Un estudiante cubano, interrogado por la policía por participar en el certamen de belleza «Mister Gay Habana»
Rafael Chávez, un estudiante de Medicina de Cuba, ha sido interrogado por la policía por participar en el certamen Mister Gay Habana, organizado por la Fundación Cubana LGTB Reinaldo Arenas, que ya anteriormente ha tenido problemas con el régimen castrista. Según Chávez, la Policía consideró el certamen de belleza un acto «contrarevolucionario» y le conminó a a denunciar públicamente que era una farsa, apelando a su condición de estudiante.
«Me preguntaron si yo estaba interesado en concluir mi carrera de Medicina. Dijeron que todos los médicos cubanos tenían que estar comprometidos con la revolución y tener una conciencia revolucionaria inquebrantable. Dijeron que jamás permitirán que un estudiante de Medicina cubano apoye la contrarrevolución orquestada en Florida», ha declarado Chávez, según nota de la Fundación Reinaldo Arenas. «Espero que no me priven de estudiar Medicina sólo por competir en un certamen de belleza», añadió. No se trata del primer arresto relacionado con este certamen, ya que durante su preparación dos activistas de la Fundación Cubana LGTB fueron también detenidos. A uno de ellos incluso se le habría retirado el permiso para continuar sus estudios de Sociología.
La situación de los derechos LGTB en Cuba es ambivalente. Tras décadas de intensa homofobia de estado, el régimen cubano, especialmente tras el abandono de Fidel Castro de la presidencia en favor de su hermano Raúl, ha experimentado avances significativos, gracias sobre todo al trabajo desarrollado por Mariela Castro, hija de Raúl Castro y directora del CENESEX, institución desde la cual se intenta educar en el respeto a la diversidad sexual y promover una legislación que ofrezca a las parejas del mismo sexo algunos derechos.
Por otro lado, la represión policial a pie de calle seguiría activa, y las redadas estarían a la orden del día, singularmente en todos aquellos sitios públicos que la comunidad LGTB utiliza como lugar de encuentro (playas, parques o cines, por ejemplo) con la excusa de «permanecer en lugares propensos a la delincuencia».
La situación cubana es lamentable. Y lo dice una persona que se siente de izquierdas. Pero no hay dictaduras de izquierdas, aunque Lenin creyera que sí. La «dictadura del proletariado» fue -es- un error. Todas las dictaduras, Cuba incluida, son de derechas.
Una dictadura será de derechas políticamente, pero en el plano económico, nos guste o no, Cuba es una dictadura de izquierdas. Y mientras la socialdemocracia no condene estos regímenes sin paliativos y colabore para que evolucionen hacia sistemas democráticos, la izquierda seguirá teniendo una deuda con su propio pasado y su presente.