Desalojo forzoso de la pareja gay de un militar fallecido en 2001 de la vivienda que ocupaban, al no ver reconocidos los años de convivencia

Finalmente José Luis González Farrais fue desalojado ayer de la vivienda militar que ha ocupado durante años, al no haber considerado los tribunales acreditados los años de convivencia con su pareja, un militar fallecido en febrero de 2001 debido a una leucemia. La orden de desalojo ha llegado antes de que el Tribunal Constitucional se haya pronunciado sobre su recurso de amparo, sobre el cual ya os informábamos hace más de un año… 

La historia de José Luis González es compleja. Tras la muerte de su pareja, Defensa no le permitió subrogarse en el contrato de cesión de uso de la vivienda que ambos habían compartido durante años. Los requisitos exigidos para ello eran mantener una relación de afectividad análoga a la de cónyuge y convivencia de dos años previos al fallecimiento. Los tribunales sí le reconocieron la existencia de una «relación de afectividad» pero no consideraron probada la convivencia, pese a las pruebas documentales que aportó y a que varios vecinos testificaron a su favor. José Luis, natural de Canarias, no se había empadronado en Madrid hasta ocho meses antes de la muerte de su pareja, ya que el hecho de continuar empadronado en Tenerife le permitía obtener descuentos al comprar los billetes de avión para visitar a su familia (una circunstancia habitual entre los canarios que residen en la península).

Durante estos años, José Luis ha seguido abonando el alquiler, que continuaba a nombre de su pareja. Cuando hace unos años Defensa empezó a vender las casas a sus inquilinos, José Luis pidió un trato igual al resto y tener así opción a adquirir la suya, solicitud que tampoco se le concedió. Por eso José Luis decidió llevar el caso al Constitucional, al que pidió amparo por ver vulnerado su derecho a la igualdad. «No pido ningún favor ni que me regalen nada, simplemente el mismo trato que le han dado a mis vecinos», expresaba el año pasado.

Ahora José Luis ha sido desalojado por la fuerza. Ayer lloraba amargamente en el portal de la casa. «Los jueces también se equivocan. He presentado recibos, el testamento de Jose, cartas del banco, tarjetas sanitarias… Mi casa siempre ha sido ésta».

Los colectivos LGTB le apoyan
Diferentes colectivos LGTB han mostrado su apoyo a José Luis. Hace dos días la Confederación COLEGAS pedía al Ministerio de Defensa, en nota de prensa publicada por dosmanzanas, que «consideren los datos y pruebas de la convivencia aportados por la víctima, y reconozca de una vez la relación sentimental y convivencia que unía a la pareja».

Hoy ha sido la FELGTB la que se ha puesto a disposición de José Luis, al considerar que «la relación entre ambos no pudo ser regularizada porque su pareja murió antes de que se reconociese en España el derecho al matrimonio a las parejas del mismo sexo, razón por la cual no es considerado oficialmente viudo del militar fallecido. Este escenario evidencia claramente una injusticia que la FELGTB quiere denunciar y que el propio José Luis ha reclamado en amparo ante el Tribunal Constitucional. Hasta que se pronuncie el Alto Tribunal, la Federación se ha puesto en contacto con el Ministerio de Defensa para trabajar conjuntamente por una modificación de la legislación sobre viviendas militares y reconocer a José Luis el derecho al hogar común que compartía con su novio».

Martín Berenguer, vocal jurídico de la Federación, ha señalado la necesidad de «estudiar cómo se están resolviendo las discriminaciones a las parejas del mismo sexo que no tuvieron acceso al matrimonio porque el caso de José Luis no es el único que nos preocupa. Hace nada se hizo público que sólo una de las 65 pensiones de viudedad solicitadas en caso similares a éste ha sido concedida, y nos preocupa porque las actuaciones administrativas desde una aparente neutralidad pueden dar lugar a auténticas situaciones de discriminación indirecta”.