ENTREVISTA A ANTONIO REIS (ABGLT): “Se ha experimentado un gran avance en materia de libertades sexuales durante los dos mandatos del Presidente Lula”
Esta semana viajamos hasta Brasil para conocer la realidad LGTB del mayor país de América Latina. Para ello, he charlado con Antonio Reis, Presidente de la Asociación Brasileña de Gays, Lesbianas, Bisexuales, Travestis y Transexuales (ABGLT). Este activista brasileño comenzó su trabajo en favor de las minorías sexuales en Europa, para más tarde volver a su país y fundar el grupo Dignidade (1992). En 1995 fue también fundador y primer presidente de la ABGLT, conformada entonces por 31 grupos LGTB.
Alberto: ¿Qué es la ABGLT? ¿Cómo y cuándo nace vuestra organización?
Antonio Reis: ABGLT es la Asociación Brasileña de Gays, Lesbianas, Bisexuales, Travestis y Transexuales. Su misión es promover la ciudadanía y defender los derechos de gays, lesbianas, bisexuales, travestis y transexuales, contribuyendo en la construcción de una democracia sin ninguna forma de discriminación y afirmando la libre orientación sexual e identidades de género. Fue fundada el 31 de enero de 1995 por 31 grupos fundadores y hoy cuenta con 220 organizaciones miembros.
A: ¿Coopera la ABGLT con otras organizaciones LGTB de Sudamérica? ¿Cómo se articula esta cooperación?
AR: Si, cooperamos con otras organizaciones LGBT de Sudamérica. Estamos organizados en América Latina, existen grupos LGBT en casi todos los países. Participamos en la red Mercosur LGBT y también en la red UNASUL LGBT. Con estas redes trabajamos mucho en el campo de intercambio de experiencias y de estudios comparados de las prácticas que estamos realizando. También trabajamos con la red ASICAL (Asociación para la Salud Integral y la Ciudadanía de América Latina y el Caribe), principalmente con la cuestión de VIH/SIDA entre hombres gays en la región. El enfoque de este trabajo es de advocacy (incidencia política), desarrollo organizacional e intervención.
A: Actualmente, ¿cuál es la situación legal de los derechos LGTB en Brasil?
AR: En Brasil ser homosexual no es un crimen. Hay 112 ciudades y 13 provincias que tienen leyes que protegen los derechos humanos de LGBT con relación a la discriminación por orientación sexual. En el Congreso Nacional tenemos como 30 proyectos de ley al respecto sobre temas LGBT. Empezamos a discutir la unión estable entre personas del mismo sexo en 1995, cuando fue presentado un proyecto de ley, que hasta hoy no ha sido aprobado. También hay un proyecto de ley, que ya se encuentra en el Senado, sobre la criminalización de la discriminación homofóbica, pero existe mucha oposición por parte de parlamentarios religiosos fundamentalistas.
Por otro lado, el Judicial está muy avanzado, y ya tiene nueve provincias que reconocen la unión estable entre personas del mismo sexo. También hay ya varias jurisprudencias de adopción por parejas homoparentales. Otra área de avance se aprecia con el reconocimiento del “nombre social” de travestis y personas trans (el nombre que escogieron y no el nombre de registro civil), en especial en el ámbito de las escuelas. Cuatro provincias ya permiten el uso del nombre social en todos los documentos escolares y la mayoría de las demás provincias ya están discutiendo esta cuestión.
En suma, el Judicial y el Ejecutivo están mucho más avanzados que el Legislativo. Con respecto al Ejecutivo, hubo muchos avances a partir del año 2003. En 2004 fue lanzado el Programa Brasil Sin Homofobia y en 2008 el gobierno federal convocó la 1ª Conferencia Nacional LGBT. La Conferencia Nacional fue precedida por conferencias en todas las 27 provincias y por más de 100 conferencias municipales/regionales. La Conferencia Nacional contó con más de mil delegados/as LGBT y la participación de 18 ministerios, y el Presidente de la República pronunció el discurso de inauguración. En total ueron aprobadas 561 propuestas. El resultado de la Conferencia fue el Plan Nacional de Promoción de la Ciudadanía y los Derechos Humanos LGBT, lanzado el 14 de mayo de 2009, con 180 acciones. El Ejecutivo también reconoce varios derechos de personas LGBT, por ejemplo, los relativos a la seguridad social.
A: ¿Cuáles son los principales retos del movimiento LGTB brasileño en estos momentos?
AR: Con relación al Legislativo, los retos principales son tres: aprobar la unión estable entre personas del mismo sexo, la criminalización de la discriminación homofóbica y el reconocimiento del nombre de las personas transexuales. El reto para el Ejecutivo Nacional es conseguir implementar las 51 directrices y 180 acciones incluidas en el Plan Nacional LGBT. En el Judicial el reto es el reconocimiento da la unión estable y también el reconocimiento del nombre de las personas trans.
A: ¿Existe aún homofobia en la sociedad y en la política brasileñas?
AR: Sí, la homofobia existe. Una investigación de la Fundación Perseu Abrama concluyó que el 92% de la población brasileña reconoce que existen prejuicios en relación con la comunidad LGBT y el 28% asumió que tienen actitudes homofóbicas. Otra investigación, ésta de la UNESCO, mostró que al 40% de los adolescentes no les gustaría estudiar con una persona LGBT y que el 60% de los profesores no saben como abordar la diversidad afectivo-sexual. También siguen perpetrándose muchos asesinatos de personas LGBT en Brasil, que en muchas ocasiones son motivados por la homofobia.
A: ¿Se muestran los partidos políticos brasileños receptivos a incluir en sus programas electorales las reivindicaciones de las organizaciones LGTB? ¿Y a incluir en sus listas a activistas LGTB?
AR: Sí. En las últimas elecciones presidenciales los cuatro principales candidatos llevaban en sus programas propuestas para la comunidad LGBT y los seis partidos más importantes poseen colectivos LGBT organizados en su interior. También en las últimas elecciones, tuvimos cerca de 200 activistas LGBT y personas aliadas que fueron candidatas. Hoy tenemos siete concejales abiertamente LGBT.
A: ¿Cómo valora el movimiento LGTB brasileño los dos mandatos presidenciales de Lula da Silva en materia de libertades sexuales?
AR: Desde ABGLT consideramos que se ha experimentado un gran avance durante los dos mandatos del Presidente Lula, con el Programa Brasil Sin Homofobia y con la I Conferencia Nacional LGBT. Se puede apreciar una gran apertura. La Abogacía General de la Unión ya mostró muchas actitudes favorables hacia la cuestión LGBT y me parece que en los próximos cuatros años la situación deberá mejorar mucho más. Esta situación es fruto del trabajo de las 220 organizaciones afiliadas hoy a la ABGLT y otros grupos independientes.
A: El próximo año se celebrarán elecciones presidenciales en Brasil. ¿Son estos comicios decisivos para conseguir avances legislativos en favor del colectivo LGTB?
AR: Todos los candidatos que se están postulando son muy favorables a la cuestión LGBT. La candidata Dilma Rousseff (PT), si fuera electa, con certeza va a continuar el trabajo del Presidente Lula en esta materia. El candidato José Serra (PSDB) se ha mostrado muy simpatizante con la causa LGTB y ha actuado favorablemente en todas las situaciones referentes a los derechos humanos LGBT. Ciro Gomes (PSB) también es un candidato muy comprometido con la causa LGBT. Otra candidata es la ambientalista Marina Silva (PV), que es evangélica, pero nunca se ha pronunciado públicamente ni a favor ni en contra. En conversaciones privadas siempre se ha declarado favorable al reconocimiento de nuestros derechos.
A: ¿Es España un ejemplo en los avances legislativos a conseguir para la igualdad de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales?
AR: Sí, España es para nosotros un gran ejemplo. Nosotros en Brasil aún no pedimos el matrimonio igual a las personas heterosexuales, porque actualmente sería muy difícil de conseguir. Pero, creemos que España es un ejemplo muy interesante por la capacidad de organización LGBT, tanto del movimiento social como también de las personas LGBT que trabajan dentro de los partidos políticos. Es un ejemplo a seguir no solo para Brasil, sino para todo el mundo.
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