Despiden a una mujer a las dos horas de comenzar a trabajar en una bocatería de Vitoria por ser transexual
María Jesús Lastra es una mujer de 40 años que fue despedida de su nuevo trabajo en una bocatería de Vitoria a las dos horas de comenzar, pese a que había sido contratada para seis meses. ¿La razón? María Jesús es una mujer transexual, y según le dijo el dueño, «podría resultar agredida» por gente que fuera bebida. Lastra decidió denunciarlo. Hoy se ha celebrado el juicio.
La historia se remonta al mes de junio, cuando la mujer acudió a una asociación especializada en la búsqueda de empleo, desde donde le concertaron una entrevista de trabajo en la citada bocatería. «Acudí al lugar y el dueño decidió hacerme un contrato de seis meses», explica al diario Público. El primer día que empezó a trabajar terminó de formalizar el contrato. El dueño se ausentó para entregar los papeles a la oficina de empleo. «En ese tiempo no sé qué es lo que ocurrió, pero cuando regresó a las dos horas me preguntó si era un hombre o una mujer». Ella le respondió que una mujer, y que así constaba en su DNI. «Me insistió en que se lo tenía que haber dicho, y que creía que no era el lugar adecuado para mí. Dijo que, como por la noche iba gente bebida, podían agredirme por ser transexual».
María Jesús señala que el dueño la despidió de inmediato tras pagarle 40 euros por dos horas de trabajo. Después de lo ocurrido, supo que antes de que el dueño regresara al local había acudido a la asociación desde la cual le habían concertado la entrevista. «Les preguntó si yo era hombre o mujer, pero no le quisieron responder, así que me quedó muy claro que me despedía por mi condición sexual», afirma. Lastra denunció su caso en la Inspección de Trabajo, que citó a las partes a un acto de conciliación. El denunciado no acudió, y ahora el caso debe resolverse ante el juez.
Y es que Maria Jesús Lastra no es precisamente una mujer que se arredre ante las dificultades. Ya en 1997 hizo historia cuando, encontrándose en prisión en un módulo masculino, se ganó el derecho a vestir ropa de mujer. Y en 2006 se convirtió en la primera reclusa transexual de España en conseguir ser trasladada a un módulo para mujeres sin haberse sometido a cirugía de reasignación genital. Este mismo año fue la pregonera del Orgullo LGTB de Vitoria.
La verdad es que alegra ver que hay gente con tanto coraje. Si todos hiciésemos lo mismo, la discriminación acabaría mucho antes de lo que pudiéramos imaginar.