White Christmas
“I’m dreaming of a white Christmas / just like the ones I used to know…” Además de Irving Berlin y Bing Crosby, quienes sueñan con unas navidades blancas como las de antes son las autoridades del pueblo italiano de Coccaglio, en la Lombardía, a poco más de una hora en coche de Milán. Sólo que en boca de dichas autoridades, pertenecientes al partido xenófobo y ultraderechista Lega Nord (Liga Norte), el adjetivo blanco no parece aludir precisamente a la nieve: White Christmas es el nombre con el que el ayuntamiento de Coccaglio ha bautizado una operación para “limpiar” el pueblo de inmigrantes en situación irregular que tendrá lugar el próximo 25 de diciembre. En este contexto, la expresión navidades blancas evoca más bien esa otra de Europa blanca que es uno de los eslóganes de la derecha más extrema de nuestro continente.
Parece obvio que con el nombre de la operación, los leghisti han querido hacer un guiño a la población de bien y de orden, buscar su complicidad, hacerle ver que se puede ser a un tiempo xenófobo y desenfadado, racista y con sentido del humor. Sin complejos. Por otro lado, hay que reconocer que este estilo de humor, institucional y cínico, no carece en Europa de tradición, ni de público: “White Christmas, je je, qué bueno, Arbeit macht frei, jua jua, yo es que me parto…”
Tampoco la elección del día de Navidad para llevar al cabo la “limpieza” de inmigrantes está desprovista de mensaje. Aunque a algunos les pueda haber molestado, por aquello de que nuestra sociedad tiende a esperar que por Navidad reine, si no la paz y la fraternidad entre todos los hombres de buena voluntad, sí al menos un mínimo buen rollo, los leghisti de Coccaglio tienen muy claro que “la Navidad no es la fiesta de la acogida, sino la de la tradición cristiana, la de nuestra identidad.” Una identidad cristiana que, salta a la vista, poco tiene que ver con el Sermón de la Montaña (“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos obtendrán misericordia”), con el mandamiento aquel de “Amarás al prójimo como a ti mismo” o con otras zarandajas evangélicas por el estilo. No; de lo que se trata es de que la etiqueta cristiano sirva, como ha ocurrido a lo largo de los siglos, para un fin muy preciso: separar a la gente en dos grupos. Se trata, en última instancia, de que exista un nosotros bien delimitado, que habrá que proteger por todos los medios de la amenaza que representan, por el mero hecho de existir, ellos: los demás. Es así como cabe entender también la propuesta, salida esta misma semana de las filas de la Lega Nord, de aprovechar que se discute una reforma constitucional para colocar la cruz en la bandera tricolor italiana. “¿La cruz en la bandera? ¿Y para cuándo las cruzadas?”, les ha contestado un diputado de I Verdi (Los Verdes): parece que éste no se daba cuenta de que las cruzadas, para algunos de sus compatriotas, ya han comenzado.
“Sólo queremos empezar a hacer limpieza”: así ha definido la operación White Christmas el alcalde de Coccaglio, quien por otro lado reconoce que no existen problemas de criminalidad en el pueblo. No es pues, de delincuentes de lo que se pretende purificar al municipio, sino de elementos indeseables, de gentes que no son de los nuestros. Puestos a hacer limpieza y a defender la tradición y la identidad cristianas, quizá el año que viene, o el otro, llegue también la hora de la operación Navidades Familiares, que consistirá en limpiar el territorio cruzado de enemigos de la familia. Entre los cuales, como es sabido, ocupan una posición destacada -a juicio del Vaticano y de los talibanes católicos de Italia- los gais y las lesbianas, y particularmente aquellos que no se resignan a esconderse, ni renuncian a ser tratados como ciudadanos libres e iguales a los demás.
Habrá quien considere que no hay que prestar mucha atención a las bufonadas y los disparates de los leghisti; no son gente seria, se dirá. Cierto, pero tampoco lo eran en absoluto los fascistas ni los nazis, y llegaron donde llegaron: así de inquietantes, y de tristes, son las lecciones de la historia. Pero quizá lo más triste sea que hoy habrá gais y lesbianas que no vean con malos ojos la operación White Christmas –“ya era hora de que alguien nos librara de esos bárbaros homófobos”– mientras que si un día las autoridades emprenden algo como la operación Navidades Familiares, es muy probable que no falte tampoco entre los inmigrantes quien se alegre de ello –“ya era hora de que alguien usara la mano dura con esos enemigos de la ley de Dios”–. Si no queremos que cuando vengan por nosotros no quede ya nadie para ayudarnos, no podemos permitirnos la comodidad del prejuicio y el estereotipo. La existencia de una sociedad libre presupone que sus miembros estén dispuestos a defender no sólo su propia dignidad y sus derechos, y los de los grupos a los que pertenecen, sino también la dignidad y los derechos de los demás.
Creo que se está malinterpretando el mensaje de estos partidos. No están en contra de ninguna raza, tan sólo consideran que la economía nacional funciona mejor reduciendo la población.
Yo para eso tengo otros medios la verdad, no basta con reducir los inmigrantes, seguira habiendo sobrepoblación en otras zonas. Mirad, dejad que os ilumine:
Hay un tipo de roedores, que cuando la población aumenta de forma desproporcionada, los individuos más viejos se suicidan tirandose de un precipicio, con esto logran ayudar a su especie. Falta más cultura enfocada al bien comun en los humanos, algunos viejos aun no lo quieren entender, existe sobrepoblación, es un hecho innegable.. ahora solo falta ENTENDERLO
No hay lucha contra la homofobia sin lucha contra la xenofobia.
Nos llevamos las manos a la cabeza por lo que dicen estos «cristianos» y no vemos la viga en lo que decimos los «lgtb»
Tristísimo y decepcionado
Gracias Nemo, por enlazar ambas fobias y poner el dedo en la llaga
–“ya era hora de que alguien nos librara de esos bárbaros homófobos”–
Ahí las dao.
(Y empanadas Sor_Sucia, horno artesano…)
Ah, que el #1 es broma. Es que entre los chistosos de las navidades blancas y el sentido del humor de algunas yo echo cada vez más de menos a los Calatrava, por lo menos sabía una a qué atenerse…
Sor_Lucia: «Hay un tipo de roedores, que cuando la población aumenta de forma desproporcionada, los individuos más viejos se suicidan tirandose de un precipicio«.
Si estás pensando en los lemmings, no.
Lo has clavado como siempre, Nemo.
Leyéndote he sentido vergüenza ajena por culpa de esos leghisti.
Sor Lucía, ayer cuando aterrizaste en esta página te estuve contestanto a tus mensajes.
No sé exactamente qué es lo que pretendes, si buscas la agitación mediante «el troleo» creo que has errado.
Yo no dirigo esta página, tan sólo soy un comentarista, que además tiene encontronazos con otros, pero si vienes buscando polémicas, discusión y que la gente se enerve me parece que no te entrarán al trapo (la mayoría de ellos)
Esta es una página seria, no para trolear y marear al personal.
Nemo, me gustado mucho tu escrito. Pese a las burradas que están sucediendo en Italia o por ejemplo el bochornoso referéndum de Suiza (que debería ser anulado por atentar contra la libertad religiosa en un país supuestamente laico) creo que no llegarán a más, no por el momento. La Liga y Berlusco caerán por su propio peso, confío en que la gente en Italia acabe cansándose de las contradiciones y los contínuos exabruptos de la Liga Norte. Aunque es espeluznante lo bien que venden los discursos xenófobos y ultracatólicos. Sin ir más lejos, la propia Liga siempre declarada independentista del norte de Italia, aparcó este tema para hacer bandera de la xenofobia y mírala lo bien que le ha ido.
Para un homosexual da lo mismo vivir bajo un régimen fascista que uno islamista, ambos te harán todo el daño que puedan.
La xenofobia, el nacionalismo, la supremacía de «la raza» son bases para regímenes fascistas.
Un texto iluminador y espléndido Nemo. ¿Cuándo dejará de ser necesario denunciar cada día estas barbaridades en nombre de no sé muy bien qué morales superiores que aquí vuelven a jugar al peligrosísimo juego de las razas superiores? ¿Cuándo dejarán de pervertir hasta los significados de los villancicos?
Al pensar en la época en la que me tocará vivir cuando me jubile siento miedo.
En Suiza hay construidos sólo cuatro minaretes (que no pueden molestar gracias a la severa ley antiruidos del país) en todo el país y ya han hecho un referendo para prohibirlos; en Coccaglio admiten que no hay más problemas de delincuencia que en otros sitios pero quieren echar a los inmigrantes. ¿Qué dirán de los LGBT que, según los jerarcas católicos, destruimos la familia, provocamos paro y somos moneda falsa?
Cuando yo tenga 65 años el petróleo estará a un paso de acabarse, el sistema económico habrá tenido más crisis como la actual (nadie ha realizado un cambio de fondo) y las clases medias vivirán cada vez peor. Con millones de parados y sin esperanzas en el futuro qué fácil será para la extrema derecha señalarnos como enemigos.
Según esta noticia, ni metiéndome en el armario me dejarían en paz.
Diario Sur
#9 no seas tan pesimista, tenemos el poder de seguir avanzando, hemos conseguido demasiado para dejarnos retroceder de nuevo, ademas tenemos mucho que hacer tanto en otros lugares con más homofobia como en Europa que tambien existe demasiada.
Empezar a educar, luchar por los derechos con todas nuestras fuerzas…
Pero la batalla ha estado perdida demasiados siglos como para renunciar a ganarla ahora