La dura realidad de las mujeres transexuales trabajadoras del sexo, muchas de ellas inmigrantes en situación irregular

El diario Público presenta hoy un interesante reportaje sobre las mujeres transexuales inmigrantes en España, muchas de las cuales se ven obligadas por las circunstancias a ejercer la prostitución para salir adelante. Un colectivo que encuentra rechazo, discriminación, inseguridad jurídica debido a su situación legal, y al que el acceder en condiciones al proceso de reasignación le resulta más dificultoso. Fundación Triángulo está recogiendo en un documental la realidad de su día a día.

El reportaje recoge experiencias como la de Analía, de 38 años y natural de Perú. En Barcelona trabajó de camarera, «explotada de seis de la mañana a una de la madrugada». Ahora viven en Madrid y es trabajadora sexual, «la única opción que tienen las mujeres inmigrantes sin papeles», aunque lo que quisiera realmente es dedicarse al corte y confección. En su día a día, Analía también tiene que luchar para que se respete su identidad. «Cuando voy al médico, la enfermera sale a buscarme y me llama por mi nombre masculino: ¡Marco Manuel Velasco…! La primera vez que me pasó sufrí un poquito; pero cuando me pasa le pido al entrar a la enfermera que sólo diga mi apellido… Y listo», cuenta.

Una historia que, con variaciones, tiende a repetirse en otras mujeres retratadas por el documental. «La idea de hacer este documental surgió de las propias usuarias que acuden a la Fundación Triángulo. Ellas deseaban tener la oportunidad de poder contar la realidad de las trabajadoras transexuales del sexo. Queríamos hacer algo positivo, que mostrase que su vida diaria no es en absoluto marginal», explica Teresa Navazo, trabajadora social de la Fundación Triángulo, organización que ya el pasado enero presentó un informe sobre la especial vulnerabilidad de este colectivo.

La mayoría de las mujeres transexuales trabajadoras del sexo son latinoamericanas, seguidas de españolas y de rumanas (un colectivo,este último, bastante inaccesible para los servicios sociales). Dentro del primer grupo, la mayor parte procede de Brasil, Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá, y suelen ejercer la prostitución en espacios abiertos de ciudades como Madrid. Más de la mitad sólo tiene estudios primarios y muchas de ellas se encuentran en situación de irregularidad en España.

Una realidad, en definitiva, que no ha resuelto la ley reguladora de la rectificación registral relativa al sexo de las personas, pese al avance que esta ley supuso, y que pone de manifesto la necesidad de nuevas medidas de atención integral a este colectivo.