Casi la mitad de la sociedad israelí considera aún que la homosexualidad es una perversión
Según una encuesta cuyos resultados adelanta hoy el periódico israelí Haaretz, elaborada con posterioridad al atentado homófobo que el pasado sábado costó la vida a dos jóvenes en Tel Aviv, el 46% de la población israelí considera todavía que la homosexualidad es una perversión, frente a un 42% que no lo cree y un 12% que no se pronuncia. Lo terrible es que, pese a que la cifra pueda parecer alta, supone una mejora respecto a encuestas anteriores, lo que podría tener relación con el momento emocional que vive esta semana la sociedad israelí, que hace que muchos homófobos se abstengan de manifestar su verdadera opinión al respecto.
La encuesta, como era previsible, muestra muy grandes diferencias según el subgrupo de población encuestado en una sociedad tan particularmente fragmentada como la israelí. Las opinión de que la homosexualidad es una perversión llega al 71% de la población judía ultraortodoxa, al 67% de la población judía ortodoxa, al 64% de la población árabe, al 57% del subgrupo de israelíes de lengua rusa (llegados a Israel tras el desmoronamiento soviético) y al 44% de los judíos practicantes, mientras que se queda en el 25% de la población no religiosa.
Netanyahu visita el centro atacado
Lo cierto es que hasta ahora la reacción de la clase política israelí contra el atentado ha sido firme, como hemos venido informando en dos manzanas. Hoy mismo el actual primer ministro, el derechista Benjamin Netanjahu, ha visitado el centro LGTB atacado el sábado. No han faltado críticas, sin embargo, al hecho de que se haya prohibido a la prensa recoger el momento de la visita, algo que para los activistas LGTB traduce que Netanyahu ha querido «rebajar» su perfil.
Los activistas LGTB israelíes le han recordado además a Netanyahu que tanto en el Parlamento israelí como en el propio Gobierno de coalición que él preside hay personas que con sus comentarios incitan a la homofobia, y le han pedido que ponga en marcha las medidas necesarias para asegurar la igualdad de derechos civiles de las personas LGTB en Israel.
Penoso pero magnifica noticia lo digo porque en la sociedad israelí no hay miedo a decir lo que piensan, no como en España que todos son guays y gay-friendlys y después a la hora de la verdad NOTHING de NOTHING o sea más cavernicolas que los habitantes de Atapuerca y claro así nos va cuando se sale de 4 grandes ciudades.
bueno en España el 42% de la gente vota sin tapujos a un partido que defiende en el constitucional que gais y lesbianas no tenemos derecho a casarnos, así que tampoco es que los españoles no digan lo que piensan, aunque sea de otra manera
A mayor fanatismo y mayor politización de una identidad religiosa y/o nacional, más homofobia; a mayor laicidad y pluralismo, menos homofobia. Esto es lo que hay.
Hombre, Javier V., eso es cierto en general, pero ¿y la comunidad judía ruso-hablante?, parece que largos años de propaganda atea no impide mantener unos arraigadísimos prejuicios homófobos, y no creo que dicha comunidad pueda tener unos rasgos nacionalistas muy arraigados. Parece la mala hierba de la homofobia puede crecer con fuerza en muchos sitios.
Bueno, Nazareno, que quieres que te diga. El ateismo de estado no parece diferenciarse mucho de la religion.
No es lo mismo ser ateo por conviccion personal, que serlo bajo pena de arresto.
No hace falta religion para la homofobia, es evidente, pero que la religion la favorece, también.
Esta claro que la sociedad va por un lado y los legisladores por otro.
Ya he comentado en varias ocasiones lo que piensan la mayoria de los brasileños sobre los gays, lesbianas y trans a pesar de la legislacion que tienen que es bastante permisiva con nosotros y con bastantes derechos. Especialmente viendo lo que hay alrededor.
Y al hilo de la noticia os pongo este enlace que considero interesante
http://www.prensajudia.com/shop/detallenot.asp?notid=15992
Por lo menos las maximas autoridades israelis estan dando la cara
Sociedad israelí considera (no todos,vale) homosexualidad una perversión?? Bueno,de perversiones saben mucho.Viven en un Estado criminal,y de ahi a la perversión no hay mucho trecho.
Nazareno, en el caso de los rusos se trata de una nación con una fuerte identidad monolítica que, durante décadas, destruía el pluralismo y aún hoy día persiste ese marcado autoritarismo estatal.
La URSS pretendía un modo de ser de sus ciudadanos encajable en un modelo abstracto, único y cerrado, que equivale a las pretensiones de las jerarquías religiosas fanáticas de «su única verdad».
Ser ateo, de verdad, tiene poco que ver con la uniformidad y menos con la conformidad, nada desde luego con la sumisión a una autoridad. Ser ateo supone defender la libertad y la laicidad, es decir, la construcción legal de unas normas civiles comunes, mínimas pero que confieran unidad, que respeten la diversidad de identidades y el pluralismo de las ideas.
Se puede ser no ateo y defender todo esto, desde luego. Pero es una tentación para las religiones e ideologías totalitarias que tienen respuesta para todo, tanto para lo divino como para lo humano, el hacer valer su influencia mayoritaria en la legislación civil y en el funcionamiento del Estado. Cuanto más fanáticos sean de sus verdades absolutas, mayor afán de imposición general.
«en el caso de los rusos se trata de una nación con una fuerte identidad monolítica»
Cierto, Javier. La comunidad rusófona israelí es extremadamente nacionalista, en dos sentidos: uno, porque se identifican mayoritariamente con las opciones políticas de derecha y extrema derecha dentro de Israel. Dos, porque en un país que siempre se caracterizó por su voluntad asimiladora y donde todos los nuevos inmigrantes (olim) llegaban y utilizaban el hebreo como medio de comunicación, la comunidad rusófona sigue utilizando el ruso a diario y en muchos sitios tienen una voluntad de integración entre mínima y nula. Es bastante común (y extraño) pasear por Tel Aviv y otras ciudades y ver tiendas regentadas por rusos donde todo, absolutamente todo, está escrito en ruso: agencias de viajes, etc., cuando el resto de comunidades más o menos ha empleado el hebreo como elemento integrador. Muchos de ellos no son ni siquiera especialmente religiosos (muchos no habían pisado una sinagoga antes de llegar a Israel), pero son una comunidad numéricamente muy importante que corta y trincha bastante a día de hoy. La sociedad israelí está muy segmentada (izquierdas-derechas, mizrajím-ashkenazim, judíos-no judíos, judíos israelíes-árabes israelíes, religiosos-no religiosos, etc.) y es preocupante el auge de tendencias autoritarias dentro del Estado (Lieberman y otros).
Como curiosidad:
http://books.google.com/books?id=l8vi0XYRHVkC&pg=PA140&lpg=PA140&dq=russian+israelies+don%C2%B4t+speak+hebrew&source=bl&ots=6pukBzrNYS&sig=I9vx9pH79mjRtCSQuXeq2CWFKa8&hl=en&ei=Lux7SuepPMK2jAfyhKCIBw&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=4#v=onepage&q=&f=false
Que pena que en unos países haya tanto y en otros tan poco… Debería estar todo más repartido. Mientras en Israel nos sería imposible vivir (con o sin libertad) aquí empieza a haber iniciativas más que interesantes, como las viviendas para gays que están empezando a construir y que encima se encuentran en el extremo opuesto a los ghettos.
Justo además acabo de ver, mientras escribía esto, que tienen un banner puesto aquí.
¿Cómo que en Israel «nos sería imposible vivir»? :-S
Javier, no me refiero a «los rusos», la encuesta dedica una epígrafe propio a los judíos de origen ruso, una población que sin duda ha recibido un fuerte influjo ateo durante el régimen soviético, pero que sin duda han sufrido también los efectos del antisemitismo secular presente en Rusia desde siempre. Sospecho que su decisión de emigrar a Israel está más vinculado a las posibilidades de desarrollo económicos que a ninguna otra, y su «amor a la madre Rusia» no les ha impedido hacer las maletas y mandarla al fresco tan ricamente. Yo creo que ese sector, ni es nacionalista en ningún sentido, ni tiene ningún tipo de creencia religiosa arraigada, y sin embargo muestra en la encuenta una acusado sentido homófobo, mucho mayor que el de los creyentes practicante judíos, o el de los judios seculares (no practicantes), por favor no confundir con judíos ateos.
Yo sospecho, que si la opinión pública israelí debe mejorar en el futuro su punto de vista sobre la homosexualidad, esa mejora no provendrá a los presumiblemente muchos ateos de la comunidad de judíos rusos, sino que los favorables a los derechos LGBT provendrán, no lo dudes, de los creyentes judíos que no se inclinen por las prédicas de los grupos ultraortodoxos.
No creo, de hecho, que la defensa del ateísmo como una fuerza imprescindible para el progreso de los derechos LGBT sea un mensaje positivo. Me temo que es muy perjuducial, a estas alturas de la película, para el progreso de los derechos LGBT, y sólo puede tener como resultado una mejor acogida, por reacción, de los mensajes de los integristas entre el conjunto de los creyentes.
Yo, por mi parte, ya dije que la fachada de la catedral de Copenhague decorada con los colores el arco iris había hecho más por los derechos LGBT que toda la historia del ateísmo.
Creo que esta noticia, sobre los conflictos existentes dentro de la iglesia anglicana de Inglaterra, entre homófobos y partidarios de los derechos LGBT, deja muy claro cuales son las posturas útiles para promover los derechos LGBT:
http://www.pinknews.co.uk/news/articles/2005-13569.html
Por cierto, que en ese país, el sector más ambicioso en defender la dignidad de las parejas del mismo sexo, no son las organizaciones LGBT, sino la confesión de los cuáqueros. Religión «ortodoxa» donde las haya.
¿Y cuál es la aceptación de la homosexualidad en los «democráticos» y «tolerantes» estados musulmanes que rodean a Israel? ¿Cuál es la consideración que tienen de la homosexalidad en la progresista y pro-derechos lgbt Palestina?
Amparito, por si no te has dado cuenta, el post trata de Israel y es la situación de allí la que se está debatiendo.
Cuando haya un post sobre los países que mencionas, que los habrá no lo dudes, vuelve a plantear la pregunta y te responderemos con mucho gusto.
Sobre todo porque somos buena gente y creemos que vas de buen rollo y no eres un troll tocapelotas. Porque no lo eres, ¿verdad?
Nazareno, con respecto a los rusos emigrantes, se trata de rusos judíos, es decir, con una adscripción religiosa. En todo caso, mamaron la homofobia en su país de origen de siempre.
Ser ateo no necesariamente conlleva ser anti-homófobo, pero es más probable serlo cuando nos referimos a los ateos que somos minoría en países de profunda tradición nacional-religiosa, y no los ateos por imposición y doctrina estatal, que, en el fondo, se trata de otro tipo de «religión» obligatoria.
Lo que no comparto, por cierto, es esa especie de «estrategia» de «avergonzamiento» por ser ateo, cuando, de hecho, el origen y el núcleo del movimiento les-gay radica en personas que somos ateas, que hemos desarrollado no un discurso de «superioridad atea», sino de promoción del reconocimiento de la diversidad social como valor intrínseco al laicismo democrático.
Luego se han ido adhiriendo personas creyentes que estiman imprescindible respetar los valores de convivencia democrática y que miran las tradiciones homófobas de su propia religión como meras supersticiones históricas.
Yo no me avergüenzo de ser ateo, y comprendo que un creyente o un agnóstico tampoco tienen que sentirse inferiores.
Lo que dices de los judios es, como diría un escolástico, una «contradictio in terminis», por un lado reclamas su identidad religiosa, y de otro señalas que su ateísmo «no es de los buenos», como si en el hecho de ser ateo influyeran más factores que la lisa y llama ausencia de la creencia en Dios, ¿no será que estás habríando una especie de «categorización» de los ateos?. Lo mismo ahora hay que hablar de «ateos ultraortodoxos», «ateos ortodoxos», «ateos practicantes», «ateos no practicantes»…Al final va a ser que que ser ateo o creyente no va a tener ninguna relación ni con la orientación sexual, ni con el posicionamiento ideológico, ni va a aportar ni quitar ningún carácter esencial a la personalidad.
Sobre lo que dices de las tradiciones homófobas de las religiones, es sin duda cierto, pero estoy seguro que la tradición atea es tanto o más homófoba que la religiosa, y no veo que reclames de esa comunidad atea el reconocimiento que exigen a los que creen en Dios.
Sobre esa diversidad de la que hablas, ¿estás seguro que no guardar severos prejuicios sobre los creyentes?, me temo que todo tu discurso evidencia unos cuantos, y por cierto, no conozco ninguna encuentra sobre las creencias religiosas de los militantes LGBT, pero estoy seguro de que, hasta ahora, los creyentes no han tenido fácil expresar esas visiones dentro de nuestro movimiento, porque se exponían a una censura inmediata y global, al ser acusados de «incoherencia» y «situación de contradicción», al considerarse, como tu has hecho en un par de cartas dirigidas a este blog, «incompatible» la militancia LGBT con la fe en Dios.
Precisamente, el hecho de que cada vez más creyentes (LGTB o no) se hayan unido a las reivindicaciones por los derechos LGBT, ha permitido que cada vez más personas puedas descubrir que no existe tal contradicción, y que se pueden tener creencias religiosas, ser LGBT, y además militar en favor de eses derechos.
En muchas ocasiones, ciertas posiciones, han coincidido con los homófobos enquistados en las instituciones religiosas, en presentar las manifestaciones «ortodoxas» de las religiones como la manifestación más legítima de la fe, descalificando como «pocos fieles a las enseñanzas y a la tradición» o «tibias» a las manifestaciones religiosas que integristas.
Yo creo, que las todas las formas de religiosidad son expresiones legítimas de la fe en Dios, todas son igual de «ortodoxas». No verlo así implica un «prejuicio», en el que además coinciden los que pretenden monopolizar el ejercicio de la religión, y los que pretenden ven en la fe en Dios la fuente de todos los males. Y ese prejuicio que auna a ambos grupos, ese si que es muy hostil y perjudicial para la vida cotidiana de las personas LGBT y para el avance de sus derechos.
Espero que ahora no se vayan a establecer «categorías» dentro de los ateos, porque entonces apaga y vámonos.
«estoy seguro que la tradición atea es tanto o más homófoba que la religiosa»
¿¿¿¿????
¿200 años de tradición atea racionalista es «tanto o más homófoba» que casi 6000 años de homofobia religiosa institucionalizada en prácticamente todas las sociedades del planeta?
Vivir para ver.
«Lo que dices de los judios es, como diría un escolástico, una “contradictio in terminis”, por un lado reclamas su identidad religiosa»
No. El judaísmo de los rusos israelíes no hace referencia necesariamente a su nivel de religiosidad, sino que es un factor étnico. Muchos judíos rusos no son religiosos, pero eso no los hace ni menos nacionalistas (son extremadamente nacionalistas, i.e. nacionalistas judíos o sionistas), ni menos homófobos (parcialmente debido a la tradición homófoba que ya «traían» de la madre Rusia y que poco tiene que ver con el ateísmo de Estado). El judaísmo es algo más que una religión: es también una marca de pertenencia étnica a una comunidad nacional dada, y por lo tanto uno puede consdierarse étnicamente judío y sentirse vinculado a las tradiciones judías, y ser ateo.
Más info:
http://spirit.tau.ac.il/government/downloads/Avi%20odesa.pdf
«Contrary to the American Jewish community, one of whose collective identity traits is its religious affiliation, the Russian Jews, who did not receive a religious education, are united by a sense of ethnic partnership and active support of Israel as an expression of emotional solidarity and family ties with natives of the former Soviet Union in Israel».
Sionismo laico:
http://mondediplo.com/1998/05/03zion
A lo que se añade que el principal partido que aglutina el voto ruso en Israel, Yisrael Beitenu, se considera heredero directo del sionismo nacionalista revisionista de Jabotinsky (sionismo político-etnicista, no religioso).
Javier, como aportación al debate sobre ateísmo y homosexualidad que plantes, he encontrado este interesante artículo sobre la cuestión. Para mi está claro que la contradicción gay versus religión, que pudo ser relevante en el pasado (como otros muchos «versus», cuando todo el terreno era adverso a la homosexualidad), esta cada vez menos vigente, y las evoluciones que se manifiestas entre los luteranos, los anglicanos o determinadas corrientes del judaismo, lejos de ser una excepción a la regla, comienzan a aparecer como la vanguardia de una corriente cada vez más robusta. Algo que por cierto, incrementa las huestes del activismo LGBT, y permite obtener mayores (y especialmente estratégicos) apoyos para nuestra causa:
http://www.politicsdaily.com/2009/08/10/gay-christians-discord-in-the-pews/
Renunciar a integrar la sensibilidad religiosa en nuestro movimiento, abandonando toda susceptibilidad, es una opción que sólo puede restar fuerza y ralentizar nuestros esfuerzos por alcanzar la plena igualdad jurídica y el fin de la discriminación social.