Tras diez años de pleitos, la justicia francesa reconoce el derecho de una mujer lesbiana que vive en pareja a adoptar
Noticia de calado la que nos llega desde Francia, país del cual sorprende el retraso en la equiparación de los derechos de sus ciudadanos LGTB con respecto a la mayoría de sus vecinos. Después de diez años de pleitos y de una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, por fin la justicia francesa ha dado su brazo a torcer y ha reconocido el derecho de una mujer lesbiana que vive en pareja y que cumple todos los requisitos de idoneidad a adoptar un hijo.
Emmanuelle B., pareja de Laurence R., ha recibido por fin la autorización del tribunal administrativo de Besançon, que ha anulado las disposiciones anteriores que le denegaban la posibilidad de optar a una adopción. El tribunal ha estimado que no existe motivo que permita justificar legalmente el rechazo. «Las condiciones de acogida ofertadas por la demandante al respecto de su plan familiar, educativo y psicológico se corresponden con las necesidades y el interés de un niño adoptado», ha determinado. La decisión cuenta con el apoyo de los trabajadores sociales, que consideran que el ambiente familiar ofertado por la pareja es de una «solidez indudable».
Se da la circunstancia de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ya había fallado en contra de Francia en enero de 2008, al estimar que la negativa violaba el principio de no discriminación en función de la orientación sexual, y más teniendo en cuenta que la ley francesa permite adoptar a las personas solteras. Sin embargo, a pesar del fallo de la corte europea, la administración francesa continuaba negándose a tramitar la adopción.