Un gay israelí, pacifista y activista a favor de los palestinos, a punto de ingresar en prisión
La historia de Ezra Nawi ilustra a la perfección las contradicciones de la sociedad israelí. Nawi, judío israelí de origen iraquí, está a punto de ingresar en prisión por protestar contra la demolición de casas palestinas en los territorios ocupados. Pacifista y activista desde hace años en favor de los derechos de los palestinos, es además abiertamente gay. «Ser gay me ha hecho entender lo que significa pertenecer a una minoría menospreciada», ha manifestado Nawi, que hace años fue acusado de facilitar al que entonces era su pareja, un gay palestino, residir ilegalmente en Israel. Su compañero llegó a estar en prisión por ese motivo.
Nawi ha sido acosado por su labor de ayuda a los palestinos, tanto en forma de insultos homófobos por parte de los pobladores de los asentamientos judíos en Cisjordania como en forma de inspecciones continuas a su negocio de fontanería, con el que se gana la vida. Nawi también se lamenta de que los medios de comunicación sean cada vez menos sensibles a las actividades de los pacifistas israelíes. Aún así, Nawi es persistente. «Estoy aquí para cambiar la realidad. Los únicos israelíes que esta gente conoce son los soldados y la gente de los asentamientos. A través de mí pueden conocer otro tipo de israelíes. Y aquí seguiré hasta que los campesinos puedan trabajar sus campos», afirma.
Nawi, de 57 años, que nació en Jerusalén, se dirige a los palestinos en su misma lengua, que domina gracias a que su propia abuela le hablaba en árabe. «Yo no tengo una solución a esta disputa. Solo sé que lo que pasa aquí está mal. No se trata de ideología, se trata de decencia», comenta.
Diversas iniciativas en defensa de Nawi han sido puestas en marcha. En el Reino Unido, es el activista LGTB Peter Tatchell el que ha hecho un llamamiento para evitar su ingreso en prisión. Es posible además firmar una petición internacional a su favor pinchando aquí.
En el siguiente vídeo puedes ver una de las acciones en las que ha participado Nawi, intentando detener las demoliciones de casas palestinas:
Esto llega un poco tarde, porque ya se ha celebrado el juicio y por lo menos en la página de JVP ya no se recogen más firmas, pero a ver si las veinte mil que hemos recogido sirven para algo. La sentencia saldrá a mediados de septiembre. Estamos mirando, señor juez.
“Ser gay me ha hecho entender lo que significa pertenecer a una minoría menospreciada”.
Entiendo lo que dice, pero me gustaría que también se tuviera en cuenta a los palestinos LGTB que tienen que huir de sus comunidades por la «comprensión» que sus paisanos tienen para con ellos. Estoy harto de los lloriqueos de las víctimas (en este caso, palestinos) que lo primero que hacen cuando pueden es victimizar a otros (en este caso los gays). Y ya sé que no se trata de defender que machaquen a los palestinos porque su sociedad sea homófoba, pero me parece indignante que muchos que van de víctimas cuando su enemigo es más fuerte (árabes contra Israel), no tengan después ninguna consideración con los que son más débiles que ellos (los gays de su propia sociedad).