La FELGTB pide la recuperación de la memoria histórica de las uniones homosexuales en el Cristianismo
El Área de Asuntos Religiosos de la FELGTB y la asociación Cristianos Gays se unen para reivindicar la memoria histórica cristiana silenciada durante siglos. San Sergio y San Baco, que se celebra hoy, 7 de octubre, son dos mártires cristianos de principios del siglo IV “abiertamente amantes hasta la muerte, lo que los convertiría en patronos de las uniones entre hombres”. Según el historiador norteamericano John Boswell, en los ritos matrimoniales homosexuales de los cristianos premodernos, se les incluía pidiendo su bendición y protección a la pareja que se unía.
Existen documentos que atestiguan que desde el siglo III hasta el XII después de Cristo el Cristianismo bendecía las uniones entre personas del mismo sexo. Sergio y Baco pasan por ser los santos más célebres a la hora de bendecir estas uniones de hermandad entre dos hombres o dos mujeres, pero además, y gracias a labor del investigador cristiano y homosexual John Boswell, se redescubre que otras díadas de santos y santas unidos por una relación que va más allá de la amistad o el hermanamiento tales como Perpetua y Felícitas o Poliecto y Nearco. Nombres que recuerdan que ya desde el paleocristianismo las mujeres y hombres que amaban a personas de su mismo sexo eran acogidos y respetados dentro de la Iglesia.
Creemos que el Cristianismo, y en especial las personas cristianas lgtb, tenemos una deuda enorme con el trabajo y sacrificio de John Boswell, erudito e historiador norteamericano católico y homosexual que dedicó gran parte de su vida a recuperar esta memoria entre archivos y bibliotecas de iglesias y monasterios de toda Europa. Sus obras “Cristianismo, tolerancia social y homosexualidad” y “Las Bodas de la Semejanza” son de obligada lectura para entender la relación entre el cristianismo y la “homosexualidad”. Su ejemplo de entrega por la reivindicación de la historia de las uniones entre personas del mismo sexo es todo un estímulo para continuar difundiendo y salvando del olvido las vidas de aquellas y aquellos que nos precedieron orgullosos de amar y ser cristianos.
Y San Puto también fue devorado por los leones en el Circo Romano. Con ese nombre no me extraña.