Hallado muerto un miembro del cuerpo diplomático inglés en Jamaica, en lo que parece ser un crimen homófobo

El cuerpo sin vida de John Terry , magistrado y cónsul honorario del Reino Unido en su distrito, fue hallado muerto en su casa en el popular destino turístico de Montego Bay, Jamaica, con signos de haber sido golpeado en la cabeza y señales de estrangulamiento. Junto al cuerpo, que yacía en la cama ensangrentada, apareció una nota refiriéndose al fallecido como ‘batty‘, un término despectivo aplicado a las personas homosexuales.

El cadáver de Terry, divorciado y padre de tres hijos, fue encontrado por un jardinero que entró en la casa tras ser advertido por los vecinos de que la luz había permanecido encendida toda la noche. Según parece, la entrada en la casa no había sido forzada. El domicilio aún está siendo investigado en busca de pruebas para encontrar al asesino o asesinos. Por el momento no se han efectuado detenciones.

Pese a la idílica imagen de la isla como destino turístico, lo cierto es que la situación de los LGTB jamaicanos es terrible y asfixiante. El año pasado 1611 personas fueron asesinadas en Jamaica, la mayoría de ellas gays, algo que ni los líderes religiosos ni los políticos parecen decididos a atajar.

El más importante pastor evengélico de Jamaica, el obispo Herro Blair, ha afirmado que algunos homosexuales ‘provocan una reacción por su propio comportamiento, porque en opinión de mucha gente, la homosexualidad es desagradable’. Otros líderes religiosos han acusado a los gays de ‘alardear‘ de su comportamiento para ‘reclutar‘ a los más jóvenes.

En cuanto a los políticos, hay que decir que la ‘sodomía’ está prohibida por ley, y que el primer ministro Bruce Golding arremetió recientemente contra el activismo gay y juró que nunca permitiría gays en su gabinete. Ernest Smith, parlamentario del Partido Laborista, afirmó en febrero que los gays son ‘descarados, abusivos y violentos’.

La obsesión homófoba es de tal calibre que muchos hombres se niegan a que se les efectúe un tacto rectal para detectar un posible cáncer de próstata. Por otra parte, el odio a los gays ha calado hondo en algunas manifestaciones culturales de la isla, como el reggae y el rap locales, y algunos de sus máximos exponentes incitan a cometer actos violentos contra homosexuales.