La sentencia de un tribunal francés que permite adoptar a una lesbiana que vive en pareja, un rayo de esperanza para los colectivos LGTB
La sentencia de un tribunal francés que, tras diez años de lucha, permite que una lesbiana que vive en pareja pueda optar a la adopción de un menor ha sido recibida por los colectivos LGTB franceses, incluso los más próximos a posiciones políticas conservadoras, como un rayo de esperanza en la díficil lucha por los derechos LGTB en Francia. Un país en el que, cuando se cumplen 10 años de la aprobación del PACS por el entonces Gobierno socialista de Lionel Jospin, la situación parece congelada y sin visos de mejora, más allá de los gestos mediáticos a los que el presidente Nicolás Sarkozy es tan aficionado.
Organizaciones como SOS homophobie, Inter-LGBT, Centre LGBT de Paris Ile-de-France, Homosexualités et Socialisme, Collectif Contre l’Homophobie e incluso GayLib (próxima al partido de Sarkozy) han mostrado su satisfacción por la sentencia y han pedido al Gobierno que la tenga en cuenta a la hora de establecer un nuevo marco legal para las parejas LGTB. La confederación nacional de asociaciones de familias católicas (CNAFC), por el contrario, ha pedido que se refuerce todavía más la legislación prohibicionista y se garantice el «derecho del niño a tener un padre y una madre».
El Gobierno conservador francés ha querido tranquilizar de todas formas a los sectores conservadores, a través tanto de la secretaria de Estado para la Familia, Nadine Morano, como del ministro de Educación y portavoz del Gobierno, Luc Chatel, que han expresado que de ninguna manera el Gobierno francés es favorable a la adopción de niños por parejas del mismo sexo ni tiene previsto legislar en ese sentido. «Se trata de un compromismo presidencial», ha resaltado Morano. Ambos han añadido, eso sí, que la sentencia es un motivo de reflexión y debate.
Solamente un miembro del Gobierno se ha desmarcado hasta la fecha de la postura oficial. Se trata de Hervé Morin, ministro de Defensa, perteneciente no al partido de Sarkozy, la UMP, sino a la formación centrista Nouveau centre. «Lo que cuenta es el amor que reciba el niño por parte de la pareja que lo adopta, independientemente de como esté conformada», ha expresado.