El arzobispo de Canterbury, cabeza visible del anglicanismo, critica el nombramiento de una obispa lesbiana en Estados Unidos
El arzobispo de Canterbury, líder espiritual de la comunión anglicana, ha criticado abiertamente la decisión de la diócesis episcopaliana de Los Ángeles de elegir a una reverenda abiertamente lesbiana como obispa auxiliar. En opinión de Rowan Williams, la decisión supone una amenaza a la cohesión del anglicanismo. La iglesia episcopaliana es la rama estadounidense de la confesión anglicana.
Lo cierto es que la elección de Mary D. Glasspool se encuadra en el contexto del aperturismo hacia gays y lesbianas que la iglesia episcopaliana ha decidido reactivar, harta del inmovilismo de la comunión anglicana en su conjunto, partidaria de «congelar la cuestión» para evitar el cisma de las iglesias más conservadoras. Los episcopalianos decidieron hace unos meses poner punto final a la moratoria para ordenar obispos homosexuales, así como bendecir uniones entre personas del mismo sexo.
Williams ha hecho un llamamiento explícito a los obispos episcopalianos, que todavía deben confirmar la elección de Glasspool a nivel nacional, a rechazar el nombramiento como un gesto de buena voluntad hacia el resto de la comunión anglicana.
La elección de Glasspool por parte de la diócesis californiana ha sido saludada, por cierto, por Gene Robinson, obispo de New Hampshire, que en su momento fue el primer obispo abiertamente homosexual de la historia del anglicanismo. «Pero dejemos una cosa clara: son la experiencia, las habilidades y la fe de Glasspool las que harán de ella una buena obispa, y esas son las razones por las que ha sido elegida», ha añadido no obstante.
Lástima que Rowan Williams, que personalmente es conocido por sus posiciones «liberales», esté queriendo contentar tanto el lado conservador de la Comunión Anglicana. Por el nombramiento de una obispa lesbiana dice lo que dice, cuando en cambio por las barbaridades que dicen desde África callan. Creo, sin embargo, que los norteamericanos van a hacer poco caso de Rowan Williams…
Indudablemente, algo se está moviendo en la iglesia Anglicana. Pero les está costando lo indecible, llegando al borde de la ruptura, y eso es lo que intenta evitar Williams. ¿Es preferible romper e ir cada uno por su lado, o avanzar más lentamente convenciendo a los conservadores poco a poco? Las dos opciones son razonables. En todo caso, les deseo éxito en la renovación de su iglesia, y ¡ojalá se le pegue algo a la iglesia Católica!