Un juzgado de Barcelona deberá autorizar la cirugía de reasignación de sexo de una menor, algo que la FELGTB considera incomprensible
Un juzgado de Barcelona decidirá si autoriza la cirugía de reasignación de sexo a una chica transexual de 16 años de edad. La chica, que nació con sexo biológico masculino, cuenta con el apoyo de sus padres y el aval de los especialistas, y hace más de año y medio que inició el tratamiento hormonal. En un comunicado de prensa, la FELGTB califica de incomprensible esta situación y pide que se respete la identidad sexual de los menores.
«No comprendemos por qué, ante un caso claro en el que tanto la afectada, sus médicos y sus padres consideran necesario acudir a la cirugía de reasignación de sexo, es un juez el que decide sobre la operación», reza el comunicado. «Desde la FELGTB queremos recordar que la cirugía de reasignación de sexo para las personas transexuales no es un capricho (…) Esta contrastado científicamente que, de no llevarse a cabo, las personas transexuales sufren un tremendo estrés, llegando a automedicarse o a mutilarse si no reciben la atención sanitaria integral que necesitan. Asimismo, los estudios determinan que cuanto antes se lleve a cabo el tratamiento sanitario integral, incluyendo la cirugía de reasignación de sexo, la persona disfruta de una mayor salud física, psíquica y mayor integración social posteriores».
«Por ser la cirugía de reasignación de sexo una necesidad sanitaria tan básica no entendemos su judicialización en los menores de edad que cuentan con apoyo de sus padres y de sus médicos, añadiendo complicaciones y demoras que perjudican el libre desarrollo de la personalidad», continúa el comunicado. La FELGTB se remite a la ley 41/2002 reguladora de la autonomía del paciente.
La ley 41/2002, impulsada en su momento por el entonces Gobierno del PP, establece que «Cuando se trate de menores no incapaces ni incapacitados, pero emancipados o con dieciséis años cumplidos, no cabe prestar el consentimiento por representación» (es decir, es el propio interesado el que presta el consentimiento para el procedimiento de que se trate). En todo caso, la ley establece que «en caso de actuación de grave riesgo, según el criterio del facultativo, los padres serán informados y su opinión será tenida en cuenta para la toma de la decisión correspondiente».
Para Mar Cambrollé, coordinadora del Área Trans de la FELGTB, «si yo como persona adulta puedo solicitar una atención sanitaria integral que incluye la cirugía de reasignación de sexo, no entiendo por que una chica de 16 años, que tiene el apoyo de sus padres y una recomendación sanitaria, tiene que pedir permiso a un juez para recibir dicha atención. Si dicho tratamiento es necesario según los médicos, los padres y la joven y no pone en riesgo la vida de la persona que lo recibe ¿por qué en estos casos hay que pedir permiso a un juez y en infinidad de otras operaciones o tratamientos no? ”.
Y ya sólo falta que sea un juez de la cuerda de Prego o Ferrín Calamita y ya la hemos liado parda.
¿y que pretenden conseguir con ello?
¿dos años más de sufrimiento para la pobre chavala?
¿no hay suficiente sufrimiento en el mundo?
qué asquito
¿La noticia de elpais.com no está fatalmente redactada? «cambio de sexo», «el chico que quiere ser chica»… Y la comparación que hace el médico con la leucemia quiero entender que es un recurso para incidir en lo apremiante de la situación (podría haber cogido otro ejemplo, como el embarazo, pero bueno) y no porque haya nada más comparable entre la transexualidad y el cáncer.
Pues sí, zarevitz, llevas toda la razón. Y encima le llaman «el joven».
Vamos, que no es que esté mal redactada, es que es repugnantemente tránsfoba.
¡a mí me parece tránsfobo hasta «reasignación»!
me gusta más «rectificación»
Me imagino a un señor con toga, al que no conozco de nada, husmeando en mi vida para decidir sobre ella (sin que haya cometido ningún delito) y me entran sudores fríos.
En la cadena SER igual. Han hablado todo el rato del «chico que quiere cambiar de sexo«, otras veces de «un transexual» (en masculino), etc.
Hasta tal punto, que yo ya no sabía si había nacido chico y se sentía chica, o al revés.
En el tratamiento de estos temas, cada vez encuentro menos diferencia (si es que alguna vez la hubo) entre los dsitintos medios de comunicación españoles, sean de la ideología o del grupo mediático que sean.
Y lo del juez me parece increíble. Al principio creí que había algún conflicto (entre la opinión de la chica y la de los padres, o la de éstos con la de los médicos, no sé), pero al ver que está todo el mundo de acuerdo, no sé qué coño pinta en todo esto el juez.
Como dice Frantic, le toca un Ferrín Calamidad y ya la tenemos liada.
Vía AmbienteG encontré otro ejemplo de redacción periodística llena de prejuicios. Pura poesía. Y no, en países como ésos los periodistas no necesitan alegar tener «muchos amigos gays» para justificarse. La homofobia es la norma y lo políticamente correcto.
En Argentina hubo un caso similar, el de «Nati», aquí pueden ver una muestra del tratamiento que se le dio a la noticia. Vale aclarar que a pesar de la ignorancia de los medios («padece disforia de género», «varón que quiere ser mujer», etc.), los mismos trataron el tema de forma positiva y con lo que ellos creían que era respeto. El caso no puede ser más similar: una menor con todo el apoyo de su familia debe recurrir a la Justicia para que le permitan ser lo que debe ser.
Está en todos los medios. Tengo la sensación de que la redacción de la noticia procede de EFE directamente y que todos la han copiado sin más.
Me meto en aguas pantanosas, pero no me parece tan mal la palabra «cambio», pero no cambio de sexo, sino cirugía de cambio genital o de caracteres sexuales o algo así. Reasignar o rectificar dan matices añadidos un poco raros (quién asignó la primera vez, quién se equivocó), mientras que «cambio» es neutro.
Ahora, llamar a esta chica por el género que no es no tiene pase alguno.
Ya son ganas de darle problemas al juez, porque si la chica quiere, los padres la apoyan, los médicos lo aprueban y la ley lo permite el juez va a tener muy chungo impedirlo sin prevaricar…
Echad un vistacillo a los comentarios de la gente a la noticia en el diario «Público», son para mear y no echar gota.
Iba a intervenir yo, pero ya me cansa tener que contestar siempre a las mismas estupideces homófobas o tránsfobas.
Con respecto a lo que comentáis, sólo señalar que el propio médico que atiende a esta chica ha salido en los medios de comunicación diciendo que la operación es necesaria para curarla de su «enfermedad». Si un médico especializado en pacientes transexuales dice semejante cosa, qué no van a comentar los que no tienen ni puñetera idea del tema.
Solo una reflexión. Tanto la Orientación Sexual como la Identidad de Género son Derechos Humanos.
No se dignostican, no se tratan.Se jercen y si estan secuestrados, se exigen.
Si esta persona es una mujer atrapada en un cuerpo de hombre, nadie tiene derecho a «consultar» con un juzgado.
Es ella quien tiene que manifestarlo y exigir la «acomodación» de su físico con su mente.
El primer ejemplo que ha dejado Martin Caballero viene como anillo al dedo para ver el efecto que debe causar a una persona transexual el tratamiento que reciben en los medios de comunicación las noticias que tratan el tema.
Vergüenza ajena sentí ayer al ver en TODOS los telediarios tratar de hombre a la chica esta, de «querer convertirse», de «cambio de sexo»
¿hemos retrocedido diez años este mes de agosto?
¿se han quedado los becarios a cargo de la redacción de noticias?
¿empezaremos a ver noticias del tipo
«mueren cuatro personas y un homosexual en accidente de tráfico»?
Curiosamente, en la edición digital de hoy del diario El País, la noticia tiene un tratamiento radicalmente distinto. Aunque se sigue hablando de cambio de sexo, se trata a la menor en femenino, y se incluye además una referencia al caso de Nati que sacaba a colación Martín Caballero.
Iba a comentar lo que ha adelantado Charlie: en el telediario hablaba el médico de «enfermedad». Él lo usaba para hacer ver lo apremiante de la decisión -dejar pasar más tiempo no haría sino empeorar la situación- pero es ésa la palabrita a la que se agarran otros.
También me estaban haciendo un lío con llamarle «el chico». No sabía hacia qué sexo era la reasignación/rectificación hasta que se detuvieron a explicar.
Estoy alucinado. Y no ya por el estilo de redacción o las declaraciones de ese médico. Los comentarios de la gente en cualquier periódico que los ha abierto para esta noticia son, en un 90% y como poco, de la era de los neandertales.
Aparte de la transfobia, la homofobia y el mezclar churras con merinas, hay personas que, además de insolidarias y muy egoístas, son, en resumidas cuentas, verdaderos hijos de su padre y de su madre. Menudo cabreo me he pillado. Duele leer frases como que «…estas personas lo que necesitan es tratamiento psiquiátrico porque no aceptan el cuerpo que la naturaleza les ha dado.»
La transforbia sigue siendo enorme.
“estas personas lo que necesitan es tratamiento psiquiátrico porque no aceptan el cuerpo que la naturaleza les ha dado”
vale, claro, como yo que soy calvo o mi vecino que es ciego
si hubiese solución para lo nuestro nos jodemos y que nos trate un psiquiatra
Lleva razón Kabaspaski, el mismo Jesús García que firmó la espantosa noticia de ayer firma ésta de hoy, en la que ha reflexionado o le han dado un toque (aunque sigue sin ser del todo buena)
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/menor/pide/juez/le/deje/operarse/cambiar/sexo/elpepusoc/20090814elpepisoc_11/Tes
Respecto a esta noticia, a parte de evidenciar la sociedad absolutamente tránsfoba en la que
vivimos, comentar dos cosas:
1. SEgún la LEy de rectificación registral del 2007 (mal llamada «Ley de Identidad de Género» ya que no es una ley integral que cubra todos los recovecos, sino una ley solamente administrativa..valorando eso si el avance que supone), afirma que una persona, hombre o mujer, lo es porque así lo siente, independeintemente de su genitales.
2. El Dr. Mañero, que es quien atiende a esta chica, lo trata de «enfermedad» porque legalmente la transexualidad es una enfermedad, por mal que nos pese..Yo me pregunto que teniendo en cuenta este calificativo (defendido por la medicina, ya que si no dicen que no podría darse una atención por la sanidad pública si no hay enfermedad..como a las emberazadas..son ellas también unas enfermas?..por cierto la ciencia sexológica dice que la transexualidad no es enfermedad, sino un hecho más de divesidad), dónde queda la lucha por la dignidad del colectivo trans…vender la dignidad de todo un colectivo, por la amenaza de no incluirse un tratamiento transexualizador en la sanidad pública, esa es, señoras y soñores, la realidad.
3. EL doctor Mañero es famoso dentro del colectivo trans..es algfuien que siempre que puede busca publicidad gratuita, sobre todo de cara a su consulta privada, y no duda en salir en los medios cada vez que puede para afirmar rotundamente cosas tan desacertadas y perjudiciales para un colectov como el tema de la enfermedad, por muy realidad legal que ésta sea. Rcordemos que éste es el mismo médico que ha realizado intervenciones desastrosas de los que alguna gente tenemos conocimiento. Utiliza este tipo de casos como publiciadad para lucrarse.
4. No nos olvidemos del porqué alguien puede queerer someterse a una intervención de estas características: la TRANSFOBIA. Esta intervención no es la solución a su «enfermedad», sino la solución a un futuro ostracismo que esta chica va a sufrir en el futuro ( a nivel de relaciones, laboral, etc.) si se cuestuiona los modelos de hombre y de mujer que actualmente tenemos en las sociedades occidentales. La «extrema necesidad» de estas operaciones responden a toda esa violencia externa que esa chica y su entorno más cercano han sufrido, y que responde a una obsesión de esta sociedad por lo genital (habría que preguntarse el porqué de tanta obcecación con la entrepierna), y por no querer abordar cuestiones que pondrían en duda el dogma social de lo que significa ser hombre/mujer.
Desde luego, en casos como éste sale a la luz el verdadero cariz de gran parte de este país, intolerante, y tránsfobo hasta decir basta, a pesar de que a veces tengamos la impersión de que todo ha cambiado
SE me olvidadba. me parece batante peligroso términos como «rectificación» o «mente de mujer en cuerpo de hombre» (o viceversa). Por una lado, el primer término afrima la necesidad de llevar algo «por el buen camino», «por el cvamino recto», que sigue una senda peligrosa.
EN cuanto a la separación mente y cuerpo, me recuerda a la separación entre cuerpo y alma que hace nuestra querida amiga la iglesia, y yo desde luego nunca diré que mi conciencia está separada de mi cuerpo. Precisamente porque tengo un cuerpo ligado a una conciencia jamás diré que el problema está en mí mente ni en mi cuerpo, sino en una violencia social que se ejerce sobre mí.
Yo, la cosa está bien clara, esta chica se siente chica, y quiere tener cuerpo de chica, y no de chico, y punto.
Todo lo demás es basura disfrazada de rollo queer-alternativo ¿pero quien coño te crees que eres para decirle a esta chica que sus ganas de operarse se deben a la transfobia?
Si tu quieres cuestionarte los modelos de hombre y mujer cuestionatelos y si quieres escribe una tesis doctoral y todo, pero aplicate el cuento a tí y no le vengas a decirle a los demas lo que tienen que hacer.
Basura queer lo dirás tú, estás hablando con alguien que ha pasado por lo mismo que esa chica, lo mismo a piues juntillas, a ver quien crees que eres TU..y no estoy criticando los deseos de esa chica, me pàrecen respetabilísimas estoy criticando la transfobia a ver si te enteras!!!!!!!!!!
Y si me cuestiono los modelos de hombrey mujer y no en una tesis doctoral, sino en mi vida diaria…porque yo me adscribo a una imagen de mujer y no sufro transfobia, percidamente por eso me cuesdtiono porqué otras personas la sufren..te ha quedado claro ya???????
Si con 16 años se es bastante «madura» para abortar sin que los padres se enteren, tambien se és para decidir si quieres cambiar o no de sexo.
EL juez realmente no es NADIE para decidir por ella… Ya que el no a tenido el sufrimiento que a tenido ella…
RESPETO!