Las autoridades serbias advierten a los posibles boicoteadores del Orgullo de Belgrado

Tras varios años sin poder hacerlo debido a las amenazas, todo apunta a que por fin este domingo los activistas LGTB serbios podrán celebrar la marcha del Orgullo por las calles de Belgrado. Importantes personalidades, incluido el propio presidente de la república, parecen empeñadas en conseguir que así sea. La deseada adhesión de Serbia a la Unión Europea y la atenta vigilancia de organizaciones internacionales parece que han obrado este pequeño milagro.

Otro factor a tener en cuenta es la repercusión que habría tenido la brutal agresión sufrida por dos aficionados franceses a manos de hooligans locales con ocasión de un partido internacional de fútbol celebrado este jueves. La agresión ha desatado las alarmas sobre los hooligans de extrema derecha, que estarían preparándose para atacar violentamente la marcha del Orgullo como ya hicieron en 2001.

Por si acaso, el presidente serbio Boris Tadic ha advertido a la extrema derecha que no permitirá incidentes violentos. «El estado hará todo lo necesario para proteger a las personas, sea cual sea su nacionalidad, religión u orientación política o sexual», ha dicho. Por su parte, el ministro del Interior, Ivica Dacic, ha advertido que habrá miles de policías destinados a mantener el orden en una marcha que este año cuenta con el apoyo expreso del ministerio de Derechos Humanos y Minorías.

Ya en agosto nos hacíamos eco de las palabras del alcalde de Belgrado, que deseaba que el Orgullo transcurriera sin incidentes pese al desagrado que le causaba. Y hace pocos días era Amnistía Internacional la que exigía al Gobierno serbio que asegurara la protección de los derechos de las personas que desean manifestarse este domingo.