La invitación a un eurodiputado homófobo a intervenir en el congreso conservador británico empaña la fiesta de sus simpatizantes LGTB
La estrategia de buscar votos en caladeros aparentemente contrapuestos parece que le funciona bien al Partido Conservador británico, favorito en todas las encuestas para ganar las próximas elecciones de 2010. No parece importar que a veces quede demasiado en evidencia, como ha sucedido durante su congreso nacional en Manchester. Mientras que su grupo LGTB, recientemente constituido, celebró anoche la que puede considerarse primera «fiesta gay oficial» de la historia del partido en un conocido local de ambiente, los dirigentes del partido han invitado a intervenir en su congreso a Michal Kaminski, eurodiputado polaco de conocidas ideas homófobas.
Ben Summerskill, director ejecutivo de Stonewall, una de las principales organizaciones LGTB británicas, rechazó de hecho acudir al acto de anoche como protesta por la invitación de los conservadores a Kaminski. Perteneciente al partido Ley y Justicia, el partido de los gemelos Kaczyński (una de las organizaciones políticas europeas más abiertamente contrarias a los derechos LGTB), Kaminski ha calificado en el pasado a los colectivos LGTB como “asociaciones de maricones”.
La decisión de los conservadores británicos de abandonar el grupo popular del Parlamento Europeo y aliarse con Ley y Justicia, partido con el que forman grupo propio junto a otras formaciones «euroescépticas» minoritarias cuya presidencia ocupa Kaminski, causó en su momento consternación en el colectivo LGTB británico, al cual los “tories” vienen haciendo guiños desde que David Cameron tomó las riendas del partido. Incluso desencadenó una cierta crisis en el seno de los conservadores, hasta el punto de que Edward McMillan-Scott, el europarlamentario británico conservador más antiguo, decidió abandonar el grupo.
Vaya, mas transversales.