Jóvenes que pegaban carteles de condena al atentado homófobo de Tel Aviv, atacados en un barrio ultraortodoxo
Un grupo de jóvenes que pegaba carteles de condena al mortal atentado homófobo en un centro LGTB de Tel Aviv el sábado pasado, acompañados por un reportero de ‘Army Radio’, fueron perseguidos por residentes de Mea She’arim, un barrio ultraortodoxo de Jerusalén.
Aparentemente los carteles no contenían acusaciones explícitas a ningún grupo y el objetivo de esta acción -según el responsable del grupo- era concienciar a todos los sectores de la sociedad de las verdaderas implicaciones y del significado del asesinato de Liz y Nir.
Miembros del grupo de jóvenes han declarado que no habían previsto una reacción como esta y que, de haberlo sabido, no habrían pegado un sólo cartel. ‘Nunca hemos dicho que el asesinato fuera perpetrado por un haredim (judio ultraortodoxo) –dijo otro chico-. Parece que los haredim pensaron que les estábamos culpando.’
«Aparentemente los carteles no contenían acusaciones explícitas a ningún grupo…«
¿Y reaccionaron con agresión, después del lamentable incidente? Como dicen los religiosos a cada rato y sin cansarse: EL QUE NADA DEBE NADA TEME
La agresión a los jóvenes que pegaban carteles solo refuerza la fuerte sospecha de que el atentado tiene que ver con lo ultraortodoxo.
Excusatio no petita, acusatio manifesta.
Ups, se me ha colado el «no» en vez de «non».