ENTREVISTA A CAROLINA ROBLEDO (Aireana): “Una ley de matrimonio y una ley de identidad de género son importantes avances, pero no terminan con la discriminación”

Esta semana es el turno para Paraguay. Con el objetivo de conocer un poco más el movimiento LGTB paraguayo, he charlado con Carolina Robledo, activista lesbiana y feminista. Carolina es integrante y fundadora de Aireana, organización que trabaja por los derechos de las mujeres lesbianas en Paraguay.

Alberto: ¿Qué es AIREANA? ¿Cómo y cuándo nace vuestra organización?

Carolina Robledo: Aireana, grupo por los derechos de las lesbianas, nace en el año 2003 a partir de un grupo de mujeres lesbianas que queríamos trabajar desde el feminismo y la diversidad sexual. Nuestro nombre significa nuestra postura ante la vida, sacar afuera nuestros deseos, pensamientos, identidades, sentimientos. Airea: imperativo del verbo airear, ventilar, sacar al aire. Na: sufijo del guaraní que se traduce como “por favor”.

A: ¿Coopera AIREANA con otras organizaciones LGTB de Sudamérica? ¿Cómo se articula esta cooperación?

CR: En Aireana nos articulamos con otras organizaciones LBT y feministas desde el espacio del FMS (Fondos de Mujeres del Sur), con quien tenemos algunos proyectos. A través de un consorcio de fondos para mujeres hemos tenido la oportunidad de hacer intercambios con otras organizaciones como: Proyecto Transgénero de Ecuador y Mujeres al Borde de Colombia. Otro espacio donde trabajamos articuladamente con otras organizaciones es en la muestra de cine Lesbigaytrans, que venimos realizando desde hace 5 años. También formamos parte de la Coalición de Organizaciones LGBTTTI de América Latina y el Caribe trabajando en le marco de la OEA, que en los últimos dos años ha obtenido dos resoluciones sobre derechos humanos, orientación sexual e identidad de género.

A: Actualmente, ¿cuál es la situación legal de los derechos LGTB en Paraguay?

CR: La situación legal no es muy favorable, pero tampoco condenatoria. No hay una ley contra toda forma de discriminación, aunque la Constitución Nacional garantiza la no discriminación y declara la igualdad de todas las personas, además de obligar al Estado a remover los obstáculos para eliminar las discriminaciones. Las normas legales que discriminan explícitamente a homosexuales siguen vigentes. Por ejemplo, el artículo 138 del Código Penal que establece mayor pena para quien cometa actos homosexuales con menores que para los actos heterosexuales. Además, existen otras normas donde también se manifiesta lo mismo, por ejemplo, el Reglamento Disciplinario de la Policía Nacional señala como falta grave, sancionada con arresto de hasta 30 días o la baja, practicar la homosexualidad (artículo nº 15, inciso 50). (Informe de Derechos Humanos 2008. CODEHUPY. Capítulo sobre “El derecho a la libre orientación sexual”). Sin embargo, el marco legal supranacional se favorece con las resoluciones de la OEA (2008 y 2009) y con la existencia de un subgrupo de trabajo por la diversidad sexual en el marco de las Altas Autoridades de DDHH del MERCOSUR.

A: ¿Cuáles son los principales retos del movimiento LGTB paraguayo en estos momentos?

CR: Estamos trabajando en articulación con otras organizaciones para la aprobación de un proyecto de ley contra toda forma de discriminación. Un reto sería la aprobación de esa ley, además de conseguir políticas públicas inclusivas, en cuanto a la salud por un trato igualitario y en la educación, que las lesbianas no sean expulsadas por ser lesbianas… Otro reto sería lograr que se denuncien los casos de discriminación, por lo menos que se visibilicen, por eso nos parece importante trabajar en el empoderamiento, a la vez que incidir hacia fuera, porque todavía prima el miedo sobre todo.

A: ¿Cuál es la realidad actual de las mujeres lesbianas en Paraguay? ¿Cuáles son sus principales demandas?

CR: En Paraguay, Aireana, como grupo de lesbianas feministas, tiene mucha visibilidad, pero no somos todas las lesbianas del país. Aireana ha contribuido a que lesbianas salgan del closet. El sentir que hay más gente como una y no sentirse sola hace que te animes a salir, pero de igual forma hay muchas lesbianas que viven en el closet más profundo porque todavía está por encima el miedo (a alejarte de la familia, a perder el trabajo, etc.).

Por eso creemos que nuestro mayor desafío es salir de la invisibilidad que por siglos ha estado impuesta por esta cultura que nos oprime como mujeres y que quiere seguir manteniéndonos ocultas. Hacemos mucho énfasis en la visibilidad, por ejemplo con nuestro programa de radio: “¿En qué andas metida?”, que se emite una vez a la semana. Creemos que es una herramienta de comunicación directa con la gente, que nos permite superar los límites físicos y llegar a nuevos públicos, fundamentalmente mujeres, para difundir nuestro punto de vista lésbico-feminista. Contamos además con un local desde hace 6 años, el cual se convirtió ya en un espacio de referencia. Es también el lugar donde realizamos reuniones, talleres, nuestros diálogos feministas y el taller de teatro que ha tenido como fruto una creación colectiva dos obras de teatro que se ha llevado por varias ciudades de Paraguay y en Resistencia Argentina.

Los principales problemas que nosotras recogemos de la asesoría psicológica y jurídica que ofrecemos son:
– Discriminación laboral y en el sistema educativo (despidos y expulsiones).
– Tenencia de hijos/as.
– Violencia en la familia de origen hacia las hijas lesbianas.
– Detenciones arbitrarias a parejas de lesbianas.

Las demandas políticas que hacemos desde los encuentros lésbicos feministas (anuales, organizados por Aireana, con más participantes que las integrantes o voluntarias de grupo) son:
– Inclusión de las lesbianas en el Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades entre hombres y mujeres.
– Acceso a salud y trato no discriminatorio.
– No discriminación laboral.
– No discriminación en el sistema educativo.
– Educación no sexista.
– Eliminación de reglamento homo-lesbofóbico de la policía.
– Implementación de acuerdos internacionales ratificados por Paraguay, como la CEDAW.
– Adopción por parte del Estado de los principios de Yogyakarta.

A: ¿Persiste aún la homofobia en la sociedad y en la política paraguayas?

CR: Persisten las actitudes de odio y rechazo hacia las lesbianas, gays y trans, aunque con el gobierno actual hay algunos cambios favorables, sobre todo en cuanto a algunas personas dentro del gobierno, que tienen la voluntad de erradicar los actos discriminatorios.

A: El pasado año Paraguay dio paso al cambio político con la elección del ex-obispo Fernando Lugo como Presidente de la República. ¿Cuáles son las expectativas del movimiento LGTB paraguayo ante este período presidencial?

CR: Creemos que es un buen momento para incidir fuertemente en el Estado, porque, si bien no ha habido un cambio significativo en el poder legislativo, si en otros espacios, como en algunos ministerios (el de Salud, la Secretaría de la Mujer, el Ministerio de Educación, la Secretaría de Cultura, la Secretaría de la Función Pública).

A: ¿Se logrará durante el actual mandato presidencial una ley de uniones homosexuales en Paraguay?

CR: En el 2006 hicimos una serie de conversatorios con los demás grupos LGBT y en ese momento la conclusión fue que no era un tema prioritario aún. Hoy por lo menos desde Aireana trabajamos el empoderamiento de las mujeres, pensamos que falta crear mucha conciencia de derecho e incidimos en el Estado para conseguir políticas públicas inclusivas y no discriminatorias. La gente está muy en el closet todavía, tal vez si hubieran propuestas masivas de gente que quiere casarse o formar una unión civil. De todas maneras, el poder legislativo, de quien dependería la aprobación de esta ley, es tan conservador como siempre. Hay gestos positivos del Estado, pero por parte solamente del poder ejecutivo.

A: ¿Es España un ejemplo a seguir en los avances legislativos a conseguir para la igualdad de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales?

CR: Consideramos que hay muchos avances legislativos, no sólo en España, sino en otros países como Uruguay, que es uno de los más avanzados en Latinoamérica y el Caribe en esta materia. Sin embargo, la propuesta española que consistió en modificar el Código Civil para abrir la posibilidad al matrimonio entre personas del mismo sexo, no necesitó de un cambio constitucional, que sí sería necesario en Paraguay (ya que la constitución paraguaya explícitamente nombra el matrimonio como unión entre hombre y mujer). En estos momentos ese cambio constitucional tiene más riesgos de retroceso que de avance. Para nosotras y nosotros sería bueno poder contar con una ley de unión civil, pero consideramos más urgente una ley contra toda forma de discriminación (todavía en discusión en el Parlamento), que se avance realmente en un currículum educativo incluyente, que paren los crímenes hacia las travestis y que se investiguen los ya cometidos. Un sistema educativo no discriminatorio puede ofrecer a las travestis otras opciones que la prostitución impuesta.

Una ley de matrimonio y una ley de identidad de género son importantes avances, pero no terminan con la discriminación. Pensamos que en Paraguay tenemos otro camino que seguir, con algunas experiencias exitosas interesantes en la región, como es la inclusión del odio por orientación sexual o identidad de género como agravante en el código penal uruguayo, la ley de sociedades de convivencia en México o la real implementación de las resoluciones de derechos humanos de la OEA.

Aquí podrás encontrar más entrevistas de esta sección.