Suspenden a un profesor en Illinois por proponer a sus alumnos un trabajo sobre la homosexualidad en los animales
Dan Delong, un profesor de educación secundaria en un instituto de Carlinville (Illinois) se encuentra suspendido de manera temporal por proponer a sus alumnos un trabajo sobre la homosexualidad en el reino animal y podría perder su puesto definitivamente si así lo decide el Comité escolar, que tiene previsto reunirse mañana para tratar el tema.
Delong habría autorizado a sus alumnos a leer un artículo de Jonah Lehrer publicado en la revista Seed en junio de 2006, ‘The Gay Animal Kingdom’. Lehrer reseña en este artículo las investigacions de Joan Roughgarden, profesor de la universidad de Stanford, que llegan a documentar el comportamiento homosexual en más de 450 especies.
El de Roughgarden no sería el único trabajo que ha demostrado la existencia de emparejamientos entre animales del mismo sexo. En dosmanzanas ya hemos dado cuenta de algunos de ellos, así como de los avatares amorosos de algunas famosas parejitas de pingüinos, como los del zoo de Bremerhaven, o los de San Francisco.
Es curioso como en los mismo colegios donde a los niños se les priva del conocimiento pleno sobre la sexualidad en el reino animal y su riqueza y, lo que es más grave, sobre la humana, no existe el menor reparo en hablarles sobre la virginidad de María, La Santísima trinidad o la resurrección de Cristo, que como todo el mundo sabe son hechos históricos comprobados «empíricamente».
Tal parece que la escuela deba ser un lugar donde trasmitirles a los niños los prejuicios, las manías y las fobias de los adultos, para poder reproducir en ellos todos sus miedos y limitaciones.
¡Cuánta ignorancia y estupidez hay en el mundo y qué daño se les hace en el fondo a los niños a los se dice querer proteger!. Niños que si pertenecen al colectivo LGBT, y gracias a los prejuicios de sus profesores y padres que tanto les quieren, seguirán siendo discriminados por sus compañeros como lo fueron antaño tantas y tantas generaciones pasadas.
Esto me recuerda un poco a la inquisición, salvando las distancias. Dios, cuánta pamplinería.