La FELGTB reclama una educación sexual integral
La educación debe abordar la sexualidad no sólo desde las consecuencias negativas del sexo no seguro, sino también desde su valor positivo y contemplando la diversidad existente. Ante la celebración del 1 de Diciembre, Día Mundial de la Lucha contra el Sida, la FELGTB reclama a la sociedad, partidos políticos e instituciones y administraciones públicas responsabilidad y compromiso para hacer realidad el acceso de la población a una educación sexual integral. El esfuerzo tiene que ser mayor de cara a adolescentes y jóvenes, ya que como apunta el Ministerio de Sanidad, aumentan “las prácticas de riesgo entre los hombres que tienen sexo con hombres y, en particular, entre los jóvenes”.
La infección por VIH/Sida representa un desafío sanitario y social que sigue comprometiendo la salud, el bienestar y la vida de miles de personas en España y millones de ellas en el mundo. En consecuencia es necesario facilitar que las personas dispongan de los recursos y habilidades necesarios para mantener, a lo largo de toda su vida, una adecuada Salud Sexual. El instrumento fundamental para ello es la educación sexual, entendida como una educación de los sexos, con el fin de conseguir que hombres y mujeres se conozcan, se comprendan, se acepten y valoren y vivan de manera gozosa y responsable su capacidad erótica y procreativa, y no sólo para evitar “problemas” relacionados con la sexualidad como el VIH y otras infecciones de transmisión sexual, embarazos no deseados, etc. Esta educación ha de ser además integral y trabajar la diversidad sexual para abordar, entre otras cosas, las diversas identidades y orientaciones sexuales, es decir también la realidad de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales.
Para Rubén Sancho, Coordinador del Área de Salud y VIH/Sida de la FELGTB, «cualquier partido político como el Partido Popular o institución como la Iglesia Católica a través de su jerarquía que se niegue a reconocer que la salud sexual y la educación sexual forman parte del conjunto de derechos de la ciudadanía y, consecuentemente, que es obligación de los poderes públicos facilitar que se vean satisfechos, son y serán cómplices de los problemas y sufrimientos que se derivan de la precariedad y vulnerabilidad con que, aún hoy en día, las personas manejan y viven su sexualidad y las consecuencias que esto conlleva».
Antonio Poveda, presidente de la FELGTB, ha afirmado que “quien impide a las y los jóvenes acceder a una educación sexual integral debe considerarse en parte responsable también de que, entre otras cosas, puedan contraer el VIH o alguna otra ITS, de que se produzca un embarazo no deseado y se vean forzadas a una interrupción voluntaria, o que sufran o infrinjan violencia machista y homofóbica”.
Poveda ha asegurado que “una escuela con educación sexual y sin ‘armarios’ hoy en día es el mejor camino para hacer frente a la Infección por VIH/Sida en el futuro”.