Entre 30.000 y 50.000 personas se manifiestan en Roma contra la homofobia

Entre 30.000 y 50.000 personas, según los organizadores, se manifestaron ayer sábado en Roma en una marcha convocada por los principales colectivos LGTB italianos como protesta por las últimas agresiones homófobas ocurridas en diversos puntos de Italia, así como para volver a exigir la igualdad y la no discriminación de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales en ese país.

Una gran bandera arco iris y una pancarta con el lema «Libres e iguales en dignidad y derechos», sostenida entre otros por la activista transgénero Vladimir Luxuria y el activista gay Franco Grillini (presidente de honor del colectivo Arcigay), ambos ex-diputados, abrió la manifestación, que discurrió desde Piazza della Repubblica hasta las cercanías de Piazza Venezia. Miles de personas LGTB de diferentes puntos de Italia, junto a amigos y familiares, marcharon detrás para exigir cosas tan simples como el derecho a poder caminar y besarse por la calle.»Lo que ahora no podemos hacer porque tenemos miedo», en palabras de uno de los asistentes. También asistieron representantes y miembros de partidos políticos del centro y la izquierda.

Durante el acto se dio lectura a un mensaje de solidaridad de la ministra de Igualdad italiana, Mara Carfagna, que el pasado jueves se había entrevistado con los convocantes. El mensaje incluyó el anuncio de una campaña contra la homofobia, así como de la discusión de una normativa que prevea agravantes para los delitos homófobos. Un mensaje que fue acogido con una fuerte pitada, dada la trayectoria de Carfagna, que el pasado mayo, por ejemplo, eliminó de la web de su ministerio las referencias a la discriminación por razones de orientacion sexual o identidad de género y canceló una comisión cuya función era promover la igualdad de derechos y oportunidades de las personas LGTB.

Franco Grillini quiso ser optimista y consideró que las propuestas de la ministra van en el buen sentido. «Una ley que considere la homofobia igual que un delito racista sería un pequeño paso hacia adelante», dijo.