Dimite el juez de paz de Lousiana que se negó a casar a una pareja heterosexual interracial «por el bien de sus futuros hijos»
Keith Bardwell, el juez de paz de Louisiana (en el sur de Estados Unidos) que se negó a casar a una pareja heterosexual interracial, se ha visto obligado a presentar su dimisión. Bardwell ha sido aconsejado en ese sentido para evitar someterse a una demanda judicial que casi con total seguridad iba a perder. Pese a todo, sigue pensando que hizo lo correcto y se lamenta de que un juez de paz no pueda obrar «en conciencia».
Bardwell alegó en su momento que lo hacía «por el bien de los hijos que pudiera tener la pareja», ya que, según él, los matrimonios interraciales no suelen durar mucho. Aseguró además no ser racista, ya que ha casado a muchos negros entre ellos.
Una historia que a muchos nos parece un déjà vu de lo que estamos viviendo respecto al matrimonio entre personas del mismo sexo, más de cuarenta años después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos zanjara definitivamente el asunto en 1967 declarando inconstitucional la prohibición de los matrimonios interraciales y abriendo la puerta a los mismos en aquellos estados que todavía los prohibían (prácticamente todos los del sur). Y un ejemplo de lo perverso que puede llegar a ser para algunos el concepto de «objeción de conciencia» aplicado a un servidor público en un estado democrático.
Dice Tribunal Supremo. Claro, si hubiesen celebrado un referéndum alomejor salía también que no…
Qué asco de juez
¡Toma nota Calamita!