Grupos conservadores presionan para que el proceso transexualizador quede fuera de las coberturas públicas en Estados Unidos

En plena discusión sobre la reforma que la administración Obama quiere sacar adelante en Estados Unidos con el fin de facilitar cobertura sanitaria a los millones de ciudadanos de ese país que carecen de la misma, grupos conservadores están presionando ya a los legisladores republicanos para que promuevan una enmienda que dejaría al proceso transexualizador fuera de la cobertura de los seguros médicos que cuenten con algún tipo de financiación pública.

La ley prohibiría sufragar con fondos públicos cualquier seguro sanitario que ofreciera la cobertura de los tratamientos hormonales, de las operaciones de reasignación de sexo o de cualquier otro procedimiento médico o quirúrgico que formara parte del proceso transexualizador. «No es difícil pensar que cualquier plan federal de salud implementado por esta administración cubrirá la cirugía de cambio de sexo. Cualquier cosa que no quede explícitamente prohibida estaría de hecho sobre la mesa. Y la mayoría de los americanos preferirán que sus impuestos no se dediquen a pagar o subsidiar la cirugía transexual», ha explicado uno de los promotores.

Los defensores de los derechos LGTB han hecho notar lo difícil que resulta para las personas transexuales encontrar seguros médicos que cubran sus necesidades, resaltando que incluso la atención médica básica se les es negada en muchos casos.

Por el momento, y a la espera de como evolucionen las discusiones, la medida no parece haber encontrado suficiente respaldo. Una medida similar, referida en este caso al aborto, sí parece haber encontrado cierto eco, al menos parcial, de forma que los propios demócratas estarían elaborando un plan que separaría los fondos federales destinados a la interrupción voluntaria del embarazo para que los contribuyentes que lo desearan evitaran destinar sus impuestos a financiar dicha prestación.