ENTREVISTA A HERBERT HERNÁNDEZ (REDNADS): “Los movimientos indígenas no han reconocido pública ni políticamente la existencia de comunidades LGTB en sus etnias”
Esta semana es el turno para Guatemala. He charlado con Herbert Hernández, activista homosexual guatemalteco. Herbert es actualmente Coordinador del Proyecto Unidos, proyecto impulsado por la Asociación de Salud Integral (ASI) y dirigido a la prevención del VIH y otras ITS en comunidades LGTB. También es miembro de REDNADS, organización que agrupa a varios colectivos y asociaciones LGTB que trabajan en la defensa de los derechos humanos en este país centroamericano.
Alberto: ¿Qué es REDNADS? ¿Cómo y cuándo nace vuestra organización?
Herbert Hernández: REDNADS (Red Nacional de Diversidad Sexual y VIH de Guatemala) es una afiliación de grupos de diversidad sexual y de organizaciones solidarias que trabajan con nosotros y nosotras. La red surge como una preocupación de un grupo de representantes de organizaciones que trabajan por la diversidad sexual en Guatemala por la poca o nula representatividad de las comunidades en espacios nacionales de decisión. Este grupo inició su actividad desarrollando acciones de coordinación y discusión con el propósito de establecer una iniciativa local que contribuyera a la articulación y potenciación de las experiencias y recursos en materia de prevención y atención en VIH y Sida, especialmente con personas de la diversidad sexual (personas homosexuales, bisexuales, transexuales y transgénero), frente a la problemática del VIH y Sida y otros asuntos de carácter social y cultural que aumentan su vulnerabilidad. REDNADS surge a partir del año 2006 con apoyo de ONUSIDA, USAID/PASCA y OPS en un encuentro nacional realizado en la ciudad de Quetzaltenango.
A: ¿Coopera RENADS con otras organizaciones LGTB de Centroamérica? ¿Cómo se articula esta cooperación?
HH: En la actualidad únicamente hemos establecido como REDNADS relaciones con organizaciones igual de incipientes en Nicaragua y Honduras. En el caso de Nicaragua iniciamos relaciones con la iniciativa por los derechos humanos de la diversidad sexual. Se pretende crear una red centroamericana en derechos humanos de la diversidad sexual.
A: Actualmente, ¿cuál es la situación legal de los derechos LGTB en Guatemala?
HH: En principio no existe reconocimiento legal de nuestra existencia. La cultura moralista y religiosa fundamentalista genera incitación al odio provocando agresiones verbales y propicia otras formas de violencia, como agresión física, patrimonial, psicología o sexual, generando exclusión en el hogar por la expulsión de los miembros LGTB, y en todo el contexto social convirtiéndolo en un entorno desfavorable.
Aún persisten los despidos de empresas por causa de orientación sexual, la negación de acceso a la educación en establecimientos públicos y privados, no existe acceso a la salud libre de discriminación y aún se registran muertes de compañeras trans trabajadoras sexuales y de otros compañeros gays, quedando los casos en la impunidad.
Hay persecución, acoso y encarcelamiento impune por parte de las organizaciones estatales como la multisectorial y de parte de la PNC (Policía Nacional Civil). No existe legislación que ampare y proteja a las comunidades LGTB ante la violencia por orientación sexual e identidades y expresiones de género.
A: ¿Cuáles son los principales retos del movimiento LGTB guatemalteco en estos momentos?
HH: La búsqueda del reconocimiento y de la equiparación de derechos. Lo más inmediato es el acceso a la salud. En la actualidad tenemos en marcha la primera campaña nacional contra la homofobia, que busca sensibilizar a la población en torno al tema de la homofobia.
A: ¿Persiste aún la homofobia en la sociedad y en la política guatemaltecas?
HH: Rotundamente sí. Desde la política se incita muchas veces a las actitudes homofóbicas por parte de la sociedad y muchos de los promotores que generan estas actitudes en alianzas con los políticos, a pesar de contar con un estado laico, son las iglesias, principalmente las mayoritarias en el país como la iglesia católica y la evangélica. Recientemente hemos terminado una encuesta nacional entorno a la percepción de la población de las homosexualidades, de la cual pronto publicaremos los datos.
En Guatemala no hay leyes para considerar una homofobia de estado, sin embargo tampoco hay reconocimiento ni legislación que ampare ni proteja o tipifique ante la discriminación y agresión de los derechos humanos u otras agresiones por orientación e identidad sexual y de expresión de género.
A: A finales de 2007 Guatemala celebró elecciones presidenciales y Álvaro Colom (UNE) se alzó con la victoria en las urnas. ¿Cuáles son las expectativas del movimiento LGTB guatemalteco ante este período presidencial?
HH: Fue en enero del 2008 cuando asumió el poder el actual presidente, sin embargo sus actitudes siendo candidato presidencial fueron homofóbicas, declarando ante una multitud de personas convocadas por las iglesias evangélicas que nunca en su período aprobaría leyes que beneficiaran a homosexuales. Este foro se celebró con otros candidatos presidenciales, quienes en un momento del acto unieron sus brazos y realizaron una oración. El actual presidente mencionó “Dios creó a Adam y Eva, no a Adam y Esteban”.
En la asamblea de la OEA (Organización de Estados Americanos), realizada el pasado diciembre, Guatemala no ratificó ni se adhirió a la propuesta de la penalización de la discriminación por orientación sexual e identidades de género.
A: Guatemala cuenta con un arraigado movimiento indígena. En su lucha por la diversidad, ¿podemos encontrar puntos de encuentro entre el movimiento indígena y el movimiento LGTB? ¿Cuáles?
HH: Los movimientos indígenas no han reconocido pública ni políticamente la existencia de comunidades LGTB en sus etnias, han dicho que es un problema de ladinos (personas no indígenas o mestizos), sin embargo se están iniciando acciones con grupos indígenas que se autoidentifican como gays e indígenas y esto seguramente generará otras posiciones y acciones conjuntas en torno a la lucha contra la discriminación y la estigmatización basadas en la orientación sexual y el racismo.
A: ¿Es España un ejemplo en las conquistas a conseguir para la igualdad de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales?
HH: En definitiva sí lo es. La lucha de España en cuanto al reconocimiento de la ciudadanía de todos y todas es un ejemplo. Sin embargo, no podemos extrapolar las condiciones de entornos más progresistas y favorables con legislaciones basadas en la laicidad a nuestra cultura, donde el discurso de la moral y la religión son fuertes obstáculos para la conquista en la equiparación de derechos y en la creación de condiciones dignas de vida de las comunidades LGTB en Guatemala.
Nuestras luchas por el momento han sido más por tener acceso a salud, situación que nos afecta ligada al VIH y otras ITS. Estamos en la generación de nuevas estrategias de abordaje para la equidad y el respeto de los derechos humanos y seguramente las acciones de las comunidades LGTB españolas nos servirán de referencia para lograr el cambio en nuestro país.
Aparte, hay que agregar que la situación del conflicto armado interno dejó sus repercusiones en la población guatemalteca cimentando el miedo, por ello nos es más difícil abordar los temas de derechos humanos con tal beligerancia sin dejar de sentir temor por las repercusiones ligadas a este miedo y a la violencia generalizada, que está matando más gente que el mismo conflicto armado que cesó con la firma de la paz en diciembre de 1996.
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