Washington D.C., la capital federal de Estados Unidos, puede aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo en pocas semanas
Washington D.C., la capital federal de Estados Unidos, podría aprobar en pocas semanas una ley que permitiría el matrimonio entre personas del mismo sexo. La iniciativa, que posiblemente se presentará a discusión a lo largo de este mes, contaría ya con el apoyo de 10 de los 13 miembros del Consejo legislativo de la ciudad, entre ellos su promotor, David Catania, abiertamente gay. La aprobación de esta medida supondría además una prueba de fuego para la actual mayoría demócrata a nivel nacional, dado que Washington D.C. no forma parte de ninguno de los 50 estados y es el propio Congreso de los Estados Unidos el encargado, en última instancia, de su administración.
La nueva legislación, en caso de ser aprobada por el Consejo legislativo de Washington D.C., debería recibir por tanto el visto bueno del Congreso. Y aunque habitualmente las decisiones del Consejo legislativo de la ciudad son aprobadas sin problema por el Congreso, que simplemente deja vencer el plazo correspondiente sin plantear alegaciones, en esta ocasión es probable que los opuestos al matrimonio entre personas del mismo sexo quieran plantear la discusión al más alto nivel legislativo de los Estados Unidos.
Tampoco en la propia ciudad la medida está libre de enemigos. Tanto el que fuera polémico alcalde de la ciudad, el afroamericano Marion Barry (también miembro del Consejo legislativo) como diversos líderes evangélicos de la comunidad afroamericana se han manifestado contra el matrimonio entre personas del mismo sexo. Ya lo hicieron ruidosamente cuando Washington D.C. decidió reconocer los matrimonios celebrados en otros estados, pero en esta ocasión en que lo que se discute es la celebración in situ es previsible que la oposición sea aún mayor. Algo muy importante en un territorio como Washington D.C., en el que la población afroamericana es mayoritaria.
«Algo muy importante en un territorio como Washington D.C., en el que la población afroamericana es mayoritaria».
Bueno, como fui mi casa durante 8 años, me atrevo a opinar con algo de conocimiento de causa. La inmensa mayoría de la población afroamericana de DC (que si no me equivoco debe de andar por el 65% del total, más o menos) es demócrata (en una proporción de 9 a 1). Y dentro de eso, la inmensa mayoría de la población afroamericana es no sólo demócrata, sino además progresista. Al menos esa fue mi experiencia en la ciudad, donde la inmensa mayoría de gente local que conocí (fueran negros o no) se cuentan entre las más progresistas del país en general. La gente más conservadora que vive en la zona suele ser casi siempre de fuera, y muchos de ellos son blancos.