El presidente del Tribunal Vaticano replica a Almodóvar y llama a las familias no tradicionales «fenómeno marginal»
Giuseppe Dalla Torre, presidente del Tribunal Vaticano y rector de la Universidad LUMSA, una universidad católica de Roma, ha respondido a las palabras que Pedro Almódovar dedicó a Joseph Ratzinger en una entrevista al semanario alemán Die Zeit, de las cuales nos hacíamos eco en dos manzanas, en las que le pedía que se diera una vuelta fuera del Vaticano y reconociera la diversidad familiar existente en la actualidad. Para Dalla Torre, «Benedicto XVI no necesita salir de Vaticano para darse cuenta de la existencia de ciertos fenómenos sociales».
Dalla Torre replica a Almódovar a través de un artículo publicado en el diario Avvenire, propiedad de la Conferencia Episcopal italiana. En el artículo, titulado «no haga pasar por familia lo que no es familia», Dalla Torre afirma que los «fenómenos» a los que se refirió Almodóvar (realidades familiares distintas al modelo católico tradicional) son casos «marginales, si se tiene en cuenta el total del planeta, y sobre todo más allá del contexto del decadente Occidente».
Según el presidente del Tribunal Vaticano, leyendo las afirmaciones del cineasta «nace una duda. ¿Cierta cinematografía quiere ser un reflejo de la sociedad o, en cambio, quiere incidir en la realidad social para modificar sus valores éticos y su cultura?».
Que bien, se quitan la careta y se retratan como lo que son.
«Decadente occidente». Efectivamente, ellos son una teocracia de corte oriental.
No hay cosa mas incompatible con occidente que estos señores y su regimen teocrático, por mucho que luego se llenen la boca con las «raices cristianas de europa» y demás basura, como si los inventores de la democracia fueran ellos.
No hay mas que verles como enseguida se manifestaban junto con el resto de criminales con túnica en la India por ejemplo, contra la despenalizacion de la homosexualidad.
Estas palabras van en la línea de la tesis de que la Iglesia Católica no pretende ser universal en el sentido de «acoger» o ser la comunión de todos los seres humanos, es decir, humanista; sino más bien «universal» en el sentido de implantarse en el máximo de Estados posibles y convertirse, a ser posible, en religión nacional o, si no, mayoritaria, o si no, influyente, de manera que quiere conformar la identidad de la mayoría social confrontando sin miramientos contra las minorías o con quienes se aparten de «su norma».
Es muy elocuente que un «hombre religioso» califique al prójimo de «marginal» y a su realidad personal de «fenómeno»…
Tan significativo como que hable de un «occidente decadente», se entiende que el actual, no el medieval ni el del absolutismo, cuando precisamente vivimos la época de la democracia y del laicidad. Se ve que, además, prefiere otras latitudes geográficas «no decadentes» (en África o Asia) donde impera la penalización de los LGBT y brilla por su ausencia la democracia y/o la laicidad.
¡Ahí va! Ese es como el director provincial de Servicios Sociales que dice que no necesita pasarse por la resi donde curro para saber las necesidades que hay.
Perdonad el desbarre pero es que ya me río por no llorar.
Lamentablemente para Natzinger y sus ecuaces, las familias «marginales» no necesitan de su aprobación para existir y vivir bien.
Que diga lo que quiera de valores éticos; si por valores «éticos» el entiende que está bien violar a más de 30 mil niños irlandeses y no tener una sola palabra de justicia para ellos y repudio para los clérigos violadores sino todo lo contrario, de poner como «valientes» a los depredadores ensotanados bueno… entonces creo que lo decadente mira hacia otro lado.
¿Como fenómenos de la naturaleza que somos… podemos arrasar el Vaticano en plan tornado, monzón tropical y/o cataclismo de fuerza 10 en la escala Richter con precisión de un kilómetro cuadrado?
De verdad, leyendo estas cosas, ¿no os gustaría convertiros en una personificación antropomórfica del Apocalipsis, tocar con los nudillos a su puerta y decirles: «Señores, se acabó lo que se daba, el Fin del Mundo ha llegado. Y es gay». Lo que daría por ver sus caras. 😉
Pobrecito…Pero si marginales lo son ellos cada día más.
Marginales,cutres,timoratos,genuflexos,tuercebotas…
Qué pereza que dais cooooñoo!!!
Qué risa. La pregunta que se hace al final de este artículo Dalla Torre se las trae. Y el cine religioso, las iglesias abiertas aquí y acullá, los bancos del Espíritu Santo, las misiones de ahora y del pasado, los inventos esos de apariciones marianas en lourdes por ejemplo, los conventos, los monasterios, las ermitas, las librerías, las fundaciones…¿quieren ser un reflejo de la sociedad o, en cambio, quieren incidir en la realidad social para modificar sus valores éticos y su cultura?. Hipócrita.
Giuseppe della Torre tiene las puertas abiertas para convertirse al islam wahabbista más estricto e irse a Arabia Saudí. También puede optar por el chíismo de Irán, el hinduísmo más conservador en la India o el cristianismo fanático de la américa profunda o de muchos lugares de américa latina (en todas sus vertientes católica, evangélica, mormona…). Incluso el ateísmo de estado de china, tan heterosexista y heteronormativo, le encantaría. O en algún lugar de África donde creencias arraigadísimas abogan por la mutilación no solo social sino física de las mujeres y donde la homosexualidad es considerada un peligro social por dictadorzuelos de turno se sentiría como pez en el agua. (Eso sí los judíos ortodoxos, tan afines a las ideas de este señor, no lo acogerían es Israel por no tener pedigree genético judío).
En definitiva, seguro que en todos esos lugares no tendría que soportar la «decadencia» occidental: es que esto de la democracia,los derechos humanos y la laicidad (en definitiva, la libertad para adoptar o no una religión y para seguir o no sus mandatos morales particulares sin que nadie te discrimine por ello) es de un decadente que te cagas!
«¿Cierta cinematografía quiere ser un reflejo de la sociedad o, en cambio, quiere incidir en la realidad social para modificar sus valores éticos y su cultura?”.
No se me ocurre nada mejor que hacer una película que incida en la realidad social y modifique los valores éticos y la cultura
¿Marcelino pan y vino era de éstas?