Un soldado estadounidense, acosado durante años por sus compañeros al sospechar que era gay tras rechazar acostarse con una prostituta
Joseph Rocha, un joven soldado de la marina estadounidense, fue acosado durante dos años por sus compañeros de unidad al sospechar que era gay. El acoso tuvo lugar durante el tiempo en que Rocha estuvo destinado en un destacamento militar de Bahrein, en el Golfo Pérsico, y comenzó en 2004 a raíz de que el soldado rechazara tener relaciones con una prostituta. «¿Qué pasa, que eres maricón?» le espetaron. Ahí comenzó el infierno del muchacho.
Rocha, destinado en una unidad especial de la marina en la que se entrena a perros para detectar explosivos, tuvo que soportar numerosas humillaciones: ser atado y golpeado, ingerir comida de perro, ser arrojado a una perrera llena de heces de los propios animales, simular sexo oral a sus compañeros… Las humillaciones se prolongaron por un plazo de dos años. En 2006 el joven volvió finalmente a Estados Unidos, donde fue diagnosticado de trastorno de estrés postraumático. Sin ni siquiera denunciar el acoso, fue él mismo el que solicitó la baja del Ejército reconociendo que era homosexual, cosa que no había hecho hasta entonces (la ley estadounidense conocida como «Don’t ask, don’t tell» prohibe a gays y lesbianas servir en el Ejército a no ser que lo mantengan en secreto).
El acoso, sin embargo, fue de tal calibre que el propio Ejército promovió una investigación interna, que ahora ha sido desvelada por Youth Radio, en una amplio reportaje que incluye copias de la documentación sobre el caso. Sin embargo, hasta el momento, ninguno de los acosadores ha recibido sanción alguna, e incluso habrían seguido promocionando en el escalafón.
Es llamativo que incluso un soldado, presuntamente entrenado para soportar situaciones límite, se venga abajo como cualquier otro joven ante el acoso.
Si los soldados están dispuestos a perpetrar o tolerar estos actos con un compañero, ¿qué no harán con el enemigo? Es que da miedo: yo los echaba a todos.
Apenas puedo creer que estas cosas sean posibles de que ocurran ¿cual es el problema de esos cretinos? ¿acaso tienen una sexualidad ultrafrágil como para conflictuarse por la sola presencia de un chico gay? ¿sirve de algo maltratar así a una personas solo porque no es «como quieres que sea»? Eso no solo es inmaduro, es brutal, salvaje, de pocos pantalones. Tuvo que renunciar a lo que probablemente más le gustaba solo por el simple y aterrador hecho de que sus compañeros no veían con buenos ojos su homosexualidad, al grado de torturarlo.
Y creánme, los gays no somos las únicas víctimas de este tipo de abusos; cuando un hetero no llega a caer en el estereotipo machista y opta por todo lo contrario (es decir, que no le guste el fútbol, que no le gusten los deportes rudos, que no sea un despotricado sexual insensible) terminan tanchándolo de «gay» y sufre acoso homófobo sin serlo.
Que dicha penosa y aberrante experiencia que pasó ese pobre chico a causa del acoso homófobo que sufrió por el solo hecho de ser gay le sirva al ejército norteamericano para que comience a poner orden y seriedad en sus filas.
que curioso… «simular sexo oral a sus compañeros…»»» muchos que se hacen llamar machos no pierden ocasión en hacer simulaciones de pensamiento u obra de actos sexuales con otros hombres, esto representa otra confirmación más de que la mayoría de homófobos están obsesionados por el sexo masculino
Lo mas triste es la investigación interna, que no va a ninguna parte. Los culpables siguen dentro y la victima fuera.