengo que decir que tampoco considero la religion como concepto, intrínsecamente homófoba.
Al menos, religiones que no sean los 3 monoteismos de libro que nos ha tocado sufrir (esos si, son bien homófobos, lo tienen escrito y lo han dejado clarito, mas allá de que de vez en cuando salgan con interpretaciones de no se que).
Ahora, que la religion me parece perniciosa para la sociedad, eso lo mantendré aquí y en cualquier lado.
También en nombre de una ideologia política se pueden cometer innumerables barbaridades. Pero aun así, la religion me parece intrínsecamente perversa por ese concepto de lo sagrado que intenta blindarla contra toda crítica y por su concepto de la «ley natural».
Dr. Turbio, suscribo todas y cada una de tus palabras. Y añado que el hecho de que DM sea un blogg de tematica LGTB, no quiere decir que todos estemos de acuerdo con los post que se publican en él. Y eso no es malo. Bueno, siempre y cuando no nos enzarcemos en ridiculas discusiones salidas del propio post. Que Daniel es cristiano y gay? perfecto. Que yo soy ateo y gay? pues perfecto tambien. Que atacaré a la iglesia siempre que se meta contra el colectivo LGTB? de eso que nadie tenga la mas minima duda. Y encima les atacaré con la misma fuerza con la que ellos nos atacan a nosotros.
zarevitz, he sido yo en esta ocasión el encargado de responder a Daniel, dado que Xavi está unos días de vacaciones y los colaboradores de la página nos intercambiamos información de forma más lacónica y espaciada que de costumbre, y nos repartimos el trabajo como podemos 🙂 , pero refleja el sentir de los que hacemos la página hasta donde hemos podido hablar siempre de estos temas.
Básicamente le he comentado a Daniel que comprendemos su malestar y que nuestra página no pretende ser un foro ateo. Como página informativa recogemos toda la información relacionada con el ámbito religioso que tiene que ver con el hecho LGTB tanto en lo positivo como en lo negativo, creo que eso es evidente, y como espacio de discusión las cartas y columnas expresan el pensamiento de sus autores, y no necesariamente el de la página. Sí que le hemos transmitido nuestra comprensión de como en ciertos momentos los creyentes LGTB pueden sentirse, y por eso le pedimos que nos dejara publicar su carta como un elemento que pudiera dar lugar a un espacio de empatía y discusión.
Por supuesto que la política de la página no va a cambiar en el sentido de rechazar artículos que puedan «molestar». Pero sí nos ha parecido útil y enriquecedor que este debate se plantee, y que incluso estimule a más creyentes LGTB a que comenten o envíen cartas.
Dos manzanas denunciará a la iglesia católica cuando fomente la homofobia y felicitara a la iglesia luterana sueca, por ejemplo, cuando apruebe el matrimonio religioso de homosexuales, como previsiblemente pasará en unos meses. Esa es nuestra lucha, la LGTB, y ahí sí somos una roca. La discusión religión/ateismo, es cosa de los comentaristas (y lo digo yo, que me estrené hace años en esta página precisamente teniendo una discusión muy agria por ese tema debido a mi ateísmo).
También debo decir que a petición de Daniel hemos comentado con Javier V. la publicación de esta carta, y le ha parecido estupendo que lo hagamos en orden a fomentar el debate.
Dicho esto, considerad este post un paréntesis, por favor, y seguid la discusión.
¡Saludos!
Donde pone «Javier V.» quise decir «Daniel Ramos». Disculpas por la confusión.
A mí, Daniel Ramos, no me termina de quedar claro a qué parte o sección de Dosmanzanas te refieres exactamente. A la sección de comentarios está claro que no, pues tú mismo la excluyes. Pero… ¿te refieres a las noticias o a las cartas de los lectores y columnas de opinión?
Si es a las noticias, creo sinceramente que estás matando al mensajero. ¿Que no te gusta ver tanta noticia referente a la homofobia de la Iglesia? Pues a lo mejor a quien tendrías que pedirle cuentas es a la Iglesia que genera esas noticias, no al medio que las transmite. Además, como ya se te ha dicho, cuando hay alguna noticia positiva, también se publica (como estos días hemos tenido ocasión de ver con la Iglesia luterana sueca y la episcopaliana).
Si te refieres a las columnas, ya te ha contestado Rafa Rodríguez con su primer comentario. Y respecto a las cartas, ya te excusas tú mismo ante una posible respuesta «pues escribe tú», cosa que no deja de tener su miga, pues es la única respuesta posible. Javier V. envió su carta a Dosmanzanas exactamente igual que lo puedes hacer tú o que en varias ocasiones lo he hecho (aunque no sobre este tema).
Y, aunque tú la mantengas fuera de su crítica, te diré que es gracias a la sección de comentarios de esta página que yo, personalmente, he aprendido a tener una posición más respetuosa hacia las personas lgtb creyentes de la que tenía antes, aunque siga pensando, como Fernando1984, que creéis fábulas y supersticiones y me niegue a colocar (siempre lo haré) en una balanza equidistante fe y razón, religión y ateísmo.
Por tanto creo, y te lo digo con todo el respeto, sin acritud y sin ánimo de buscar la animadversión y la confrontación, que tu carta se debe más a la sensibilidad a flor de piel que os caracteriza a los creyentes, que a otra cosa.
Por último te haría una petición: si mandas una carta de estas mismas características a algún medio cristiano no lgtb quejándote porque dan un tratamiento homófobo a sus noticias, me encantaría que nos lo hicieras saber. Por comparar, más que nada.
Un saludo.
Daniel, la jerarquía eclesiástica ataca constantemente a las personas homosexuales y transexuales y no os veo ni os oigo a l@s cirtian@s «de base» —trans, homo, bi, hetero— protestar, ni salir a la calle a mostrar vuestro disgusto, ni expresaros de ningún modo en un foro público donde repercuta vuestra voz. Pecáis por omisión. Y pecáis mucho.
Bien. Lo primero, tendría que pedir a Daniel Ramos que se relea mi carta. Entiendo que es densa y bastante abstracta en sus términos.
No es que una «patología psíquica» individual lleve a nadie a ser creyente, sino que por un proceso histórico, social, se ha desembocado en el autoritarismo por parte de las religiones institucionalizadas. No tendría por qué ser así. Pero es un hecho constatado que se ha exigido obediencia por obediencia y se ha apelado al miedo de los fieles, desde una autoridad más allá del debate y la democracia.
Se supone que «cristianosgays» pertenecéis a esas «bases» de creyentes que ponen en cuestión los dogmas tal como emanan del Vaticano y la Conferencia Episcopal. Por tanto, no estáis actuando como «borregos»… De hecho, estáis en desacuerdo con la homofobia que predica y practica la jerarquía.
Mi carta no «machaca» a todas las personas religiosas sin distinción, ni siquiera llega a equiparar religión en sí con homofobia. Lo que afirmo es que el fenómeno de la constitución de religiones estructuradas socialmente, tal como históricamente se ha dado, ha tendido al autoritarismo, igual que ha ocurrido, por ejemplo, con el comunismo de Estado u otras ideologías.
De hecho, cuanto más se ha identificado la religión con el Estado, más intenso y eficaz se ha desplegado dicho autoritarismo.
Bien. Como bien has deducido, Daniel Ramos, he echado mano de lo que conozco del psicoanálisis [humanista] para hacer notar las raíces y consecuencias del fenómeno autoritario. ¿Por qué? Pues porque quiero comprender qué es lo que motiva a los líderes religiosos para manifestarse tan hostil y obsesivamente contra nosotros, lesbianas, gays, bisexuales y transexuales. Y quiero saber por qué tienen tantos seguidores en ese afán destructivo.
Daniel (post #2), Dr. Turbio (post #3), etc., ponen el dedo en la llaga, a mi entender, cuando resaltan que los primeros interesados en analizar, explicar y buscas soluciones para desprender de odio y discriminación a las instituciones religiosas debiérais ser vosotros mismos, los creyentes «de base»…
En todo caso, pienso que los no creyentes y los ateos nos jugamos también nuestro propio bienestar [¡que nos lo digan a les y gays!] y el logro de una sociedad mejor, si conseguimos que quienes se han erigido en enemigos nuestros, rectifican y abandonan hacer el mal.
Sobre todo nos interesa que la sociedad no dé lugar a que se permita que se promueva la desigualdad, la discriminación y la negación de la realidad. Hasta ahora, invocar la «libertad» religiosa ha sido una excusa perfecta para tolerar, incluso en democracia, que siga anidando en los corazones el odio a l@s más vulnerables, sobre todo si somos minoritari@s… ¡Qué valientes que son!
Necesitamos saber por qué ha tenido tanto éxito históricamente la homofobia, durante miles de años; y por qué sigue siendo tan fuerte y poderosa. Hemos de intentar conocer sus raíces profundas, para saber erradicarla.
Crasamet y ave han respondido lo que yo opinaba, y dexter y fernando han clavado mi opinión sobre el fenómeno religioso, así que os reito a sus comentarios
Daniel, coincido con mucho de lo que han dicho por aquí los habituales de Dos Manzanas. Si al hilo de una noticia se desata una discusión sobre creyentes/ateos (en el sentido de un sano intercambio de ideas y exposición de posturas diferentes) no veo por qué no han de tener lugar, aunque sean creencias particulares de cada uno.
Al fin y al cabo, no dejan de ser como los colores: en la variedad está el gusto y en esta sociedad estamos todos: desde los ateos a los fundamentalistas, pasando por diferentes grados de agnosticismo o creencias, digamos «alternativas». Es lógico, pues, que en esta página haya de todo, como en botica.
Respecto a los ataques personales, creo que la mayoría de las veces las críticas van contra la creencia en sí, y no contra la persona creyente. Aún así, tampoco podemos ser tan ingenuos y/o asépticos; es imposible negar que nuestra personalidad viene marcada también por nuestras creencias (o la falta de ellas). Por tanto, muchas veces nos encontraremos siendo juzgados o medidos por las mismas. A este respecto, no se me ocurre otra cosa más que hacernos responsables de nuestras propias decisiones y ser consecuentes con las mismas.
En cuanto al caso concreto de la religión católica, me gustaría hacer una puntualización personal. Afortunadamente conozco a bastantes católicos «de base» que no tienen mayores problemas con la homosexualidad ni con otros aspectos que las altas jerarquías encuentran controvertidos, con los que hablo diariamente y me unen lazos de amistad.
Ahora bien, también te diré que, cuando opino negativamente sobre esta religión, no lo hago tanto por lo que dice su jerarquía (que también) por cuanto opinaron, opinan y opinarán esos cientos de millones de católicos que siguen siendo tan intransigentes como sus obispos y cardenales y que son los que te cruzas a diario en la calle y los que sí influyen en tu vida diaria, mucho más que el desmesurado de Rouco Varela. Estaríamos en un error si pensásemos que 200 retrógrados cardenales gobiernan a millones de católicos de lo más progresista.
Así, enlazando este último párrafo con el anterior, y echando mano de mis vivencias y creencias, me es imposible negar que mi visión sobre la fe católica se ha visto irremediablemente afectada por mis trece años en un colegio de curas; por el excesivo uso en la utilización del miedo como arma para convencer; por la cantidad de prejuicios que muchos católicos me han echado (nos han echado) a la cara sin yo (nosotros) pedirlo. Y con nosotros, me refiero a los que no compartíamos sus creencias.
Me dirás que quizás todo eso me (nos) ocurrió porque la religión se convirtió en una cuestión de estado, algo que nunca habría debido suceder. Y yo te daré la razón.
Pero de la misma forma en que hubo un tiempo en que una mayoría creyente arrinconó al resto, quizás parte de lo que ahora estamos viviendo sea el retorno del péndulo. Y quizás, sólo quizás, pasado un tiempo, las cosas vuelvan a un equilibrio en el que el respeto a las creencias o no creencias de cada uno sea el que impere.
Por mi parte, intentaré respetar las creencias del otro, siempre que las suyas no menosprecien las mías propias. Y eso, para los que se han creído ser los únicos poseedores de la verdad absoluta, puede resultar un trabajo muy muy difícil.
Saludos también desde Bilbao
No se, quizas seria aclaratorio que dijera que parrafos del escrito le parecieron ofensivos. Como ateo estoy mas o menos de acuerdo enq eu se deben respetar las creencias de los demas, pero siempre que esas creencias no los llevena imponer su santa voluntad (y nunca mejor dicho).
Si criticar sus agresiones verbales a homosexuales o abortistas es ofensivo, pues desde mi punti de vista se tendran que aguantar, porque hasta ahi si llega la tan cacareada libertad de expresión
Pues mira, Daniel, te voy a ser sincero.
Resulta que el hecho religioso, irracional en si mismo, ha sido utilizado tantas veces para fomentar la homofobia, el machismo o el racismo y ha servido tanto tiempo para mantener el statu quo, que yo, y como yo muchos otros, creemos que el mundo a medio largo plazo, estaría mejor sin religiones.
Mi postura, que la religión no es algo bueno ni malo en si mismo, pero si fácilmente utilizable para exacerbar los prejuicios y manejar a la población, es una postura meditada, razonada y argumentada. Y mas todavía, empírica.
E igual que hay quienes opináis que la religión es muy importante y tratáis de promoverla, haciéndola ver como algo positivo y su practica como compatible con la realidad LGTB, los hay, como yo, que no creemos que tenga mucho de positivo y que, más bien al contrario, lo ideal seria que las religiones desapareciesen, no prohibiéndolas, por supuesto, simplemente convenciendo a las personas de que no necesitan creer en cosas que no existen para vivir sus vidas.
Dos manzanas no es, a mi parecer, un lugar «Ateo militante» ni nada parecido. Afortunadamente, tampoco es un lugar que fomente la religión como algo bueno. Es simplemente, un lugar donde hablamos muchos y escriben unos cuantos, de todo tipo de temas LGTB, religiosos o no. Lo que tu pretendes apelando al victimismo, que no se critique a la religión, o al hecho religioso en Dos Manzanas, es simplemente, censura por que, imagino que si veras bien que se hable de la religión en positivo ¿no? Entonces ¿por que te parece mal que se critique el hecho religioso?
Sinceramente, el ateísmo, incluso el ateísmo militante es un elemento consustancial, muy importante de la cultura LGTB. Mucho mas, si me perdonas, que la religión, por mucho que unos cuantos os empeñéis en compatibilizar, a base de piruetas lógicas, religiones que nos llaman enfermos, con vuestra fe personal.
Dicho lo cual, toca aguantarnos. No podéis pretender tener derecho de veto al sentiros ofendidos por que haya quienes critiquen la religión. Esto es un blog LGTB, no es un blog religioso. Aquí caben todas las opiniones acerca de la religión en relación con lo LGTB, opiniones que consideran, como la tuya, que la religión es compatible con lo LGTB y es positiva y otras, que consideran que la religión nos ha hecho muchísimo daño al colectivo LGTB y que, en si, no es algo positivo. y si yo me tengo que tragar el ocasional comentario sobre la religión diciendo lo buena que es, cuando para mi eso es una bofetada a mi inteligencia, entiendo que, de la misma forma, si alguien critica la religión, vosotros tenéis que ejercer la misma tolerancia que ejerzo yo.
Con todos mis respetos, no se puede argumentar a base de sentirse ofendido y de victimismo para prohibir las opiniones con las que no coincides. Hay quienes no podemos ver ni en pintura la religión ni a sus jerarquías y tenemos derecho, en este blog, a decirlo. Yo, en cambio, nunca pretenderé prohibir tus artículos sobre la fe LGTB.
PD: y vosotros, los creyentes LGTB, sois en general estupendos. Pero no sois, lo siento, representativos ni de los cristianos, ni de los creyentes. Ya nos gustaria a todos.
Pues yo no lo veo tan blanco y negro, en esto estoy bastante de acuerdo con el comentario 7. El caso es que aunque seas ateo es bastante iluso pensar en un mundo sin religiones, parecen una necesidad básica para la mayoría de la gente.
Así que si va a estar ahí siempre, es un espacio que habrá que conquistar también, y los cristianos LGTB son la punta de lanza de esa conquista. Al fin y al cabo son pocos años los que llevan fuera del armario.
Y ya cuando eso se consiga, pues cada uno por su lado.
Daniel pierdes el tiempo.
Algunos comentaristas de esta página dedican a los gays cristianos con todo el cariño expresiones llenas de tolerancia, respeto y amor tipo: «incultos», «irracionales»,»victimistas»,»supersticiosos», «crédulos de cosas que no existen», «hipócritas», «creyentes de gilipolleces», «pecadores por omisión», «falsarios», «colaboradores con la homofobia», «no aptos para asistir al Orgullo». Todo ello lo ha escrito gente que ha vivido la exclusión por ser gay.
Pero es normal. Es frecuente que el que ha sido oprimido oprima a los que son más débiles que él.
Un comentarista habitual suele decir que los gays cristianos estamos doblemente discriminados: desde la Iglesia por gays y desde el mundo gay por cristianos. ¿Necesitas más pruebas que algunos, que no todos, de los comentarios de más arriba?.
Lo que no acabo de entender es el sentido de tu carta. La página expone noticias. Son algunos de los comentaristas, que necesitan canalizar sus movidas personales, los que se ensañan con los gays cristianos. Pero la página no tiene nada que ver con las opiniones de los comentaristas.
Cristian@: creer en vuestro «santa claus» para adultos no es de ser muy racional, que digamos.
Las religiones se basan en creer gratuitamente, porque sí, algo que no es demostrable en modo alguno, ni empírica ni racionalmente: a esto lo llamamos «tener fe» («por la gracia de Dios»). Esta falta de fundamento racional o empírico de las crencias religiosas convierte a las organizaciones y los poderes que se basan en éstas en verdaderos gigantes con pies de barro. La única forma que tienen de sostenerse en pie es proteger al máximo esos pies de barro, evitar que sean atacados. Es decir, evitar que sus dogmas sean objeto de cuestionamiento público alguno. Por eso durante siglos han prohibido por ley que se expresara la menor discrepancia respecto de «las verdades de la fe», recurriendo a las más atroces violencias para hacer cumplir dicha prohibición. Si hoy ya no hacen eso en Occidente (en otras partes del mundo siguen haciéndolo), es porque la sociedad se lo ha impedido, gracias a la dinámica secularizadora y laicista iniciada en la Ilustración y las revoluciones liberales.
Sin embargo, las religiones siguen empeñadas en proteger sus frágiles cimientos evitando que éstos sean objeto de crítica por quienes no acatan o comparten sus dogmas. Para ello apelan hoy en Occidente a que «deben respetarse las creencias de todas las personas» (lo cual es absurdo: ninguna idea merece respeto por sí misma, son las personas las que merecen respeto; y respetar a las personas incluye naturalmente respetar su derecho a pensar libremente y a expresar en público su pensamiento, incluso cuando éste contradiga las creencias -religiosas o no- de este o aquel grupo de creyentes) y a pedir, o exigir, que «no se ofenda su sensibilidad» en ningún caso. Con ello intentan conseguir hoy lo mismo que, mediante la imposición más violenta, lograban en el pasado: es decir, intentan hacer que lo que para ellos es «sagrado» e intocable lo sea también para todos los demás, para todo el conjunto de la sociedad.
Si se llegara a aceptar dicha petición o exigencia de los creyentes en esta u otra fe de evitar toda «ofensa a su sensibilidad», ya no viviríamos en una sociedad laica, puesto que en una sociedad laica nada puede imponerse como sagrado, intocable o tabú. Por eso creo que dosmanzanas no debería aceptar ninguna petición de no publicar cartas u artículos de opinión que sean críticos con las creencias religiosas. Negarse a publicar dichos textos para no ofender la sensibilidad de los creyentes equivaldría, a mi juicio, a practicar la censura de un modo incompatible con la naturaleza laica y aconfesional que debe caracterizar a toda democracia moderna avanzada, y por supuesto a todo medio de comunicación que se identifique con dicho sistema de convivencia.
Cristian@, cuál crees que es el por qué. En lugar de perder el tiempo, como tú dices, podemos profundizar en este interesante tema.
Por qué crees que la mayoría de los LGBT tenemos una actitud que tú (y la jerarquía) llama «opresión». ¿Quién tiene la responsabilidad de esto?
Tranquil@ ni te vamos a quemar en la Santa Hoguera ni te vamos a denunciar, puedes hablar con toda libertad.
Flick: gracias por compartir la respuesta, que me gusta mucho.
Nemo: estaba de acuerdo con lo que has escrito hasta llegar a la frase final. «Negarse a publicar dichos textos para no ofender la sensibilidad de los creyentes equivaldría, a mi juicio, a practicar la censura de un modo incompatible con la naturaleza laica y aconfesional que debe caracterizar a toda democracia moderna avanzada, y por supuesto a todo medio de comunicación que se identifique con dicho sistema de convivencia«.
Que dosmanzanas se niegue a publicar una carta porque ofende a quien sea no equivale, siquiera remotamente, a que dosmanzanas censure. Dosmanzanas (sus admins) no tienen ningún poder para impedir que el autor de esa carta o cualquier otra persona la publiquen en otro medio. Lo que caracteriza a la censura no es el silencio, sino que sea un silencio obligatorio e impuesto forzosamente. Que dosmanzanas se niegue a publicar un texto no afecta en absoluto a la libertad de expresión de los demás. Precisamente, la libertad de expresión de dosmanzanas se vería comprometida si tuviese algún tipo de obligación de publicar textos que no quiere. Negarse a publicar algo tampoco afecta al compromiso de dosmanzanas con la democracia laica, porque ésta tampoco exige una concreta conducta a los particulares en la gestión de sus asuntos, sino a las instituciones públicas.
En fin, quizá no haya entendido por dónde vas, pero reorientar este asunto como una cuestión de libertad de expresión en dosmanzanas —o del compromiso de dosmanzanas con la libertad de expresión— me parece que oscurece más que aclara el enfoque (muy correcto, a mi juicio) que le ha dado Flick.
Yo personalmente no creo que en esta web se ataque de forma oficial a los creyentes. Está claro que en la Iglesia Católica, como en todas las grandes organizaciones, no todos sus fieles piensan igual, habrá gente más o menos abierta de mente, más o menos empática y más o menos sensible al colectivo LGTB. Pero lo que está claro y es innegable, es que sus dirigentes esgrimen una política de rechazo absoluto hacia cualquier normalización de las personas LGTB, para ellos los LGTB solo somos pecadores cuya única posibilidad de redención es o intentar «curarse» o llevar una vida de abstinencia y sufrimiento, cargando con su cruz como se diría en el argot.
Sé que muchos fieles no piensan así (hay otros muchos que si) pero mientras esas personas sigan marcando en su declaración la casilla de la Iglesia, mientras no se manifiesten en contra de la jerarquía, seguirán siendo parte de una estructura que durante más de 2000 años se ha infiltrado en todos los ámbitos de la sociedad, políticos, económicos, educativos, sociales… ha impuesto su pensamiento único, su doctrina de «o estás conmigo o estás contra mí», negando y tachando de herético y maligno todo aquello que no se sometía a sus dictámenes, retrasando todo lo que pueden avances científicos, derechos y libertades.
Solo con la democracia se ha podido mantener un poco (menos de lo que muchos quisiéramos) a raya. Pero como bien expresa algún otro comentario, si la Iglesia pudiera recuperar el poder que le hemos arrebatado, volveríamos a tiempos mucho mas oscuros para nuestro colectivo y a una represión digna de los países árabes. La Iglesia, como institución, nos perjudica todo lo que puede.
Y con esto no quiero cuestionar ninguna creencia, las respeto siempre que esas creencias sean respetuosas con los demás. Cada cual tiene derecho y probablemente la necesidad, de creer en lo que más le reconforte y mas paz le de, por eso me ha parecido un poco arrogante por parte de algún comentario que he leído mas arriba, cuestionar y ridiculizar creencias, ya que las creencias son absolutamente subjetivas, algo absolutamente individual, y lo que aquí estamos denunciando son los hechos objetivos, la oposición frontal de la Iglesia católica a las personas LGTB.
Un saludo.
Zarevitz: creo que ya se entendía en el texto original, pero voy a parafrasearme: lo que digo es que si DM aceptara la petición de excluir por sistema aquellos textos en que se criticasen las creencias religiosas, a mi juicio perdería su naturaleza laica y aconfesional, pues estaría considerando como sagrado, intocable o tabú aquello mismo a lo que las diversas fes religiosas atribuyen tal estatus. Es decir, que para mí el laicismo no significa no poder hablar de creencias o de su falta, sino todo lo contrario, poder hablar libremente de ello.
Muchas gracias zarevitz.
Tampoco es cuestión de desvelar aquí las interioridades de DM, pero vamos, que también rechazamos publicar cosas (además de por falta de tiempo, se entiende), tanto noticias como colaboraciones. A veces antes de publicar algo nosotros tenemos también nuestros debates…
No creo que Nemo piense realemnte en DM en su comentario, creo que habla de DM pero intuyo que lo que subyace es una reflexión más general.
Cierto, Flick, se trata de una reflexión general, pero creo que también puede aplicarse -con las matizaciones y salvedades que corresponda- a DM. Por otro lado, no veo contradicción entre lo que dices tú en tu comentario #14 (dado que, como señalas, «Por supuesto que la política de la página no va a cambiar en el sentido de rechazar artículos que puedan ‘molestar'») y lo que decía yo en mis comentarios #26 y #30. Más bien mis comentarios van en la línea de explicar por qué, a mi juicio, la postura de DM, que explicitabas en tu comentario, es la correcta desde un punto de vista laico, y no la que, según he entendido yo, se os pedía que adoptaseis en la carta que encabeza este hilo. Un saludo.
Por supuesto Nemo.
De todas formas no se trata de dejar de molestar a los creyentes, sino de poner en común que hay personas creyentes verdaderamente comprometidas con la causa LGTB que se pueden sentir molestas. A mí sí me parece útil saberlo, no porque nosotros como página vayamos a cambiar nada (no creo que haya motivos para hacerlo) sino porque me parece interesante reflexionar sobre ello en tanto que «activistas».
Hace años mi tendencia cuando hablaba con un cristiano LGTB era intentar convencerlo de lo equivocado de su fe en plan «¿como puedes ser cristiano siendo LGTB?». Hoy día he comprendido que «tácticamente» ese planteamiento es erróneo. Son dos planos distintos, solo lo hago si discutimos expresamente sobre religión. En el plano, digamos, «político», creo que de lo que se trata es de ayudar a los LGTB creyentes a conseguir la no discriminación en el ámbito en el que ellos (no yo) se quieren mover. Porque eso redundará en el bien de la causa en general.
Por supuesto, hay una premisa para mí irrenunciable: esos cristianos LGTB tiene que tener un compromiso LGTB verdadero y aspirar a la verdadera igualdad. Creo, por ejemplo, que conseguir el matrimonio homosexual (de verdad, sin sucedáneos) dentro de una confesión cristiana importante (está por ver sis sucede) es un hito que nos beneficia a todos, y eso solo se conseguirá, entre otros, por la existencia de grupos LGTB comprometidos.
Pero vamos, creo que se entiende que me refiero más a un plano táctico. Mis ideas personales sobre religión ya las discutí en su momento, y creo que las conoces.
¡Un abrazo enorme!
Flick: dices:
«En el plano, digamos, «político», creo que de lo que se trata es de ayudar a los LGTB creyentes a conseguir la no discriminación en el ámbito en el que ellos (no yo) se quieren mover. Porque eso redundará en el bien de la causa en general.
Estoy de acuerdo en eso, y de hecho ya defendí una postura similar en un artículo que escribí en DM el año pasado, «El escándalo», y en el hilo de comentarios que éste suscitó. Un abrazo, amigo.
Nemo: posiblemente no te esté entendiendo y, al parafrasearnos, no hagamos más que dar círculos. Pero bueno. 🙂
«lo que digo es que si DM aceptara la petición de excluir por sistema aquellos textos en que se criticasen las creencias religiosas, a mi juicio perdería su naturaleza laica y aconfesional, pues estaría considerando como sagrado, intocable o tabú aquello mismo a lo que las diversas fes religiosas atribuyen tal estatus«.
No creo que haya relación de necesidad entre lo primero y lo segundo. Se puede decidir no publicar nada que critique a la religión por motivos distintos de considerar a la religión algo intocable o tabú. Y aunque ese fuese el motivo, no se vería afectado el compromiso con la democracia laica, porque estamos hablando de un medio privado. Este compromiso tampoco exige a los creyentes dar soporte mediático a opiniones opuestas. En otro ejemplo, estoy seguro de que los admins de dosmanzanas están a favor de una democracia con libertad ideológica, pero ello no les exige dar espacio en este medio a cartas que defiendan posiciones homófobas.
Qué bueno fue el debate al que llevó ese post, Nemo. Es curioso cómo, no sintiéndonos especialmente concernidos por la religión, son estos debates los que nos llevan a reflexionar sobre cuestiones más profundas de carácter general.
Dr. Turbio, la responsabilidad de lo que escribe un individuo es del propio individuo.
Yo, en tanto que crisitano, ya exigiré a la Iglesia lo que le tenga que exigir. Tranquilo, que algunos lo hacemos aunque no salgamos en los medios.
Pero no voy a ser quien cargue con los errores de otros.
Me da igual lo que diga una jerarquía vendida a la derecha política: no soy yo quien lo está haciendo así.
Por tanto permíteme que no me guste que algunos se atribuyan una superioridad intelectual a mi sólo por el hecho de que soy creyente y sin conocer mi curriculum, mi formación y mi nivel cultural.
Igual hasta, pese a seguir siendo cristiano, puedo tener el derecho a molestarme si alguien me llama “inculto”, “irracional”,”victimista”,”supersticioso”, “crédulo de cosas que no existen”, “hipócrita”, “creyente de gilipollece”, “pecadore por omisión”, “falsario”, “colaborador con la homofobia”, “no apto para asistir al Orgullo” o se atribuya más cultura o más inteligencia que yo. Y todo ello sólo por el sólo hecho de ser creyente.
Ese es el tema Dr. Turbio. No otros. Que la parte de la iglesia homófoba y cabrona apechugue con sus cosas.
Y que a los que no lo somos se nos deje vivir un poquito con nuestras creencias, falsas e inútiles o no pero que a nosotros nos sirven.
Que eso de pasar del fuego de la homofobia eclesial a las brasas de la intolerancia GLTB a veces cansa un poco.
Hogueras y denuncias no. Tampoco lo he dicho. Pero ¿sabías que hay gays cristianos que en ciertos ambientes, para no tener que oír cosas como algunas de las de más arriba, callan como putas y esconden su fe por miedo al rechazo?.
La diferencia tampoco es tan grande.
Que la víctima se convierta en verdugo cuando tiene alguien más débil delante es una pena.
Allá cada cual.
No sois más débiles, el Altísimo está de vuestro lado.
(con perdón 🙂 )
😀
Cristian@ dijo: (…) ”supersticioso”, “crédulo de cosas que no existen” (…)
Creo que esto toca de lleno con una cosa que observo, en general, en los creyentes (lgtb o no lgtb). Muchos de ellos no hacen más que decir que respetan todas las creencias, que lo único que piden es respeto para las suyas. Por ejemplo, el autor de la carta, hablando de su web señala: En nuestro grupo indicamos claramente que se trata de un espacio para cristianos/as o al menos gente que respeta (= valora) esa fe aunque no la comparta.
Hasta aquí todo muy bien. El problema surge cuando el ateo dice: «yo no creo en Dios, creo que Dios es una entelequia, una superstición». Y entonces el creyente (en este caso Cristian@) se ofende porque el ateo no respeta su fe. Pero si la esencia del ateísmo es no creer en Dios, ¿de qué me estás hablando?
Es algo que Nemo, en el segundo párrafo de su primer comentario ha expresado estupendamente y que hace poco tuve ocasión de comprobarlo cuando, en un foro sobre transporte público urbano madrileño, se formó la de Dios es Cristo (nunca mejor dicho) por los famosos autobuses ateos. Algunos los consideraban directamente «una ofensa imperdonable y que no tenía que haber permitido la E.M.T. (Empresa Municipal de Transportes de Madrid)». Es decir, los creyentes sí pueden expresar públicamente su fe, los ateos no podemos expresar públicamente nuestro ateísmo, porque entonces estamos ofendiendo la sensibilidad de los creyentes.
Y Cristian@: yo apoyo lo que dicen Flick y Nemo a propósito de que tácticamente los cristianos lgtb (los cristianos lgtb conscientes de su discriminación y comprometidos con la causa lgtb, por supuesto) merecéis todo el respeto del mundo, porque a todos nos vendrá bien la desaparición de la homofobia de todos los ámbitos, de la sociedad; pero sólo tácticamente. Por lo demás, dejando las tácticas aparte, me parece lógico, normal y hasta sano que, en un momento dado, tengáis que andar dando explicaciones a las personas lgtb que no compartimos vuestra fe, de por qué estáis donde estáis. Vosotros sabéis de sobra que compaginar ambas cosas es difícil, difícil de llevar a cabo para vosotros y difícil de entender para los demás.
Al fin y al cabo, por más que tú digas que le exiges a la jerarquía no sé qué, lo cierto es que vuestra fe se encuadra dentro de una institución que ahora mismo está donde está en el tema lgtb y que es lógico y normal que provoque reticencias entre la población lgtb. Si yo conozco a un gay lgtb y me dice «soy creyente», pues no le voy a contestar de entrada, «ah, qué bien, pues te respeto mucho»; entre otras razones porque primero tendré que dilucidar si además de gay y creyente es una persona verdaderamente comprometida con la causa lgtb, o por el contrario, me intenta justificar/minimizar la postura de la jerarquía, por ejemplo.
En una palabra, que vosotros tengáis que explicar cada dos por tres vuestra situación de lgtb creyentes es una consecuencia inevitable de una situación en la que os veis inmersos vosotros, no sé si por voluntad propia o no, pero de la que, en cualquier caso los demás no somos responsables.
Así que, lo siento, Cristian@, lo de la doble discriminación no cuela.
En este último comentario, Crasamet ha hecho diana.
Basicamente, el respeto que piden los creyentes para sus imaginerias pasa por que los ateos nos callemos y no osemos decir que consideramos que sus deidades son imaginarias.
No oiga. De eso nada. Ya va siendo hora de que los ateos salgamos igualmente del puñetero armario (o confesionario, mejor XD) y exijamos de una vez que, entre otras cosas, se deje de hablar en nuestro nombre de forma religiosa, como si no existieramos.
Repito una vez mas. Las personas merecen todo el respeto del mundo por ser personas. Pero no se me puede pedir respeto (o sea, no crítica) para una ideologia o idea que yo considere inmoral, o dañina o lo que sea.
La criticaré con los argumentos que considere oportunos, esperando un debate interesante. Nada más.
Crasamet: de lo que tú eres responsable es de tratarme como gilipollas por el simple hecho de que yo diga que soy cristiano.
Que tu seas ateo me parece fantástico. Allá tú. Lo que no me apetece tolerarte es que me «discrimines», sí he utilizado la palabrita, sí por ser cristiano.
No entro en el debate sobre cristianismo/ateísmo.
Entro en el debate del RES-PE-TO. Comentarios como el tuyo de más arriba son bastante irrespetuosos. Así de sencillo.
¿Verdad que a ti no te gusta dar explicaciones a nadie por ser gay? Lo mismo nos ocurre a otros con nuestra fe.
No me importan los debates, no me da la gana de dar explicaciones a nadie, no me interesa el tema.
Como yo funcione dentro de la institución Iglesia es cosa mía. Este no es el sitio.
Simplemente EXIJO RESPETO. Por gay y por cristiano.
Yo no me compadezco de ti, ni me río de tu ateísmo. ¿Lo entiendes?.
Nada más que eso.
Y lo que «te cuele» o no a ti tampoco es de mi incumbencia.
La realidad es la que es independientemente de como tú u otros la vean.
Evidentemente, yo no buscaba respuestas airadas. Si eso es lo único que puedes responder, creo que es mejor no seguir.
Gracias.
«Es decir, los creyentes sí pueden expresar públicamente su fe, los ateos no podemos expresar públicamente nuestro ateísmo, porque entonces estamos ofendiendo la sensibilidad de los creyentes».
Aunque suscribo absolutamente todo tu comentario, me quedo con esta frase. De eso se trata.
Por otro lado, apunto algo que ya se ha dicho anteriormente: todas las personas me merecen respeto; no puedo decir lo mismo de todas las ideas o instituciones, que en mi opinión no tienen por qué ser respetadas «porque sí». Hay ideas que no me merecen ningún «respeto» (la ablación del clítoris, el apedreamiento de adúlteros o la quema de infieles en la hoguera). Y creo que va siendo hora de que nos desprendamos de esa incómoda coletilla del «exijo que respetes mis creencias», como si las creencias o las instituciones tuvieran sentimientos. Mi respuesta es: te respetaré ***siempre**** como persona y jamás me opondré a tu derecho a que manifiestes tus creencias con absoluta libertad, siempre que no hagan daño a otros; pero no me exijas «respeto» hacia algo tan abstracto como una idea. Únicamente respetaré tu derecho a expresarla… y naturalmente a ser rebatida de forma pacífica.
«¿Verdad que a ti no te gusta dar explicaciones a nadie por ser gay? Lo mismo nos ocurre a otros con nuestra fe».
Cuando vuestra fe se utiliza (aunque sean otros quienes la utilicen) como arma para discriminar, excluir, encarcelar, secuestrar, torturar, criminalizar e incluso en algunos casos asesinar a personas LGBT, discúpame pero SÍ que tienes que dar explicaciones. Y no una ni dos, sino como muy bien explicaba Javier V. en su artículo, un montón.
El comentario de #42 es el quod erat demonstrandum del asunto.
Pides respeto y eres incapaz de respetar cuando se te contesta que a ti se te respeta como a cualquier otra persona (y a cualquier otro homosexual) pero que el respeto no implica callarse ante una idea opinable o criticable.
Con eso solo ponéis de manifiesto una vez mas la hipersensibilidad de las ideas religiosas.
Efectivamente, Cristian@, la formación de un@ nada tiene que ver con sus supersticiones. Sólo que l@s religios@s eleváis la superstición al plano público y exigís respeto por ella. Yo no respeto más ni menos a nadie por sus supersticiones, pero cuando van cargadas de imposiciones, parafernalia y reinvindicación ya es de chiste.
Muchos clientes míos tenían problemas, no por ser creyentes y gais, claro, sino por ser creyentes y puteros.
En el club encontramos una solución muy fácil y eficaz: Pusimos una cruz de mayo, preciosa, con una imagen de la Inmaculada Concepción y todo, un pequeño reclinatorio y un pequeño muñeco a pilas vestido de sacerdote que dice «Ego te absolvo a peccatis tuis…».
Ahora por un módico suplemento los clientes muy devotos, cuando salen del servicio «completo», pueden rezar unos Padrenuestros y unos Avemarías y recibir la absolución del muñeco. Vuelven muy satisfechos a casa, la verdad.
Cristian@ no has respondido a mi pregunta que era muy sencilla: «¿por qué?».
Pero la falta de respuesta también es una respuesta, la que esperaba.
Antes de seguir te ofrezco la mía: hay una reacción porque antes hay una acción. La acción que consiste, desde hace siglos, en utilizar el máximo de violencia que la iglesia tiene a su alcance contra nuestra minoría.
Podríamos seguir preguntándonos «por qué» hasta llegar a lo más profundo del cristianismo. Pero Cristian@ no está por la labor, ni él ni los colectivos «de base», ni los colectivos cristianos LGBT. Simplemente no tienen ninguna respuesta.
Ante esto prefiero seguir la táctica que los librepensadores/ilustrados/progresistas llevan practicando desde hace tiempo: denunciar, desde fuera, las malas acciones de la ICAR para que cambie.
Sí que hay una cuestión importante que dilucidar, que se ha puesto aquí de manifiesto: l@s católic@s «de base», en particular l@s LGBT, deben formular sus críticas a SU jerarquía en público y que nos quede constancia a l@s demás LGBT para que les apoyemos; porque si no, tendremos todo el derecho del mundo a considerarl@s cómplices, a la vez que víctimas si son LGBT, desde luego.
Pero su labor «interna» no ha de impedir la nuestra. Como LGBT debiéramos ir más allá de la mera resistencia pasiva ante los continuos ataques de las religiones. No es nuestra tarea eliminarlas, pero sí podemos plantearnos ayudar a transformarlas, para erradicar su homo-bi-transfobia. En definitiva, las religiones influyen en la sociedad, pero en sentido inverso también existe influencia…
Por otra parte, no cabe equiparar el hecho de ser gay o les con profesar unas creencias u otras. Lo malo es que está generalizado ese grave error. Mis ideas se basan en el ateísmo y, por tanto, niego que exista «Dios» y no quiero seguir ninguna religión (en el sentido convencional del término); así que expresaré que las creencias que otras personas tienen son invenciones, pura imaginación. Y no se me puede acusar de falta de respeto ni similares.
Ahora bien, soy gay y eso no es una creencia opinable. Quien sea hetero lo es, y punto. Aquí no cabe admitir rechazos ni negaciones ni críticas recíprocas.
Ahora bien, soy gay y eso no es una creencia opinable.
Completa, total y absolutamente de acuerdo.
Me parece interesante lo de la «táctica». No creo que sea algo táctico, sino verdaderamente estratégico, que todos los grupos hagan compatible con su ideario la defensa de los derechos glbt. Esto incluye a los partidos —desde la izquierda hasta la derecha, con todos los sabores y colores—, las asociaciones civiles, empresariales, religiosas, recreativas; las instituciones públicas por supuesto, etc.
Naturalmente, luego cada uno de nosotros podremos discrepar de esas organizaciones por otras mil razones y luchas contra ellas por otros tantos motivos, pero lo fundamental es que, lo mismo que todas ellas han ido asumiendo otros derechos humanos, hagan suyos los derechos glbt.
Esa es otra cosa con la que se suelen liar, sobre todo los cristofachas de la jerarquía y aledaños (haztelomirar, foro de la familia y demás plaga), el hecho de igualar una ideologia o creencia a una orientación sexual, para decir que si una no es criticable, la otra tampoco, y viceversa.
A mi, de verdad, se me hace muy dificil de comprender los errores en este tema. Si alguien como yo, un chico normal de 25 años que no es especialmente brillante ni tiene grandes conocimientos, tiene tan claro el asunto de las ideas/ideologias, y su diferencia con las características físicas/fisiológicas a la hora de estos debates, no entiendo porque estos otros señores, que siempre andan presumiendo de universidades y no se que, se equivocan siempre.
Mejor dicho, si lo se. Es una simple cuestión de mala fe, demagogia y manipulación.
El hecho de que eres gay no es opinable, es un dato, pero la valoración de ese dato (por ejemplo, el que eso sea pernicioso o no para ti y quienes te rodean) sí puede ser opinable. Ahí es donde tiene el punto Cristian@.
Dexter: como hay esas diferencias, es más corriente que identifiquen la homosexualidad con la enfermedad o la discapacidad, que también son físicas (no son creencias) y pueden ser valoradas desde el punto de vista de beneficios o perjuicios para el sujeto y su entorno.
Una discusión interesante
Apuntare brevemente dos o tres temas q m parecen interesantes
1- un cristiano LGTB es antes cristiano o antes Lgtb? O sea, si tiene q elegir defender la igualdad o su religión ¿q elegiría? En su día a día q es mas importante para el o ella? Y si pudiera conseguir q su iglesia le aceptase ¿se acabaría su reivindicación?
2- el «trabajo interno». He oído muchas veces el tema del trabajo interno. En teoría, los activistas LGTB creyentes tratan de cambiar su iglesia desde dentro pero no pueden criticarla públicamente o si no sus avances se pierden. Bien, yo es que no veo ningún avance. Lo que veo es q actúan con miedo s su iglesia por Q para ellos parece q es mas importante su iglesia q acabar con la homofobia.
3- la jerarquía. Por supuesto q hay diferencia entre los creyentes de base y la jerarquía. En teoría se supone q los creyentes LGTB seria los mas críticos con la misma, pero todos sabemos q no es así. Además, la jerarquía de las iglesias no son democráticas. Por tanto no hay posibilidad de cambio.
4- ateísmo y creyentes. Ya se ha dicho. Igual derecho tiene un creyente de hablar de su fe q un ateo hablar de que la religión es absurda.
5- colaboración con los creyentes LGTB. Hay q hacerlo. Hay q respetar. Hay que eliminar la homofobia del ámbito religioso. Pero eso no supone dejar de criticar a la iglesia o a la religión. Y si no les/os gusta, mala suerte.
Y poco mas.
Chiquitín, si es que todo es tan simple como tú lo expresas. Yo creo que, precisamente, por lo que expones, no tenemos por que rendir ninguna pleitesía a los creyentes sean LGTB o no. Como personas, independientemente de credos y orientaciones sexuales, podemos tener más lugares comunes, y eso es lo que resulta de verdad positivo y enriquecedor. Con los LGTB creyentes, tenemos en común todo lo relativo a nuestra orientación e identidad sexual y es lo que tenemos que considerar como factor de suma, pero, en mi opinión, ahí termina toda la «fraternidad».
zarevitz (comentarios #54 y #55): ser les o gay es un dato en el sentido que ser mujer u hombre es un «dato»; se puede intentar usar otro término o aproximación, de acuerdo, para que sea más preciso, pero sabemos de lo que estamos hablando. No es aplicable afirmar que pueda ser pernicioso u erróneo ser mujer. Pues eso.
Otra cosa es que las mujeres sean objeto de subordinación al hombre por motivo de creencias, en este caso machistas. Pero queda claro que el machismo es una «opinión» que hay que erradicar, igual que la homofobia. El fundamento para combatir esos males sobrevenidos históricamente es el reconocimiento de la realidad en sí, es decir, el ser humano es hombre y mujer, es hetero y no hetero.
Javier V.: también puede afirmarse (a) que una persona puede ser creyente (religiosa) o no creyente y (b) que el rechazo/subordinación de las creencias religiosas es una «opinión» que hay que erradicar, igual que el machismo o la homofobia.
Creo que no existen distinciones estructurales, sino que hay que entrar al fondo de la cuestión para explicar por qué la religión es perniciosa para el ser humano, mientras que la homosexualidad o la feminidad (valga la expresión) no lo son.
*
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Agradezco los comentarios y el respeto. Respeto que se debe no hacia algo abstracto como ideas o instituciones sino hacia personas. Respeto manifestado en el no desprecio ni en la valoración despectiva como»supersticiones» en algo tan importante y serio para algunos como son las creencias.
A fin de cuentas la creencia es algo tan bueno o malo como la no-creencia. Tan opinable y respetable es la fe como el ateísmo.
Dr. Turbio, sí te respondí, sí y lo sabes. Otra cosa es que no quieras o no te interese admitirlo. No sé el motivo; a fin de cuentas yo, cristian@ gay progresista, no soy tu enemigo, aunque te apetezca pensarlo. De hecho como bien sabes estoy más cerca tuyo que de la Jerarquía eclesial.
Chiquitín, me parece interesante el punto 1º. Mi opinión es sólo mi opinión y tal vez otr@ cristian@ te dirá otra cosa.
«un cristiano LGTB es antes cristiano o antes Lgtb?» un cristiano GLTB es a la vez cristiano y GLTB. Si la persona que firma como «Chiquitín» deja de ser GLTB automáticamente deja de ser «Chiquitín». Un cristiano GLTB nunca podrá dejar de ser una de las dos cosas.
«si tiene q elegir defender la igualdad o su religión ¿q elegiría? En su día a día q es mas importante para el o ella?». Personalmente la religión me importa relativamente. Lo que me importa es la fe, esa de la que os reís y llamáis «superstición». Yo, la persona que escribe como «Cristian@», puedo vivir sin sexo, sin pareja, sin familia, sin amigos, sin dar o recibir afecto. Pero no puedo vivir sin agua, sin aire…ni sin fe. Yo soy así. Tal vez otr@ cristian@ piense de otra forma.
«Y si pudiera conseguir q su iglesia le aceptase ¿se acabaría su reivindicación?». Daría lo que no tengo no para que mi iglesia me acepte; eso me trae sin cuidado. Tengo claro que la raíz de mi fe, el cristianismo, no es homófobo y por eso sigo en la Iglesia. Por otro lado hay grupos en los que me siento acogido, puedo vivir mi fe plenamente y no tengo ningún problema. Daría lo que fuera para que la Iglesia no estuviese vendida a la derecha y en lugar de las cabronadas que hace se pareciera un poco al mensaje cristiano.
Si como planteas eso ocurriese mi reivindicación no acabaría. A fin de cuentas tú no estás en ninguna iglesia y también reivindicas ¿no?. Pues, y aunque a algunos no les parezca bien dado que soy cristiano, mi reivindicación acabará cuando acabe la del resto de GLTB ya que es la misma. Que «además» de cristiano soy individuo social. Y por eso, pese a la oposición de algunos, no tengo ningún motivo para no ir a tu lado en una manifestación del Orgullo.
Permitidme, como despedida, que os lance una especie de pseudo broma, con un transfondo serio, sin pretender molestar a nadie:
¿cómo puede alguien vivir y afrontar la vida teniendo tan claro que con la muerte se termina todo?, ¿de qué sirve lo que hacemos, lo que pensamos y lo que vivimos durante la vida si todo va a terminar en un cuerpo podrido?. Igual es que mi creencia se basa en el miedo al vacío y en la esperanza de que mi vida tenga una utilidad. Pero si tuviese tan claro como alguno de vosotros que la muerte de los míos y la mía propia es el fin y el final hace tiempo que habría acabado con todo a fin de cuentas ¿para qué sostener una farsa absurda?. También ocurre que ya no tengo 25 años y cuanto más se acercan y te acercas pues…
Disculpad por el órdago que no es tal cosa. Sólo es una especie de reflexión en voz alta. Me sorprende lo claras que algunos tenéis las cosas. Y en parte os envidio. Yo ni la fe ni la no-fe, ni el sentido último de la vida lo tengo tan claro como algunos de vosotros. A fin de cuentas una creencia sólida, fundamentada, meditada y valiente, como pretendo que sea la mía, no te soluciona nada sino todo lo contrario: te hace no dejar de plantearte preguntas para las que no suele haber respuesta. Vamos que a veces me gustaría no creer, tener la certeza de que la muerte es la finalidad y el fin de todo y vivir eso alegremente. Como no es el caso os aseguro que tener fe es una gran putada por la cual además recibes como premio palos de todos los sitios. Pero claro si intento vivir sin beber agua no sobrevivo mucho tiempo. Esto igual. A seguir con los palos que para eso la evolución nos ha dotado a algunos de ancha espalda.
Gracias por los comentarios y si alguien se ha sentido molesto por los míos le pido disculpas. Sin ánimo de justificación: comprended que una discusión «varios contra uno y sin tiempo» no es fácil para el que juega en desventaja…
Creo que no tengo nada más que aportar al tema sin repetirme.
Un saludo.
*- ¿¿¿Es que algun@ lo ha dudado por un momento???.
**- Si en los anteriores comentarios he tratado de que no se notase que era yo para no condicionar a nadie positiva ni negativamente hacia el autor sino que opináseis en función del escrito, a la luz de las respuestas este (sobre todo los párrafos finales) no se ha escrito con los dedos sino con el corazón y desde el fondo del alma; así me he traicionado a mi mismo y he caído en una trampa: después de desnudaros lo que soy como lo he hecho pocas veces (y sabiendo y asumiendo que a algunos les va a parecer una gilipollez e incluso lo van a utilizar en el futuro para atacar y cachondearse) no podía «esconderme» ante gente a la que valoro y aprecio como me ocurre con vosotros.
Ahora si que me apedreáis y me tiráis de DM pero no por cristiano sino por…
¡¡¡Os quiero un huevo a todos!!!.
Yo añadiría algo. Además de la hipersensibilidad de muchos creyentes cuando encuentran a gente que discrepa de sus creencias (no te cuento ya cuando son diferentes deidades), es que me he encontrado a gente muy maja, pero que cuando profundizas un poco en el trato, como que trantan de «catequizarte», algunos muy sutilmente y otros más a las bravas. Y al final resulta que el respeto que tanto pregonan y piden se lo pasan por el forro cuando se trata de respetar al de entrente. A mí particualmente no me atraen nada las religiones. Pero allá cada cual con sus creencias mientras me mantengan al margen.
zarevitz(#59): sí que es muy distinta una cosa de la otra, sí que es mezclar la velocidad con el tocino.
Una ideología, y las religiones (o amplias «parcelas» de las mismas) la contienen, puede ser perniciosa para el ser humano y por eso hay que combatirla o modificarla. Puede dañar al ser humano porque daña a hombres, mujeres, gays, lesbianas, etc.
Ser homo no puede dañar al ser humano, porque el ser humano es hetero-homo-bi. Es como decir que ser humano pudiera dañar al ser humano.
De hecho, en mi opinión, me parece que es un enfoque no muy adecuado usar el término «homosexualidad», porque induce a pensar equivocadamente al respecto.
Cristian@(#60): Yo, cuando me muera, dejaré de existir por siempre jamás y el Universo seguirá como si tal cosa durante milenios y milenios; así era ya antes de nacer yo.
Es una tragedia; todo lo demás, ya ves, no son más que pequeñeces. Pensar en ello, sentirlo, no hace precisamente ninguna gracia. Produce impotencia. Mientras tanto, pues nada, vamos viviendo el ratito que nos queda…
Cristian@: «¿cómo puede alguien vivir y afrontar la vida teniendo tan claro que con la muerte se termina todo?»
Pues te diría que tranquilamente, porque sé que no hay
nadie allí arriba apuntando todo lo que hago para juzgarme
un día; porque me ayuda a entender que otras cosas también
se acaban irremisiblemente en este mundo y es inútil desear
que todo lo bueno dure para siempre. Como decía el clásico,
esta tierra que una vez se separó del sol terminará
enfriándose del todo o más probablemente acabará engullida
por el mismo astro hinchado y nosotros, seres orgullosos
como pocos, desapareceremos definitivamente y con nosotros,
seres soberbios como pocos, desaparecerán todos los dioses
que nos hemos inventado, incluidos los más bellos, incluidos
los reyes magos.
Cristian@ escribió:
«¿cómo puede alguien vivir y afrontar la vida teniendo tan claro que con la muerte se termina todo?, ¿de qué sirve lo que hacemos, lo que pensamos y lo que vivimos durante la vida si todo va a terminar en un cuerpo podrido?. Igual es que mi creencia se basa en el miedo al vacío y en la esperanza de que mi vida tenga una utilidad. Pero si tuviese tan claro como alguno de vosotros que la muerte de los míos y la mía propia es el fin y el final hace tiempo que habría acabado con todo a fin de cuentas ¿para qué sostener una farsa absurda?. También ocurre que ya no tengo 25 años y cuanto más se acercan y te acercas pues…»
Me encanta que hagas esa pregunta y para mí será un placer contestarte, a título personal claro, no sé lo que pensará el resto.
Tengo muy claro que la muerte, tal y como la entendemos, es el fin último pero, precisamente por eso, todo el tiempo que media entre el nacimiento y la muerte es una sucesión de oportunidades para crecer, evolucionar, aprender e interactuar con el entorno. Yo tampoco tengo ya 25 años y, precisamente por eso, cada vez tengo más claro lo que pienso.
En cuanto a lo de terminar en un cuerpo podrido, me parece una visión un poco pesimista (aunque sea la realidad) pero yo prefiero pensar, y de hecho así es, que el cuerpo es un constructo de materia y energía; una cantidad de átomos que, cuando me muera, se liberarán y se combinarán de una forma diferente para formar otro tipo de constructo. Mis átomos de carbono pueden combinarse con otros para formar un diamante, mi oxígeno y nitrógeno puede pasar al aire que otras personas respiren, mi oxígeno e hidrógeno pueden formar gotas de lluvia… Nada se pierde, todo vuelve a la tierra de donde viene.
Por otra parte, yo tengo dos hijos. Aunque muera, algo de mí ha quedado en ellos. Como también quedará algo en el recuerdo de la gente que me ha querido.
Ese es el fin insoslayable que me espera. Mientras espero que llegue lo más tarde posible, me dedico a crecer, evolucionar, aprender e interactuar con mi entorno. Y para eso, no necesito creer en ningún dios.
Así lo vivo yo y como tal te lo cuento.
PD. ¿Te han dicho alguna vez que te pareces mucho a Lobogrino? 😉
Cristian@… defíneme superstición, esa palabra que tanto te molesta. ¿Es acaso una fe infundada e irracional en algo?
Y otra cosa que también parece que te molestó fue lo de «pecar por omisión» respecto a la inacción de los cristianos cuando se ataca al colectivo LGTB desde la iglesia. En vez de ofenderte podrías ilustrarnos enumerándonos todas las veces que los cristianos habéis tomado la calle y los medios para defender al colectivo. Ah, y si no recuerdo mal, en vuestra misa se dice algo como «porque he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión». ¿También te ofende que te lo diga el cura cada vez que vas a misa? ¿Te sientes atacado por él? Se vive muy bien creyendo que tras la muerte no hay nada. Hace precioso cada momento de mi vida.
Cristiano, te honra que nunca hayas tratado de catequizar a nadie. La iglesia debería tomar ejemplo de ti.
Vaya, vaya, así que trolleando Lobo…. serán dos Padres Nuestros y un Ave María 😀
Me parece grave tu respuesta, no lo sabes. Eso significa que en vuestro grupo habéis evitado un debate tan importante como el de la violencia y la justificación al odio ¡a pesar de tenerlo delante de vuestras narices! Recuerda el motivo principal que nos impulsa a escribir sobre este tema: el derecho a la legítima defensa. No estamos hablando de fútbol, hablamos de algo muy serio.
Si no se llega al fondo de un problema, preguntándose por qué continuamente, nunca se solucionará. Vuestros grupos evitan llegar al fondo y chapotean y chapotean en la superficie (1); no dan respuestas, no cambian nada, no estudian cuál es la diferencia entre las iglesias luteranas que sí admiten homosexuales y la católica.
Sobre el miedo a la muerte (muy revelador que necesites una explicación para qué sucede tras la muerte pero no la necesites para saber que hay antes de nacer) Frantic lo ha explicado estupendamente.
Un abrazo.
(1) Incluso en esta web ya hemos hablado sobre si San Pablo quiso decir homosexuales o quiso decir ornitorrincos.
Podría firmar yo mismo cada palabra de los comentarios de hoy de CMQ, pero como las expresiones «superstición» y «pecar por omisión» las utilicé yo, prefiero hablar por mí. Cristian@/Lobogrino, en cuanto a lo segundo, la inacción es la clave: si la jerarquía eclesiástica dice las barbaridades que dice en público respeto a nosotr@s y l@s cristian@s no os movilizáis, no salís en las noticias detrás de ellos, después no os quejéis de que se os identifique con ellos. En cuanto a lo primero: ¿qué distingue a cualquier superstición de una religión? ¿Que no está institucionalizada? ¿Que no tiene representantes que se dicen en contacto con seres que nadie ve? ¿Que no mueven ingentes presupuestos y masas de gente? Son esencialmente lo mismo. Las religiones son impermeables a cualquier autocrítica, supongo que porque un mínimo examen lógico las desmonta. Por eso ninguna persona cristiana va a admitir las similitudes entre ambos términos. ¿Adorar un tótem en mitad de una isla remota es superstición y adorar a jesús es una religión? Y eso, ¿es respeto a las creencias ajenas?
Es muy sencillo. Las supersticiones, mas allá de lo típico en lo que pensamos cuando oimos la palabra (gatos negros, numero 13, etc) son las religiones de los demás, no como la nuestra que, mira que casualidad, es la verdadera.
Por lo demás, por mucho que se empeñe en diferenciar, la base es la misma.
Creencias mágicas de base irracional.
Si, la religion es mas elaborada, jerarquizada, etc, pero en último termino no hay mas diferencia.
Cristian@ (el artista anteriormente conocido como Lobogrino XD) Cometes un error, creo yo, al decir que un cristiano LGTB no puede dejar de ser las dos cosas.
Se puede perfectamente dejar de ser creyente, igual que se puede volverse creyente.
Yo mismo era un creyente como otro cualquiera, con sus clases de religion, y sus catequesis, y dejé de serlo en mi adolescencia.
En cuanto a lo demás, bueno, es una muestra de como la gente se toma la religion. Tu sencillamente te fabricas la tuya a medida, y al menos eres lo suficientemente coherente como para no definirte como católico sino como cristiano.
Me revientan los que se dicen a si mismos católicos no practicantes, cosa que es absurda, errónea e imposible, además de un insulto a la inteligencia.
No se puede ser católico no practicante. Si no sigues los dogmas de la ICAR, si no aceptas la autoridad de los sacerdotes y el papa, no eres católico, porque eso es lo que diferencia a los católicos de los protestantes, luteranos, y de cualquier otra de las distintas sectas del cristianismo. Y no hace muchos siglos, a la gente que lo hacia, se les llamaba herejes y se les ejecutaba.
Ahora simplemente la filfa esa del «católico no practicante» es una chorrada que le viene bien a la curia para seguir chupando del bote y gritar a los cuatro vientos lo catoliquísima que es España.
Pero me voy por las ramas, para variar. Por lo demás, toda esa vision paternalista de dios y la religión, es un poco como la fe infantil en ese ser superior que cuida de nosotros y es todo amor y blablabla. Bonito, si, pero el hecho de creerlo con fuerza, no lo hace mas real.
Respecto a lo que dice Mantis, creo que da pie a una cuestion muy interesante.
Y se trata de la presunción de los creyentes en su ansia por incluir a todo el mundo bajo su paraguas religioso, en sus bendiciones, el típico «aunque tu no creas en él, dios si cree en ti y te quiere», y que deriva de su incapacidad para ponerse en el lugar de los demás, y aceptar que hay personas que viven sin dioses y que lejos de ser infelices, son tan felices como cualquiera (mas incluso, sin temer juicios o pecados absurdos, y sin intentar casar una fe religiosa manifiestamente incompatible con el mas mínimo fundamento científico).
A mi es algo que me resulta molesto.
Yo no soy hijo de ningun dios, no vivo gracias a ningun dios, y no necesito la bendicion de ningun dios.
Dexter, me recordaste a un profesor mío que siempre decía que él le agradecía muchísimo a los creyentes que se interesaran tanto por su bienestar, pero que de verdad, no hacía falta que se preocuparan tanto por él 🙂
Dexter: no sólo no te vas por las ramas, sino que has tocado temas muy, muy interesantes.
Yo añadiría una cosa más: una de las falacias sobre las que la religión se ha sostenido siempre es el de la ética, el de los valores. Siempre han querido transmitir la idea (que, por supuesto, ha colado) de que sin religión no hay ética, no hay valores. De hecho, todavía siguen usando expresiones como «educación en valores» como sinónimo de «educación católica».
Como si los ateos, faltos del más básico instinto de la convivencia en sociedad, nos comportáramos como salvajes y nos devoráramos unos a otros. Por favor…
Sé que es un hecho que responde simplemente una táctica propagandística: «o yo, o el caos», pero me parece uno de los más perniciosos.
«Como si los ateos, faltos del más básico instinto de la convivencia en sociedad, nos comportáramos como salvajes y nos devoráramos unos a otros. Por favor…»
No sólo eso, Crasamet. De ahí pasan como si nada a contarte que claro, que como Hitler y Stalin eran «ateos», pues que fíjate hacia dónde conduce el ateísmo (este argumento se repite hasta la náusea; lo que no cuentan es que la «educación en valores» que recibieron estos dos señores y todos los matarifes que los acompañaron fue cristiana y requetecristiana).
Mantis, tan malo es el cristiano que quiere catequizarte, e instruirte en la moral cristiana, como el ateo que quiere «culturizar» al cristiano y hacerle ver que Dios no existe, es sólo cambiar el punto de vista.
También me parece curioso el oír a gente que, sabiendo que su salida del armario puede, o no, haber sido muy difícil, y haberle generado muchos problemas de incomprensión, cuando sólo quería ser aceptado, sea la primera en llamar supersticioso, ignorante, etc, a gente que viva la vida de otra manera, y tenga inquietudes divergentes, como puede ser la creencia religiosa. Y no, no estoy hablando ahora ni de jerarquías eclesiásticas (lo pongo en minúscula adrede), ni concilios, ni conciliábulos, sino de personas, que también merecen su respeto.
Por lo demás, suscribo lo que dice Lobo.
La postura de algunos cristianos gays podría asemejarse con la de ese trabajador siempre descontento con la empresa, que habla mal del jefe en la cafetería, calentando a todo el mundo y creando mal ambiente, pero que nunca tomó determinación o dio paso alguno para mejorar sus condiciones laborales, ni votó en las elecciones sindicales, ni reclamó nada para ella/él o para sus colegas. En el fondo desconfía de sus compañeros que sí luchan, porque siente aún sin saberlo una especie de agradecimiento, una pleitesía hacia su patrón.
En la página web de CRISMHOM (una asociación de LGTB cristianos de Madrid) hay un banner que invita a marcar la X para el sostenimiento económico de la iglesia. Es una contradicción más de las muchas en las que soléis incurrir. Parte de ese dinero que piden para la iglesia puede que acabe pagando alguna campaña contra el matrimonio entre personas del mismo sexo, o financiando alguno de esos centros donde se ‘cura’ la homosexualidad.
Por estas razones, aunque siempre comprendí que a las personas que tienen fe les resulta muy difícil liberarse de ella, no puedo comprender que quieran ustedes seguir siendo parte de la iglesia.
No me lo podía creer y he tenido que ir a verlo con mis propios ojos: en efecto, en la web de LGTB cristian@s que dice Seiscolores hay un banner de la campaña de la casilla de la declaración de IRPF. Ahí están, pasando el cepillo para que después los curas les den con él en la cabeza. De vergüenza.
Lo ví y apenas puedo creerlo. Los cristianos LGBT, que ofrecen «otra visión» de las escrituras de modo que estas sean «inclusivas» para los LGBT… apoyando a la iglesia católica en la declaración de IRPF.
No tenía tan mal concepto de dichos cristianos LGBT… pero ahora que veo eso. Yo creí que eran más inteligentes y que si tenían dignidad en comparación con los «cristianos fundamentalistas» y «los promedio», ahora veo que no.
También he ido a ver ese anuncio y me he quedado a cuadros. Mucho buen rollo, mucha foto con corazones para acabar pidiendo financiación para cosas como esta:
La homosexualidad se puede «curar» según la revista del arzobispado de Madrid.
Seamos sinceros, estos grupos católicos LGBT no logran nada de puertas adentro (si no lo logró el Padre Mantero mucho menos ellos), simplemente les sirve como grupo de autoayuda para repetirse unos a otros «no somos gilipollas por creer en Santa Claus a nuestros cuarenta años». De puertas afuera difunden la falsa imagen de que la iglesia es plural y el habitual victimismo que pide, al igual que la jerarquía, que nos callemos.
Ostras, me he pasado por aquí y me he encontrado con comentarios recientes que no había leído.
Y lo que cuenta Seiscolores del banner en la web de Crismhom me parece alucinante.
O sea, ¿que por un lado van al Orgullo y luego piden a la gente que financien a esa misma Iglesia que echa espumarajos por la boca respecto a nosotros en su declaración del IRPF?