Obama concede a dos activistas LGTB la medalla que Bush utilizó para honrar a sus aliados en Irak

Barack Obama puede no tener prisa por hacer efectivo el cumplimiento de sus promesas a la comunidad LGTB, pero cuando se trata de gestos simbólicos de reconocimiento es todo un campeón. Si en Pascua invitó a familias homoparentales a la fiesta de la Casa Blanca y con motivo del 28 de junio invitó a 250 líderes LGTB a una recepción, Obama ha condecorado ahora, entre otras personalidades, a dos iconos de la lucha LGTB, Harvey Milk (a título póstumo) y Billy Jean King, con la Medalla de la Libertad, la más alta distinción civil estadounidense. La ceremonia de entrega de las medallas tendrá lugar el 12 de agosto.

Harvey Milk, activista por los derechos civiles LGTB, fue el primer político estadounidense abiertamente gay en ser elegido para un cargo relevante (concejal de la ciudad de San Francisco), aunque su carrera se vió fatalmente truncada al ser asesinado en 1978.  Billy Jean King es una tenista abiertamente lesbiana que ganó 12 títulos del Gran Slam durante los años sesenta y setenta y que también ha destacado como activista a favor de los derechos civiles.

El gesto de Obama, aunque bien recibido, también ha despertado críticas, como las de la periodista Missey Comley, que en un artículo reprocha a Obama que independientemente de este tipo de gestos hasta el momento no haya movido un dedo por  promover la derogación de normas discriminatorias, como el «Don’t ask, don’t tell» (la norma que impide a gays y lesbianas servir abiertamente en el Ejército).

Comley ironiza además sobre la opinión que le merecería a Harvey Milk recibir una medalla que en años anteriores ha sido concedida a personajes como Paul Bremer (el que fuera administrador estadounidense de Irak tras la invasión) o George Tenet (ex-director de la CIA), premiados por Bush. Otros premiados por Bush fueron los co-promotores de la guerra de Irak, Tony Blair y John Howard (el homófobo ex-primer ministro australiano) o el colombiano Álvaro Uribe. José María Aznar, el ex-presidente español, se quedó sin embargo sin medalla a pesar de que llegó a considerarse tal posibilidad.