ENTREVISTA A DAVID SÁNCHEZ CAMACHO (PRD): “El PAN y el PRI no contemplan el reconocimiento de los derechos del colectivo LGBT”
Hoy es el turno de México. He podido charlar con David Sánchez Camacho, dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y uno de los primeros políticos mexicanos en declarar abiertamente su homosexualidad. Fue Coordinador de la Comisión de Diversidad Sexual del PRD y Diputado en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Actualmente es Diputado Federal en el Congreso mexicano, desde donde impulsa varias iniciativas en favor de las minorías sexuales.
Alberto: Durante varios años ha sido Coordinador de Diversidad Sexual del PRD. ¿Cuándo y por qué nace esta comisión específica en el interior del partido?
David Sánchez: Fui Coordinador Nacional del PRD de 2005 a 2008. Esta Comisión se aprobó en el Congreso Nacional del PRD en el año de 2005, sin embargo durante estos años no contó con presupuesto para su funcionamiento. Nace a solicitud de varios compañeros gays, lesbianas, bisexuales y transgéneros afiliados al PRD. La Comisión Nacional de la Diversidad Sexual se encarga entre otras cosas de difundir el programa LGBT del PRD, así como de buscar convencer al colectivo a afiliarse a nuestro instituto político, se encarga además de coordinar las comisiones estatales de la diversidad sexual. Por último busca incidir tanto en el interior del Partido como en la sociedad de la necesidad de reconocer los derechos de las personas pertenecientes a este sector.
A: ¿Cuál es la situación legal de los derechos LGBT en México actualmente?
DS: A nivel general, continúa la discriminación hacia este sector de la población. Ha habido algunos avances en algunas entidades de la República Mexicana, como es el caso del Distrito Federal, entidad donde se han reconocido algunos derechos, sin embargo en la mayoría de los Estados este tema sigue siendo tabú.
A: ¿Cuáles son los principales retos del movimiento LGBT mexicano en estos momentos?
DS: Primero buscar la unidad, reconociendo que cada uno de los activistas ha aportado su granito de arena en la lucha por nuestro derechos. Segundo: tomar conciencia del poder social que representamos, y en ese sentido presionar y luchar juntos para alcanzar la igualdad.
A: Fue uno de los primeros políticos mexicanos en mostrar abiertamente su orientación sexual. ¿Persiste aún la homofobia en la política mexicana?
DS: Por supuesto. Aunque hay que mencionar que en el PRD hemos estado luchando para que la homofobia que todavía pueda existir desaparezca. Pero a pesar de eso, el PRD es el partido político que ha llevado la agenda LGBT al ámbito legislativo y ha logrado que los gobiernos emanados de este partido tengan políticas públicas que beneficien al colectivo LGBT.
A: Como diputado lleva a cabo una intensa labor en favor de las minorías sexuales. ¿Cuáles han sido sus principales logros legislativos?
DS: En 1998, como diputado local en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, organicé el Primer Foro de Diversidad Sexual y Derechos Humanos, primero en su tipo en América Latina. Desde este foro propuse y se aprobó una reforma al Código Penal en el Distrito Federal que penaliza la discriminación (Artículo 281 bis, hoy 206), así como el artículo 201, en el que se quita la homosexualidad como agravante de delito. Hice la propuesta en el año 2000 al Senado de la República de la reforma a la Constitución en su artículo 1, para que se estableciera el derecho a la no discriminación, y fue aprobada en el 2001. Ya como diputado federal, logré que se declarara al 17 de mayo como Día Nacional de Lucha contra la Homofobia.
Hicimos las siguientes propuestas legislativas, sin embargo, éstas se mantienen congeladas en virtud de la homofobia existente en el Partido Acción Nacional:
1. Ley Federal de la No discriminación de los Derechos Humanos y Civiles de las personas transgéneros y transexuales.
2. Reformas a la Constitución en su artículo 4, en el que se establece el derecho a la libre expresión de género e identidad sexogenérica. Así como el derecho de todas las personas a contraer matrimonio.
3. Reformas al Código Penal Federal, en el que se establece la penalización de la discriminación y los crímenes de odio.
4. Reformas al Código Civil Federal, en el que se reconoce el derecho al matrimonio de las parejas del mismo sexo.
5. Reformas a diversas leyes de salud, en las que se reconoce el derecho a la seguridad social de las parejas del mismo sexo.
A: ¿Existen diferencias entre los principales partidos políticos mexicanos en materia de libertades sexuales?
DS: Por supuesto. El PAN y el PRI no contemplan en sus principios y programas los temas que tengan que ver con la educación sexual, derechos de las mujeres a decidir sobre su cuerpo y el reconocimiento de los derechos del colectivo LGBT. El PRD sí los contempla.
A: ¿Está cumpliendo el Presidente Felipe Calderón (PAN) con el colectivo LGTB durante su mandato presidencial?
DS: No. El pasado agosto de 2008 se reunió con un grupo de activistas del colectivo LGTB, con el que se comprometió a luchar contra la homofobia, cosa que no ha hecho nada.
A: ¿Hoy por hoy la sociedad mexicana se encuentra preparada para elegir a un presidente gay o a una presidenta lesbiana?
DS: Dirás abiertamente gay o lesbiana. No lo sé. Lo que si te puedo asegurar, es que a la sociedad mexicana lo que más le interesa en estos momentos es tener la certeza de contar con el derecho a la educación, a la salud, al empleo, a la seguridad… Quisiera pensar que la orientación sexual de los candidatos fuera secundario, o que no importara.
A: ¿Es España un ejemplo a seguir en los avances legislativos a conseguir para la igualdad de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales?
DS: Indudablemente, España es el país iberoamericano más avanzado en estos temas.
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Del PRD solo reconozco la labor del señor Sanchéz Camacho y de la señora, también diputada abiertamente lesbiana, Enoé Uranga. Probablemente de todas las labores que ha hecho el señor Camacho, la más llamativa de todas sea que logró que la Camára de Diputados aprobara un decreto que considera al 17 de Mayo como «Día Internacional de Lucha Contra la Homofobia» (decreto que por cierto no ha sido aprobado por Felipito Calderón, el presidente abiertamente católico de México que dice que los jóvenes se drogan porque «no tienen a dios en su vida»). Respecto a Enoé Uranga ella fue la principal promotora de la ley de sociedades de convivencia, y aunque dicha ley tiene severas deficiencias en materia de derechos civiles como para considerarse siquiera «unión civil», ciertamente tomando en cuenta el entorno ultrahomofóbico que se vive en México significa un gran paso; como el primer paso del hombre en la Luna.
Pero no puedo decir lo mismo del resto de su partido, el cual a pesar de definirse como de «izquierda» aparente estar más al centro, y a veces hacia la derecha. Hacen pactos con la Iglesia Católica para que algún derecho de alguna minoría (casi siempre de las mujeres o los homosexuales) no prospere en alguna legislatura; en la última reunión que sostuvo con la religión de los paidófilos, el líder del partido (que quiero corregir es el señor Jesús Ortega, y no el señor David Sanchéz Camacho) le prometió al cardenal Rivera y a la Conferencia Episcopal Mexicana que su partido no defendería el derecho a decidir de las mujeres. Un candidato a diputado del PRD, por Iztalapala si mal no recuerdo, estaba promocionandose en las elecciones pasadas con propuestas como «defender a la familia conformada por un hombre y una mujer, porque es la institución fundamental de la sociedad».
El PRD se acuerda de su posición «izquierdista» cuando es época de elecciones y es cuando recurre al voto de los LGBT; hace mucho barullo pero poco o nada de acciones. Es un partido de izquierda que no me representa en lo absoluto.
El único partido que se vislumbraba bastante prometedor para los derechos de los gays en México era el PSD, pero hace apenas dos meses se extinguió porque no logró el 3% del electorado total. Me entristecí mucho por su extinción, pero lo que más me entristeció era que solo puedo recolectar en las elecciones apenas 600,000 votos… de los aproximadamente 5 a 7 millones de gays que existen en México; y les aseguro que no todos los 600,000 votantes del PSD eran gays porque dicho partido tenía una agena muy amplia, tanto general como para específica para cada colectivo.
En fin, analizando la situación de mi país, considero que a México le falta muchísimo camino por recorrer. Muchísimo…
Aunque, si le sirve de consuelo al señor Camacho (siento mucho que pertenezca a una izquierda tan caótica e impredescible como la del PRD, que usa como «carne de cañón» los derechos de los gays; él es un buen sujeto que tiene buenas intenciones para los gays), el PRI es todavía más peor. Y del PAN ni se debe hablar: ese partido huele a sacristía de basílica y a dinero de empresarios poderosos.
Gracias por el reportaje!
Gracias a tí, J.J., por ampliar la información.
¡Es lo bueno de tener comentaristas in situ!