Se presenta en el Congreso de Estados Unidos una iniciativa para derogar el DOMA
Jerrold Nadler, representante demócrata por Nueva York, presentó ayer en el Congreso de Estados Unidos una iniciativa legislativa cuyo objetivo es la derogación del DOMA (Defense of Marriage Act), la ley que, además de garantizar a los estados libertad para no reconocer los matrimonios celebrados en aquellos otros estados que lo permitan, impide su reconocimiento por parte de la administración federal, lo que supone negarles los derechos y beneficios que dependen de la misma.
La iniciativa cuenta con el apoyo de 91 representantes. Entre ellos se encuentran dos de los tres representantes abiertamente homosexuales de la cámara: Tammy Baldwin, representante demócrata por Wisconsin, y Jared Polis, representante demócrata por Colorado. Barney Frank, el tercero, representante demócrata por Massachusetts, no se encuentra sin embargo entre sus apoyos. Frank considera que la ley, tal y como está formulada, es demasiado ambiciosa y carece de posibilidades reales de ser aprobada.
La ley permitiría, por ejemplo, que las parejas del mismo sexo casadas en un estado que lo autorizara, así como sus familias, tuvieran asegurada su situación jurídica al viajar a estados que no lo autorizan. Para Frank, este punto será sin duda utilizado para argumentar que el proyecto de ley supone «exportar» el matrimonio homosexual a los estados que se oponen al mismo y hará imposible su aprobación. Frank considera que se debería ser más pragmático y apostar por objetivos más realistas, como la aprobación de una ley contra la discriminación laboral, la consecución de beneficios para las parejas de los empleados federales gays y lesbianas e incluso la derogación del «Don’t Ask, Don’t Tell».
Dejando aparte otras consideraciones, lo cierto es que a priori la iniciativa cuenta con serias dificultades para salir adelante. Incluso si consiguiera ser aprobada por el Congreso, la medida debe pasar también el filtro del Senado, donde las posibilidades son todavía menores, antes de recibir el refrendo del presidente Barack Obama. Otra dificultad añadida es que el propio Obama, que en campaña electoral prometió apoyar la derogación del DOMA, ahora no parece dispuesto a implicarse en esta lucha, y más en un momento en que está encontrando más resistencia de la prevista para sacar adelante su propuesta de reforma sanitaria.
Los argumentos del señor Frank no valen. Independientemente de que la propuesta sea o no «realista», significa un avance ¿o no? Además ¿que perdería si le diera su apoyo a la propuesta y no llegara a prosperar? En teoría no perdería nada en dado caso que le diera a la propuesta su apoyo y no llegara a prosperar por «x» o «y» razones; pero en la práctica hay algunos demócratas que desean ser tibios para no quedar mal con la «derecha cristiana» y no perder votos de la misma, que prefieren olvidarse de sus discursos liberales a cambio de algunos votos de cristianos fundamentalistas. Espero que me esté equivocando y ese no sea el caso del señor Frank.
A lo cual, dicho sea de paso ¿se le ha visto interés al señor Frank por aplicar esos «objetivos realistas» de los que habla como «combatir la discriminación laboral» o incluso la «derrogación del Don´t Ask…», a él o a otro demócrata? Hasta ahora sencillamente no se le ha visto intención alguna por llevarlos hasta el Congreso, solo palabras. Para creerle que de verdad juega de nuestro lado, señor Frank, necesitamos hechos, no palabras.